Aunque se supone esta sería la última entrada del año, en realidad por cuestiones familiares (léase, ayudar a mi mujer a preparar la comida de estas fiestas), me retrase bastante en el blog, amén de que estuve haciendo otras cosas (leer libros, ver películas, anime, etc. etc.) estos días. Finalmente me pude poner frente a la computadora y reseñar la última película sobre el universo de Naruto: Boruto The Movie.
Siendo sinceros, ni iba a verla, más luego del enorme chasco que tuve con "Naruto The Last". Sin embargo, como soy un adicto a ver ciertas cosas, no pude evitar chutarmela, aun cuando estaba en coreano (ya que hay un rip, pero que es tomado directo del cine, con una calidad bastante baja y el DVD coreano salió recientemente). Y debo decir, que pese a escuchar a los personajes hablar de manera extraña, la trama, acción y personajes me entretuvieron tanto que ni preste tanta atención a ello. En una conclusión (muy adelanta), Boruto me pareció una agradable revelación y supo reivindicar el cariño que le tengo a esta franquicia.
Sé que muchos no les gusta el universo de Naruto. Les parecerá soso e inclusive tan parecido a Dragon Ball, que muchos no dudan en tirarle piedras. Sinceramente, yo soy de los primeros en hacer eso, ya que Kishimoto perdió el rumbo hace un buen tiempo. Sin embargo, cuando el autor decidió entrar a una segunda generación, volví a ver esa "chispa" que se había perdido hace bastante tiempo. Lo mejor, es que supo renovar y no solamente hacer un "copy and paste" de las primeras aventuras de Naruto, en este caso con su hijo. Y vamos a ver porque...
Boruto: Naruto the Movie es una película animada consecutiva al final de el manga Naruto de Masashi Kishimoto, producida por el Estudio Pierrot. Formará parte del Proyecto del Inicio de una Nueva Era (新時代開幕プロジェクト Shinjidai Kaimaku Purojekuto?) para conmemorar el 15º aniversario de la franquicia. Fue anunciada por primera vez en los créditos de la película anterior, The Last: Naruto the Movie, y relatará sobre la nueva generación ninja, en particular el hijo de Naruto Uzumaki, Boruto, y la hija de Sasuke Uchiha, Sarada, quienes fueron introducidos en el capítulo final del manga. El día 13 de abril de 2015, se revelaron las primeras imágenes en el Mainichi Shimbun, y se espera su estreno para el 7 de agosto de 2015. La película constituye la onceava producción cinematográfica de Naruto, así como la segunda en estar establecida dentro del canon del manga.
Detalles técnicos: Boruto the Movie, se considera la onceava película del universo de Naruto. Sin embargo, apenas es la segunda que entra dentro del canon del manga de manera oficial (junto con la anterior, The Last). Se dio el anuncio de la salida de la misma, precisamente luego de "The Last". Su fecha de estreno fue el 7 de agosto del 2015. Se preve su lanzamiento en DVD y Blu-ray para mediados de este año.
Argumento: la historia se ubica 16 años después de la batalla entre Sasuke y Naruto. Este último se ha convertido en el Séptimo Hokage y gobierna con sabiduría y paz la nación de Konoha. Sin embargo, está tan atareado, que no le da tiempo de supervisar a su hiperactivo hijo, Boruto Uzumaki. Este, siendo un joven talentoso, es un tanto egocéntrico y aparte esta resentido con su padre por ser el Hokage. Sin embargo, en el fondo lo único que quiere es que su padre le reconozca, por lo cual comienza a hacer trampa en el examen Chunin con un aparato diseñado para invocar cualquier jutsu de manera artificial. Al tiempo que Naruto se da cuenta de esto, una amenaza externa ataca a Konoha y Boruto tiene que rescatar a su padre cautivo de dicho enemigo.
Comentario personal: ya he comentado que los filmes de anime son meramente episodios largos de una serie original y para colmo, que no tienen nada que ver con la continuidad oficial, lo cual es una ventaja y desventaja. Puedes hacer lo que quieras, pero a veces es tan excesiva esa libertad que todo se termina desmadrando. Sin embargo, en el caso de este filme, el hecho de que tenga el formato de un gran "capítulo" de Naruto, pero aparte se apegue a la continuidad, lo hace sumamente divertido, pero sobre todo, argumentalmente muy compacto.
La película es sencilla: Boruto es presumido, arrogante y talentoso. Sin embargo, como todo en la vida se le ha facilitado, los roces con su padre son constantes y en eso deriva la trama de la primera hora, que resulta ser un choque entre la forma de ser de ambos. Naruto ya ha madurado y no es el mismo joven hiperactivo. Ve mucho de él en su hijo, pero también de Sasuke. Por ello, este último se vuelve el maestro del chamaco y termina por darle la razón a Naruto. Boruto admira a Sasuke, no solo por su aspecto cool sino también por su personalidad, pero sobre todo, porque apoya a su padre de manera eficiente y sin tantos aspavientos. Esta trama, tan deliciosa al menos para un servidor (me encantan los dilemas freudianos) llega a un crescendo formidable cuando Naruto descubre a su hijo haciendo trampa.
Lamentablemente, de allí, con la llegada del villano superpoderoso tipo Broly, la cosa decae un tanto, pero la acción se mantiene en un buen nivel y aunque al final hay un deux machina, en la forma en que el chamaco derrota al supermalo, no me pareció tan soso y horrendo como en "The Last". El epílogo, aun mucho mejor, al mostrar una mejor relación entre Naruto y Boruto, así como las cosas se encaminan hacia una nueva repetición de la historia, en especial con Mitsuki, el hijo de Orochimaru.
De aquí nos derivamos a otras dos cosas que me encantaron de la película. El primero tiene que ver con los personajes. No solo hacemos un repaso a la nueva generación y sus peculiaridades (Inojin, Shikadai, Hiwamari, etc. etc.), sino también a la vieja y como le ha afectado estos años, no solo a nivel físico, sino también mentalmente. Claro, lo más destacable es el trío de Sarada, Boruto y Mitsuki. La primera ya la había alabado por su carácter y carisma en el Naruto Gaiden. Sin embargo, el filme la deja un tanto de lado para centrarnos en Boruto y el misterioso Mitsuki. Debo confesar que le tenía miedo a la película por la cuestión de que manejarían a Boruto como un niño hipermimado. Sin embargo, la complejidad del personaje es enorme, tanto como la de Naruto en su momento, pero en otro contexto y forma de ver las cosas. Esto me pareció formidable y tiene que ver con la segunda cosa que me encanto: la psicología del personaje.
Hubiese sido una burrada repetir el patrón de Naruto en su hijo. Aunque son físicamente parecidos (lo cual se va recalcando en la película, no solo por el mismo personaje, sino por Hinata y otros), en el fondo no podían ser muy distintos. Esto a nivel personalidad e historia. Para empezar, Naruto jamás conoció a sus padres y eso le creo un complejo bastante patente, sobre todo en su necesidad de ganarse el aprecio de la gente. Ser reconocido para dar una razón a su existencia. En cambio, Boruto nació con sus dos padres de lado y una linda hermana que lo adora. Por ello, el chico esta lleno de confianza (llegando a ser soberbio por momentos). Sin embargo, mientras Naruto tuvo que lidiar con la pérdida total de sus padres, Boruto debe hacerlo a medias. En el fondo adora a su padre y desea que también lo quiera y reconozca. Sin embargo, su carácter y orgullo le impide pedírselo de frente, hasta que ocurre la trampa de la prueba Chunin. Aquí vemos que pese a tener la misma necesidad de reconocimiento, el origen y manejo es totalmente distinto, lo cual le da a Boruto un aire distinto. Y es algo que había extrañado del viejo Naruto, donde Kishimoto solía ser mucho más ducho en estos temas y no solo centrarse en batallas interminables.
Con esto, Boruto paso de ser un niño mimado y presumido, a mi opinión, a ser un personaje complejo y carismático. Le agarras cariño y ves que Naruto sigue siendo un personaje un tanto dañado por lo que vivió. Como no tuvo padres, tampoco ha sabido ser uno adecuado (algo muy freudiano) y él mismo lo manifiesta, ya que es tanta su necesidad de ayudar a los demás, que no se fija en las prioridades más cercanas, que son su familia. Claro, esto podrá ser muy japonés, pero nuevamente lo manejan de forma tan soberbia en la película, que no se hace aburrido ni cansino.
Otro punto que me agrado fue el de mejorar a Sasuke, no solo manteniendo su personalidad medio emo (la cual me fastidia de repente), pero en un tono más bajo, recordándome mucho a Piccolo de Dragon Ball Z, más cuando decide entrenar a Boruto. Claro, resulta un tanto flojo eso de que lo entrene sin mayor preambulo y que aparte solo se justifique, en la razón de que le recuerda a él, pero aun así, me pareció bastante ameno, en especial cuando amplía la enseñanza de Konohamaru sobre el Rasengan.
Sin embargo, la película no es perfecta y el supermalo de turno es bastante soso, sin profundidad y solo una justificación para crear una batalla final un tanto también artificiosa. Aun así, es muy superior a la que ví en "The Last", que inclusive pudimos ver el poder máximo de Naruto y Sasuke, (lo cual fue una de las críticas más grandes a su predecesora) y aparte de ver pelear a los Kages también en su máximo esplendor.
En conclusión, "Boruto the Movie", es un excelente filme de Naruto. Me ayudo a revitalizar, no solo mi confianza en la franquicia, sino también me quito el mal sabor de boca que me dejo la anterior (y en todos sentidos). Tal vez le falto manejar aun más personajes (Hinata se vió un tanto desaprovechada y también otros, en especial en el ataque al estadio), sin embargo, para ser más de una hora y media, el ritmo es endiabladamente bueno y ninguna escena siento que está de más. Me pareció una estupenda forma de reiniciar una franquicia que se maltrato mucho en los últimos años. Sí ya el Naruto Gaiden me hizo ganar puntos, este de plano me llevo a afianzar confianza en las aventuras de la nueva generación. Bastante recomendable, no solo para fans, sino para quienes inician en este universo.
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Saludos a mi Hinata ^^, así a quienes gustan de este tipo de películas.
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sábado, 2 de enero de 2016
Boruto, the Movie: que forma de empezar el año.
sábado, 4 de julio de 2015
Naruto Gaiden 700+10: la introducción a la familia Uchiha
Naruto ha vuelto a terminar...otra vez. Sí, es lógico que la editorial Shueisha no dejaría morir tan fácil a una franquicia que le dió de comer por mucho tiempo. Todo mundo lloró y chilló (como un servidor) cuando Naruto finalizó en noviembre del año pasado, incluyendo a un servidor, motivándole a hacer una entrada que la hice más con el corazón que con el cerebro.
Pero cuando empezaron a anunciar la dichosa "última" película (Naruto The Last, la cual ahora estoy viendo a fragmentos), allí caí en cuenta que Kishimoto no dejaría morir tan fácil a su producto estrella. Así que cuando hace unos 3 meses, me di cuenta de que el autor iba a hacer un "Gaiden", no pude menos que solo encogerme de hombros y por supuesto, emocionarme al respecto.
Aclaro, no soy un "Naruto-boy" clásico, es decir, un fan que solo puede ver cosas bonitas y negar lo obvio. El manga de Naruto con el tiempo fue perdiendo claridad y potencia, pasando de ser un manga shonen con personajes muy complejos, a ser una simple "dragonbalización", donde las batallas eran mucho más importantes que la trama y aparte, con unos poderes que casi superaban a los de un dios. Por ello, cuando vi estos 10 capítulos, me di cuenta de que el autor volvió a recuperar la esencia de Naruto, aunque sea en una pequeña cantidad, pero suficiente para hacer una crítica al respecto.
Naruto Gaiden: El Séptimo Hokage y el Mes de la Primavera Escarlata (NARUTO−ナルト−外伝・七代目火影と緋色の花つ月, Naruto Gaiden: Nanadaime Hokage to Akairo no Hanatsuzuki) es una mini serie spin-off de la Serie Naruto y parte de la Nueva Era del Proyecto de Apertura de Naruto que fue estrenada el 23 de abril de 2015. La mini serie se centrará en el hijo de Naruto Uzumaki y Hinata Hyūga, Boruto Uzumaki y la próxima generación de Shinobis de Konohagakure.
Naruto Gaiden se extendió entre finales de abril a principios de julio del año presente, teniendo una tirada de 10 capítulos y nombrándose cada capítulo como "700+1", en lugar de ser "701". Esto sirve de preámbulo a la película que se estrenara en agosto de este año y que tocará a la nueva generación.
¿De qué trataron estos 10 capítulos?
Técnicamente es un epílogo largo de lo sucedido con la trama: Naruto es el séptimo Hokage, teniendo líos con su hijo Boruto, que ha adoptado las mismas manías que tenía él a su edad. Entre tanto, Sarada, la hija de Sakura y Sasuke, comienza a dudar de quienes son sus verdaderos padres, más cuando luego de un incidente, la foto que ella tanto idolatraba esta truqueada y ve a otra mujer a lado de su padre. Aprovechando una salida del Hokage para verse con su amigo y rival, Sarada decide seguirlos. Es durante esta travesía, cuando se aclara el misterio del origen de Sarada y el reencuentro con su padre.
Tal vez sea impresión mía, pero la diferencia entre el Gaiden y la saga normalona, es bastante abrumadora. Y es que como decía previamente, Kishimoto se "dragonbalizo" y eso provocó que el manga perdiese mucha potencia (y no en vano, ya que el autor es otro de los tantos fans que crecieron con la historia de Dragon Ball), donde los personajes ya no tenían el carisma de antes y como había tantos de estos, el abarcarlos todo era meramente imposible.
Sin embargo, un punto muy positivo de este epílogo fue el tratamiento de los personajes y sobre todo, el regresar a los origenes, literalmente hablando. Si algo gustaba de Naruto y su tratamiento en el primer tercio de la historia, era como un rubio bueno para nada, comenzaba a destacar y ser el mejor, a base de tezón y de espíritu de pelea. Aunque acá no vemos eso, tenemos a Sarada como la protagonista, teniendo dudas sobre su origen y como su poder también va emergiendo en base a sus sentimientos.
No puedo negar que con este tramo, Kishimoto pudo hacer algo que le hubiese gustado desde el principio: el manejar a un Uchiha en una buena trayectoria y sin tener que hacerlo tan obtuso e idiota como Sasuke. Aunque el manga se nombra Naruto, el autor manifestó en muchas ocasiones que Sasuke era su personaje favorito. Sin embargo, siento que crear un personaje tan oscuro (por no decir estupido) le termino encerrando y limitando su creatividad. En cambio, con Sarada se vió mucho de lo que Kishimoto quería manejar: un personaje un tanto resentido, pero también con buenos sentimientos (al grado que su Sharingan se despierta por buenos sentimientos o el amor, en lugar de por experiencias traumáticas o dolorosas). Vulnerable (y sin temor de mostrarlo) y con un potencial de pelea altísimo (por no decir que físicamente tiene pegue. Tal vez sea porque utiliza lentes. Seh, mi fetiche en acción). Por ello, Sarada me pareció un personaje estupendo, agradable y sobre todo, bastante empático. Claro, no es que yo tuviese la misma vida que este caracter, sino que el manejo estuvo tan realista, que llegabas a ponerte en sus zapatos.
Pero para que esto funcionase, es obvio que los demás personajes también tenían que brillar. Y aquí empezamos con el mismo Naruto, que vemos una natural pero sorprendente evolución como Hokage. En muchos fanfics siempre manejaron este tramo, pero manteniendo mucho de su personalidad traviesa e impertinente (hay uno, donde Shikamaru se queja de que instauro un día oficial del ramen). Sin embargo, acá Kishimoto se decanto por la maduración del personaje y vaya que le cayo de perlas. Se vuelve como el "Obi-wan" de la historia y va aconsejando, tanto a sus shinobis como a su mismo hijo, a base de disciplina y paciencia. Sin embargo, tampoco perdemos de atención el poder que tiene y hay una viñera, donde le pone un "estate-quieto" a Shinn solo con su presencia. Eso es poder.
Por supuesto, varios personajes se revelan bastante carismáticos, como Sakura (que gana mucha presencia en el manga, siendo una madre preocupona y algo histérica). Otros, me dio una agradable sorpresa, como Chouji, Ino, Sai, etc. etc. pero más como los estableció el autor. Y claro, los hijos de las diferentes parejas, son para reírse un rato, ya que son una mezcla de la personalidad de sus padres (como en el caso del hijo de Sai e Ino, que es bastante curioso).
Claro, la trama no podía ser nada compleja, para abarcar diez capítulos y hasta diría que es sencilla, pero precisamente es algo que se extrañaba en la saga original. Por supuesto, da un pretexto para juntar al trio protagonista y lo hace de buena manera. Lo original es que Kishimoto supó mantener el suspenso en cuanto al origen de Sarada hasta el último momento y con un detalle bastante potente, donde resaltamos la amistad femenina, en especial entre Sakura y Karin.
La única pega importante que le daría a este Gaiden, es la personalidad de Boruto. Cierto que me chocó un momento en el último episodio, pero pensé que solo sería un desliz momentaneo. Sin embargo, no puedo negar que el personaje me pareció insoportable en todos sentidos, aun cuando solo apareció en los primeros episodios. Lamentablemente, Kishimoto se decantó por un muchacho inconforme, irritable y algo consentido (por no decir sobreprotegido), yendo en la dirección contraria a Naruto, que debido a su origen, era mucho más humilde y sencillo. No niego que esto me parece de lo más normal, porque no es lo mismo nacer sin padres que teniendo el cariño y aprecio, aparte de que uno de tus jefes sea Hokage. Sin embargo, me sigue pareciendo un camino fácil (eso y que me friegan al personaje, ya que le veía bastante potencial).
En conclusión, este epílogo me pareció bastante agradable, emocionante y por momentos, me supó recuperar la esencia del viejo Naruto. Kishimoto volvió a las raíces y lo hizo de buena manera. Limitó bastante las peleas y eso le hizo bien a la historia, dandole oportunidad a los personajes no solo de desarrollar, sino de dialogar entre ellos. Y aunque a muchos les "chocó" que Sasuke siguiera tan frío como siempre, a mi me pareció un buen detalle, ya que no solo mantiene su personalidad, sino que Kishimoto supó agregarle detalles para hacer que también ha cambiado y en el fondo, quiere a su familia. Y sí, Naruto apareció poco, pero es que debido a su poder y carisma, se hubiese robado el protagonismo (como pasó en algunas escenas).
Ahora falta ver ese "nuevo" proyecto de Kishimoto en agosto. ¿Será el manga basado en la nueva generación u otro proyecto? Habrá que esperar (eso y a la nueva película de Naruto...o Boruto).
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Saludos a mi Hinata-sama :3, así a quienes gustan de este tipo de mangas.
Pero cuando empezaron a anunciar la dichosa "última" película (Naruto The Last, la cual ahora estoy viendo a fragmentos), allí caí en cuenta que Kishimoto no dejaría morir tan fácil a su producto estrella. Así que cuando hace unos 3 meses, me di cuenta de que el autor iba a hacer un "Gaiden", no pude menos que solo encogerme de hombros y por supuesto, emocionarme al respecto.
Aclaro, no soy un "Naruto-boy" clásico, es decir, un fan que solo puede ver cosas bonitas y negar lo obvio. El manga de Naruto con el tiempo fue perdiendo claridad y potencia, pasando de ser un manga shonen con personajes muy complejos, a ser una simple "dragonbalización", donde las batallas eran mucho más importantes que la trama y aparte, con unos poderes que casi superaban a los de un dios. Por ello, cuando vi estos 10 capítulos, me di cuenta de que el autor volvió a recuperar la esencia de Naruto, aunque sea en una pequeña cantidad, pero suficiente para hacer una crítica al respecto.
Naruto Gaiden: El Séptimo Hokage y el Mes de la Primavera Escarlata (NARUTO−ナルト−外伝・七代目火影と緋色の花つ月, Naruto Gaiden: Nanadaime Hokage to Akairo no Hanatsuzuki) es una mini serie spin-off de la Serie Naruto y parte de la Nueva Era del Proyecto de Apertura de Naruto que fue estrenada el 23 de abril de 2015. La mini serie se centrará en el hijo de Naruto Uzumaki y Hinata Hyūga, Boruto Uzumaki y la próxima generación de Shinobis de Konohagakure.
Naruto Gaiden se extendió entre finales de abril a principios de julio del año presente, teniendo una tirada de 10 capítulos y nombrándose cada capítulo como "700+1", en lugar de ser "701". Esto sirve de preámbulo a la película que se estrenara en agosto de este año y que tocará a la nueva generación.
¿De qué trataron estos 10 capítulos?
Técnicamente es un epílogo largo de lo sucedido con la trama: Naruto es el séptimo Hokage, teniendo líos con su hijo Boruto, que ha adoptado las mismas manías que tenía él a su edad. Entre tanto, Sarada, la hija de Sakura y Sasuke, comienza a dudar de quienes son sus verdaderos padres, más cuando luego de un incidente, la foto que ella tanto idolatraba esta truqueada y ve a otra mujer a lado de su padre. Aprovechando una salida del Hokage para verse con su amigo y rival, Sarada decide seguirlos. Es durante esta travesía, cuando se aclara el misterio del origen de Sarada y el reencuentro con su padre.
Tal vez sea impresión mía, pero la diferencia entre el Gaiden y la saga normalona, es bastante abrumadora. Y es que como decía previamente, Kishimoto se "dragonbalizo" y eso provocó que el manga perdiese mucha potencia (y no en vano, ya que el autor es otro de los tantos fans que crecieron con la historia de Dragon Ball), donde los personajes ya no tenían el carisma de antes y como había tantos de estos, el abarcarlos todo era meramente imposible.
Sin embargo, un punto muy positivo de este epílogo fue el tratamiento de los personajes y sobre todo, el regresar a los origenes, literalmente hablando. Si algo gustaba de Naruto y su tratamiento en el primer tercio de la historia, era como un rubio bueno para nada, comenzaba a destacar y ser el mejor, a base de tezón y de espíritu de pelea. Aunque acá no vemos eso, tenemos a Sarada como la protagonista, teniendo dudas sobre su origen y como su poder también va emergiendo en base a sus sentimientos.
No puedo negar que con este tramo, Kishimoto pudo hacer algo que le hubiese gustado desde el principio: el manejar a un Uchiha en una buena trayectoria y sin tener que hacerlo tan obtuso e idiota como Sasuke. Aunque el manga se nombra Naruto, el autor manifestó en muchas ocasiones que Sasuke era su personaje favorito. Sin embargo, siento que crear un personaje tan oscuro (por no decir estupido) le termino encerrando y limitando su creatividad. En cambio, con Sarada se vió mucho de lo que Kishimoto quería manejar: un personaje un tanto resentido, pero también con buenos sentimientos (al grado que su Sharingan se despierta por buenos sentimientos o el amor, en lugar de por experiencias traumáticas o dolorosas). Vulnerable (y sin temor de mostrarlo) y con un potencial de pelea altísimo (por no decir que físicamente tiene pegue. Tal vez sea porque utiliza lentes. Seh, mi fetiche en acción). Por ello, Sarada me pareció un personaje estupendo, agradable y sobre todo, bastante empático. Claro, no es que yo tuviese la misma vida que este caracter, sino que el manejo estuvo tan realista, que llegabas a ponerte en sus zapatos.
Pero para que esto funcionase, es obvio que los demás personajes también tenían que brillar. Y aquí empezamos con el mismo Naruto, que vemos una natural pero sorprendente evolución como Hokage. En muchos fanfics siempre manejaron este tramo, pero manteniendo mucho de su personalidad traviesa e impertinente (hay uno, donde Shikamaru se queja de que instauro un día oficial del ramen). Sin embargo, acá Kishimoto se decanto por la maduración del personaje y vaya que le cayo de perlas. Se vuelve como el "Obi-wan" de la historia y va aconsejando, tanto a sus shinobis como a su mismo hijo, a base de disciplina y paciencia. Sin embargo, tampoco perdemos de atención el poder que tiene y hay una viñera, donde le pone un "estate-quieto" a Shinn solo con su presencia. Eso es poder.
Por supuesto, varios personajes se revelan bastante carismáticos, como Sakura (que gana mucha presencia en el manga, siendo una madre preocupona y algo histérica). Otros, me dio una agradable sorpresa, como Chouji, Ino, Sai, etc. etc. pero más como los estableció el autor. Y claro, los hijos de las diferentes parejas, son para reírse un rato, ya que son una mezcla de la personalidad de sus padres (como en el caso del hijo de Sai e Ino, que es bastante curioso).
Claro, la trama no podía ser nada compleja, para abarcar diez capítulos y hasta diría que es sencilla, pero precisamente es algo que se extrañaba en la saga original. Por supuesto, da un pretexto para juntar al trio protagonista y lo hace de buena manera. Lo original es que Kishimoto supó mantener el suspenso en cuanto al origen de Sarada hasta el último momento y con un detalle bastante potente, donde resaltamos la amistad femenina, en especial entre Sakura y Karin.
La única pega importante que le daría a este Gaiden, es la personalidad de Boruto. Cierto que me chocó un momento en el último episodio, pero pensé que solo sería un desliz momentaneo. Sin embargo, no puedo negar que el personaje me pareció insoportable en todos sentidos, aun cuando solo apareció en los primeros episodios. Lamentablemente, Kishimoto se decantó por un muchacho inconforme, irritable y algo consentido (por no decir sobreprotegido), yendo en la dirección contraria a Naruto, que debido a su origen, era mucho más humilde y sencillo. No niego que esto me parece de lo más normal, porque no es lo mismo nacer sin padres que teniendo el cariño y aprecio, aparte de que uno de tus jefes sea Hokage. Sin embargo, me sigue pareciendo un camino fácil (eso y que me friegan al personaje, ya que le veía bastante potencial).
En conclusión, este epílogo me pareció bastante agradable, emocionante y por momentos, me supó recuperar la esencia del viejo Naruto. Kishimoto volvió a las raíces y lo hizo de buena manera. Limitó bastante las peleas y eso le hizo bien a la historia, dandole oportunidad a los personajes no solo de desarrollar, sino de dialogar entre ellos. Y aunque a muchos les "chocó" que Sasuke siguiera tan frío como siempre, a mi me pareció un buen detalle, ya que no solo mantiene su personalidad, sino que Kishimoto supó agregarle detalles para hacer que también ha cambiado y en el fondo, quiere a su familia. Y sí, Naruto apareció poco, pero es que debido a su poder y carisma, se hubiese robado el protagonismo (como pasó en algunas escenas).
Ahora falta ver ese "nuevo" proyecto de Kishimoto en agosto. ¿Será el manga basado en la nueva generación u otro proyecto? Habrá que esperar (eso y a la nueva película de Naruto...o Boruto).
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Saludos a mi Hinata-sama :3, así a quienes gustan de este tipo de mangas.
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