domingo, 16 de noviembre de 2014

La colina de las Amapolas: una buena película de Goro Miyazaki

Nuevamente volvemos con otra película del ciclo "Ghibli" a la casa. Haciendole caso a mi comadre (para que luego no diga que no la "pelo"), tuve que descargar vía internet una de las más recientes películas del estudio (esta bendita crisis económica), dirigida por el hijo del genio Hayao Miyazaki: Goro.

Ya al buen Goro Miyazaki le toco dirigir otra producción, "Cuentos de Terramar", con críticas mixtas, elogiando la buena dirección de animación, pero criticando la adaptación extraña de las novelas originales. Con esta película tuvo una mejor recepción, aunque a la vez fue criticada por la sencillez de la misma. Pero bueno, vamos a dar el análisis respectivo, aunque digo de antemano, que un servidor disfruto una de las mejores películas del estudio Ghibli.

Antecedentes: A principios del 2010, el estudio Ghibli dio el anuncio de una "nueva" película que se estrenaría en el 2011, "La colina de las Amapolas", que estaba inspirada en un manga shoujo creado y publicado entre 1979 y 1980 por la editorial Kodansha. La dirección recayo sobre Goro Miyazaki, el hijo del dueño del estudio, que ya había hecho sus pinitos con "Cuentos de Terramar". Sin embargo, el terremoto de 2011, retraso de manera seria el proyecto, al grado que se replanteo cancelarlo. Miyazaki jr. presiono a su equipo, que recupero el tiempo perdido (así algunos acetatos que se habian dañado durante el temblor), al grado de trabajar hasta en las noches. El mismo Goro estuvo ayudando en este proceso. La película pudo ser terminada y estrenada en junio del 2011, siendo distribuida por Toho en su país de origen.

Primicia:Umi Matsuzaki es una chica de 16 años que se encarga de una pensión para mujeres en el Yokohama de 1963. Su madre trabaja en EUA y su padre falleció durante la guerra de Corea, por lo cual es también responsable de su abuela y sus dos hermanos. Todos los días al amanecer, sube una serie de señales de bandera, tal como le enseño su padre y para hacerle homenaje a este. Sin embargo, su vida cambia cuando conoce a Shun, uno de los delegados de la escuela y que administra el periódico escolar, el cual esta instalado en un viejo edificio que va a ser derribado y donde se alojan el resto de los clubes escolares. La presión del comité estudiantil para impedir esto, hace que la relación entre Shun y Umi vaya avanzando hasta un punto que tocará el pasado de ambas familias.

Historia: Cierto que Goro no es como su padre, pero si algo tiene este, es la capacidad de darnos un ritmo adecuado. Miyazaki senior es un gran cuentista, con lleno de detalles y magia, pero sus obras siempre tienen un problema en el desarrollo. Como prueba, es la última película del genio, "El viento se levanta", donde hay muchos espacios muertos. En cambio, Goro te mantiene entretenido, pese a la cotidianidad o simpleza de la historia, y aquí abundamos en eso. Solo tenemos dos marcos, que es la lucha por la conservación del edificio y el desarrollo del romance entre ambos protagonistas. Historia muy predecible, y que hasta uno imagina desde el principio que rumbos va a tener. Lógico, esta basado en un shoujo y estos suelen ser demasiado clichés y poco complejos. Sin embargo, reitero lo divertida y amena que es. Goro sabe sacarle el mayor provecho a otras cosas, como la animación, los personajes, los paisajes, etc. etc. para que estemos entretenidos y el ritmo se mantenga sin sacrificar la trama. Por cierto, la parte cuando Umi sueña con su familia es bastante potente y tiene un componente onírico de primera. Realmente me conmovió ese momento y le da un cierto toque maduro a la misma película.


Personajes: Uno de los puntos fuertes de la historia, no solo por la complejidad de los charas principales, sino la forma en que son mostrados. Generalmente en este tipo de dramas, los charas suelen ser harto complicados e irse por las ramas. Acá Goro quita esa paja y nos muestra protagonistas limpios, sinceros y que tratan de hacer lo que les toca. Lamentablemente, su evolución es un tanto escasa y eso les resta fuerza, haciendo que brillen más los secundarios como el otro delegado de la clase, Shiro o la misma hermana de Umi.

Efectos especiales: Goro se fue un tanto más por la animación tradicional y se agradece. La combinación entre CGI y animación en otras películas de Ghibli a veces es demasiado forzada y parece que el director trato de minimizar eso. Acá la animación tradicional prevalece y lo cual se agradece, dandole bastante uniformidad al arte. Por cierto, aquí incluiría el diseño y arte, que es precioso a morir. Como saben, soy un anticuado y las épocas viejas siempre me han parecido mejores que las actuales. Ghibli se luce al retratar el Japón de los sesentas, siendo por momentos semirural y otras ya con una tecnología cercana a los Estados Unidos. El contraste entre Yokohama y Tokio es bastante acentuado, aunque hoy en día, ambas urbes casi forman una sola. Pero la fidelidad a este "momento" es tan buena, que los momentos que me permitía hacerlo, me la pasaba viendo los fondos con cierta nostalgia.

Música: No es Joe Hisashi, pero Satoshi Takebe da unos leimotivs bastante atinados y que resaltan de buena manera algunos momentos de la trama, en especial cuando Umi recuerda los momentos con su padre. También las vocales a cargo de Aoi Teshima, ya conocida de Ghibli, son destacables.

Doblaje: Tenía miedo en este aspecto. Los doblajes que han hecho con las películas de Ghibli han sido horrendos, desde que Estudios Paris (Cuernavaca) tomo los controles. Las voces estan bien, pero su dirección ha sido nefasta, así con varias omisiones en la traducción. Sin embargo, esta película es una de esas buenas excepciones y disfrute mucho el doblaje, teniendo voces atinadas, no sobreactuadas y bastante atinadas para el carácter de cada personaje.

A título personal: La vi con mi esposa apenas hace unas horas, aprovechando un tiempo muerto en un domingo sin mucho que hacer y ambos la pasamos muy bien, comentandola y riéndonos de algunas situaciones.

 Como dije antes, es de las mejores películas del estudio Ghibli, no tanto por su historia o por su aspecto técnico, sino por lo bien balanceada que esta la misma y como Goro Miyazaki logra imprimirle ritmo pese a ser tan cotidiana y sencilla. Sin embargo, eso no quita que tenga una calidad un tanto inferior a otras películas, como Ponyo, el Castillo Vagabundo o Chihiro.

¿Recomendable? Bastante, es una de las pelis infaltables. Tal vez sea un tanto más madura que las otras, pero aun así, se entiende bastante bien y sobre todo, se pasa volando.

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Saludos a mi mujer ^^, mi Umi, así a quienes gustan de este tipo de películas.

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