miércoles, 27 de junio de 2012

Barbarroja: un estudio preliminar.

 ¿Por que usar una entrada militar para hablar de política, historia y de ciertos disparates que nadie le importa en apariencia? ¿Por que no hablar directamente de la batalla que mando a 2 millones de alemanes contra la URSS?

 La razón es que este momento de la Segunda Guerra Mundial, fue el punto de inflexión de este conflicto.
 Se ha dicho que la batalla de Stalingrado, la del Alamein, el Día D o Bagration fueron los momentos decisivos y que decantaron la victoria hacia los Aliados.
 Sin embargo, un servidor considera que todo empezo justo aquí: cuando Hitler se le ocurrió la idea de invadir la URSS.
 Aunque Hitler ya había tenido este concepto cuando escribió "Mi lucha", que aunaba por el aumento del espacio vital, es decir, el territorio necesario para que la raza aria se multiplicara en un ambiente de prosperidad, había renunciado en parte cuando se volvió canciller de Alemania en 1933.
 Pese a la hambruna que había dominado a la URSS por aquellos años, Hitler había visto con horror como la URSS había presenciado un crecimiento sin par, pasando de ser un país meramente agrícola, a una nación casí industrializada, no solo a nivel productivo sino también militar.
 Mijaíl Tujachevsky, uno de los mejores mariscales de campo de la URSS, había desarrollado un nivel táctico inovador: uso de unidades blindadas en forma de puntas de lanza para ir contra los puntos más débiles del enemigo. Inclusive, el gran Heinz Guderian, el creador de la Panzerdivision, se inspiró en los escritos de Tujachevsky.

Tujachevsky, primero de izquierda a derecha en la fila de abajo.
 Sin embargo, Stalin en un arranque de paranoia, comenzó a liquidar a sus "posibles" enemigos políticos, en la denominada "Gran Purga". Entre las víctimas, estuvieron muchos oficiales de la URSS que habían aplicado los conceptos de Tujachevsky.
 Inclusive este, fue muerto durante esta "matanza" junto con sus más fieles allegados.

 Esta situación y el descontento que causo la Gran Purga, hizo que Hitler se replanteara un ataque hacia la URSS. Esta idea fue madurando, aun más con el papel tan mediocre que tuvo el Ejército Rojo contra Finlandia, donde un ejército reducido había frenado a un enemigo tres a cuatro veces superior en armamento y hombres.
 Sin embargo, el canciller alemán jugo de manera más brillante: Polonia era el primer objetivo de Alemania. Si la atacaban, Inglaterra, Francia y la URSS responderían de inmediato, lo cual no convenía a Hitler.
 Así que mando a Ribbentrop, su ministro de asuntos exteriores para negociar un tratado de no agresión.


 Curiosamente, Stalin, mediante la contraparte de Ribbentrop, Molotov, acepto este tratado.
 Aun se desconocen las razones por los cuales lo hizo y que repecurtió en el "éxito" de la Operación Barbarroja.

Pero vamos a ampliar esto a continuación.


Operación Barbarroja (en alemán: Unternehmen Barbarossa), emprendida en junio de 1941, fue el nombre en clave dado por Adolf Hitler al plan de invasión de la Unión Soviética por parte de las Fuerzas del Eje durante la Segunda Guerra Mundial.

La operación abrió el Frente Oriental, que se convirtió en el teatro de operaciones más grande de la guerra, escenario de las batallas más grandes y brutales del conflicto en Europa.

La Operación Barbarroja significó un duro golpe para las desprevenidas fuerzas soviéticas, que sufrieron fuertes bajas y perdieron grandes extensiones de territorio en poco tiempo. No obstante, la llegada del invierno ruso acabó con los planes alemanes de terminar la invasión en 1941. Durante el invierno, el Ejército Rojo contraatacó y anuló las esperanzas de Hitler de ganar la batalla de Moscú.


 



 Dicen que la historia la escriben los vencedores. Justamente, la URSS escribio una versión oficial, donde decía que los alemanes habían traicionado su "confianza" y que le habían dado una puñalada trapera. Ellos habían confiado en Hitler y en sus promesas de paz para Europa. Que la URSS había perdido sus primeras batallas por esta cuestión y que fue gracias al esfuerzo de todo el pueblo ruso, que habían logrado salir adelante, ante un enemigo traidor y vil.

Por otra parte, los alemanes habían dicho que la URSS sabía de sus planes y que todo había sido un ardid para atraerlos hasta el mismo corazón de Rusia, para ser liquidados.

 Hoy en día, no se sabe cual es la verdadera versión, ya que muchos informes oficiales soviéticos apenas estan siendo desclasificados.

Rodric Braithwaite ha postulado una teoría que toma ambas versiones y la fusiona en una que han ido confirmando estos archivos "soviéticos".

 Y justamente volvemos al punto donde Stalin acepta el tratado de no Agresión.


 Muchos dicen que Stalin, como buen dictador, no tenía conciencia de los actos que cometía. Sin embargo, parecio darse cuenta de las tarugadas de la Gran Purga. El ejército había quedado muy debilitado y aparte había habido un gran descontento. La Checa, predecesora de la NKVD y de la KGB había "investigado" las opiniones de la gente. Muchos estaban en contra del gobierno de Stalin y que si había una invasión de Alemania, la gente se uniría a los invasores.

 Estos informes también cayeron en manos de Hitler, lo cual lo motivo que volviera sus ojos hacía la URSS. El problema es que estos informes terminaron por definir la estrategia del Ejército Alemán, que explicaremos en la segunda parte de la Operación Barbarroja.

 Pero volvamos a lo importante: ¿Por que demonios Hitler acepto el tratado de no agresión?


 Primero, ya se comento: Hitler quería atacar Polonia sin sufrir riesgo de un ataque ruso. Es más, el mundo entero confiaba en que la URSS intervendría en caso de que Hitler alzara la mano. Pero con el tratado de Paz, estas expectativas se fueron al pozo.

 Por otra parte, el ejército alemán no era tan potente y las unidades Panzer apenas estaban en su fogueo. Las batallas de Francia y en Europa del Este terminaron por cumplir este requisito.

 Aparte, fueron las derrotas en la batalla de Inglaterra y del Afrikakorps que obligaron a Hitler a voltear su mirada hacia el gigante ruso.

 En el caso de Stalin, los informes de sus agentes secretos, hicieron que tratara de reformar el ejército rojo a toda velocidad. Esto tuvo el inconveniente de que la Red Army fuera rica en materiales de guerra y hombres, pero con una pésima preparación táctica, tanto por las purgas como por el aumento exponencial del mismo ejército.

 Lo peor, es que pese a que Stalin rehabilito a muchos oficiales en deshonra, como el famosísimo Konstantin Rokossovsky, el Ejército Rojo seguía siendo una penuria, como lo demostraban los informes de prácticas, donde los oficiales tenía una pobre dirección, los hombres eran flojos y cobardes y los comisarios políticos solo interferían para mal.

 Zhukov y Timoshenko, que eran los únicos generales que se le ponían al brinco a Stalin, le recalcaban la necesidad de hacer un ataque preventivo a Alemania para evitar cualquier confrontación. Lo peor, es que varios espías rusos habían dado el pitazo de que Alemania iba a atacar durante 1942.

 Sin embargo, no se sabe porque Stalin ignoro o no quiso ver estos informes como ciertos. Él creía firmemente en el Tratado de no Agresión.

 Esta es la parte de la historia que no se tiene bien en claro: Stalin sabía que Alemania iba a atacarlos, pero porque no decidió reaccionar como le habían indicado sus allegados, podría deberse al miedo que tenía a Alemania o sencillamente una fe ciega que tenía en ese dichoso Tratado.

 Como sea, la cosa fue de mal en peor: Alemania se iba armando hasta los dientes y movilizando sus tropas hacia la frontera. Zhukov le reclamo a Stalin que moviera las tropas para ponerse en guardia, o al menos los guardias fronterizos, pero el dictador se nego en absoluto. Inclusive movilizó a Molotov para que reafirmara el pacto. Sin embargo, el diplomático hallo todas las puertas cerradas, lo cual alaro más la situación.


 Lo peor, es que la población tenía una leve idea de lo que iba a suceder. Sin embargo, el hastío por el regimen hizo que igual se quedaran sentados sin mover un solo dedo.
 Aunque se ha dicho que el mes que se retraso la invasión por la cuestión de los Balcanes y Grecia, esto en parte ayudo a que Stalin siguiera en sus trece, ya que los espías habían dicho que Hitler atacaría en mayo, pero esto se retraso hasta junio.

 En esas raras cuestiones de la vida, que pese a ser tan predecibles, se siguen repitiendo, varios oficiales alemanes fueron capturados en la frontera y decían que el ataque era eminente. Pero estos informes o no llegaron a Stalin o este volvio a ignorarlos.

 Al final, se concluye que Stalin si tenía conocimiento de la situación, pero que también confió en Hitler. ¿Pero por que?

 Eso es algo que solo el propio dictador podría decirnos.

 Mientras, en la madrugada del 22 de junio de 1941, Hitler lanzo alrededor de 3 millones de soldados, en tres gigantescos frentes, para liquidar de una vez por todas a su odiado rival...pero, eso ya lo veremos en una próxima entrada.

Saludos a mi princepessa rusa ^^, así a quienes gustan este tipo de "dramas" históricos.

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