viernes, 11 de diciembre de 2015

Star Wars, Episodio II: cuando todo hizo boom, literalmente.

Continuamos con esta peculiar reseña de aquellos años mozos cuando Starwars "volvía" a gobernar el mundo. Sin embargo, nos habíamos quedado en que George Lucas, creador y mandamás supremo de Lucasfilm, la productora de la saga, la había "regado" horriblemente. Sí, con "R" mayúscula. Algunos argumentan que la debacle de la trilogía no comenzó con el borrador del Episodio I, sino con la escritura y pre-producción del Episodio VI. Vamos a explicar esto, mientras lo conecto con mis pasajes vitales de aquellos años.

Para los que conocen Starwars, sabrán que Lucas no empezó el proyecto él solo. Tuvo la ayuda de mucha gente, pero en especial de Alan Ladd Jr., entonces ejecutivo de la Fox y que vio futuro en el alocado proyecto de un californiano gruñón treintañero y también de Gary Kurtz, amigo y productor de este, no solo en American Graffiti, sino también en las dos primeras de Starwars.

¿Entonces porque Kurtz no continuo? Por la sencilla razón de que George Lucas se había vuelto loco por el dinero y quería que "El Regreso del Jedi", fuese mucho más ganadora de billete, en base a la mercadotecnia. Por ello, cambió varias cosas, rebajando el nivel de violencia y seriedad al filme que había adquirido con el Imperio Contrataca y hacer algo más comercial como lo que vemos es el Episodio VI. El triunfo de este (más económico que crítico) hizo que el mandamás se emocionase con este asunto y sello en parte su destino para el resto de las películas (mucha acción, batallas con poco sentimiento, actuaciones chatas, argumentos poco convincentes).
Claro, para aquellos años yo no sabía nada de esto y en mi inocencia, pensé que George Lucas escucharía a los fans nada contentos. Tampoco yo estaba con ellos, ya que como dije, estaba engatuzado por el Episodio I y fue a tal grado, que así fue mi inclusión en el mundo de los fanfics.

1999 fue un año clave, aparte de Starwars, para un servidor en muchos sentidos. Ya dejaba las clases formales e iniciaba el "externado". Allí comencé a hacer guardias y conocí el rigor de estar atendiendo gente como si fuese un recién salido de la carrera. Hoy en día, esa cuestión ya se elimino del programa (técnicamente, fui de la penúltima generación antes del cambio) en mi facultad y es casi como en las demás: solo vas a escuchar y ver, pero sin hacer nada. Sin embargo, para mí  la practica me ayudo a enamorarme de mi carrera y saber que había escogido la correcta. Mientras, en el plano profesional, también iba saliendo del cascarón: comencé a hacer más amistades, al grado que tuve mi primera novia (seh, como diría mi mujer: eres un poco lentito amor, jeje) y sobre todo, fue gracias a esta última, que me hice fan de los fanfics. Ya esa historia la conté en otro lado, pero es lógico que mi gusto alocado por Starwars, repercutiera en una historia basada en dicho universo. Así nació Fanfic Wars.

Esta historia pretendía "tomar" elementos de la saga clásica y del nuevo Episodio, así incorporarlos en un universo tipo "anime" y hacer un despapaye de amor, acción, drama, etc. etc. Lo novedoso, fue que le pedí a varios escritores de aquel entonces, su permiso para usar sus nombres y hacer un personaje basado en ellos. Muchos aceptaron gustosos e inclusive cooperaban con ideas como en el desarrollo de su personaje. Así fue como conocí en gran medida a la pequeña comunidad de escritores en habla hispana que había entonces. Aparte, Fanfic Wars resultó ser del gusto de muchos, ya que mezclaba sinfín de cosas de muchísimos universos, aparte de el de Starwars. Podría decir que mi vida dio un empujón muy bueno por aquellos años.

Sin embargo, los finales del 2000 me obsequio una fea sorpresa, cuando tuve que tomarme un año sabático por motivos académicos (por no decir algo más feo). En los fics iba como caballo de hacienda, a buen ritmo y conociendo a más gente, pero en la facultad todo iba mal. Por suerte, las noticias de Starwars me sacaban a flote y para aquellos años, ya inclusive estaba suscrito a la página www.starwars.com que emitía noticias sobre la pre y producción del Episodio II. También por aquellos años, fue cuando comencé a explorar más páginas de Starwars y hallé la genial www.loresdelsith.net, administrada por uno de los actuales colaboradores de la Órbita de Endor, el Coronel Kurtz. Esta me servía para conocer más noticias y detalles que en TV obviamente no pasaban en absoluto.

Ya menos inocente, fue cuando caí en cuenta de los malos manejos de Lucas y su directora de casting: la elección de Hayden Christensen, la cual fue muy aplaudida en su momento, me pareció extraña y rara. El joven no sabía actuar casi y su expresión corporal era forzada y rara. Lamentablemente, como con Jar Jar Binks, esto terminaría siendo un lastre para el resto de los Episodios. Por suerte, algo que sí entonces era genial, fue el toque más Obi-wan clásico que le dieron a Ewan McGregor, que luego de un titubeante inició, terminaría siendo uno de mis personajes favoritos de toda la saga. Sí a esto agregamos la inclusión del padre de Boba Fett, Jango Fett, la cosa prometía mucho. Más cuando los pequeños videos que hablaban de la producción (y que ahora se encuentran como extras en el DVD y Blu-ray del Episodio II) solo hacían más emocionante la espera.

Como dato curioso, en la primavera del 2000, las hermanas Checa, escritoras famosas hispanas, nos hicimos amigos y en un gesto de gran amabilidad, me regalaron los mangas de Starwars, de Planeta DiAgostini. Me los mandaron por paquetería y luego de estar 2 meses batallando por ver si venían, fui por ellos a la central de correos. Claro, tuve inclusive que pedir taxi, porque cuando estos llegaron a la ciudad donde estudiaba, tenía una infección horrenda que con fiebre de 38 grados, fui a la oficina de correos por ellos. Bien valió la pena, porque el resto de la semana me la pase convaleciente, mientras leía esos fantásticos mangas (y los cuales aun conservo en la repisa y que posteriormente hablare de ellos). Eran el intento de George Lucas de diversificar su obra. Lastimosamente que ya no alcanzo para el Episodio II y III (ya que solo haría para la trilogía original y el Episodio I). Sin embargo, esto ocultaba detalles que luego explotarían.

El detalle seguía siendo mi vida personal:. para principios del 2001 había tronado con la novia, fanfiction.net hacía su aparición y el mundo novato de los fanfics comenzaba a decaer y mi rendimiento académico era de la patada por la cuestión emocional. Y lo peor, es que conforme me acercaba al estreno del Episodio II, la cosa iba empeorando. Tal vez por eso hoy en día me he es difícil recordar aquellos años. Puedo evocar perfectamente lo previo a 1999, pero lo de ese tiempo, esta todo nebuloso. Definitivamente, había caído en una fuerte depresión y yo ni en cuenta. Por ello, enfocaba toda mi frustración en los fanfics y en mi fanatismo por Starwars. Seh, es cuando me volví casi un "Hikikomori", ya que solo iba a la escuela, hospital y luego a los cybers. Inclusive mis amistades se fueron por un rato, tanto en persona como en mundo virtual.

Para noviembre del 2001, las cosas dieron un pequeño brinco extraño: luego de una eliminatoria infartante para el seleccionado nacional (a lo que nos hemos acostumbrado ahora), fue cuando salió el trailer del Episodio II, mediante la red. Recuerdo que saliendo de una guardia, me fui corriendo al cyber de confianza y allí estuve casi dos horas tratando de verlo, hasta que pude descargar una versión pobre del mismo. Era ese famoso trailer llamado "breathing" que intercambiaba escenas de la película con la respiración de Darth Vader. Original a no más poder.


Sin embargo, Lucas se volvió loco y para el Episodio II saco tres más, haciendo cuatro avances en total. El segundo, llamado "Mistery", solo se podía conseguir sí tenías el DVD del Episodio I, ya que el site de Starwars abriría un link al susodicho en tal fecha, lo cual ocurrió para diciembre del 2001. Claro, hasta dos meses no pudo verlo, cuando un amigo me lo paso (y que actualmente tengo en un viejo CD, que tiempos aquellos). Para aquel entonces, las cosas habían caído a un punto bajísimo en mi vida, tanto familiar como escolar. Fue de los años más difíciles y lo peor es que el 2002 no sería muy distinto. Tendría una gran alza en el primer trimestre, justo antes del estreno de Episodio II en México (1 de julio del 2002) y que sería harto curioso, porque se estrenaba de un domingo a lunes (para lo cual SÍ hubo estreno nocturno).

Antes de esto, hubo un tercer trailer, "Across the Stars" que se estreno en Internet en febrero y uno más, "Epic". Obviamente no hablare mucho del tercero, porque simplemente era una recapitulación romántica y melosa de Anakin y Padmé, que me casi me vuelve diabético. El bueno era el cuarto. Sin embargo, Lucas volvió a sus andadas y en lugar de colocarlo en la red, primero lo haría por TV y en las diferentes cadenas Fox del mundo, incluida la nuestra. El problema es que no tenía cable y tuve que pedirle a un compañero que me grabara el trailer (ya que inclusive anunciaron la hora), esto para finales de marzo del 2002. Cuando tuve el VHS y luego de agradecerle, me fui corriendo a la casa y estuve como 10 veces viendo el mismo y alucinante trailer. Tal vez la calidad de las películas no era estupenda, pero los avances eran otra onda (perdonando la jerga tan vieja al respecto). La cinta me ponía en expectativa como con el Episodio I, más con esa mítica frase del maestro Yoda al final del avance ("Comenzado las Guerras Clon han...").

El problema es que repetiría la misma lección, tanto personal como en la película.

Dificultades con la pareja de aquel entonces hicieron que el estreno nocturno fuese con un sabor ambivalente. Episodio II se había estrenado en mayo del 2002 con mejores críticas, pero aun seguían comentando que tenía un guión chato en muchos sentidos. Sí, era mejor que su antecesora, pero el impacto precisamente de esta, había restado potencia y por ello, la recaudación fue mucho menor. Claro, estaba al tanto de tales críticas, pero aun así pensé que la cosa mejoraría en el estreno en México, el cual fue mucho más rimbombante. Para empezar, con los amigos que entonces tenía y también fans de la saga, nos animamos a comprar los boletos de manera anticipada y decidimos ir en bola a verla. Allí conocí la genialidad de estar con otros fans, los cuales inclusive traían sus sables de luz o trajes alusivos a la película. Recuerdo como me toco formarme para guardarle lugar a los demás, esto tres horas antes de la medianoche. De manera sorprendente, a las 11 de la noche, nos dejaron entrar y poblamos la sala. Era tal el ambiente que inclusive algunos se pusieron frente a la pantalla a simular una pelea de sables, mientras el resto coreabamos el asunto.

Sin embargo, estaba enfrascado en hablar cierto asunto personal y por ello, siento que eso me fregó el estreno (y que desde entonces, prefiero perderme algo así, que ir con el humor a medias. Las películas hay que disfrutarlas). Pese a esto, me senté en donde pude (ya que entonces no había asientos numerados como ahora) y me arrane a disfrutar Episodio II: El ataque de los Clones.


Comentario personal: Definitivamente Episodio II es superior a su antecesora en muchos aspectos. Tiene una historia mejor construida, los personajes se ven mejor actuados, las batallas son impresionantes y los detalles técnicos seguían siendo impecables. Inclusive el color y dinamismo de la cinta. Aquí fue cuando Lucas comenzó a usar cámaras digitales que le permitieron modelar y cambiar las escenas a su gusto. Me agrado mucho la forma en que se manejaba el amor entre los Jedis, al grado que una frase se hizo íconica por aquellos años: Un Jedi no conoce la ira, el miedo ni el amor. Por un tiempo se hizo mi frase favorita. Lucas comenzó a darle un nuevo aire filosófico, pequeño, pero que le ayudo a darle algo de cimiento a la película y el inicio de la caída de Anakin al Lado Oscuro. Aparte, me gusto la inclusión de los Soldados Clon en las batallas y por supuesto, ver a cientos de Caballeros Jedi luchar al mismo tiempo. 

El problema vino por dos cosas: el romance extraño y aberrante de los protagonistas y la muerte de Shmi Skywalker. Ambos eventos, que necesitaban pulirse y trabajar a un nivel superior, terminaron por desmadrar la película. Aquí Hayden Christensen mostró una actuación horrenda, de las peores que he visto y con unas sobreactuaciones pero en serio malas. Para colmo, no tenía nada de química con Natalie Portman, que también se veía muy incomoda. Los momentos descritos entre ambos eran muy sosos y esas partes, literalmente me sacaban de la película. El problema se agravó cuando pasamos a la muerte de Shmi, que la actriz, Pernilla August, no supo tampoco hacer. Muy acartonada y para colmo, sin punch, más cuando Anakin expresa su enojo, que más parece un berrinche que otra cosa. Su caída al Lado Oscuro empieza mal (aunque en Episodio III lograron medio corregirlo). Estos instantes, terminaron por lastimar demasiado al filme y lo hacen ver por momentos tan mediocre como el primero, aun cuando tenga buenas cosas (incluida la aparición y actuación de Temuera Morrison como Jango Fett). 

Lo discutible siempre será: ¿Yoda debieron ponerlo así? En su momento me emocionó y me hizo ver que este gran maestro, aun pequeño, era un poderoso guerrero. El problema es que después de un tiempo, no se puede tomar en serio y de repente flaquea eso. Hubiera sido mejor ponerlo en el Episodio III, pero Lucas quiso mostrarlo aquí y pues sí acarreo críticas, más con el estilo con el cual le dieron (aunque una parte de mí sigue pensando que sí quedo bien). 

Cuando salí de la película, al fin logre ver que pasaba a nivel personal y fue cuando caí en cuenta de muchas cosas (que obviamente no puedo comentar). Pero todo se ejemplifico con ese gesto que hacía el senador Bail Organa cuando azotaba el puño contra el balcón mientras todos veían a los Clone Troopers desfilar frente a ellos: impotencia. Con esto se acabo el ciclo 1999-2002. No es que haya sido malo, pese a lo descrito. En realidad me ayudo muchísimo, tanto en mi iniciación como en mi arranque en muchas cosas nuevas. Pase de ser un chico de familia a abrirme paso al mundo. Lamentablemente, no tome las mejores decisiones y eso acarreo consecuencias que aun hoy en día sigo llevando, aunque en menor medida. A diferencia de la crisis pre-Episodio I, en este caso, Starwars formó más parte de eso, que ayudarme. Aun recuerdo varias cosas, gracias a los spots o anuncios, así las cosas que tenía que hacer para disfrutar un trailer. Esta vez tuve que arreglármelas solo, en mis limitadas capacidades.


Fue entonces gracias a los fanfics que tuve algo de sobriedad mental y que pude escribir tanto, debido a mis propias experiencias. Claro, hoy en día los leo y me dan pena ajena, pero el momento emocional no era el mejor, aunque sí muy productivo. Por suerte, con Episodio III  las cosas mejoría enormemente en muchos sentidos, pero eso...es otra historia, como diría la Tía Chona.

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Saludos a mi esposa que adoro =3, así a quienes gustan de Starwars.

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