sábado, 12 de mayo de 2012

Anime semanal: Ano Natsu de Matteru y Chihayafuru

 Ver anime ha sido un tanto díficil estos últimos días. Primeramente por la cantidad de trabajo que se me acumuló con la sub, así que Crunchyroll acaparo varios animes que estaba viendo y ahora tengo que perseguirlos en páginas de fansubs que aun lo hacen gratis.

 Ya haré una entrada con mi opinión de Crunchyroll, pero vamos ahora a lo importante, la reseña de anime semanal. En este caso, tocaremos dos animes que son bastante distintos y ya había dado una leve introducción en una entrada anterior.


-Ano Natsu de Matteru.



Mientras Kaito Kirishima probaba su cámara de 8 mm en la noche, este queda atrapado en medio de una misteriosa explosión que termina matandolo. Extrañamente, Kaito despierta al día siguiente, perfectamente bien, pero sin ningún recuerdo de lo que ocurrió exactamente el día anterior. Sin prestar atencion de lo que habia sucedido, se dirige a la escuela sin pensar sobre dicho accidente. Conversando con sus amigos en la escuela, deciden hacer una película durante las vacaciones de verano, invitan a dos estudiantes de cursos superiores para participar en el proyecto: la recién llegada Ichika Takatsuki y la extraña Yamano Remón. En un extraño giro del destino, Ichika comienza a vivir con Kaito, ya que su hermana debe viajar a Bolivia para trabajar. Sin embargo Ichika no es una chica normal, no procede de este planeta y oculta su identidad haciéndose pasar por una chica extranjera que ha decidido estudiar en Japón.


 Ya se había conocido el diseño y el tipo de historia de este anime. Los creadores son el estudio J.C. Staff y ya ha colaborado en historias como Shakugan no Shana, Hayate The Combat Buttler y claro, Toradora (el diseño de los charas es tecnicamente identico al de esta última serie).

 Otra cosa en común en las realizaciones de este estudio son tanto las historias como el desarrollo de las mismas. Nuevamente pongo el ejemplo de Toradora, donde tenemos al típico chico tranquilo pero obsesivo con la limpieza en alianza con la chica tsundere. Esto podría ser un tópico común en cualquier anime. Sin embargo, la forma en que J.C. Staff desarrollo la trama, fue de tal nivel que recolecto muchos fans alrededor del mundo, incluído un servidor. Tecnicamente, Toradora se convirtió en mi serie favorita del año 2009.

 Sin embargo, ya cuando ví la serie por tercera o cuarta vez, cuando mi fanatismo había bajado, note los varios defectos que minimizaron el anime, lo cual impidio que se convirtiera en una serie de culto.

 Ano Natsu de Matteru acarrea estos problemas y de manera más concentrada. Aunque la primicia de la serie ya es harto conocida y muy spielbergiana (un chico medio freak de las películas es medio muerto por la nave de una hermosa chica extraterreste, que termina por curarlo y quedarse con él en la misma casa), el carisma de los personajes, en especial de los secundarios (el mejor amigo del prota que esta enamorada de la mejor amiga del prota y que a su vez, es el objeto del cariño de la mejor amiga de la mejor amiga del prota), un guiño bastante descarado hacia la organización de los Hombres de Negro, un poco de fanservice y mucho romance no tan azucarado, logro que la serie tuviera un buen inicio y desarrollo. Podría decir que los primeros 7 a 9 episodios son bastante buenos. No se van por el cliche de "me quieres, pero no lo quiero admitir", sino las relaciones amorosas son bastante fluidas y divertidas, esto aunado con detalles que los personajes tienen en su forma de ser, lo cual fuerza a situaciones predecibles y a la vez no.

 El problema, como le paso con Toradora, fue en el cierre de la serie. Aunque el tema de los OVNIS esta constantemente presente en toda la historia, se ve muy opacado por la situación romántica. Así que cuando sacan de repente esto como una forma de conclusión, se ve muy artificial y poco trabajado. Es como si fuera un justificante para poder "separar" a los protagonistas y poner a prueba su amor.

 El segundo detalle vino por el verdadero protagonismo de los personajes. Hay series donde se ponen a trabajar en la situación romántica posterior a la declaración. Esto quiere decir, no se detienen en "fueron felices para siempre.." sino en evolucionar esta pareja y hacerla ser la principal aun con todo lo sucedido. Tanto esta como Toradora vieron también este problema. Cuando los protas se dijeron "te amo", es lógico que los secundarios entren a tomar el relevo mientras pasa el periodo de luna de miel (la relación Tetsuro-Mio es genial, más porque Mio tiene una costumbre bastante rara). Pero aquí ese relevo se hace tan patente que de repente uno se pregunta "Bueno, ¿Entonces para que siguen poniendo a Ichika y Kaito en la trama?". Esto va unido al primer problema. Es como si los guionistas se les hubiera acabado el cerebro con el romance y ya lo demás, lo justificaran con balazos, persecusiones, artefactos de alta tecnología y otras cosas jaladas de los pelos.



 Curiosamente, dentro de este final tan precipitado y caótico, nuevamente la parte romántica es la que triunfa y nos muestra un mero mero final bastante concluyente aunque no explícito.

En fin, que la serie me parecio buena, pero no excelente. La recomendaría para quienes piensan que el anime solamente es puro fanservice y romance mal hecho. Aquí el romance y los personajes salen bien librados, el problema es todo lo demás.



-Chihayafuru


Desde que era pequeña Chihaya habia soñado ver a su hermana convertirse en la modelo No. 1 de Japón pero eso cambia cuando conoce a Arata, un chico con muchos problemas al que ella ayuda posteriormente, y él le dice que el sueño debe tratar de uno mismo, si no, no seria justo para al que se lo quitara. Él le dice que su sueño es convertirse en un Meijin (maestro del Karuta), asi hace que Chihaya juegue una partida contra él. Wayata le gana rápidamente pero Chihaya logra tomar una de sus cartas. Arata le dice que tiene un talento para el Karuta, por lo que Chihaya cambia su sueño: llegar ser la jugadora mas fuerte en el Karuta (Queen). Ellos (hablamos de Chihaya, Arata y Taichi, del cual no hemos hecho mucha referencia, sin embargo su participación es muy valiosa en la historia) deben separase para ir a escuelas secundarias diferentes. Pasado el tiempo, Chihaya se encuentra con Taichi en preparatoria a quien convence de hacer un club de Karuta Competitivo. Donde conoceran a nuevos chicos con talento para el Karuta y se reencontraran con Arata, ademas de conocer al maestro y a la reina del Karuta

 Los animes deportivos tuvieron una ramificación importante hace un poco más de diez años con el éxito de Hikaru no Go. Antes se enfocaban en series sobre futbol, beisbol, baloncesto, tenis, etc. etc. Sin embargo, que los ideales de superación, que las escenas tensas, los momentos de victoria, fueran a verse en juegos de "mesa", rompieron con muchos esquemas.

 Ya hace un par de años, Saki revivió este tipo de anime "deportivos", aunque usando más el fanservice y los momentos de alta tensión, al estilo Captain Tsubasa.

 Y el año pasado, Chihayafuru salió al quite, mostrando un juego de mesa más, pero aparte de extraño, poco popular en el mundo y aun en su país natal, como la Karuta.

 Cuando leí la reseña del anime, me quede un tanto desconcertado. Aunque obviamente era un anime de mi gusto, no conocía ni jota de la Karuta, así que dude por un momento, aparte que es un deporte muy japonés (simplemente es seleccionar la carta que un lector este recitando, dentro del "palo" que tienes frente a tí, antes que el enemigo lo haga por tí).

 Sin embargo, si algo ha tenido esta serie, a diferencia de Hikaru no Go o Saki, es que los personajes de esta serie son ricos en psicología y personalidad. Para empezar, la protagonista es muy atractiva, pero su forma de ser es la de una "tomboy"; estan sus dos mejores amigos, que no podrían ser más distintos, pero igualmente atractivos para el público femenino. El típico chico gordo, el chico nerd y la chica fan de los obis. En fin, que más estandares no podrían ser, pero la forma de desarrollarse alrededor de la Karuta es magnífica, al grado que estaba esperando que saliera un nuevo episodio tan pronto terminaba uno.

 Y ni se diga los duelos, que pese a lo complejo que puede ser, en realidad son bastante divertidos y llenos de técnica, tanto que la forma en que pelea Chihaya al principio y luego después, me recuerda a mi desempeño en ver pacientes.


 Sin embargo, como toda serie deportiva, tiene sus bemoles y es que el autor se dispersa tanto en los personajes, por tratar de darles un lugar, que por momentos se te hace algo eterno lo que sucede. Y cuando precisamente se comienza a enfocar a uno en particular, el resto se ven bastante descuidado.

 Aun así, es muy recomendable. Aparte que uno aprende un tanto de la historia japonesa mientras Kanade va explicando que significa cada poema y su relación con el pasado del viejo Japón.

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 Saludos a mi Chihaya ^_^ que adoro demasiado, así a quienes gustan del buen anime.

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