MegaMan 2: El Bombardero Azul comienza su andanza

 Cuando era morro, pero bien morro (seh, cuando los dinos caminaban por la Tierra o cuando las consolas eran del tamaño de un caja grande, contrario ahora, que hasta caben en un mugroso celular inteligente), iba con mi hermano a un puesto de videojuegos cada semana, que se encontraba en el centro de la ciudad donde vivía.
 Claro, la ciudad no era nada grande y por eso, era una novedad un puesto así (hubo luego otro más famoso, llamado "Don Mario", pero eso, es otra historia). Por ello, el lugar siempre estaba a reventar y claro, los que atendían, podían darse el lujo de cobrar de manera bien cara el alquiler de la consola. Esta iba desde un Atari ya en desuso hasta los novedosos SNES y Gamegear.
 Aunque mi hermano y yo queríamos jugar más la SNES, en especial con juegos como Pilotwings, Super Mario World o Rocketeer, debido a la demanda de esta consola, que llegaba a filas de al menos 10 enanos, teníamos que conformarnos con consolas menos requeridas, como la de NES.
 Y aunque este último aparato, ya iba de salida, aun era demandado entre la clase media, así entre los fans que habían crecido jugando Super Mario Bros.
 Un día que estaba viendo a los demás jugar, esperando turno, vi como un chavo peleaba contra un robot que no paraba de acosarlo con rayos y golpes. Aunque el protagonista del juego, era un enano azul que apenas podía saltar y lanzaba una cosa minuscula que hacía minimo daño, tanto la música como la dinámica del juego, era atrapante.
 Termine por casí atosigar al niño con preguntas sobre el juego, pero él entre estar jugando y no pelarme, solo atino a decir "se llama Megaman".
 Así comenzo mi idilio con el famoso "Blue Bomber" que ha continuado hasta hoy en día, me ha llevado a jugar la mayoría de los juegos de la saga, tener su música en todo tipo de formato y versiones, hasta hacer un mentado fic con los personajes de esta inolvidable saga.
 Pero claro, todo comenzo con un juego: Megaman II.

En el año 200X, el robot Rock, un proyecto del Dr. Thomas Light, fue creado. Después en serie fue creada sus hermana Roll, junto con otros ocho (seis originalmente) hermanos laborales. Esta era una era en la que los humanos vivían en conjunto con los robots. Sin embargo el rival del Dr. Light, el Dr. Wily, se rebeló y tomo a las creaciones del Dr. Light para su propio uso, dejando atrás a los “inútiles” robots Rock y Roll. Él reprogramó a esos robots y los uso en una armada para conquistar el mundo. Así que cuando las cosas se veían muy mal, Rock se ofreció como voluntario para ser convertido en un robot de pelea. De esta forma, él se volvió conocido como Mega Man.

Mega Man fue detrás de sus hermanos, aunque era doloroso para él pelear contra ellos. Así que consiguió solo desactivarlos, en lugar de destruirlos. El Dr. Light los reparó entonces borrándoles la programación maligna. Cuando la fortaleza del Dr. Wily fue descubierta, Mega Man penetro sus defensas. Pero le sorprendió ver a sus hermanos de nuevo, pero se dio cuenta que eran copias de los originales una vez que llego con el robot copiador. Aún teniendo que luchar con poderosas creaciones, Megaman salió victorioso. Llegó con el Dr. Wily y destruyo la máquina de este. Suplicando por misericordia, Wily se rindió ante Mega Man. Por lo que aparentemente el mundo se encontraba en paz.

Justo cuando todos pensaron que vivirían en paz y que una era de prosperidad había llegado, el Dr. Wily revela que ha construido una nueva fortaleza y una armada de robots sirvientes, liderada por ocho nuevos Robots Maestros de su propio diseño. Una vez más, la población clamo por la ayuda de Mega Man para detener el caos antes de que el mundo fuera atrapado en las llamas de la destrucción.

Mega Man destruyo a estos ocho Robots Maestros y luego partió hacia la nueva fortaleza de Wily, donde enfrentó más creaciones y a Wily. En la batalla final, Wily se transformó en un alien, pero Mega Man descubrió que solo era un holograma. Habiendo dejado escapar a Wily, Mega Man toma una larga caminata para pensar sobre lo sucedido y luego regresa a casa.


Aunque considero a Megaman 3 como mi juego favorito de todos, empatado casí en primer lugar con el X2, fue la parte 2 la que me metio de lleno con este mundillo.
 La razón fue la revista Club Nintendo, con su sección SOS.
 Ya como había comentado, el chavo estaba jugando Megaman y justamente era la parte 2. El primer Megaman es considerado una pieza de museo y hay pocas unidades hoy en el mundo, siendo aun más escaso en América.
 En cambio, la II siempre estaba disponible en el local, ya que al menos había 3 o 4 copias. El detalle es que la dificultad de la saga es bastante elevada (salvo por el VII) y los que jugaban, se terminaban desencantando, quedando solo el auténtico fan.
 Me paso lo mismo, ya que aun teniendo precisamente la Club Nintendo con sus codecs traídos de SOS, el juego me parecía mortal. Solo pelear con el dragón verde que estaba en la primera fortaleza del Dr. Willy, era un suplicio, ya que saltar de base en base, sobre un enorme vacío, mientras el mugroso dragón te lanzaba llamas y disparos, no era nada agradable.
 Por tal motivo, deje de jugarlo un rato...claro, ese rato fueron unos meses, hasta que mi entonces padrino de primera comunión, me alquilo Megaman 3 y ese si lo termine en su totalidad.

 ¿Pero que tiene de especial Megaman 2? Para empezar, el OST es bastante bueno, tal vez el mejorcito de todas las entregas, comenzando con el intro, que te emocionaba, al ver a nuestro prota, con el cabello al aire y con actitud de "yo si puedo", para luego ir con las musicas de cada escenario, en especial la de los stages de Wood Man y AirMan, que hacían que me pusiera de pie para "mover" el zapato mientras hacía brincar al monillo por la pantalla. También algo que me llamo muchísimo la atención, es como Megaman asimilaba los ataques de sus enemigos para hacerlos suyos. Encontrar el arma adecuado para el jefe indicado, era bastante novedoso para la época, aparte de útil, ya que a veces desesperaba el pequeño cañon de plasma que tenía el prota y que no servía para bajar mucha energía.

 Luego, aunque la dificultad de este juego es alta, es bastante disfrutable luego de que te acostumbras. En especial el escenario de QuickMan se me hacía pesado por las barras de energía que te hacían pure apenas te tocaban, ni se diga el de Heat Man, donde el fuego era igual de letal.

Tal vez el punto en contra del juego era los dispositivos que Mega iba adquiriendo en el juego, que le permitían saltar o alcanzar lugares altos, los cuales eran bastante inestables y lejos de ayudarte, añadían más dificultad al juego, cuando no sabías como operarlos.
 Curiosamente, hoy en día, no he terminado el juego. A lo máximo que me quede, fue en la nave de Willy, que con sus disparos me hacía papilla en instantes. Hace unos años, al jugar el Megaman VII, encontre un escenario similar y logre adecuarme a ese estilo. Chance y ahora si puedo vencerlo.
 Como sea, el juego es una de esas reliquias, nada comparado con sus hermanos mayores, pero aun hoy en día es disfrutable y aparte enviciante. Podía estar horas y horas jugandolo, hasta altas horas de la noche.

 Por cierto, este juego es muy querido entre los fans. Se han hecho versiones remix de todo tipo de sus escenarios, que han ido desde estilo sinfónico hasta totalmente rockero. Aun con ello, destaca el homenaje que un grupo de raperos norteamericanos, Duane & BrandO, le hicieron, al crear una canción de casí 8 minutos, donde rapean todos los escenarios, con sus respectivas músicas. Altamente recomendable.

 En fin, al recordar este juego, vuelvo a extrañar aquella época, donde las cosas eran más sencillas, más amenas, pero eso sí, igualmente caras (o_o el costo por usar un videojuego oscilaba a diez pesos por hora, toda una millonada para un adolescente pobreton).
Saludos a mi princesa :3, así a quienes gustan de la saga de los Megamanes.