Las influencias para mi actual carrera son muchísimas. No voy a enumerar las psicológicas, porque esas estan de más, pero en cuanto a las ambientales, fueron de todo tipo.
Para empezar, a mi padre siempre le interesó que estudiase las artes de Asclepio. Siempre me estuvo metiendo esa idea en la cabeza desde pequeño. Otro en su lugar le hubiera rehuido o atribuido su pasión a las ideas familiares.
Sin embargo, curiosamente, si me gustaba estudiar todo lo relacionado con el cuerpo humano. De mis primeras lecturas, fue esa tipica "biblioteca" de medicina familiar que había en mi casa y que constaba de dos tomos. Era un diccionario de ayuda para urgencias o conceptos, donde se explicaba de manera sencilla, no solo el funcionamiento del corazón, sino también el tipo de fracturas que podía haber, hasta inclusive, había un glosario que se enfocaba en la historia de la medicina.
Allí comencé a escuchar nombres como Hipócrates, Galeno, Vesalio, Servet, etc. etc.
Posteriormente, quise aumentar más mis escasos conocimientos con un libro de urgencias que mi padre me compró en una librería.
Sin embargo, hubo algo más que me animo a seguir el camino de Asclepio y fue cierta serie de origen franco-español.
Érase una vez... el cuerpo humano (en francés: Il était une fois... la Vie, titulada en España Érase una vez... la Vida) es una serie francesa de dibujos animados infantiles con vocación didáctica y divulgativa. Pertenece al conjunto de series para la televisión "Érase una vez...". Fue creada por Albert Barillé en los estudios Procidis y estrenada por Canal+ Francia a partir de enero de 1987. En su producción colaboraron France 3, Canal+, la Société de radio-Canada y Radiotelevisión Española entre otras.
En ella se explican, de forma simple y amena, diferentes aspectos sobre anatomía, enfermedades o, por ejemplo, cómo se oxigena la sangre o cómo cicatriza una herida. De la misma forma, se explica la importancia de determinados hábitos relacionados con la salud como cepillarse los dientes, hacer deporte u otros. La explicación se realiza a través de las aventuras de distintos personajes que representan los distintos órganos, células, etc.
Así, cuando aborda el sistema inmunitario, los linfocitos B aparecen viajando en naves, desde las que sueltan los anticuerpos.
La programación en el canal 5 en los años ochentas, y más en provincia, era sumamente escueta. Parecía que todas las buenas series animadas las pasaban en la mañana y era cuando, sea uno estaba en la escuela o cuando las repetidoras del canal, se clavaban con poner su propia programación, con noticieros locales o con programas de cultura sumamente aburridos.
En fin, que para cuando llegaba a la casa, me tocaba ver series muy aburridas, tanto live action como caricaturas.
Sin embargo, hubo una que marco una diferencia importante, y fue "Erase vez una vez la vida".
Erase una vez...forma parte de una serie de caricaturas de corte cultural, muy características, que aparecieron en nuestro país por alla de los ochentas. La primera había sido una llamada "Erase una vez el hombre", donde narraban la historia del hombre desde los momentos de su aparición en la Tierra, hasta los tiempos más remotos.
Cabe decir que esta primera serie, me gustaba a secas, ya que algunos capitulos me parecían muy interesantes (como el de la historia de los primeros cavernícolas. Fue emotivo en especial el rito funebre que se hacía en aquel entonces), mientras otros eran bastante aburridos.
Pero algo que caracterizaba a esta serie, era primero la seriedad como se tomaban las cosas. Aquí si mostraban cuando alguien moría o era muerto por alguien más, en especial por dos personajes, que eran los tipicos villanos de cada episodio, pero repitiendo el diseño de los mismos para los siguientes capítulos. Y esto forma parte de esa segunda característica, y es que los personajes siempre eran los mismos: el chico normal, la chica, el amigo fortachon, el viejo que era más barba que nada, como los villanos, uno alto y el otro chaparro.
La serie solamente cambiaba las ropas, el peinado o algunos detalles, manteniendo el arquetipo base. Solamente cuando era un personaje importante, es que hacían un diseño en especial, dandole su valor a tal chara.
En fin, que esta primera serie, creada a finales de los setentas, tenía una buena animación (característico de las series francesas) y fue de las primeras que me toco ver y que inclusive su emisión se prolongo en México hasta principios de los años noventas, cuando "Erase una vez las Americas", tomo su lugar. Inclusive, el canal Once del Poli, volvió a transmitir esta serie, a finales de los años noventas.
Sin embargo, volviendo a "Erase una vez la vida", que fue la tercera serie en producirse por el estudio Procidis, propiedad del francés Albert Barillé, la veía en Canal 5 los fines de semana y por momentos, llegaron a pasar la temporada completa a las 4 pm entre semana. Aun recuerdo como en algunas ocasiones lme peleaba con mi madre porque a esa hora pretendía que hiciera la tarea XD ( y para que vean, que la caja idiota no siempre eran tan idiota. Algo bueno se sacaba al respecto).
¿Pero de que trataba este serial? Sencillo. Se enfocaba en utilizar los personajes arquetipos, en situaciones del cuerpo humano. Lease, los globulos rojos eran como personas pintadas de colorado que llevaban en la espalda, bolsitas de oxígeno a las células del cuerpo, mientras otras personas iban a bordo de navecillas, que eran las cedulas CD4, lanzando anticuerpos con forma de mosqueteros, contra los villanos que encarnaban a bacterias, virus y otras cosas.
En sí, era todo un relato del cuerpo humano, como si fuese una ciudad completa. Y lo mejor es que a veces se alejaban de esta estética, al estilo Ozzy y Drix (que curiosamente, cuando vi esta pelicula y luego la serie, me trajo muy buenos recuerdos), para narrar directamente las mutaciones celulares, los cambios de cadena en el ADN, el funcionamiento de células como los huesos o de tejidos como la conjuntiva o la piel.
El que se encargaba de comentar estas cosas, era el "Maestro", que como ya dijimos, parecía un tío Cosa, pero con patas, que como decía su nombre, tenía una gran sabiduría y nos narraba las funciones del cuerpo cuando pasaba por allí, siendo globulo rojo.
Lo curioso eran los globulos blancos, ya que como decía su nombre, eran unos tragones (macrofagos) de primera que podían abrir su boca enormemente para tragarse una bacteria. Claro, si les indigestaba, terminan muriendo. Todo bien diseñado, pues.
Para un servidor, estas cosas, eran de lo más fantásticas, al grado que me ponía a hacer dibujos o historias sobre como los bicharrajos atacaban el cuerpo con una herida, mientras se desarrollaba una gran batalla entre globulos blancos, así las plaquetas tratando de cerrar la herida. Era lógico que viese al cuerpo humano como una sala de juegos enorme, llena de detalles, que eran de lo más real.
Fue tal su impacto que para los 11 años, ya tecnicamente me había decidido a ser médico, para seguir viendo el cuerpo humano de tal manera. Aun hoy en día, uso estas referencias imaginativas para acordarme de nombres de parásitos, las funciones del ARN o de las distintas capas que formaban el ojo humano.
Lo que aun no recuerdo, es que si vi la serie con el doblaje que tuvo "Erase una vez el Hombre", ya que ahora he tratado de hallarla con el doblaje latino, pero solo encuentro el doblaje gallego (que es como vi "Erase una vez las Americas").
Como sea, esta serie se convirtió en una de mis principales motivaciones para estudiar la carrera que ahora llevo. Pero como termine viendo infantes, eso, ya es otra historia, como diría la Tía Chona.
-----------------------------
Saludos a mi princesa ^^, así a quienes gustan de este tipo de series.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar