jueves, 24 de julio de 2014

Shadow Lady: el primer manga que tuve en mis manos

Hablar de Masakazu Katsura, es comentar sobre el que fue mi primer "ídolo" del manga-anime. Fue el primer gran autor que reconocí y que seguí de manera religiosa por muchísimo tiempo. Lamentablemente, entre mis cambios de preferencia y el del mismo mangaka, esta relación se ha ido deteriorando con el tiempo.

No obstante, aun admiro el trabajo que hizo en sus primeros trabajos. Al respecto ya hable de Video Girl Ai, esa serie que marco un hito en la industria del manga en México y que a mi me toco vivirla de primera mano.

Y parece que Editorial Vid también percibió tal fenómeno en los lectores, porque poco después de la salida de Video Girl Ai, esta comenzó a sacar más obras del autor, ya no con tanto éxito, pero que muchos, como un servidor, terminaron comprando. No solo por el ver una buena historia, si no también un arte preciosista que hoy es sinónimo de calidad.

Aunque he comentado que VGA fue mi primer manga, en realidad fue otro quien tuve en mis manos antes y nada menos que otra obra de Katsura sensei: Shadow Lady.


Shadow Lady (シャドウレディ Shadō Redi?) es el nombre de 3 mangas creados por Masakazu Katsura. La primera versión fue un manga en color publicado en la revista V Jump entre 1992 y 1993, luego el mangaka dibujó un one shot para la revista Shōnen Jump a inicios de 1995, y finalmente a mediados de ese año comenzó una serialización que duró hasta 1996 y fue compilada en 3 volúmenes. Todas las historias tienen en común al personaje principal Aimi, quien tiene la habilidad de convertirse en Shadow Lady con un maquillaje mágico, aunque la historia del personaje cambia considerablemente según la versión.


Mi vida, antes de la facultad, siempre transcurrió en ciudades pequeñas o pueblitos. Técnicamente fui educado en provincia y en una vida casi semirural, de allí que cuando comencé a ver más mundo, fue un impacto muy fuerte para mi forma de ver las cosas.

Una de las que se afecto fueron mis gustos personales, entre ellos, mi afición al manga o anime. Un servidor solo conocía los seriales que se emitían en la TV abierta y ocasionalmente en el cable. Así que cuando una vez fui a una ciudad más grande y me asomé en una de esas tiendas departamentales, me quede impresionado con la cantidad de información que se manejaba: desde revistas especializadas, hasta mangas de todo tipo.

Pero esos mangas no eran de producción nacional. La tienda departamental en sí, había hecho el esfuerzo de traer mangas "importados" de España, donde la cosa parecía cocerse a otro nivel. Aparte de estar leyendo revistas como "Dokan" o "Minami", también comencé a hojear los diferentes mangas que había.
Sin embargo, uno en especial me llamo la atención, y no tanto por su historia, si no por su dibujo: Shadow Lady.

La primera impresión no pudo ser más bochornosa. Para quienes han leído el tomo 2 del susodicho, notarán que las escenas pervertidas están a montón. No se puede negar que a Katsura sensei le fascinan este tipo de encuadres. Sin embargo, si en VGA eran evidentes, acá el autor se desmadro y en serio.
De allí que me pusiera rojo y luego casi aventará el manga por un lado, evitando que alguien pensará que fuese un pervertido.
Pero ya superando el trance inicial y obviando las escenas fan service, me di cuenta de que la historia me gustaba y un montón. Original, en lo que cabía (porque al fin al cabo, el autor hace homenaje a uno de sus héroes de historieta favorito: Batman), pero llena de chistes y situaciones un tanto románticas.

¿Y de que demonios trata Shadow Lady?

Aime es una chica tímida, introvertida, que por azares del destino, conoce a un demonio llamado Demo (sin comentarios) que le regala unas sombras mágicas que le permiten cambiarse en una sexy ladrona. Como las sombras tienen diferentes colores, el uso de cada particular hace que cambie a un diferente atuendo (desde un conejo hasta un pájaro). Con estos poderes, también la personalidad escondida de Aime sale a la luz, mostrándose como una chica desinhibida, bromista y algo pervertida.
Al principio se vuelve una ladrona por el simple hecho de fastidiar a los policías de Gray City, pero luego lo hará con la misión de combatir a varios demonios que escaparon de prisión y que ahora se refugian en el mundo humano.


Claro, me enteré de esta sinopsis unos años después, cuando el manga fue publicado en México. Pero cuando vi ese tomo, editado por Norma, allá por 1997, pensé que Shadow Lady era una simple ladrona y que Bright era el galán de la serie. Aparte, narraba el formidable enfrentamiento con Spark Girl, que aparte de la acción, era bastante "ecchi" (y para mis hormonas adolescentes, si fue todo un batacazo).

Como ven, el manga ya me había hechizado y mi hermano lo noto, ya que para mi siguiente cumpleaños, el buen Deluxe me lo termino regalando. Curiosamente, un par de años después saldría VGA y un año más, Shadow Lady, vía Editorial Vid en ese curioso formato de "semitomos", que abarcaban la mitad de uno tipo japonés. De allí que la serie se emitiera en 6 números y se consiguiera entonces por módicos 22 pesitos. Claro, eso lo digo ahora, porque en aquel entonces, conseguir 22 pesos para un manga era casi un suicidio, al menos a nivel alimentario. Pero aun así, valía la pena. Era una obra del maestro Katsura.

Y hablando del eso ¿Quién era el autor de estos hitazos?

Masakazu Katsura, nacido en 1962, desde pequeño destaco por ser un gran dibujante. Sin embargo, nunca le llamo ser mangaka. Simplemente entro en varias competiciones para ganar los premios, no para dedicarse de lleno a ello. Justamente luego de intentarlo una segunda vez, se llevo el premio Tezuka como autor relevación y de allí fue escalando posiciones, haciendo historias relacionadas con varias de sus manías: las escenas ecchi, los tramones adolescentes y Batman.

El éxito le llego con VGA, que inclusive tuvo una adaptación en OVAS y él le toco no solo elegir a los seiyuus si no también parte de la música de la serie.
Sin embargo, parece que Katsura sensei trato de zafarse de esa presión e hizo una historia un poco más desenfadada, la famosa DNA2. Pero el desarrollo de la historia pobre (que llego a aburrirme, pero ya lo trataré en otra entrada) y un final abrupto, hicieron que parara la historia.

Tal vez, por tal motivo, quiso hacer algo mucho más chapucero, pero divertido, como Shadow Lady, que pese a no tener la calidad de las anteriores, el dibujo del maestro se veía en todo su esplendor.

Lamentablemente, aun cuando I´s tuvo cierto éxito y fue su historia más larga (15 tomos, 30 en la edición mexicana), la cosa ya no me prendió como antes. Inclusive creo conseguí un tomo de la misma, pero no me gusto mucho. Y el mismo Katsura se fue hacia derroteros más adultos, como con su historia Zetman, que no ha sido nada de mi agrado. Allí es donde se dice, que "el amor se acabo".

Aun así, aunque su caída comenzó con DNA2, Shadow Lady tenía un aire más fresco, más ameno. Aime suspiraba por Bright, el atractivo y flamante nuevo policía que llega a Gray City a capturar a Shadow Lady. Sin embargo, en el fondo esta enamorada de la misma y quiere que recapacite.
Brigh a su vez, tenía una novia, que al ver la obsesión de este por Shadow Lady, decide hacerse una heroína y derrotar a su vez a su rival de amores.
Todo esto, unido a una trama oculta, donde Demon tiene que pedir la ayuda de su amiga para derrotar a 5 demonios que amenazan con destruir el mundo...claro, con el cambio de bando de uno de ellos.

Para cuando termine la serie, me dejo un agradable sabor de boca. Si ya de por si el tomo que tenía (y aun esta en mi estantería) de Norma ya me había enganchado, los que conseguí por Editorial Vid, dieron el remate.
Y es que mientras DNA2 fue un intento de emular un anime shonen, acá Katsura sensei no quiso complicarse y se atuvo a las situaciones cliché, pero de buena manera: acción, trama policíaca, fanservice y enemigos formidables. Tal vez lo único que criticaría sería la duración, lo cual conllevo a que los arcos argumentales se manejaran rápidamente y de manera poco concisa. Inclusive, cuando vi que saltamos del enfrentamiento con Medu y luego a Zera, me pareció muy precipitado.

En fin, Shadow Lady sigue siendo uno de mis mangas preferidos. Como dije, tengo el tomo que me regalo mi Bro, aunque los otros, creo ya se perdieron en el tiempo, porque entre las mudanzas y los cambios de aires, los deje arrumbados, quien sabe donde. Espero recuperarlos y un día mostrárselos en entero a mi esposa, aunque por la cara que puso con el tomo de Norma, no creo que sea mucho de su agrado.


En conclusión, Shadow Lady es un manga recomendable, sobre todo para aquellos que inician en este mundillo o quienes buscan puro fanservice....bueno, no hay que negar que la abundancia de imágenes sugerentes abundan por doquier. Pero fuera de eso, es cómico y muy ligero de leer.

Ah, se me olvidaba. El manga cuenta también con un "arco final", donde se narra el piloto que uso Katsura para convencer a los altos mandos de Shueisha de publicar su historia en modo extendido. Aquí vemos una versión primitiva de Aime, con el mismo diseño, pero tratando de conquistar a un freak del misterio, llamado también Bright. Las sombras se mantienen, pero no tanto el diseño final como Shadow Lady.

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Saludos a mi Aime particular ;), así quienes gustan del buen manga.

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