lunes, 1 de septiembre de 2014

The Pacific: Crítica del quinto y último disco de la serie

Luego de un ratote, volvemos a los comentarios y análisis de esta formidable serie que vio su luz en el 2010. A comparación de su hermana mayor, The Pacific no supo mantener el ritmo y se vieron enormes diferencias entre un episodio y otro. Y no hablamos tanto de la actuación, la cual siguió manteniendo un nivel altísimo, sino en la forma de estructurar cada capítulo. 

Algunos achacan esto a que se trato de hacer un enfoque distinto, dejando de lado más la cuestión belica y dando más importancia al factor humano, explotando no solo el estrés postraumático, sino también el cambio de mentalidad que tuvieron los soldados durante el conflicto (encarnado en Eugene Slate). Aparte, per se, las batallas en el teatro de operaciones del Pacífico fueron menos atractivas, tanto por el terreno como el rival que tenían enfrente los Marines. 

Aun así, debo decir que la serie termina de magnifica manera en este último disco. Así que vamos directo al grano.


-Okinawa

Eugene Sledge, ya como Marine veterano, desembarca con su unidad en la isla de Okinawa en junio de 1945. Se nota como el transitar de la guerra le ha cobrado parte de su humanidad, al tornarse cínico e indiferente ante la batalla, lo cual se llega a agudizar cuando comienza a tener conflictos, no solo con sus compañeros, sino hasta con sus superiores, tanto por la incesante actividad del enemigo como del clima y del terreno.

 Aunque no alcanza los niveles de acción y dramatismo de Peleliu Hills, este episodio es bastante bueno, y no tanto por el momento bélico, sino por la cantidad de recursos que se emplean en el mismo. Para empezar, se enfoca en la figura de Eugene Sledge, el bisoño soldado que hemos visto endurecerse en la historia pasando de ser un tipo optimista y creyendo, a ser cínico, por momentos inhumano y hasta indiferente a la muerte, al grado de desear matar japos aun a costa de su vida.

Y es que Okinawa viene a rematar la evolución de Sledge y de una manera magistral. Aunque el recurso que vemos en los últimos 10 minutos, donde parece recobrar su "viejo yo", es harto cliche, en realidad es algo necesario, ya que un sujeto tan pirado no podría haber regresado a su casa de manera normal. Aunque Sledge parecía ser un protagonista que iba a acompañar las aventuras de Leckie y de Basilone, en realidad se viene a compartir en la misma alma de la serie y retrata el peor panorama de la guerra. Cuando estaba viendolo en acción, sabía que algo trágico u horrible estaba rondandole y hasta el mismo personaje parece sentirlo. Llegas no solo a sentir compasión por él, sino también lo entiendes, porque llega a retratar ese momento de la vida que piensas "Dios, ¿Que estaba pensando?".

En entrevistas de la serie, Joseph Mazzello, que aparecio en la película de Jurassic Park como el niño Tim, comentaba que había sido duro audicionar para el papel. Muchos pensaron que por su amistad con Spielberg, tendría el papel fácil, pero él comenta que tuvo que trabajar dos veces más para demostrar su calidad histriónica. En este episodio, se llega a confirmar que el sujeto realmente la mueve.

Curiosamente, la contraparte viene a ser el soldado Shelton, el amigo "chiflado" de Sledge (encarnado por Rami Malek) y que viene a representar tanto la parte cómica pero brutal de la serie y del conflicto. Si el personaje de Sledge como principal es de los mejores, este secundario se roba el momento cada vez que aparece, pasando de parecernos antipático e idiota, a tener un carisma increíble, porque le termina agarrando respeto y cariño a Sledge, al grado de apoyarlo en sus decisiones o detenerlo cuando es necesario.


Si a esto le agregamos la violencia gráfica, las tramas alrededor del avance de los soldados sobre la isla y los momentos con los japoneses, tanto civiles como militares, el episodio tiene puntos altísimos. Sin embargo, el meter tantas cosas en un solo episodio, lo que provoca es que tenga muchos picos altos, pero una calidad inferior si te especializas en un solo momento.

Aun así, lo disfrute y muchísimo. A nivel personal, el mejor momento es cuando Sledge encuentra a una mujer japonesa agonizante y le pide que la mate para terminar con su sufrimiento. Aquí es cuando el buen Eugene recupera parte de su humanidad perdida y comienza a recomponer el camino. Logra salir avante de la peor parte de la guerra: la perdida de la compasión. 


-Home

Agosto de 1945. Mientras Leckie se recupera en el hospital de las heridas sufridas en Peleliu, llegan noticias de la rendición japonesa a consecuencia del lanzamiento de las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Al tanto, Sledge y sus compañeros reciben la misma noticia con alegría, pero a la vez con tristeza, ya que la desmovilización se ve como un panorama extraño luego de tantos años en guerra.
 Mientras Leckie consigue recobrar su puesto como periodista en un periodico local e iniciar una relación con una antigua conocida suya. Sledge aun traumatizado por las experiencias vividas en el frente, descubre que retomar la vida civil puede ser muy complicado para un joven veterano de guerra, tanto a nivel emocional como laboral. 

Personalmente, este episodio me produce dos emociones: alivio y decepción. Hace unos meses termine de ver la serie por tercera ocasión y debo decir que conforme más la veo, este episodio viene a ser un trago de agua fresca entre tanta aridez. No lo digo porque la calidad sea mala en toda la serie, sino porque viene a darle un aire de esperanza y algo de color rosa pastel a una serie que, eso sí, excede en pesimismo y violencia a su antecesora.

Sin embargo, esto a la vez representa su peor defecto, porque si vemos una trama llena de pesimismo y realismo, ¿Por qué nos quieren poner algo tan cursi y que aparte dura bastante? Es incongruente y viene a representar la manía amerikana de endulzarlo todo. No molesta, en primera instancia, más porque yo estoy acostumbrado a los finales tipo Disney, pero si somos estrictos, la mitad del episodio resulta poco contundente y totalmente indiferente al estilo de los demás episodios. Si lo comparamos con el epílogo de Band of Brothers, resulta menos intenso y poco consistente. Digo, hasta final de la mencionada, estabas con el corazón en un puño, mientras acá te puedes relajar a tal nivel que te parece que estas viendo un relato feliz. Para colmo de remates, se supone que Leckie estaba en un sanatorio mental por sus traumas, pero al finalizar, se le ve contento: consigue su viejo trabajo y hasta con aumento de sueldo y hasta novia. Claro, la escena de esto es harto divertida (más cuando se ve el conflicto eterno entre los Marines y la Infantería), pero nuevamente, muy fuera de lugar.

El aspecto que le viene a retomar el ritmo es la desmovilización de Eugene. Acá si vemos a un soldado traumatizado, que aunque no se explora en demasia el estrés postraumático, si vemos como le cuesta trabajo estar en un lugar tranquilo y buscar trabajo o estudios. Aparte, la culpa de "¿Por qué sobrevivi yo?" es bastante patente a todo momento. Aunque luego sabemos que Sledge se caso y tuvo un buen trabajo, se dice que siempre sufrió de pesadillas y momentos donde estaba fuera de sí. Se convierte en el personaje más importante y emblemático de la serie y por mucho.

Por cierto, el apartado de Basilone y su viuda me gusto, a secas, pero me gusto. El momento en que la joven va a entregar la medalla de Honor a sus padres es harto conmovedor y viene a darle un toque muy agridulce. Basilone tal vez no tuvo el mismo impacto durante toda la serie como Leckie o Sledge, pero el momento llega a reinvindicarlo un poquitín.

En conclusión, este episodio viene a simplificar el ritmo de la serie: una desigualdad total. En ambientación sigue estando de primer nivel, no solo por los peinados, uniformes y la suciedad de la guerra, pero en trama y personajes se llega a quedar muy corta comparada con Band of Brothers y nivel general. Sí, tenemos buenas actuaciones, pero los personajes estan hechos con poco punch y a diferencia de su antecesora, donde le agarrabas auténtico cariño a los protagonistas, acá apenas sientes algo de simpatía por Leckie o Basilone, mientras Sledge se lleva todas las palmas, pero no por verlo genial, sino en otros niveles mucho más dolorosos. El único secundario que realmente tiene un punch magistral es Shelton, que pese a lo chiflado que esta, le agarras bastante cariño. 


Para colmo de remates, a nivel bélico la cosa jamás prendió demasiado. Sí, hay momentos magistrales, como el asalto al aeropuerto o el avance de los Marines por las diferentes islas del Pacífico, pero hasta allí. Es lógico por el tipo de escenario y combatiente, pero la cosa no pega y por momentos la serie si saca uno que otro bostezo, más si no estas en el momento para verla. 

Aun así, pese a esto, The Pacific es una producción bastante notable, tanto en calidad como en acción. Llega a ser superior al producto medio que vemos hoy en día sobre el tema. Nuevamente, no alcanza la genialidad de "Band of Brothers", pero allí se la lleva con otras producciones, como "Nuestros Padres, Nuestras Madres". 

La recomendaría, no solo para el fan de la Segunda Guerra Mundial, sino también al público en general. El problema, eso sí, es la violencia gráfica, que es altísima y hasta por momentos con un gore bastante fuerte. Si no te gusta eso, mejor abstente de verla o de saltarte las partes, aunque se perdería el impacto de la batalla. 


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Saludos a mi mujer, que me la regalo en mi cumpleaños hace ya unos años :3 y que sin ella, no hubiera podido hacer estas reseñas. ¡Gracias princesa!
También saludos a quienes gustan de este tipo de temas o series.

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