domingo, 25 de enero de 2015

Bart vs. Los Mutantes Espaciales: mi primer juego de NES

Volviendo a aquellas épocas cuando aun los ochentas estaban de moda, una de las cosas que recuerdo con más cariño es la salida de la NES, al menos en México. Cierto que la Nintendo ya era un éxito rotundo en EUA y Europa a finales de los ochentas, pero en nuestro país la situación económica no podía permitir que todo mundo adquiriera una consola.

Sin embargo, Nintendo decidió incursionar en México y lo logró de manera importante, fundando una filial llamada CiToh, que se encargo no solo de bajar un tanto los precios de dicho aparato, sino también de ofrecer un sistema de reparación exclusivo, en caso de que la consola no saliese bien. Por suerte, cuando mi hermano y un servidor tuvimos la NES, jamás nos dio guerra y se comporto bastante bien hasta que llego el momento de jubilarla.

Con esto, mis gustos por los juguetes fue disminuyendo y comencé a enfocarme en pedir videojuegos u otros chunches para las épocas navideñas. Mi hermano pasó por lo mismo y en las navidades de principios de los noventas, el viejito barbón (bueno, los dos viejitos barbones jeje), nos trajeron dos videojuegos, uno para cabeza: mi hermano tuvo el Super Mario Bros 3 y el mío, Bart vs. The Space Mutants.

The Simpsons: Bart vs. the Space Mutants es un videojuego basado en la serie de televisión Los Simpson. El juego fue lanzado originalmente en 1991, y hay versiones para los sistemas Atari ST, Commodore Amiga, Commodore 64, Commodore 128, ZX Spectrum, PC DOS, Amstrad CPC, Nintendo Entertainment System, Sega Master System, Sega Megadrive y Sega Game Gear.

Cuando abrí mi regalo de Navidad de 1991, no pude menos que emocionarme: mis padres (en nombre de Santa Claus) me regalaron el primer videojuego de los Simpsons para la NES: Bart contra los Mutantes Espaciales.
En aquellos años, los Simpsons estaban teniendo un despegue fenomenal. Imevisión (hoy Tv Azteca) comenzó a emitir la serie de la familia amarilla a mediados de 1991 con gran éxito. Pese al humor escatológico y las situaciones atrevidas para aquella época, tuvo un gran rating y lógico, me hice un fan inmediato de la serie. Por ello, cuando se anunció este juego, no dude en pedirlo para esas navidades.

Sin embargo, el problema vino al empezar a jugarlo. Este requería meterle "coco" y no era solamente avanzar y avanzar, como en los juegos de Super Mario Bros. De allí que mis primeros días con el cartucho fueron frustrantes hasta al grado que quise aventar el juego por la ventana. En su momento me arrepentí de haberlo pedido y me volvía hacia mi hermano con cierta envidia, ya que Super Mario Bros 3 era alucinante.

Por suerte, para marzo de 1992, la naciente Club Nintendo sacó un especial sobre el videojuego y gracias a algunos tips, pude pasar del primer escenario con una facilidad pasmosa. Superando mi idiotez inicial, fue cuando comence a disfrutarlo a tal grado que para las vacaciones de verano de 1992, me la pasaba todo el día jugando, hasta que pude terminarlo en varias ocasiones, tratando de romper mi record anterior, llegando con más vidas o puntos. Para cuando regresé a clases, me había tragado mis palabras y me dí cuenta de que el cartucho había sido un estupendo regalo.

 Pero ¿De que va este videojuego?


The Simpsons: Bart vs. The Space Mutants, apareció en diferentes consolas en las navidades de 1991, desde la Nintendo hasta la Megadrive. Producido y distribuido por la vieja Acclaim, narra las aventuras de Bart Simpson, que al estar dando la vuelta por la noche, se da cuenta de que una suerte de alienigenas, los mutantes espaciales, han llegado a Springfield, decididos a conquistar el mundo. Por tal motivo, han tomado el aspecto de muchos habitantes de la ciudad, mientras van recolectando diferentes objetos que le permitan construir una máquina con la cual dominen la Tierra.
Bart, lógico, alerta a todos, pero nadie le cree. Sin embargo, con sus gafas de rayos-X, es capaz de identificar a los mutantes, por lo cual se embarca en una cruzada, donde tiene que tomar los objetos que quieren los mutantes y así evitar que la máquina sea completada.

Los escenarios que debe recorrer nuestro protagonista, son las calles de Springfield, el parque de diversiones, el museo de la ciudad, el centro comercial y la planta nuclear. Para lograr su misión, Bart tiene a su disposición varios aditamentos (amén de que al saltar encima de un mutante, puede noquearlo y obtener monedas que le den una vida extra), como cohetes, spray de pintura, una resortera, una pistola de dardos, así accesorios como el silbato o la caja de donas, que podemos utilizar para invocar a otros miembros de la familia para echarnos la mano. Aparte, el bueno de Bart durante el juego puede aguantar dos golpes directos y tiene 3 vidas a su disposición, las cuales puede ir aumentando si colecciona las caras de Krusty que hay en el camino.

Los objetos que Bart debe coleccionar, son variados dependiendo del escenario. Por ejemplo, en las calles son cualquier cosa que sea morada, en el caso del parque de diversiones son globos o en el museo son los letreros "Exit" (salida). Al terminar de recolectar dichos objetos, eres capaz de accesar con el último enemigo, el cual va desde el susodicho Bob Patiño hasta un dinosaurio que trata de noquearte.

Un detalle que hace muy curioso al juego es la enorme cantidad de referencias que hay de la serie en ella: Bart cuando muere, dice "Comete mis calzoncillos", la aparición de personajes o lugares (como el bar de Moe, el psiquiatra Nick Riviera, el diseño de la planta nuclear, etc. etc.), lo cual lo hace bastante ameno, en especia para los seguidores de la serie de TV.

Sin embargo, el juego tiene un enorme "pero" y es su dificultad. Fue un éxito de ventas entre los aficionados, pero los especialistas le dieron críticas mixtas y la mayoría argumentadas en su dificultad. Realmente el juego tiene su nivel y puede llegar a ser frustrante. Aunque el primer nivel se puede sobrellevar, la cosa comienza a tornarse fea para el Parque de los Diversiones. Sin embargo, en el Centro Comercial y el Museo, la cosa ya es medio horrenda. No solo por la cantidad de enemigos que te pueden aparecer, sino por la forma en que tienes que conseguir los objetos y también los problemas que te hayas en el camino (saltos imposibles, disparos donde aparte tienes que esquivar obstáculos naturales, etc.). Aparte, tampoco ayuda el control extraño que tienes con Bart. Al momento de aterrizar de un salto, el personaje patina y en ciertos momentos, necesitas un salto casi milímetrico, lo cual dificulta más las cosas.Curiosamente, la planta nuclear es difícil, pero más por la cantidad de enemigos y de objetos que debes coleccionar (las barras del reactor) y te parece un justo premio por tanto esfuerzo.


En conclusion, Bart vs. Los Mutantes Espaciales, es una joyita de la vieja NES. No tanto por el gráfico, sino por el nivel de dificultad, que inclusive sorprenderá a los jugadores de estas épocas. ¿Recomendable? Solo para los viejitos cebolletas como un servidor.

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Saludos a mi mujer ^^, así a quienes gustan de este tipo de videojuegos.



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