lunes, 4 de agosto de 2014

Final Fight: ¡Meah!

Sonará extraño, pero Final Fight fue de los últimos juegos que me acabe de la SNES, cuando en su momento fue de los primeros en probar. La razón fue la "dificultad" del juego. 

Ya me había tocado probar el Final Fight Arcade y su dificultad no tenía nada que ver con la de su homologa de SNES y es que el enemigo de la segunda fase, Katana (Sodom en japonés), me daba una suprema barrida cuando trataba de golpearlo sea a puñetazos o espadazos. 
Por tal motivo, lance el juego casi a la basura y paso un ratote para que volviera a disfrutarlo. Casi 10 años.

Para principios de la década pasada, los emuladores como zsnesw comenzaban a purular por la red y uno de los primeros en probarlo fue mi hermano. La ventaja es que estos dichosos "roms" tenían la capacidad de guardar el juego sin necesidad de algún truco o batería, lo cual te daba la posibilidad de avanzar sin necesidad de traumarte por la pérdida de vidas. Gracias a esto, comencé a agarrarle un nuevo gusto a los viejos juegos de SNES, en especial al dichoso Final Fight.

Los años han pasado, pero hoy en día, aun me echo unas buenas rondas de Final Fight, solo para darle catorrazos a cuanto maleante se me ponga enfrente jeje. Y claro, para hacer una reseña de uno de los mejores juegos que tuvo la SNES en su momento.

Final Fight es una serie de videojuegos de acción creados por Capcom que tratan de la historia de Metro city y cómo su alcalde Mike Haggar comienza a establecer nuevos métodos para combatir la delincuencia y la violencia que estaban dominando a la ciudad. Fue entonces cuando un misterioso cabecilla de la mafia decide secuestrar a Jessica la hija de Haggar, siendo obligado a tomarse la ley con sus propias manos. Con la ayuda de Cody Travers esposo de Jessica; y Guy, un experto en artes marciales, los 3 se lanzan al rescate por las calles de Metro City.


Hablar de Final Fight es remontarnos en el tiempo, un par de años antes de que la SNES hiciera la luz en los mercados nipones en noviembre de 1991. 

Capcom por el año de 1988 tenía una buena salud. El éxito que les había dado Street Fighter en el mercado nipon había sido bueno, pero su competencia directa, Technos, les había empezado a robar terreno en especial en los juegos de scroll y pelea, donde te tienes que enfrentar a un montón de enemigos para llegar con el jefe final. Como prueba, "Double Dragon", había resultado un hit entre los fans. 

Por tal motivo, los diseñadores de SF pensaron en hacer una secuela pero con el modo de batalla de Double Dragon. Sin embargo, como el cambio de estilo iba a ser muy brusco, decidieron abortar esa línea por un lado y crear nuevos personajes para el juego. Aun así, los programadores terminaron por hacer "crossovers" de charas entre ambos juegos.

Finalmente, para 1989, Final Fight vio la luz en las maquinitas, siendo un éxito  instantáneo, al menos en el país del Sol Naciente y en algunas recreativas de EUA. Aquí en México llego poco y es que el juego era algo "pesado" para los estándares morales de la época: había chicas con poca ropa que te golpeaban, los buenos y malos hablaban con lengueja altisonante y lógico, había violencia por todas partes, desde puñetazos hasta sablazos y tubazos al por mayor. 

No obstante, como comente, logre jugarlo en una ocasión y me quede fascinado, porque era muy distinto a los juegos de aquel entonces y tenía una dificultad "aceptable" (comparado con los Double Dragon). Aparte, la historia tenía cierto impacto, ni se diga sus personajes.

Metro City es la típica ciudad amerikana controlada por pandillas y jefes mafiosos. Sin embargo, el recién elegido Alcalde, Mike Haggar, otrotra peleador de lucha libre, comienza a limpiar la ciudad de este tipo de escoria. 
Mad Gear, la mafia más poderosa de la City decide raptar a la hija de Haggar, Jessica y pedirle "amablemente" al alcalde que se deje de boludeces (como dirían en Argentina). 
Haggar, fiel su carácter, decide salir a las calles a rescatar a Jessica, con el apoyo del novio de la misma, Cody, un experto luchador callejero y de Guy, amigo de los tres. 
Así, van recorriendo los diferentes sectores de Metro City, como son el subterráneo, los suburbios o el sector industrial, hasta llegar a la parte "nice" de la misma, con la intención de pegarle un par de hostias (como dirían los españoles) a Belger, la cabeza del Mad Gear. 

Los tres personajes son muy distintos entre sí: Haggar es poderoso y tiene llaves increíbles pero es muy lento. Guy no es tan fuerte, pero es sumamente rápido, mientras Cody es el más equilibrado de los tres. Esto le daba más diversidad al juego, ya que podías tomar rutas distintas de acuerdo a tu "monito".
Sin embargo, si los charas eran carismáticos, también los villanos a enfrentar, desde los secuaces a medio pelo (los cuales destacaría a los Hollywood y El Gado, Axl y Slash, los Gordos digo los Big Bull o los temibles Andores, que serían una suerte de hermanos, primos, hijos, etc. etc. que encarnarían al villano poderoso pero no subjefe o jefe, que te hacen sudar la gota gorda cuando los enfrentas), hasta los jefes, teniendo a Trasher, Katana, Edi-E, Rolento, Abiggail o el ballestero Belger. 

Si a esto agregamos una música de la buena (gran mérito de Capcom), una jugabilidad impresionante, un diseño gráfico preciosista (superando a los cabezones de Double Dragon) y una dificultad aceptable, el Final Fight Arcade era sumamente bueno.

Al grado que cuando se anuncio la salida de la SNES, también se comento de la salida de 3 juegos para la misma: Super Mario World, F-Zero y claro, el Final Fight.

Este último creo una gran expectativa entre los fans, ya que significaba todo un salto para adelante. Se podía ver si la SNES podía evocar la misma calidad que la Arcade, lo cual habían resaltado los creadores de la consola. 
Sin embargo, el resultado final resulto un tanto agridulce para los fans, ya que choco contra las entonces limitaciones de los programadores como con las prisas y las políticas de venta entre Japón y el resto del mundo.

Para empezar, quienes ponían su cartucho de Final Fight en la consola de SNES veían con gusto como la movilidad, el grafiquismo y la música estaban intactas. Inclusive esta última tenía una mejor definición que la que se escuchaba en las maquinitas.
Pero también se veía con horror que solo podías escoger a dos personajes de los tres originales y solo era para un jugador. Léase, mientras tenías a tu compañero en la arcade, acá tú solo mandabas y te quitaban el privilegio de usar a Guy, que se considera hasta la fecha, uno de los personajes más carismáticos que se han hecho (al grado que ha tenido participación en algún Street Fighter).

Luego, conforme jugabas, veías censura de la buena (más si eras un americano o europeo), ya que algunos dialogos altisonantes o insinuantes se cambiaron, ni se diga la animación entre los personajes, lo cual le restaba mucho a la historia, quedando el juego reducido a un simple "te golpeo y te pateo y ya". 

Hablando de esto, la dificultad vario un tanto entre el arcade y al versión casera. Para empezar, se ajusto la dificultad de esta última, siendo un poquitin más difícil. La razón es que el CPU de la SNES no era tan bien explotado y de repente el juego se ponía lento, en especial cuando había tantos personajes moviéndose. Y es que mientras en la versión Arcade se te venían 6 enemigos encima (aunque no tan buenos), en la SNES apenas visualizabas máximo 3 o 4, al grado que cuando había barriles rodando hacia 

Otro detalle que choco fue la sustitución de las chicas en pantalón corto que te daban de zapes. Acá las cambiaron por vándalos. Sin embargo, esto solo fue para la versión internacional, ya que en Japón si se mantuvieron las susodichas. 
Y si hablamos de censura, también los nombres de algunos personajes se vieron alterados, como los de Damin o Sodom, que fueron cambiados a Trasher y Katana (lo mal pensado que son los gringos), así también el color de algunos tipos a golpear, que fueron clareados. Digo, no vayan a pensar que vemos a los negros como solo maleantes. 

Sin embargo, uno de los puntos que más golpeo fue que quitaron un nivel. Mientras en la versión Arcade te tenías que chutar 6, en la de consola solo eran cinco y quitando uno de los jefes más poderosos, Rolento (aunque terminaría apareciendo nuevamente en el segundo juego).

Esto hizo que el juego tuviese críticas mixtas en su momento de salida (aunque hoy en día se considera uno de los mejores cartuchos que ha salido para la SNES) y que no fuese tan bien recibido ni alabado, en especial en Japón, donde los nipones se quejaron de estos detalles pero sobre todo, de la falta de Guy en el cast final.

Capcom Japón decidió complacer a su gente y decidió lanzar "Final Fight Guy", donde se prometería volver a tener al buen Guy como jugable. 
Claro, la gente se emocionó y pensó que tendría a los tres de nuevo o que se restaurarían cosas que se habían dejado de lado. Craso error: FF Guy salió casi idéntico al normal y aunque se añadían ciertos premios, como muñequitos para darte vidas o invisibilidad, el resto era lo mismo.

Aun así, el éxito de Final Fight le garantizo unas cuantas secuelas, en especial las dos que tuvo para SNES, donde el segundo resulto estar decente, mientras el tercero parece que los programadores solo lo hicieron al aventón, resultando el más nefasto para esta consola. 

En conclusión, Final Fight es de esos "juegazos" que se deben probar al menos una vez en la vida. Forma parte del nacimiento de la SNES e impulso un montón de juegos parecidos, como Tortugas Ninja de Konami o Sonic Blastman de Taito. Aparte, esta tan lleno de cliches y evoca tantas situaciones familiares, como los gritos de los personajes, la música o el nombre de los villanos de escena (Andore aun sigue siendo sinónimo de "hijo de..."). 

Recomendable, no solo para nostálgicos, sino para quienes desean probar los viejos "pego y te pateo". 

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Saludos a mi esposa ^^, así a quienes gustan de este tipo de videojuegos.


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