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miércoles, 16 de noviembre de 2016

Cinco Revistas de los años Noventa: desde Club Nintendo hasta Minami.

Siempre recuerdo con nostalgia los años Ochenta, pero como he dicho en algunas entradas, los Noventa no estuvieron tan mal. Por supuesto palidecen ante la luz que emanaba su década predecesora, pero no puedo negar que mucho de lo que vi y viví en aquellos años me marcaron de una forma u otra. De estas cuestiones, se desprende mi gusto por la lectura.
 
Mi gusto por los libros llego tarde, casi a mediados de mi adolescencia. Sin embargo, leer ya era un hábito bastante fuerte en mi casa, no solo por las enciclopedias que tenía mi padre, sino por el periódico que compraba casi cada semana. Precisamente, el fue fuéramos a un conocido estanquillo de revistas ("La Canasta") en la ciudad donde vivíamos, fue como mi hermano y un servidor comenzamos a adquirir varios tipos de revistas. Desde aquellas de corte científico hasta las de entretenimiento. Pronto, en cuestión de un par de años, teníamos el cajón lleno de revistas (ante la consternación de mi pobre madre).
 
De forma lamentable, las magazines o las revistas han ido cediendo su terreno frente a la Internet. Hoy en día es más fácil agarrar un celular, una Tablet o una PC para buscar algo, en lugar de checar un montón de revistas, página por página. Sin embargo, la experiencia de sentir el papel al momento de hojear, así el olor que desprendía la tinta impresora era una experiencia sin igual, muy similar a los que somos románticos de los libros clásicos (aunque ya he comentado que los formatos digitales han dejado de darme molestias).
 
Por lo tanto, la siguiente entrada es otra oda a la nostalgia y más a las revistas que marcaron mi forma de ver las cosas y también mi cultura. De repente mi mujer me dice que soy un libro con patas, pero mucho de ese conocimiento vino de este lugar, antes de que llegaran los libros de forma definitiva.
 
 
-Selecciones del Reader´s Digest.
 
Uy, como me encantaban las portadas con su índice.
Fundada en 1922, esta revista comenzó como un magazine que pretendía recolectar artículos interesantes y relacionados más con el tema de la familia (como anécdotas navideñas, historias de amor, de supervivencia real, así de cierto conocimiento práctico o cultural). Fue tal su popularidad durante la Segunda Guerra Mundial que pronto hubo una edición en español que era editada en Cuba. Con el triunfo de la revolución de Fidel Castro, la edición en dicho idioma comenzó a hacerse tanto en México como en Argentina. Para los años ochentas, la popularidad de la revista fue tal que había una edición para cada país de Latinoamérica (lo cual se marcaba en la parte inferior de la revista, donde estaban sus precios por regiones). Debido al auge del Internet y a cambios editoriales, entró en crisis y solo se mantuvieron 3 ediciones (la mexicana, argentina y española), las cuales siguen de forma mediana hoy en día.
 
Selecciones era la típica revista que encontraba en los consultorios médicos o dentales en aquellos años. Así que mientras uno estaba en la sala de espera, me las chutaba como podía. Aunque hoy en día puedo decir que los artículos escritos eran bastante sencillos y en ocasiones tendenciosos (muy hacia la "derecha" por así decirlo), el grado de cultura y de sapiencia que te daban para aquellos años era bastante. A tal grado llegó mi afición por la misma que mi padre se suscribió a la misma para 1995. Durante al menos dos años no deje de recibirla y cada mes era un placer estar en el sillón leyéndola de cabo a rabo. Allí me enteré de hechos como lo del terremoto de Kobe o de las Olimpiadas. Lamentablemente, para finales de los noventas, la revista tuvo un cambio editorial muy fuerte y tanto la calidad del papel como los artículos fue bajando. Así termino mi gusto por la revista
 
 
-Conozca Más.
 
Editorial Televisa entró con bastante fuerza en los años Noventa. Como un intento para competirle a editoriales más pequeñas o la propia Vid, creo un montón de revistas o "exporto" formatos de otros países (Como la versión mexicana de "Muy Interseante"). Así vimos revistas como Año Cero que junto con "Conozca Más", llegaron de ser de las más conocidas a principios de los noventa. La introducción de esta llego a ser tal que inclusive se anunciaba por televisión. Tuvo un gran boom cuando la misma se dedico a hablar de los dinosaurios (que se hicieron famosos con la película Jurassic Park), al grado de regalar un videocasete con la historia de los mismos (y que mi hermano adquirió como pudo). La magazine tenía un montón de artículos de interés y con peculiaridades (inclusive fue de las primeras en hablar de que el acero del Titanic era mucho más frágil de lo que se esperaba). Con la llegada del Internet perdió fuerzas a finales de dicha década y tuvo una renovación a mediados de la anterior cuando Quo se fue de Televisa. Aun continua hoy, pero más en formato digital.
 
Conozca Más fue de las primeras revistas "seudo" científicas que compré en 1990, justo cuando tuve mi primera mudanza en grande. Aun recuerdo como estarla leyendo mientras comía unos ricos bocoles de frijol. De allí me hice fan y ya en su momento mi hermano continuo con dicha tradición. Pero igual con Selecciones, parece que la crisis de aquellos años cambio la política editorial y la revista sufrió cambios que la hicieron peor, pasando exactamente lo mismo: termine diciéndole adiós.
 
 
-Ripley, Aunque Ud. No lo Crea.
 
Ya hice una entrada al respecto sobre el tema de Ripley, pero aquí lo vuelvo a poner porque fue de las magazines que más me marcaron. Apareció en el mercado en 1992 y aunque al principio tomaba al pie de la letra las viñetas de Robert L. Ripley, pronto la política editorial fue yéndose hacia otros derroteros mucho más actuales y sobre todo controvertidos. Ripley llegó a ser la parte "seria" de Año Cero (con datos más contundentes y menos amarillistas) sobre todo en la cuestión de extraterrestres o fenómenos paranormales. La revista llegó a ser un paradigma en lo que hoy es común en los "ranteos" de cosas extrañas o raras en los vloggers. Tuvo tanto éxito que inclusive se hicieron especiales y recopilaciones bastante amenos y entretenidos. Sin embargo, la crisis de 1994 también tuvo esta revista y el abaratamiento del papel como la pobreza del contenido termino por orillarla a la desaparición.
 
Esta revista junto con la siguiente marcaron mi adolescencia de forma significativa. Los datos que contenía, así lo irreverente como extraño llegaba a niveles de genialidad y sin necesidad de ser amarillistas o enseñar demasiado. Es una lástima que mis recuerdos con la misma estén tan difuminados y que hoy en día casi no me acuerde de alguna que otra experiencia. Sin embargo, me vienen a la mente recuerdos como el de los sábados lluviosos y como me agarra en el centro de la sala a rechutarme todo los números que teníamos disponibles o como varios los llevaba para no aburrirme en alguna consulta médica o compromisos familiares. Tal vez lo que más extraño eran ciertos fascículos recopilatorios que tenían las viñetas originales del autor. Toda una joya.
 
 
-Club Nintendo.
 
Las portadas de Club Nintendo eran geniales.
Nacida de un formato cuasi artesanal, originalmente era un fanzine de apenas 3 páginas que se vendía de manera limitada en la primera tienda oficial de Nintendo que estaba en el viejo Distrito Federal. Editada y redactada por Gus Rodríguez y Pepe Sierra, sirvió de semillero para lo que fue la Club Nintendo, la cual empezó su tirada en diciembre de 1991. Gracias al apoyo del entonces presidente de Citoh (la distribuidora mexicana de Nintendo), Teruhide Kikuchi, la revista se anunció mediante spots en televisión (así fue como mi hermano y un servidor la conocimos) y tuvo un recibimiento increíble, al grado que en 1993, era de las revistas más laureadas del medio y rivalizaba en popularidad con Nintendo Power, la revista oficial en inglés de Nintendo. Fue tal su apoyo que ni siquiera la crisis de 1994 llegó a afectar su tiraje. Fue hasta finales de 1998 cuando la revista comenzó a sufrir, esto debido a la crisis provocada por la poca venta del Nintendo 64. Aquí se marco el declive de la revista, que logró mantenerse hasta hace dos años, cuando decidieron renunciar al formato en papel e irse directamente al digital, lo cual también llevo a la salida de Gus Rodríguez y Pepe Sierra.
 
Pienso dedicar toda una entrada a esta revista próximamente, así que no me explayare mucho. Solo puedo decir que la Club Nintendo me acompaño en mi época de adolescente, técnicamente desde 1991 hasta 1997, cuando por razones de estudio y mudanza ya no pude comprarla de manera regular. Sin embargo, cada mes era un deber cuasi religioso ir al puesto de revistas y adquirirla. Inclusive en el invierno de 1992, mi padre nos tuvo que corretear por medio centro del DF para comprar el número que no habíamos adquirido. Igual que ahora hacía frío y llovía, pero el hecho de chutarme la revista junto con mi hermano fue una experiencia bastante agradable para esos años. Inclusive fue la primera en darnos algo de información de anime e inclusive un manga, como el de Street Fighter. Lastima que no fue el cambio editorial lo que la tumbo, sino que su producto principal no pudo mantenerse. Sí, hablo de la poco valorado Nintendo 64.
 
 
-Minami
 
En pesetas..y euros.
La historia de Minami es truculenta y tiene un montón de chistes bastante suculentos (o morbosos, para ser más educados), que no tiene chiste comentarlos aquí. Igual que la anterior revista, igual hablare de esta y de la que fue su hermana mayor, la Dokan. Minami empezó siendo editada por Lázaro Muñoz, uno de los tantos escritores que colaboraban en Dokan. Debido a sus artículos, la editorial Ares le ofreció su propia revista. Minami empezó como un suplemento especializado, es decir, se enfocaba en un tema en especial, por lo cual sus primeros números estaban dedicados a una serie de anime en particular, como Saint Seiya. Pero pronto esta le termino comiendo el pastel a Dokan y termino siendo la número uno. Por espacio de 8 años fue de las revistas más aclamadas y leídas por los fans españoles, hasta que en el 2006 fue cerrada por desavenencias entre Muñoz y la editorial. Un compañero suyo siguió la batuta pero no se pudieron mantener mucho, ya que un poco después la Editorial quebró, en medio de fraudes y demandas.
 
Minami fue la sucesora de todas las anteriores. Aunque Conexión Manga tuvo un gran empuje en México, por su manufactura nacional, en realidad parecía un clon de esta, inclusive con los mismos horrores y errores ortográficos y de redacción. Como sea, la primera vez que compre una Dokan fue en 1997 y su precio era bastante alto (60 pesos para la época). En cambio, la Minami era más cara pero se notaba su diferencia en cuanto a temas y calidad. Tarde o temprano me compre un par como pude y me encantaron literalmente, aparte de que tenían un CD mucho mejor armado. Este pronto se convirtió en el caballito de batalla y aquí fue donde saque muchos mp3 y videos (por supuesto piratas). De forma lamentable, pese a que la Minami seguía llegando a México (vía importación, por eso era tan cara), ya no pude comprarla porque entre en crisis a partir del 2000. Por supuesto, antes de arrancarme los pelos en señal de desesperación, fue la temporada en que comenzaron a salir mangas en el país y el Internet comenzó a crecer. Aunque no me dejo muchos recuerdos, la nostalgia de esos "bonitos" años (1997-1999) no se puede olvidar para nada.  
 
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Saludos a mi mujer que ya piensa que estoy bastante viejo (xD), así a quienes gustan de este tipo de nostalgia.

sábado, 1 de octubre de 2016

Ripley: Aunque Usted no lo Crea!

Logo del programa de televisión de los años Ochenta.
La franquicia "Ripley, Aunque Usted No lo Crea" (en inglés, "Believe it or Not") es una de las más famosas en Estados Unidos, aunque alcanzó grandes cuotas de popularidad fuera de su país natal entre los años ochentas y noventas, gracias al éxito que tuvieron productos para promocionar su contenido, enfocado en una serie de Televisión, conducida por Jack Palance, así de una serie de libros y revistas que eran un recopilado de las ilustraciones que hizo Robert Ripley en vida y luego sus diferentes asistentes. 

¿Y cual era el tema que manejaba Ripley? Lo extraño, lo aberrante, lo ridículo, lo sorprendente. Ripley comenzó siendo caricaturista en los años veinte y se dio cuenta que dibujando hechos sorprendentes y fascinantes, la gente leía sus columnas de forma ávida, de tal manera que para los años treinta, sus bocetos pronto entraron en sindicación, lo que le permitió no solo ser famoso sino tener la capacidad para viajar alrededor del mundo, precisamente buscando más hechos que plasmar en papel. Pronto se expandió a otros mercados para llevar su legado y fue en los años treinta cuando comenzó a abrir museos de "Lo Increíble", donde promocionaba rarezas o gente que hacía cosas extraordinarias. 

A la par, uso la radio y en forma de radioprogramas, hablaba sobre sus descubrimientos alrededor del mundo y sobre los últimos records mundiales. Finalmente, fallecería en 1949, víctima de un ataque cardíaco, irónicamente ese día en la mañana había ido al médico el cual le había diagnosticado una excelente salud. El legado de Ripley y su compañía comenzaron a expandirse y ya para principios de los ochentas, se habían abierto al menos 20 museos Ripley, no solo en EUA sino alrededor del mundo. La franquicia se potenció con la aparición de un programa de televisión ya mencionado, el cual estuvo entre 1982 y 1986, teniendo gran éxito a nivel mundial. 

Para mediados de los ochentas, la compañía canadiense de entretenimiento y bienes, Jim Pattison, la adquirió y hoy en día es quien la administra. En su momento trataron de explotarla fuera de Estados Unidos y México fue uno de los beneficiarios, llegando a convertirse en un gran recuerdo de los años noventas, no solo para mí, sino también para mi hermano. Vamos a ver porque...


Ripley, ¡aunque usted no lo crea!, también traducido como Aunque usted no lo crea, de Ripley (de su nombre original Ripley's Believe It or Not!) es una franquicia estadounidense que trata de acontecimientos extraños o curiosos sucedidos en el mundo.

Su origen es la serie Believe It or Not! creada y dibujada en 1918 por Robert Ripley en forma de periódico gráfico que presentaba hechos sorprendentes y poco habituales provenientes del mundo entero. Tuvo tanto éxito que más tarde fue llevado a una gran variedad de otros formatos: radio, televisión, una cadena de museos, una colección de libros y un juego de flipper.



Robert Ripley.
De antemano digo que esta entrada será más un anecdotario que nada. La razón es que fuera de los datos de la franquicia, no he podido conseguir casi nada de información sobre las revistas Ripley. Ni siquiera la editorial me figura con un historial. Así que haré más uso del corazón y de mi memoria que de algo más estructurado. Ustedes disculpen.

El gusto por esta franquicia nació para un servidor en los años ochentas. En el viejo canal 5, cuando era llamado XHGC (¡Sigue la Huella!) tenía una programación bastante variopinta los fines de semana. Generalmente las caricaturas las emitían en franjas de horario matutino y vespertino. Los fines de semana era dominado por las series de televisión o por las películas (salvo con honrosas excepciones, como las series de Disney, en especial Patoaventuras). 

Así fue como en su momento me toco ver programas legendarios como "Tierra de Gigantes", "Perdidos en el Espacio", "Star Trek", "Camino al Cielo" o "el Auto Increíble" (aunque esta última fue de las primeras que fue trasladada a un horario vespertino entre semana). En la noche, se cambiaban los horarios y tocaban series que te enchinaban el cuero: "La Dimensión Desconocida", "Misterios sin Resolver". Y por supuesto, "Ripley, Aunque Ud. No lo Crea".

Ripley encabezaba la programación vespertina, en especial los sábados a las 6 de la tarde (y luego los domingos a las 5 pm). Sin embargo, las emisiones eran irregulares (esto por transmitir fútbol, fútbol americano u otra cosa) y los episodios salteados, inclusive repitiendo muchos de estos. El tono misterioso y medio macabro, pero a la vez cómico, que le imprimía Jack Palance al programa (que era acompañado por su hija Holly Palance y luego por Marie Osmond, teniendo un doblaje igualmente de calidad, a cargo de Rubén Moya) lo hacía bastante entretenido como divertido, así bastante instructivo. Mi hermano y un servidor aprendimos muchas cosas del susodicho, al grado que llegábamos a fastidiar a nuestra pobre madre con nuestros comentarios (y que tenían cierto tono asqueroso, como en el caso de lugares donde se comían insectos como si nada).

Lamentablemente, el programa para principios de los noventas fue retirado de la parrilla de programación y aunque tuvo una ligera reaparición a finales de los años noventas en el canal 4 (irónicamente, en el mismo horario y donde inclusive grabe un episodio), ya no volvió a aparecer. De forma posterior emitieron el programa en su versión moderna, conducido por Dean Cain. Sin embargo, el tono más comercial y menos de misterio termino por tumbarlo de forma definitiva. 

Pero Ripley había sembrado cierta semilla y regusto por lo paranormal y extraño, muy en especial en mi hermano, que por suerte logró satisfacer en cierta manera gracias a las revistas de "La Canasta".
Este local era la librería de importancia de la ciudad donde vivíamos. Aunque los estanquillos y kioskos eran comunes en aquellos años, La Canasta seguía siendo el lugar por excelencia, no solo por tener revistas de actualidad, sino también por traer libros. Allí fue donde compré mi primer libro, "La Vuelta al Mundo en 80 días" de Editorial Porrua y por la cantidad de 10 nuevos pesos. También fue el lugar donde pudimos comprar con cierta regularidad los Supercampeones de Toukan y la Club Nintendo de Gus Rodríguez. 

Por lo tanto, las excursiones a La Canasta eran obligatorias y cuasi semanales, en especial los sábados. Como es lógico, el dinero provenía de nuestro padre y del rendimiento académico. Así que mientras tuviéramos buenas notas, había revistas (para sufrimiento de mi madre, que no sabía que hacer con tanta revista). Fue en una de esas visitas que mi hermano encontró una revista que tenía un monillo con facies oriental pero con una vela incrustrada en el cráneo. Por supuesto, la mueca que nuestra progenitora a la revista lo decía todo, pero ante la insistencia de mi hermano, mi padre termino cediendo. Así tuvimos la primera revista de "Ripley, Aunque Usted no lo Crea".

Formato original de la revista en 1991-1992.
Como repito, los datos respecto a la misma son harto escasos. Fue publicado por la Editorial Samra en un período inexacto que va entre 1990 y 1996. El jefe editorial fue el famoso Remy Bastien Van Der Meer, que es harto conocido en el mundo comiquero, ya que se encargó de adaptar muchos cómics de la Editorial Marvel en los años ochentas y parte de los noventas, haciendo una traducción de lo más apegada al canon. 

 La publicación tuvo dos partes bien diferenciadas. La primera se mostraba con una calidad en el papel y los dibujos bastante alta (al grado que resistía las constantes lecturas que le dábamos). Sin embargo, a partir de 1994 con la crisis, el papel se modificó y tenía una consistencia rara, casi brillosa que lo hacía bastante aberrante. Para colmo, las publicaciones y secciones que habían hecho hito se fueron perdiendo, llegando a tener una sola columna por dos hojas y con escasos datos al respecto. Inclusive, mi hermano en su momento se vio decepcionado de la calidad y los últimos ejemplares que logramos conseguir fue para finales de 1995.

En su momento, parece que la revista tuvo un gran éxito, ya que la editorial comenzó a sacar dos formatos aparte de la publicación normal (que tenía una salida catorcenal). El primero fue a base de fascículos que llegaban hasta las 100 páginas y que eran el doble de tamaño de las regulares (estas últimas eran formato tipo cómic pequeño), siendo casi del vuelo de una Muy Interesante. Estos se enfocaban en algún tema en específico, por lo cual trataba de Ovnis, de mujeres extraordinarias o de otros tópicos. Por supuesto, estos eran muy raros de conseguir en el puesto y solo llegamos a tener algunos.

Debo decir que el fenómeno Ovni era muy popular en aquellos años. A raíz del evento del Eclipse de 1991 y con las loqueras de Jaime Maussan (que entonces su programa tenía altas tasas de rating), el fenómeno de la ufología tenía muchos seguidores. Ripley aprovechó esto para dar datos mucho más contundentes al respecto, como hablar de Joseph Allen Hynek, considerado el padre de dicha rama. Debo decir que antes del Internet, muchos términos sobre abducciones o tipo de contacto extraterrestre venían de las publicaciones que  hacía Ripley al respecto. 

El otro formato que también fue harto popular eran las recopilaciones de las ilustraciones originales de Ripley (llamado "Biblioteca selecta"), las cuales eran acompañadas de una breve reseña y que se hacían por tópicos (desde hechos extraordinarios hasta asesinatos sorprendentes). Se llegaron a publicar, por lo que recuerdo, hasta 6 tomos, los cuales eran de tamaño pequeño pero bastante grueso y que culminaban con alguna historia de terror sobre el tema. Otra vez, debido a la crisis, el último no llego a tener la calidad de los primeros y aparte repetía ya demasiado las viñetas vistas en la publicación regular. 

La revista catorcenal era un compendio de hechos raros, extraordinarios, grotescos, así también de personas que superaban lo extraño, pero que aparte tenían un concepto un tanto educativo. Las secciones se enfocaban en un tópico en específico. Por ejemplo la sección "Curiosidades de la Historia" ponía eventos como el que Arquímedes logró derrotar a un ejército gracias a su ingenio o que Miguel Hidalgo pese a ser sacerdote, tenía pareja e hijos. Una de las más gustadas era la de "Ars Longa, Vida brevis" que se enfocaba en sucesos artísticos. Allí fue donde conocí la historia de Miguel Ángel Bounarroti por primera vez y los líos que tuvo para terminar la Capilla Sixtina. 

Finalmente, la revista remataba con una historia larga o que emulaba la portada correspondiente y que era una mezcla de misterio, miedo o de suspenso, que siempre terminaba con la frase "Aunque Usted no lo crea...". Es lógico que con este material y en la forma en que estaba presentado, tanto mi hermano como yo terminábamos encantados y cada semana íbamos a ver si salía un nuevo ejemplar. En su momento llegamos a tener un buen bonche de revistas, las cuales releíamos religiosamente cuando nos aburríamos o teníamos algo más que hacer. 
Libros pequeños pero muy completos.

Pero la crisis de la década termino por tumbar este idilio. Ripley fue perdiendo calidad y eso igual repercutió en otras publicaciones y no solo por el costo, sino por el tiempo. Las revistas tuvieron un cambio brusco en su temática y ahora se enfocaban más en la adolescencia (buscando generar ganancias), lo cual hizo que publicaciones más maduras se fuesen diluyendo con el tiempo. Publicaciones que tenía gran impacto como Año Cero también se fue perdiendo y revistas como Muy Interesante fueron haciéndose más fuertes.

Ripley pudo haberse perdido en los recuerdos, pero la navidad de 1993 las cosas cambiaron y de que forma. En aquel entonces, toda la familia fue de vacaciones a la capital del Imperio para pasar esa temporada con la familia de mi padre. En una de esas, mi hermano logró convencer a mi padre de que fuéramos al recién inaugurado Museo de Ripley. Sí, este había abierto las puertas un año antes y mi hermano quería conocerlo. Así que con ayuda de un primo, los cuatro nos fuimos en el Metro (primera vez que lo abordé en mi vida) y luego de caminar, llegamos al lugar. Fueron las dos horas más sorprendentes e entretenidas que tuve en mucho tiempo (y ni se diga mi hermano que salió brincando de la emoción).

El Museo Ripley de México se ubica en la delegación Cuauhtemoc, en la calle Londres, cerca del centro. Aun hoy en día continua en operación junto al Museo de Cera, siendo el primero en su clase en Latinoamérica (el otro es el de Guadalajara, aunque un tanto más pequeño).

En conclusión, "Ripley, Aunque Usted no lo Crea", fue (y aun sigue siendo) de las franquicias más famosas de los años ochentas y noventas. La combinación de la serie de televisión, revista y el museo hizo que fuese parte de mi memoria hasta la fecha. No es que solo me interesasen los casos extraños o paranormales, sino que el conocimiento que me proporciono en aquellos años fue invaluable. Inclusive, un caso como el de Phineas Gage sigue siendo objeto de estudio, al menos en mi campo, ya que este hombre que fue atravesado por una varilla a nivel de la cabeza y que lograse sobrevivir, más que nada con cambios en su personalidad, fue de los primeros temas que tocó la revista en su momento. 

Sí, el contenido podrá apelar un tanto al morbo, pero no puedo negar la cantidad de datos que pude extraer al respecto. Aquí nació mi gusto, en parte, por la lectura y como no debía quedarme solo con un solo dato, sino buscar más para corrobar o sencillamente para expander más mis conocimientos. Por ello no hice énfasis en el contenido de la misma, ya que para muestra falta dar click en un botón o ventana y saldrán no solo las caricaturas de Ripley, sino datos muy completísimos. Sin embargo, para aquellos años, esto era oro puro en todo el sentido de la palabra. 


Extrañamente, no recomiendo esto, en especial para las generaciones actuales. Ahora es común ver más datos en los vloggers y ya superan por mucho a lo visto por Ripley. Sin embargo, el hombre es un precursor y supo aprovecharlo bien. Por lo tanto, lo recomendaría para ver como un ejercicio de cultura y un tanto de historia. Bien vale la pena. Digo, al menos a un servidor, le dio unas tardes maravillosas mientras leía los artículos y me maravillaba como los dibujos. Por cierto, aquí arriba les dejo el vídeo sobre el intro de la serie, que sigue fantástico hasta hoy en día.

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Saludos a la dueña de mis quincenas ^^ que tanto adoro, así a quienes les agrada un tanto de historia.