Pero el futbol es el amor en su esplendor: te da lo peor, te da lo mejor, pero también te da sorpresas. Y hoy, me dio una mayúscula, una que podré contarle a mis nietos: el día que Brasil fue humillado en su propia casa y de que manera.
Si nuestros abuelos recordaban el Macaranazo, hoy recordaremos el Mineraizo: el día que Brasil fue goleado en su propia casa.
Pero antes de llegar a eso, analizaremos como llego cada equipo a este partido clave.
-Brasil vs. Colombia
Colombia venía a ser el caballo negro de la competencia. Con un James Rodríguez inspirado, que se había convertido en el motor del equipo cafetero, parecía que sería un digno rival de los cariocas que venían de unos octavos de final que les habían hecho sufrir más de la cuenta.
Pero Brasil venía con cierta suerte, la lógica que acompaña a quien es el anfitrión o el Campeón. Lastimosamente luego veríamos que eso no duraría por mucho tiempo.
Por ello, cuando inicio el partido, muchos nos sorprendio ver a Colombia echado para atrás, esperando los embistes, cortesía de Hulk y de Neymar. Sin embargo, el gol llego al minuto 4 cortesía de Thiago Silva, que con un disparo en el área, logro el 1 a 0.
Colombia quiso contratacar, pero en lugar de hacerlo calmadamente, se lanzo en una avalancha sobre la portería de Brasil, pero sin lograr concretar ninguna llegada.
Para cuando los cafeteros se dieron cuenta de su error, de que jugarle a este ritmo a Brasil era peligroso, fue cuando David Luiz, de un cañonazo fuera del área, al estilo de Tsubasa Ozora, metió el segundo gol. Allí fue cuando Colombia entendió que alargar la cancha y tocar era el antídoto para la ferrea defensa brasileira.
Faltando pocos minutos para el final, cometen penal en el área colombiana y James Rodríguez cobro, marcando el 2 a 1. Pero a Colombia le faltaría experiencia y colmillo, perdiendo el partido ya sin poder empatar el encuentro.
Brasil avanzaba a la siguiente ronda, más con suerte y tino, que con talento. Cosa que les costaría muy caro. Y como prueba de ello, fue no solo la amonestación a Thiago Silva, su baluarte en la defensa, sino en un contragolpe, Zuñiga lastimo seriamente a Neymar, provocando una fractura en la columna.
Dicen por allí que con esta lesión, Brasil estaba condenado al fracaso. Me resistía a creerlo, pero vaya que me taparían la boca en el siguiente partido.
-Alemania vs. Francia
El que prometía ser un duelazo de poder a poder, entre una ofensiva letal y un mediocampo formidable (francés y alemán respectivamente), resulto ser un partido medio canchero, por momentos aburrido y sin mayores trazas de emoción.
El problema es que Francia demostro algo que no había enseñado en sus anteriores juegos: falta de experiencia.
Técnicamente, este equipo francés es relativamente joven. Sus estrellas no pasan de los 25 a 26 años y eso en un Mundial te cuesta.
Aquí se demostró, porque luego del gol de Hummels al minuto 13, Francia no hallo la manera de descifrar el cerrojo alemán.
Y es que tampoco los germanos hicieron gran cosa, solamente tomaron posesión del balón y comenzaron a hostigar el marco franchute en varias ocasiones, provocando que Valvuena, el motor francés tuviera que preocuparse más de marcar que de pasarsela en plan grande a Benzema.
Este inclusive se vio tan afectado por las condiciones, que tenía que bajar a ayudar a sus compañeros a conseguir el balón, cuando un delantero siempre debe andar rondando el área.
Tristemente, Francia no logro emparejar las acciones, aunque tuvo dos, pero no el tino de sus anteriores partidos. Alemania se impuso de manera justa, mostrando que su media cancha y sus jugadores son mucho más experimentados que sus homólogos.
Claro, quien iba a creer que Alemania iba a mostrar sus verdaderos colores en el próximo partido: contra Brasil en el Minerao de Belo Horizonte.
Semifinal 1: Brasil vs. Alemania
Brasil. El único pentacampeón, el único equipo que ha logrado 5 Copas del Mundo. Le sigue Italia, sí, pero nadie tiene la historia de los brasileiros. Ya desde los Mundiales de los años treinta, cuando el gran Leonidas hacía de las suyas y solo un porterazo como Zamora, pudo evitar que Brasil llegasé más lejos.
Pero no hay que olvidar la trágica historia del futbol brasileño. El Maracanazo es un recuerdo que aun duele en la afición.
Sin embargo, aparentemente todo se había borrado con 64 años de buena historia, con 5 campeonatos del Mundo, selecciones de un enorme talento, tener al mejor jugador del Mundo a la fecha. Digo, sí esta Argentina, Italia, Francia, España, Uruguay, pero nadie como Brasil.
Eso hasta que en 1954, nació un equipo que pese a las dudas que genero por un supuesto dopaje, supo domar a un gigante como la Hungría de Puskas: Alemania.
Y es que Alemania con el paso de los años ha demostrado un talento formidable para el futbol. No en base al famoso "jogo bonito" de Brasil, sino en tenacidad, orden, pero sobre todo, constancia.
Los años pasan y Alemania sigue regenerandose, creando delanteros, medios, defensas y porteros de altísima calidad. No solo que saben jugar en su casa, sino fuera de ella y demostrar una disciplina bárbara, al grado que han metido en líos a cuanto rival se le ponen enfrente.
Para muestras, Alemania ha ganado 3 copas del Mundo, ha tenido jugadores de gran talento como Beckenbauer, habían tenido hasta la fecha a un poderoso delantero y máximo goleador en Copas del Mundo como Müller (hoy Klose) y para remates, protagonizaron el juego del siglo con los italianos.
Bien lo dijo Gary Lineker en Italia 90: El futbol es un juego donde van 11 contra 11, pero que siempre ganan los alemanes.
Brasil pareció olvidarlo este día o más bien, no supo como contrarrestarlo. Ya muchos estaban pesimistas con la pérdida de Neymar, su estrella, su astro que había logrado mantener la nave brasileira a flote. Pero sin él y tampoco sin Thiago Silva, la cosa se veía color de hormiga apache.
Algunos esperaban un milagro y que Scolari sacase un planteamiento mejor, pero tampoco. Puso a sus picapiedreros de siempre y miren lo que paso.
Y sí, cierto que Scolari gano una Copa del Mundo, en el 2002, pero por Dios, fue un torneo mediocre, donde calificaron muchos asiáticos y los mejores quedaron fuera por acciones de los arbitros. Brasil llego a ganar, justo a los alemanes, porque a Khan se le torcieron los cables y dejo dos goles francos a Ronaldo. Pero Brasil ya no era el jogo bonito. Eran solo jugadores que cumplían su función y ya, sin lucimiento, sin nada.
Así llego Brasil a esta Copa y lo demostro. Si con Croacia les ayudo el arbitro, con México la cosa se puso horrenda. El Tri logro mostrar las deficiencias de Brasil, y si los hubieran atacado, habría acabado igual que Alemania, encima de él. Con Camerún, ni que decir, y con Chile, el empate mostró que la Carioca no estaba en nivel.
Y aun con la lesión de Neymar, Scolari afirmaba que podía haber final. Craso error.
Alemania vino y mostró porque es tan contundente. Al minuto 13, ya Müller hacía de las suyas. Brasil se fue al frente, pero sin ideas, sin punch. Hulk, el alero poderoso de los Juegos Olímpicos quedo atrás.
Klose inicio la goleada alemana al 23. Le siguió Tony Cross al 24 y 26, para rematar, Khedira al 29, sentenciaba un brutal 5 a 0.
Klose se erguía como máximo goleador del Mundial, pero sepultaba aparatosamente a Brasil.
Scolari, aturdido, espero al segundo tiempo y metió a puro desconocido: William, Paulinho, Ramires. ¿Quienes son esos? ¿Donde estaban Pato, Ronaldinho, Robinho? ¡Donde!
Brasil para remates, tuvo dos oportunidades, pero Neur paro en seco el avance alemán. Schürrle, el cambio, hizo dos goles, al 69 y 79, con gran técnica y posición en el campo.
Mientras todos lloraban en el Minerao y los que no, abandonaban el estadio. Por suerte, Oscar logro el de la honra, pero con poca valía.
El arbitro, el mexicano Marco Antonio Rodríguez dio dos minutos, pero al minuto paro la masacre. Alemania, con honores, se dirigía a la final, mientras Brasil caía al suelo, derrotado, triste, llorando. La imagen de David Luiz rezando me desconcerto, pero es normal. Estaba en shock, sorprendido, aturdido como los demás.
Mientras la presidente Rousseff ve que su reelección se va al caño y que su proyecto de gobierno igual va para el mismo trayecto. Mientras la CBF que antes apoyaba a la FIFA, ahora se hará a un lado y mientras aficionados brasileños queman su bandera, en señal de enojo y frustración, Brasil implata puros records...de la patada.
-Recibir en media hora 5 goles, comparte honores con Haití y Zaire.
-Ser el único anfitrión goleado.
-Tener la peor defensiva del Mundial (11 goles en contra, superando a Australia, Camerún y Honduras).
-No tener ya a la mano el título de goleo ni el subcampeonato como compensación.
Reitero, no estoy en contra de Brasil. Al contrario, me dolió mucho esa tremenda goliza que recibieron, pero bien merecida, porque el proyecto Brasil 2014 se armo con las patas: estadios a medio término, vialidades y comunicaciones horrendas, huelgas masivas, una población descontenta, amaños de partidos evidentes. Y todo por movimientos económicos y políticos de la peor consideración.
Brasil merecía algo mejor, no merecía esto, pero sus autoridades solo por el dinero y el poder, terminaron por quitarle brillo a una camiseta que había ganado mucho. Ojalá se vuelvan a levantar como ocurrió en Suecia 58. Pero mientras, hoy todo brasileño que le gusta el futbol, llora y el resto, solo ven como mandar al diablo las tonterías de la FIFA y el gobierno brasileño.
Seh, me salió el aire marrullero y político, pero no puedo evitarlo.
Por cierto, mis respetos a los alemanes. Si México debería aprender de un proyecto, debería ser de estos. Seríamos campeones in facto.
Ahora, Argentina y Holanda...tiemblen.
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Saludos a mi princesa, que pronóstico la victoria alemana XD, así quienes gustan del futbol.
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Uta, se me olvidaba la posdata. Ayer fallecio la gran Saeta Rubia, el gran Alfredo Di Stefano. Aquí una imagen de Vadelate, que lo ejemplifica todo.
http://www.futbolsapiens.com/moneros/gambetearte/palco-de-honor-2/
Descanse en paz. Ahora verá a los suyos mañana contra la Naranja Mecánica.
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