domingo, 7 de febrero de 2016

Leyenda Urbana: el planeta X

Hace unas semanas se dio la noticia de que científicos de Cal-Tech habían logrado ubicar al "noveno" planeta del Sistema Solar. Luego de la degradación que tuvo Plutón, al ser convertido en un planeta enano, ahora los observadores del espacio parece que han ubicado al heredero de las glorias del pequeño ex-planeta y que resultaría ser un cuerpo de las características de Neptuno y Urano: gaseoso, con un tamaño similar al de estos dos y que tendría una órbita sumamente excéntrica, al grado que es capaz de dar una vuelta al Sol en un período de entre 10 mil a 20 mil años.

El detalle es que el planeta aun no ha sido ubicado de manera directa. Los cálculos han sido totalmente matemáticos y en base a perturbaciones que se han visto en el cinturón de Kuiper, que es una masa enorme de asteroides y cometas que rodea al sistema solar. Y es que muchos de estos, se han visto "arrastrados" por la presencia de un objeto más grande, que aun no ha sido detectado. Esto ha provocado un debate también por parte de la NASA, que ha pedido cautela ante estas afirmaciones. Sin embargo, otros afirman que ya es posible darle categoría de planeta a tal perturbación, ya que de esta forma, también fue ubicado Neptuno, mucho tiempo antes de su descubrimiento.

Por tal motivo, me anime a hacer una entrada sobre el "Planeta X", que en su momento causo una honda impresión entre los que leyeron sobre el susodicho y como la aparición de este llegaría a afectar a la Tierra de manera terrible. Curiosamente, una serie lo toca de manera indirecta: Flash Gordon y el planeta Mongo. Pero vamos a ver más al respecto a continuación.


El investigador Percival Lowell denominó en 1906 Planeta X (en inglés; Planet X) a un hipotético planeta, cuya eventual existencia en los confines exteriores del sistema solar fue motivo de debate académico y búsqueda por medio de instrumentos astronómicos, entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Diversos astrónomos estimaron entonces que un cuerpo incógnito debía hallarse más allá de Neptuno, el planeta más lejano conocido a esa fecha. Se esperaban que su existencia explicara principalmente ciertas perturbaciones de las órbitas de los "gigantes de hielo", Urano y Neptuno, que no eran comprensibles considerando la influencia de los demás cuerpos ya identificados del sistema solar y las masas que se les atribuían a esos cuerpos celestes, según los datos disponibles en esa época.


Percival Lowell fue un astrónomo aficionado que a principios del siglo XX, dió mucho de que hablar con sus declaraciones y comentarios. Matemático por la Universidad de Harvard, gracias a su billete, comenzó a hacer exploraciones del espacio por su propia cuenta, llegando a defender los famosos canales de Marte, como pruebas de una civilización marciana que existía o había existido en dicho planeta. Sin embargo, sus mejores aportaciones fueron hacia la búsqueda del llamado "Planeta X".

Y es que en aquellos años, los científicos estaban un tanto descolocados con las supuestas perturbaciones que sufrían Urano y Neptuno, tanto en su masa como en sus rotaciones. Se llegó a la conclusión que tenía que haber un "noveno" planeta que provocara dichos problemas. Lamentablemente, Lowell jamás llego a ver el descubrimiento de Plutón, el cual fue hecho por uno de sus ayudantes, Clyde Tombaugh, esto para 1930. Sin embargo, dicho planeta no llego a satisfacer las alteraciones vistas en sus vecinos, ya que era muy pequeño y aparte su órbita era más influenciada por el mismo Neptuno. Finalmente, la sonda Voyager y su paso por este último, vino a corregir alguna de estas observaciones y haciendo ver que un "Planeta X", tal como lo describía Lowell, no era necesario.

No obstante, la búsqueda de dicho planeta continua por parte de los investigadores. Varios han calculado o propuesto la existencia de un cuerpo que esta más allá de la órbita de Plutón y que su masa varía entre dos tercios de la terrestre, hasta uno que llega a superar el tamaño de Júpiter. Sin embargo, las pruebas no han sido suficientes y aunque los cálculos son parecidos a los que hicieron los científicos del Cal-Tech, en realidad no se ha podido visualizar de manera directa.

La localización del planeta X ha creado un montón de teorías al respecto, desde que el sistema solar es parte de un sistema binario y que una enana marrón está más allá de los límites del cinturón de Kuiper y que su paso por este, provoca el lanzamiento de cometas y asteroides hacia su hermana gemela, el Sol. También que un quinto planeta gaseoso fue expulsado tempranamente de la formación del Sistema Solar y que ahora orbita alrededor nuestro a una distancia inimaginable, casí en los límites del mismo sistema.


Por supuesto, esto también ha calado en la cultura popular. La primera tiene que ver con el planeta Nibiru.

Nibiru era el nombre que los antiguos babilonios le daban a cierta estrella que observaban en el horizonte. Aunque se llegaba a identificar con Júpiter, otros dicen que era la Estrella Polar. Sin embargo, un escritor de "ficción", llamado Zecharia Sitchin, tomo el concepto de Nibiru de otra forma. Explicaba en sus libros, que este planeta era la cuna de una civilización extraterrestre, los Anunnaki, y que estos habían pasado sus datos y cultura hacia la mayor parte de las civilizaciones que vivieron aquellos tiempos (desde mayas hasta babilonios). También comentaba que el origen del cinturón de asteroides venía de que una luna de dicho planeta había impactado con otro planeta llamado Tiamat, provocando la explosión y la conformación en los asteroides que están entre Marte y Júpiter. Este evento también hubiese provocado la inclusión de Nibiru en nuestro sistema solar, pero de manera muy excéntrica, por lo cual su paso se daría cada determinada cantidad de años (3600) y que cuando estuviese en una órbita cercana a la Tierra, sería el aviso de una gran cantidad de problemas y desastres, ya que la energía que emite Nibiru es tan potente, que afectaría a nuestro planeta, de tal manera que llegarían a invertirse los polos y ocasionaría cataclismos, como terremotos y erupciones de gran escalada.

Por supuesto, la fecha dada por Sitchin y otros era para el 2012, donde se predecía un gran megaterremoto y explosiones de volcanes, lo cual no sucedió al fin al cabo. Aun con esto, muchos seudo científicos afirman que el planeta es visible y que la NASA no ha querido dar información al respecto, para no sembrar el pánico y que solo puede ser visto por cámaras que tienen ciertos problemas de refracción (bastante curioso). También que la misma Agencia había mandado la sonda New Horizons, con el propósito de estudiar dicho planeta y que para no despertar el pánico, se dijo que era para explorar Plutón y el Cinturón de Kuiper.

El otro mito tiene que ver con Hercólubus, un planeta ficticio creado por el médium brasileño, Hercilio Maes, esto a mediados del siglo pasado. Según este sujeto, había logrado contactar con una médium extraterrestre, que le había dicho que el planeta, que se encontraba en un sistema solar externo al nuestro, estaba avanzando a gran velocidad y en trayectoria de choque hacia nuestro sistema, lo cual se daría para 1999.

Esto provoco que muchos "profesionistas" de la misma condición de Maes comenzaran a hablar exponencionalmente del mismo, dando más datos al respecto. Primero, que Hercólubus era de un tamaño al menos cuatro veces superior a Júpiter. Que su influencia sería tan potente que sería visto a simple vista como una enorme estrella y que su influencia gravitatoria, terminaría por desmantelar el Sistema Solar y provocar no solo el fin de la Tierra, sino de los demás planetas. También que su aparición estaba predicha en nuestra cultura actual, ya que la supuesta "degeneración" de la raza humana era un signo de ello. Sin embargo, como era previsible, no ocurrió nada en 1999 y el mito de Hercólubus perdió un poco de fuerza, pero se volvió a reforzar con las profecías mayas del 2012. Pero nuevamente, cayo en desuso cuando las cosas continuaron tal y como están actualmente.

Vista de Hercólubus desde la Tierra (sí fuese real)

El descubrimiento por parte de este supuesto décimo planeta ha generado nuevamente estas corrientes "New Age" estén de moda. Claro, los investigadores del Cal-Tech dijeron que al menos tardarán 5 años en ubicar al dichoso planeta de manera directa. Mientras, a esperar sí alguien tiene suerte y realmente logra ver al planeta X, el "noveno" de nuestro Sistema Solar.

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Saludos a la dueña de mis mensualidades que adoro ^^ demasiado, así a quienes gustan de este tipo de leyendas urbanas.

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