sábado, 26 de diciembre de 2015

Dramacon: un cómic/manga irregular de Svetlana Chmakova

El manga en la actualidad es algo bastante común. Gracias a la entrada al mercado mexicano de Panini y el regreso (parcial) de Vid en la editorial Kamite, los fans podemos disfrutar de un buen surtido (por no decir excesivo) de mangas para escoger. Desde el típico shoujo hasta el shonen más actual. Esto ni se diga en EUA, donde la cosa ya alcanzo tintes parecidos al país de origen, Japón.

Sin embargo, en la década pasada, el manga (y el anime) era un producto que apenas estaba entrando en nuestras vidas. Tuvo un boom importantísimo por aquellos años y que origino que mucha gente ajena al medio, se interesase por dicho fenómeno, al grado que las editoriales se fijasen en nuevos talentos que pudiesen guionizar y dibujar mangas. Una de ellas fue Tokyopop, la cual trataremos un tanto de su historia en esta entrada, ya que fue gracias a esta editorial, que el manga se hizo tan popular (y barato) en los Estados Unidos. También su fama se nutrió de mangakas "fuera de Japón" y uno de ellos, fue Svetlana Chmakova, que guionizó una de las obras más populares de la editorial: Dramacon y de la cual hablare a continuación. 

Tal vez muchos no conozcan esta serie, ya que no es japonesa, pero su formato, historia y autora fueron tan impactantes en EUA, que inclusive la autora estuvo a cargo de los diseños de una serie de TV que inclusive se ha emitido en México bajo el canal 11 del IPN, llamada "My Life Me". Pero vamos a ver de estos productos y claro, del manga emblema de miss Chamkova. 


La guionista amateur Christie acude a su primer Salón del Manga, una auténtica oportunidad para promocionar el fanzine que ha autoeditado junto con su novio. Pero cuando inesperadamente se prenda de un misterioso cosplayer, todo se complica. ¿Qué haces si te enamoras de alguien que en un par de días ha de marcharse a muchos cientos de kilómetros? La veterana autora de webcomics Svetlanda Chmakova nos ofrece una romántica y divertida visión de lo que ocurre entre los bastidores de un Salón del Manga, donde a veces incluso dos son multitud.


Primero hablemos de la autora. Svetlana Chmakova es una autora de origen ruso de 36 años y actualmente radicada en Canadá. Desde joven comenzó a dibujar, pero se intereso en el arte de manga, al grado que a principios de la década pasada, comenzó a publicar sus trabajos en la red. La editorial Tokyopop se intereso en sus trabajos y le ofreció un trabajo como mangaka para una línea de mangas hechos fuera de Japón. 
Dramacon fue su primer trabajo con esta editorial y es actualmente su obra más emblemática, publicada entre el 2005 y el 2007, teniendo 3 tomos recopilatorios tipo tankobou (aunque el número de páginas entre cada uno es variable) y ganadora de varios premios, incluyendo el de mejor manga fuera de Japón. La autora actualmente tiene varias obras en su curriculum, pero también fue productora de una animación franco-canadiense, llamada "My life me" del año 2010 (Mi vida y yo) que como ya se comentó, se emitió por el canal del IPN hace unos añitos, donde narra la vida de tres chamacos adolescentes y sus desaventuras en el crecer. Constando dicha serie de 26 capítulos.

En cuanto a la editorial, Tokyopop es actualmente la casa distribuidora de manga más potente y famosa de EUA. Comenzó su andanza en 1997 como Mixx, una revista que se enfocaba en licencias de manga shoujo, en especial los de la editorial Kodansha y claro, su serie emblema por aquellos años, fue Sailor Moon. Mixx también tuvo representación en nuestro país, gracias a Editorial Vid y por un par de años, Mixx también fue editado en nuestro país, teniendo Guerreras Mágicas y Sailor Moon en ese fascículo doble (aunque de color de páginas muy extraño). 
En el formato de animación también tuvo sus pininos y muchos animes fueron distribuidos por Tokypop (ya con ese nombre) a principios de los 2000. Sin embargo, el manga continuo siendo su punch principal, más cuando a partir del 2002, la editorial decidió dejar de cambiar el orden de lectura de los mangas y hacerlo de acuerdo a la lectura japonesa (ya que antes, para según facilitar la compra, los cómics nipones se ponían en el formato occidental, moda que siguieron las editoriales españolas por aquellos años). Claro, esto provoco muchas críticas del sector conservador en EUA, pero entre los fans, no solo representó un acercamiento a Japón, sino también un abaratamiento de los mangas, al grado que el precio estándar actual es de casi 10 dólares. 
Tokyopop también tuvo la idea de incluir más talentos en su roster y fue cuando comenzó a organizar premios y concursos para reclutar talento no japonés. Allí fue donde salió Svetlana Chmakova. 

Ya con todo este contexto, vamos a hablar de "Dramacon". ¿De qué va este manga-no japonés?


Christie Leroux es una adolescente pre-universitaria que va por primera vez con sus amigos y novio a una "Comic Con", pero no como usuaria, sino como guionista de un doujinshi que van a vender en la dichosa convención. Sin embargo, no todo sale como ella ha planeado y se encuentra en líos, no solo por las tonterías de su novio, sino por la interferencia de un atractivo pero sarcástico asistente.


Comentario personal: Hace unos 4 años más o menos, mi esposa me acompaño a una librería "El Sótano" que estaban abriendo cerca de donde vivíamos. Como era inauguración, muchos libros y similares estaban en descuento. Uno de ellos, era el primer número de Dramacon, el cual ya había visto antes anunciado, pero como veía que era un producto tipo "gringo", había dejado pasar. Finalmente, como costaba 30 pesos, mi esposa me convenció de comprarlo. Debo decir que fue una excelente inversión, ya que por dos días, los dos estuvimos divertidos leyendo dicha historia. 

Para los que han visto la serie de TV, "Mi vida y yo", notarán que los diseños y el guión son bastante simpáticos: dibujo tipo manga, pero con una mezcla de comedia, ironía, pero bastante aprendizaje sobre la vida. Al menos en el primer tomo, la autora se regocija con la temática ya mencionada y lo hace de una forma estupenda: tenemos a una chica de lo más normal, que tiene un novio que se la pasa coqueteando con lo primero que tenga enfrente. Ella vive conforme con eso, hasta que conoce al atractivo co-protagonista, que aparte de listo, es bastante directo. Sin embargo, este también tiene traumas, así que el acercamiento entre ambos es divertido y ameno. Claro, todo está hecho de clichés de un manga shoujo, pero Chmakova lo hace de manera que te suelta unas carcajadas (el detalle del ángel y el diablo guardianes de Christie es una puntada genial) o mínimo, una sonrisa cómplice.

Aparte, la historia maneja tópicos bastante adultos por momentos, como la dependencia en una relación, la violencia entre géneros y por supuesto, la confianza que uno pueda tener sobre sus propios sueños. Es un detalle que en muchas series americanas siempre el tono de este tipo de cosas este muy rebajado o añoñado, pero acá la cosa es distinta y sientes los puntos de drama bastante elevados, pero sin desentonar con la temática en general. El problema es que esta adultez termino por impregnar demasiado una trama que aspiraba a ser algo más divertido y que le dio un ambiente muy plano en el segundo tomo.

Sep, mientras el primero es una genialidad en todos sentidos, el segundo decae en cuanta a comicidad y gags. Christie vuelve al segundo año, ya luego de haber botado a Derek, su novio/dibujante y hacer migas con una chica de color. Se centra más en las propias inseguridades, no solo de la protagonista, sino de los personajes que se van moviendo alrededor o de la creación de una nueva co-protagonista que en el tercer tomo llega a tener más relevancia. No niego las intenciones de la autora en renovar y fortalecer ciertos temas en su obra, pero siento que se tomó en demasiado serio la misma y esto se ve en un bajón. Lo cual es curioso, ya que el segundo tomo no lo pude conseguir, más que en línea y se lo termine descargando a mi esposa un día que estaba aburrida. Sin embargo, mientras leía, notaba que su gesto solo se torcía más. Al terminar la lectura, solo me comento: "ah, esta pasable". Y efectivamente, el segundo tomo es un descenso bastante pronunciado. Christie pierde su carisma y para colmo, debido a que quiso darle un giro de tuerca en la relación con Matt (una novia), en realidad le resta potencia al argumento. Y repito, ya no vemos a su carismática hermana (la cosplayer) ni la amiga de estos dos, que eran material muy potente para historias. La autora se crea nuevos personajes que no tienen ni la mitad del carisma de los primeros. Para colmo, todo está tan salpicado de diálogos existencialistas que parece que ando leyendo filosofía.

El tercer tomo mejora con creces al segundo, pero sigue sin llegar a la altura del primero. Este lo conseguí gracias a mi comadre, cuando hizo una visita a la Madre Patria. Se trata del tercer año de la Convención y Christie como su nueva dibujante Bethany, ahora están siendo contratadas por Tokyopop (aja), pero esta última tiene conflictos con su madre, ya que no acepta que el dibujar sea un trabajo en todo el sentido de la palabra. Al tanto, Christie arregla las dificultades con Matt y finalmente se hacen novios, no sin antes pasar un montón de problemas. 
Como ven, este último tomo revitaliza lo anterior y lo hace más divertido y ameno. Sin embargo, aunque el dibujo se mantiene altísimo (inclusive, muchos trazos como detalles están en mejor calidad al primero), la comedia como el drama no son del mismo calibre y aunque hay un evento fuerte, no destaca tanto como lo visto en el primero. Lamentablemente, la autora no sabe como manejar a los protagonistas tan complejos que había creado y ellos terminan como secundarios, lo cual me pareció un desperdicio. Claro, la comedia regresa y también ciertos gags, pero no son como el primero, lo cual es una desgracia. 

En conclusión, Dramacon es un excelente intento de manga. Sin embargo, precisamente se queda en un intento. Mientras en las historias japonesas, la trama y los personajes van creciendo, evolucionando, lo cual dota de más realismo y potencia a la historia, en el caso de Dramacon, la autora inicia de manera formidable, pero se desinfla de forma terrible en el segundo tomo. Ya para el tercer arco, la cosa mejora, pero sin llegar a los niveles del primero. Tal vez no esperaba el éxito de la historia y por eso ya no supo como continuarla o quiso expandirla a otros niveles (tal como ocurrió con Piratas del Caribe 2) y allí se le salió de control. Quiso retomar lo primero, pero como ya había dado ciertos pasos, es imposible, lo cual me parece algo triste, ya que Dramacon me había encantado y me deja al final un sabor un tanto amargoso. 


Es recomendable para quienes inician en este negocio o no son muy exigentes. Pero en sí, lo mejor sería leer el primer tomo y ya. Se torna tan desabrido el romance entre los protagonistas en los siguientes volúmenes, que no vale la pena realmente. Por cierto, se puede conseguir aquí en México, pero solo el primer tomo y en ciertas librerías. El segundo solo por scans y el tercero, en su país de origen, España, ya que fue editado originalmente por Ediciones B, en su línea "Dragon Comics", con un precio que oscila entre los 100 hasta 30 pesos. 

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Saludos a mi princesa ^^, así a quienes gustan de este tipo de mangas. 

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