viernes, 7 de junio de 2013

The Pacific: Análisis del segundo disco.

Algo que aprovecho, ya que tengo un poquitin más de tiempo en la tarde, es ponerme al tiro con mangas, series y anime que no he visto.
Pero también para volver a repasar cosas que solo ví una vez y deje allí enlatadas. Una de ellas, ha sido "The Pacific".

Ya en una entrada anterior, había comentado sobre el primer disco y lo que había pasado con la Primera División de Marines, cuando desembarcan en Guadalcanal y tienen sus primeros enfrentamientos con los japs. Así también se narra la acción de John Basilone que le valió ser merecedor de la Medalla de Honor.

Ahora, vamos con el resumen del segundo disco, que toca los episodios 3 y 4 de esta formidable serie de HBO.


-Episodio 3: Melbourne.

Luego de los cruentos combates de la Primera de Marines, al fin se le da la división un ansiado descanso en la "paradisíaca" Australia, justo en la ciudad de Melbourne.
Desde un inicio, vemos el desarrollo de los principales protagonistas hasta el momento, que son Lecki y Basilone.
La unidad es emplazada en un estadio de cricket y ante la libertad, dan rienda suelta a lo que sabe hacer todo norteamericano: beber y divertirse con las chicas locales. Estas últimas, les dan un jubiloso recibimiento, así como las familias de la misma ciudad, contrario a algunos oficiales británicos, que no dudan en meterse a patadas y recriminaciones con los americanos.
En estas celebraciones, Basilone bebe hasta las clanchas y es entre gracioso como penoso cuando es despertado en la madrugada por su oficial superior, diciendole que ha recibido la medalla de Honor, luego de que vomita gentilmente en el bote de basura de la oficina.


Aunque al principio Basilone esta sorprendido y dudoso de recibir tal honor, uno de sus compañeros le endereza rapidamente y evita que su comportamiento de borracho tire a la basura todo lo que ha ganado. Lo que luego se revela es que debido a la medalla, Basilone es relevado de su cargo y enviado a EUA, a ganar bonos para la causa.


Entre tanto, vemos el otro arco argumental, que le corresponde a Leckie, que también en una borrachera, conoce a una simpática griega, inmigrante, que al principio se muestra cortante y rígida con él. Claro, Leckie se comporta como un caballero, ganandose el favor de la familia y esto termina por conquistar a la chica, que cede ante los encantos de Leckie.
Sin embargo, es el mismo prota el que termina encantado con el ambiente familiar y casi decidido a quedarse a formar familia en Australia.

Pero el día que va a ir a marchar con su unidad, para no perder formar, la joven se paniquea y le pedi a Leckie que los deje. Que no quiere convertirse en una viuda. Obvio, Leckie se amarga y luego de una horrenda marcha por el desierto australiano, se lía a palabras con su superior, lo cual le vale ser encerrado en el calabozo y ser destinado del frente a una unidad de comunicaciones.

El capítulo termina, cuando la Primera se embarca hacia una nueva aventura en Cabo Gloucester.


En cuanto a este episodio, debo decir que es bastante atipico. Rompe con toda la norma que se había visto en Band of Brothers, ya que estos episodios eran generalmente bélicos, llenos de acción o de trama soldadesca pura. Sin embargo, aca los productores parece quisieron darle un giro de tuerca, al enfocarse en la vida cotidiana de una división en recuperación, cosa que se dio poco en el Teatro de Operaciones europeo.
Algo que me gusto bastante, a diferencia de las criticas en otros blogs sobre el episodio, es que no solo pese la labor histórica del mismo, sino una forma de identificar con los personajes, con los traumas y situaciones que se estan viviendo. No niego que en Band of Brothers, eran tantos personajes, que te terminabas perdiendo y aparte no los veías hombre como hombre, sino como un solo conjunto (la compañía Easy de la 101 aerotransportada). Aca, se enfoca más en pocas personas, pero se hace un análisis bastante profundo de los charas.
Cabe decir que la trama de Leckie me impacto y bastante. El pobre ya estaba fastidiado por lo de Guadalcanal, pero el golpe emocional que recibió en Melbourne fue devastador, ya que tecnicamente no fue rechazado por ser él, sino por ser soldado, algo con lo cual se había identificado, al menos al inicio de la historia. Posteriormente, esto le terminaría cobrando factura en el siguiente episodio de manera importante.
No niego que para alguien que busca pura acción, le terminara fastidiando un poco el episodio, pero a mi me parecio una buena manera de ver la vivencia de un soldado gringo.
Lo único que critico fuertemente, fue que no trataron sobre la canción que luego se convirtió en el emblema de la división: Waltzing Matilda".


-Episodio 4: Goulcester, Pavuvu

Este capítulo comienza con dos líneas argumentales tal como el anterior. Nuevamente tomamos a Leckie, como uno de los protagonistas, que ha comenzado una lenta amargura debido a lo sucedido en Melbourne.
Y es practicamente los primeros 15 minutos donde vemos como la salud mental de este hombre se va quebrando de manera fatal, no solo por los disparos de los japoneses, sino también por las condiciones climatologicas en Cabo Gloucester, donde los Marines se baten nuevamente contra los hombres del Sol Naciente, para ampliar la zona de aeropuertos de los B-52.

Leckie se mantiene estable pese a los trancazos mentales que va recibiendo, pero vemos como se va quebrando hasta que finalmente, un suceso con un japonés que iba a partirlo en dos, lo deja en tal estado de ansiedad, que comienza a orinarse sin motivo alguno (llamado enuresis), lo cual termina dejandolo aun peor parado con sus compañeros de armas.


Mientras Leckie literalmente se orina en sus pantalones, nos vamos al novato Sledge, que ya lo habíamos tocado en el primer episodio. Finalmente, recibí el "alta" médica de su padre y rapidamente se inscribe en la 1a. de Marines. 
Sin embargo, antes de partir, su padre le advierte que tenga cuidado con la guerra, que esta es capaz de arrancarle el alma a cualquiera.
Claro, Sledge es un puberto que apenas cumplio los 18 años y va con todo el ánimo de ayudar a su país.
Y esta actitud bisogna se ve peor cuando luego de su entrenamiemto, termina en Pavuvu, que es una isla tosca y fea del Pacífico Sur, donde la división fue destinada a reponerse (parece que les salió bien caro a los gringos irse a Australia, así que mejor eligieron otra cosa más barata). Allí Sledge se ve rapidamente "bulleado" por sus compañeros más veteranos, mientras conocemos a algunos de ellos, que ya comienzan a ponerse bastante locos con todo lo que han vivido, en especial un soldado que ha estado a punto de matar a un compañero.
Sledge trata de mantenerse cuerdo, más cuando ve a su viejo amigo de Alabama, que lamentablemente, solo pueden convivir por un par de días, ya que vuelve a casa.

Entre tanto, Leckie cae en tal estado de depresión, que es enviado a una clínica "mental" a Hawaii, donde se da cuenta de su debilidad mental, pero también de que tiene que seguir luchando como sea. Más aun, cuando vemos al loquillo de la trama de Sledge, que trato de suicidarse y luego de matar a otro soldado. 
Leckie se da cuenta de que esta mal, pero es peor declararse un insano mental, por lo cual "chantajea" a su médico, regalandole una lugger a cambio del Alta.

Leckie vuelve a Pavuvu, un poco más optimista, mientras Sledge comienza a convivir con un tipo que es un veterano, pero a la larga, resultaría uno de sus mejores amigos en la unidad.

Nuevamente vemos un episodio con poca acción, salvo la de los primeros 10 minutos. Sin embargo, si algo innova este episodio, es la trata de la famosa "neurosis de combate".
Este término por mucho tiempo prohibido por los altos mandos del ejército y atribuido más a una debilidad para escapar del deber, en la Segunda Guerra Mundial se dio un giro de 180 grados a tal padecimiento, a tal nivel que las clínicas para tratar estos padecimientos se fueron multiplicando en la retaguardia. Aunque la neurosis era cañona en el Frente Occidental (solo falta recordar ese bonito momento cuando Patton patea a dos soldados por estar de llorones), en el caso del Frente del Pacífico, la cosa era aun peor. No solo la naturaleza estaba en contra de los Marines, sino también el estilo de lucha de los japs.
Estos eran inmisericordes, y aparte luchaban hasta el final, lo cual van comentando cada vez que pueden "El soldado japonés profesional es capaz de vivir por un mes con un kilo de arroz y agua pantanosa. El soldado profesional los matará sin medir las consecuencias".

Y aunque no vemos a los japs tanto como quisieramos, siempre su presencia y su forma de combatir esta impresa en cada Marine y en la forma en como reacciona al combate. Leckie es el mejor ejemplo del trauma y es bastante detallado como impresionante su caída emocional. No he tenido el chance de leer su libro ("Mi casco por almohada"), pero la serie ha hecho un retrato bastante fuerte y fiel de lo que puede ser una neurosis de guerra (hoy trastorno de estrés postraumático).

Por otro lado, vemos la bisoñez de Sledge, que toma un poco el relevo de Basilone. Al principio podría ser chocante su forma de ser, pero rapidamente se vuelve algo de esperanza entre tanta muerte. Lamentablemente, las palabras de su padre se terminarían volviendo proféticas (no adelanto más, pero como si el trato de Leckie es estupendo, el retrato de Sledge es aun mejor).

En fin, en calidad narrativa el episodio es bastante bueno, fuerte, pero recomendable.


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Ya espero en una próxima entrada, comentar el "traumante" disco tres, porque lo bueno, apenas comienza.

Saludos a mi princesa :3, así como quienes gustan del arte bélico.

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