martes, 22 de marzo de 2016

Guerra de Bestias, Transformers: que buena serie de los años noventas

El año de 1997 fue crítico en muchos sentidos, en especial para los fans del anime, ya que marco el inicio de dos series que luego serían baluartes en la historia de dicho género, al menos en México: Dragon Ball Z y Ranma 1/2.

Sin embargo, también marco el inicio y hito de otro tipo de series, como Aventuras en Pañales, Hey Arnold, Doug, etc. etc. que inauguraban un canal que en la década pasada sería bastante famoso: Nickleodon. Pero también sentó un precedente que Toy Story había cultivado un par de años antes y era la animación a base de computadora. Una de las empresas lideres en aquellos tiempos había sido Mainframe Entertainment (ahora renombrada RainMaker Ent.) y que inició sus pininos en este género con la serie canadiense llamada "ReBoot", que pese a su rudimentaria animación y gráficos, tenía una historia bastante adulta para aquellos años.

Pese al éxito relativo de ReBoot, la serie que marco a Mainframe fue la "continuación" de una saga que fue famosa en los años ochentas: Transformers. Sí, hablamos de "Beast Wars" y su continuación "Beast Machines", que en aquellos años y posteriores, no solo tuvieron un gran éxito sino supieron renovar una serie que estaba a punto de extinguirse.



Antecedentes: Transformers fue una serie mítica en los años ochentas. Surgida a raíz de unos juguetes transformables creados por Takara bajo otro nombre y denominación, estos fueron comercializados por Kenner en EUA bajo un nuevo concepto e historia. Esta fue tan impactante que Takara también reformo sus juguetes para adaptarlos bajo el código de la guerra de Cybertrón entre los pacíficos Autobots y los malosos Decepticons. Tanto en Estados Unidos como en Japón se crearon animaciones que pretendían contar estas historias una y otra vez, a su propio estilo, aunque el canon de la trama siempre la llevaba la producción gringa, la cual llego a niveles altísimos, que culminaron en 1987 con la película que marcaba un antes y después. A partir de aquí, llego la G2, que profundizaba la trama y traía nuevos personajes.

Lamentablemente, para principios de los noventas, Transformers estaba teniendo una baja en audiencia y por supuesto, en la venta de juguetes. Para entonces, Kenner ya había sido absorbida por Hasbro (en 1991) y esta empresa deseaba un nuevo surgimiento. Por ello, reformularon la serie y en lugar de ser robots transformados en carros o aviones, ahora era en animales (Un Optimus Prime con forma de murciélago y un Megatron que se podía convertir en cocodrilo).

Para alentar las ventas, Hasbro incluyo un cómic donde relataba dicho cambio y las aventuras de siempre. Aparte, debido al éxito de ReBoot, la compañía juguetera le encargo a Mainframe una nueva serie basada en estos cambios. Bob Forward y Larry Ditrillio, editores de la serie, trataron de alejarse de la temática del cómic y crear su propia historia, que aunque encarnaba la lucha eterna entre buenos y malos, esta vez sería entre dos diferentes bandos y tiempos. Este concepto provocaría alabanzas no solo entre los viejos fans, sino también entre los nuevos.

La serie se prolongo por tres temporadas y tuvo un total de 52 episodios, los cuales se emitieron entre 1996 y 1999. Su impacto fue tal que generó la segunda parte, llamada "Beast Machines" que tendría 26 episodios en dos temporadas, la cual se puso al aire entre el 2000 y 2001. El impacto de la misma, generó su traducción en varios idiomas, incluida el nuestro. La emisión en México estuvo a cargo de Canal 5 en 1997 y al menos durante el siguiente año, se emitieron las tres temporadas completas (y dobladas, a diferencia de España donde solo se doblaron las primeras dos). Para 1999 y el 2000 se emitió la tercera temporada, Beast Machines, pero ya en un extraño horario matutino de fin de semana y con un doblaje totalmente distinto.


Argumento: La lucha entre Autobots y Decepticons continua con el paso de los años, pero esta vez entre sus sucesores, que son los Maximales y los Predacones, respectivamente. Una nave Predacon, comandada por Megatron, es perseguida por una nave Maximal, cuyo líder es Optimus Prime. Luego de una cruenta batalla, pasando por un vórtice dimensional, aterrizan en un planeta de cielo azul y rico en energon, cristales que dan energía a ambos grupos. Sin embargo, como el energon esta en altisímas cantidades, ambos grupos deben adoptar una forma que pueda resistir el embate de dichos cristales. Este modo es llamado "bestia" y tiene una variación importante entre los Predacones y los Maximales, que deben llevar su lucha ahora llamada "Guerra de Bestias".


Comentario personal: la primera vez que vi Beast War, de manera formal, fue cuando comencé a vivir solo, esto para el segundo semestre de aquel 1997. Cierto que la serie se había emitido a principios de año, pero la había dejado pasar de largo y salvo uno que otro episodio, no sabía mucho de ella, pese a que tenía una ligera idea de que iba sobre Transformers. Y como muchos, esta saga le había perdido interés desde los años ochentas, donde inclusive fui un fan bastante ferviente (inclusive, tenía mi propio Optimus Prime). Sin embargo, la constancia en los episodios, provoco que la saga G2 ya no fuese de mi gusto (exceso de personajes, principalmente). Por ello, ver esta nueva serie, no me despertó gran interés.

Un día que estaba estudiando, sin querer sintonice canal 5 antes de que empezara Dragon Ball Z y estaba un episodio que aun sigue siendo de mis favoritos: Cheetah, uno de los subordinados de Optimus, encuentra una vaina estasis, una suerte de huevo primigenio de un futuro predacon o maximal. Debido a la caída (ya que varias vainas salieron disparadas durante la primera batalla en el espacio), el contenedor de la vaina se ha dañado y está en peligro de morir por el energon en la zona. A la ayuda, acude Rinox, que trata de estabilizar la vaina como puede, mientras Cheetah lo cubre de los ataques predacones. En un momento, Cheetah apoya a Rinox con las reparaciones y allí se habla una diatriba sobre la importancia de dicha vaina. Tal episodio me provoco  una honda impresión y fue lo que me indujo a seguir viendo la serie hasta su episodio final.

Como pueden ver, este episodio resume a la perfección la genialidad de Beast Wars: personajes, carisma y una historia consistente. Es curioso como Forward y Ditrillio lograron crear episodios tan consistentes, en especial en trama, cuando uno ve sus antecedentes (uno trabajo en las viejas series de He-Man y el otro en episodios de relleno de series como Super Mario Bros). Sin embargo, parece que con esta saga, decidieron meterle todos los kilos y lo lograron de manera sorprendente. El primer acierto, como ya se comento, fue alejarse del concepto original, creando una nueva mitología al respecto. Esto permitió crear nuevos personajes y dotarlos de su propia personalidad.

Si algo adoleció la saga G2, fue que las características de personalidad no variaron en absoluto durante la serie. Bumblebee seguía siendo el pequeño pero obstinado o HotRod era un tanto apresurado. Hubo alguna variación a raíz de la muerte de Optimus en la película, pero cuando este volvió, las cosas tomaron su cauce. En cambio, Beast Wars tenía personajes que tenían una evolución formidable, donde villanos se volvían héroes y viceversa. El mejor ejemplo era Dinobot, que a la fecha, es considerado de los mejores personajes de la saga en general y fue el primero en ser incluido en el Salón de la Fama de los Transformers. Este personaje tenía un carisma formidable y su ambivalencia, entre su ira salvaje y su sentido del honor, ejemplificaba lo compleja que era la serie.

Optimus conociendo a su antecesor.

Aunado a historias divertidas, frescas y con un tono entre dramático pero cómico, hicieron que la primera temporada fuese muy aclamada entre fans y no fans de Transformers. Pero los autores lo llevaron aun más lejos, porque en las siguientes dos "seasons", supieron mantener el ritmo y a la par, haciendo más adulta la serie y sobre todo, responder a las expectativas de algunos fans, que querían ver algo de la serie antigua. Esto se resumió en un arco fantástico, donde nos damos cuenta de que Maximales y Predacones viajaron en el tiempo gracias al borde dimensional y que aterrizaron en la Tierra de hace dos millones de años, justo un poco después de que la Arca, la fabulosa nave Autobot aterrizo en la Tierra. La forma en que se conecta ese momento, donde los dos Optimus se ven cara a cara, fue de los mejores que he visto. Sin embargo, si Dinobot era carismático, aquí vemos un Megatron Predacon en todo su nivel y que hasta hoy día, no he visto un villano de estas características.

Lamentablemente, no todo es bueno en la serie. Ya cierto cansancio se nota en la tercera temporada y es que de repente se desmadraron en presentar nuevos aliados y enemigos, llegando a tener una especie de síndrome del G2 (muchos personajes, poco desarrollo, tramas apresuradas) y tal vez por ello se decidió cerrar de manera digna, con el episodio donde Megatron encuentra la nave de su antecesor, la Némesis, y que esta decidido a barrer el planeta como cual loco psicopata. Claro, al final todo esto termina de más, ya que la continuación en "Beast Machines" deja mucho que desear (y de la cual hablaremos en una próxima entrada).

El legado de la serie fue tanta, que en Japón se hicieron dos series animadas de manera tradicional inspirándose en dicha trama y que se titularon "Beast Wars II", aunque claro, luego se retomo al diseño robotico inicial, pero luego de haber renovado de manera fantástica a la saga.

Otro punto a favor, es la posproducción, en este caso, el doblaje mexicano, que estuvo soberbio. Teniendo voces tan emblemáticas como Martín Soto, Mario Sauret o Alejandro Villeli (que supo darle un señor papelazo a Megatron, en especial con su muletilla de "síiii" bastante característica), es de los mejores trabajos que he escuchado. Aparte, tuvo la nostalgia de tener cuatro voces que ahora ya se encuentran fallecidas: Alejandro Illescas (Chettah), Federico Romano (Dinobot), Alvaro Tarcicio (Tigretón) y Eduardo Borja (Mantaraya).

Síiii

En conclusión, "Beast Wars" es de esas series noventeras clásicas, que pese a sus gráficos y diseño ya un tanto obsoleto, su historia y personajes siguen siendo de primera línea. Realmente ayudo a levantar a una saga que estaba en el olvido y también sirvió de ejemplo para futuras historias. Bastante recomendable, aun para estos estándares y no solo para los fans, sino para cualquiera que le gusten las buenas historias. Esos 52 episodios se pasan volando, literalmente.

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Saludos a la dueña de mis quincenas ^^, así a quienes gustan de este tipo de animaciones.

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