sábado, 12 de septiembre de 2015

Siete anime deportivos atípicos: Desde Capeta hasta Chihayafuru

Las series de anime deportivos son una marca ya distinta del mercado nipón. Mínimo, en cada temporada viene incluida con alguna serie que toque alguna disciplina deportiva en particular. Lo mejor (y lo peor) es que puede tratarse de cualquier tipo. No a fuerzas tiene que ser de los más populares, como el futbol o el beisbol, que se consideran ya deportes nacionales en aquel país, sino técnicamente de todo tipo de disciplina que involucre competencia, sea grupal o individual.

Tal vez sea por la naturaleza competitiva de los nipones, pero uno no puede dejar de admirar el tesón y sobre todo la capacidad de adaptarse a este tipo de naturaleza, aun cuando no sea algo relevante en su cultura, tanto deportiva como social. Hay deportes que tienen cero relevancia en el mundo, pero los japones llegan a "tocarlos" de formas increíbles, extrañas pero igualmente apasionantes.

Por ello, los anime deportivos son de mis preferidos. No solo sacan lo mejor y más emblemático de esto, sino también saben dotarlos de un montón de complementos bastante potentes (personajes carismáticos, tramas increíbles y sobre todo, enfrentamientos épicos), aun más que las vistas entre los shonen y shoujo, inclusive superando a los seinen por momentos. Claro, tal vez me vea extremista, pero en un mercado que se ha visto muy mermado por la falta de ideas y originalidad, los anime de este tipo son los que llegan a salvar una temporada o ser lo más longevos. Por ello, mínimo una serie de deportes debe tener de 26 episodios para arriba. Por supuesto, algunas veces el relleno interviene, ni se diga la monumental loquera de prolongar un momento por horas (como en Captain Tsubasa). Pero si algo vale la pena del anime japonés, al menos para un servidor, es cuando la serie deportiva del momento esta siendo emitida.

Por lo tanto, la siguiente entrada va dedicada a siete animes deportivos, algunos más conocidos que otros, pero que se enfocan en deportes no tan populares en Japón (a veces ni siquiera en el mundo), y que a la par son excelentes series y altamente recomendables.


-Eyeshield 21

Creado por los mangakas Riichiro Inagaki (historia) y Yusuke Murata (dibujo). Inicio su travesía en el 2002 y finalizo en el 2009, siendo editado por la Shueisha y recopilando 37 tomos. Narra las aventuras de Sena Kobayashi, un chico débil y enclenque, aunque muy veloz, que un día siendo acosado por sus compañeros de grado, es "rescatado" por Hiruma, el capitán de futbol americano de su escuela, el cual lo termina reclutando para que forme parte de los Devil Bats. Sena se convierte en el corredor estelar, el Running Back más veloz, llamado Eyeshield 21.

Fue tal la popularidad que generó esta serie en Japón, que la practica del futbol americano en dicho país se cuadriplicó en el tiempo que el manga (y posterior anime) estuvieron al aire. En parte, patrocinado por la NFL Japan, la organización que rige actualmente los estandares de dicho deporte en aquel país.

A nivel personal: ya había hablado de Eyeshield en una entrada anterior, pero no pude volver a tocar dicha serie. Como es lógico, toca los aspecto más importantes pero a la vez cliché de todo anime deportivo: protagonista talentoso, secundarios carismáticos, rivales poderosos y la frase de "entrenar es lo que te vuelve más fuerte". Lo que mejor tenía Eyeshield era esa capacidad para narrar un partido de futbol americano de manera simplificada pero a la vez entretenida. Justamente ese fue mi temor cuando comence a ver la serie, que lo hiciera tan mal que terminara viendose ridículo. Sin embargo, fue todo lo contrario y los partidos eran formidables. Claro, repito, abusaban del cliché pero el combinar derrotas con victorias y no hacer a los Devil Bats como un equipo naciente pero imbatible, fue algo que les funcionó y los hacía ver mucho más realistas. Por cierto, el tramo final del manga, el cual no fue adaptado, es pura dinamita. En su momento me tuvo al hilo del asiento mientras veía el partido entre Japón y los Estados Unidos a nivel junivel.


-Baby Steps.

Dibujada y escrita por Hikaru Katsuki, este manga (y posterior anime) lleva actualmente 39 tomos recopilatorios y aun se sigue editando en la Shonen Kodansha. La historia se centra en Eiichiro Maruo, un joven preparatoriano de 15 años que un día, es invitado al club de tenis de su localidad por una guapa chica de su escuela, Natsu, en agradecimiento por haberle prestado sus apuntes. Maruo es conocido por su aguda visión y puntillosa manera de organizarlo todo, por lo cual el tenis le representa un reto que comienza al principio a interesarle como un mero pasatiempo pero luego se vuelve una pasión en todos sentidos.

El manga ha sido tan bien recibido por la crítica, que recibió el premio al mejor manga shonen de la editorial Kodansha el año pasado. Un anime de dos temporadas ha ido adaptando la serie (la segunda se encuentra actualmente en emisión).

A nivel personal: aunque en su momento me gustó (y me sigue) Prince of Tennis, esta serie le hizo un gran daño al deporte del tenis. Sí, ha habido series de este tipo, pero la susodicha "shonenizo" el concepto hasta límites insospechados. De allí que muchos cuando hablan de tenis japonés, inmediatamente piensan en yaoi. Por ello, cuando comence a ver Baby Steps, resultó ser una bocanada de aire fresco. Dejamos atrás los tipos bonitos y nos enfocamos en lo técnico y rudo del deporte: Maruo va conociendo el tenis desde su aspecto más duro (lo cual le ayuda su personalidad y cerebro), y su visión nos da un amplio panorama de un deporte que no solo consiste en hacer tiros especiales y tener talento. En otras palabras, en todo momento aterriza el deporte y el autor basa a los personajes y competidores en escalas reales, lo cual agradecí muchísimo. Tal vez por momentos parezca lenta, pero también tiene sus momentos de romance (bien explícitos) y de comedia inintencional.


-Overdrive

Yasuda Tsuyoshi fue el encargado de dibujar este manga que apareció en la editorial Kodansha entre el 2005 y 2008. Recopilo 17 tomos en total. La historia se enfoca en Mikoto Shinozaki, que sigue el prototipo de Sena Kobayashi (debilucho, aburrido, poco interesante) y decide pasar el resto de su vida de preparatoria como un chico normal. Sin embargo, un día, una guapa chica llamada Yuki Fukazawa lo invita a unirse al club de ciclismo. Mikoto al principio es renuente a eso, más porque tuvo un trauma de pequeño que le impide andar en bici. Sin embargo, al conocer a los integrantes del club, es como comienza a salir de su ostracismo e interesarse en dicho deporte y claro, a futuro, llegar a convertirse en el primer nipón en conquistar el Tour de Francia.

Un anime adapto dicha serie en el 2007 y llego a formar 26 capítulos, aunque con bastante relleno, ya que el objetivo no era llegar al tramo del manga que el autor entonces estaba dibujando.

A título personal: antes de que apareciera Yosawaru Pedal en el panorama (y que ha dado un realce ahora al anime deportivo de ciclismo), Overdrive apareció en el mapa en el 2007. Lamentablemente, parece que esta serie, al menos el anime, trato de aprovechar el empujón de Prince of Tennis y es que se enfocó en crear personajes "bonitos" y con subtramas tipo yaoi (claro, los charas femeninos eran sumamente atractivos, pero se sentía algo más accesorio). Para colmo, algunas subtramas las prolongaron demasiado y por ello, la historia quedo muchísimo a deber, ya que los primeros episodios prometía bastante, pero se fue desinflando hasta el final. A diferencia de Yosawaru, el ambiente shonen no estuvo tan bien aprovechado y por eso, hoy en día, Overdrive está muy en segundo plano. Aun así, la animación es muy superior y como comenté, el diseño de los personajes es muy bueno, por lo cual no es tan mala como parece.


-Chihayafuru

Dibujado por Yuki Suetsugu, el manga inició su carrera en el 2007, siendo publicado por Kodansha, pero en su mangazine Be Love, léase, para jovencitas (a diferencia del Shonen clásico). Lleva 27 tankobou y aun continua en publicación hasta la fecha. El argumento se enfoca en Chihaya, una joven sumamente atractiva pero bastante torpe para todo lo demás, incluyendo deportes y escuela. Sin embargo, de niña desarrollo una afición por el Karuta, un juego de cartas de origen japonés, gracias a un amigo de la escuela. A raíz de esto, Chihaya decide dedicarse a dicho juego de manera profesional y por lo tanto, funda un club en la escuela. Con la ayuda de su amigo de la infancia, es cuando comienza su trayectoria para ser la mejor jugadora de todo el país.

Este manga, tal como Eyeshield 21, despego la popularidad de la Karuta en Japón a grados insospechados. Tan popular resultó que no solo gano el premio al mejor manga shoujo, sino también la mejor serie en general de toda la Kodansha. Por supuesto, esto le garantizo una buena adaptación animada en dos temporadas en años pasados.

A título personal: ya he hablado maravillas de esta serie. Es increíble como la autora logra combinar drama, romance, acción, batallas estupendas, comedia e historia en un juego que si lo vemos fríamente, no tiene el impacto de otras disciplinas. A tal grado emociona que inclusive un servidor estuvo a punto de enseñarse a jugar Karuta. La razón recae no solo en una historia bastante concisa y bien hecha, sino en unos enfrentamientos que aunque por momentos rozan la largura de Captain Tsubasa, siguen manteniendo el pulso en todo momento. Y por supuesto, en unos protagonistas, que aparte de carismáticos, son bonitos. Sí, Chihaya es sumamente atractiva, pero su personalidad es una volada, ya que es ingenua, medio torpe y muy apasionada. Eso la hace tener un punch bastante tangible. A esto agregamos a su equipo de Karuta, que tiene sus cosas buenas y malas, así los rivales que se van encontrado, la historia termina siendo harto divertida, pero claro, sin perder la seriedad.


-Haikyuu!

Obra de Haruichi Furutade, esta serie es un prototipo de las que exhibe la Shonen Jump de Shueisha e inicio su publicación en el 2012. Lleva actualmente 17 tomos y aunque al principio inició en una publicación que era mensual, la popularidad de la serie la volvió a la revista estándar, la Jump. El "plot" involucra a Shoyo Hinata, un talentoso jugador de voleibol que es muy bueno para saltar, pero debido a que siempre estuvo en equipos de bajo calibre en la secundaria, su ansia para ir a la preparatoria de Karasuno, que en un tiempo, estuvo rankeada como de las mejores de la preparatoria. Sin embargo, el choque con otro talentoso posicionador, Kageyama, desatara una rivalidad-amistad de harta trascendencia.

El manga tuvo bastante éxito hace un año y medio, al grado que se hizo una adaptación que duro 25 episodios. Se comenta que habrá una segunda temporada en otoño de este año.

A opinión personal: El voleibol no se considera un deporte popular en Japón, aunque es ampliamente practicado en las clases de educación física, de allí que los nipones tengan un nivel decente en competiciones internacionales. Por ello, ha habido mangas o animes que se han enfocado en este deporte con resultados regulares. Sin embargo, debido a la aparición del soccer, este había perdido fondo, hasta que aparecio este manga. Debo decir que no es nada espectacular, ya que tenemos los elementos de costumbre: personaje carismático, rival/amigo, secundarios potentes, partidos emocionantes y rivales de primer nivel. Sin embargo, la serie se encuentra tan nivelada en estos aspectos, que no resulta para nada sosa ni pesada, al contrario, es bastante divertida y tiene un buen ritmo. Aparte, toca un aspecto que se ha ido descuidando en las series deportivas actuales y es el "reclutamiento" de los jugadores. Esto me pareció un plus bastante bueno y le da un poco más de trasfondo a la serie, pese a su ligereza.


-Kuroko no Basuke

Creado por Tadatoshi Fujimaki, la obra original proviene de un doujinshi que hizo el susodicho y que generó tal impacto que no tardo en ser publicado por la editorial Shueisha y posteriormente en la Shukan Shonen Jump, una de las revistas semanales más populares del mercado. El manga se extendió entre el 2008 y 2014, teniendo 30 tomos recopilatorios. El argumento se enfoca en Kuroko, un joven con una presencia casi nula y con un talento del mismo calibre en el baloncesto. Sin embargo, en su momento fue considerado el sexto hombre de la Generación Milagrosa que ganó los 3 campeonatos de secundaria. Ahora en la preparatoria, Kuroko planea demostrar su valía ante sus ex compañeros en su nuevo equipo, con ayuda de Kagami Taiga, un talentoso jugador pelirrojo.

El manga tuvo tal éxito que se adapto por completo en 3 temporadas de anime de 75 episodios en total, la cual concluyo apenas en este año.

A nivel personal: Slam Dunk dejó una enorme huella en el manga deportivo, pero enorme. De allí que cuando se habla de esta obra, muchos la critiquen por su falta de seriedad, punch y por hacer los partidos de baloncesto mucho más fantasiosos, alejándose de ese toque realista y serio de su predecesora. Yo también tenía dicho prejuicio, pero la serie es buena, bastante buena. Y es que saca lo mejor del cliché deportivo shonen: protagonistas con talentos ocultos, secundarios potentes, rivales de gran nivel y sobre todo, partidos de altísimo nivel, que en su momento me hicieron saltar de la silla. Aparte, gracias a Dios, la animación era brillantísima y eso la salvo de caer en bodrios como otra series, y claro, con un mínimo de relleno, lo cual también se agradece. Tal vez su punto más flaco es que las fans tienden a "yaoizar" la serie a grados extremos, debido al diseño "bonito" de los personajes.


-Capeta

Creado por Masahiro Soda, la obra se extendió entre el 2003 al 2013 y recopilo 32 tankobou. Fue editado por la Kodansha en su propia revista "Shonen". Fue tan bien recibida que en el 2005, ganó el premio al mejor manga por esa categoría. El argumento se enfoca en Taiga Capeta, un chiquelo de 10 años que le agarra gusto a las carreras de karts. Es tal su pasión y talento que su padre llega a patrocinar su equipo como puede, mientras él va conociendo rivales y claro, teniendo amigos que le apoyaran para llegar a los circuitos básicos que le permitirán acceder en un futuro a un equipo de Formula 1.

Debido a la popularidad del manga, se hizo una adaptación al anime entre el 2005 y 2006, teniendo en total 52 episodios. Lamentablemente, apenas abarco un tercio del manga y se quedo en la etapa en que Taiga aun es un competidor juvenil y está por acceder a los premios de mayor rango en su categoría.

A opinión personal: Capeta es de esos descubrimientos felices que hice hace ya varios años, casi al nivel de Eyeshield 21. Sin embargo, el enfoque de esta serie es lo que me permitió hacerme fan de la misma, ya que narraba las aventuras del chiquillo Capeta hasta llegar al F-1 en categoría juvenil. La combinación con un aire shonen clásico, léase, con rivales poderosos, competiciones de alto nivel, la hacían formidable. Sin embargo, si algo tenía de más, es que Capeta no era todopoderoso. Muchas carreras las ganaba por los pelos y otras no podía hacer más, porque su coche era inferior en rendimiento a otros que tenían más dinero en sus manos. El realismo de la serie era bastante patente y gracias a ello, logre aprender mucho más de este hermoso deporte. Otro punto a favor era la presencia de un buen grado de comedia y claro, de un generoso fanservice, mostrándonos a la mejor amiga de Capeta pero también a una rival bastante habilidosa pero igualmente atractiva.

----------------------------------------------------------------

Saludos a mi Monami/Natsu/Chihaya/Yuki de carne y hueso jeje ^^, así a quienes gustan de este tipo de animes deportivos. ¡Todos recomendables!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario