Las películas de boxeo me
emocionan hasta la médula. No solo por el gustillo que me dejo mi padre al
respecto desde que era pequeño, sino también me toco una maravillosa época, que
coincidió con el estreno de las películas de Rocky Balboa. El semental italiano
ha sido de mis grandes ídolos y hasta la fecha, llego a utilizar las melodías
de sus canciones para animarme o para hacer ejercicio.
Como es lógico, me he ido
enfocando en series o películas de la misma temática. Por ejemplo, tenemos en
el aspecto del manga/anime a Hajime no Ippo. Sin embargo, en cuestiones de
película, me ha tocado ver pocas películas que traten de emular el boxeo en su
mayor esplendor, no sin caer en la cursilería o peor, en situaciones poco
convincentes.
Por suerte, siempre hay un
garbanzo de a libra y en esta ocasión, recae sobre la película de Ron Howard:
CinderellaMan. Cuando la película se estrenó hace ya varios años, le eché el
ojo y pensé en ir al cine o rentarla posteriormente. No se pudo hacer ni lo uno
ni lo otro, por lo cual tuvieron que pasar casi 10 años para que pudiera
disfrutarla y lamentablemente, tuvo que ser mediante el formato pirata. Sin
embargo, vaya que valió la pena.
Antecedentes: Queriendo
repetir el éxito logrado con “Una mente Brillante”, Ron Howard trajo a su
compadre inseparable, Russell Crowe, para que le echara una mano e interpretara
al gran campeón de los pesos pesados, James J. Braddock. El guion es original y
no se basa en algún libro o adaptación; Y eso fue lo que provocó líos, en
especial con las familias de los personajes involucrados. Pero vamos a ver más
adelante porque.
La película se filmó
enteramente en Canadá, tanto en Ontario como en Toronto, donde se trató de
recrear la Nueva York de los años treinta, en especial el famoso Madison Square
Garden. El filme se estreno en junio del 2005 y tuvo críticas mixtas,
prevaleciendo las favorables. Los críticos sobre todo, alabaron la gran
actuación de Paul Giamatti, que inclusive estuvo nominado a los Óscares como
mejor actor de reparto.
Argumento: Braddock es un
éxitoso peleador de los años veinte. Gracias a su gran quijada y poderosa
pegada, el irlandés ha logrado destacar en el mundo del boxeo. Sin embargo,
sobreviene la Recesión de 1929 y unos años después, Braddock lucha por sacar
adelante a su familia, sea trabajando como estibador o boxeando por unos
cuantos dólares. Debido al ritmo de chamba y la desnutrición, sus lesiones se
han ido acentuando. Sin embargo, luego de tener que recurrir al fondo de
desempleo, comienza a presionar a su apoderado (Giamatti) para que le consiga
una pelea. Este lo logra y pese a todo, vence a su oponente, lo cual inicia una
espiral de victorias, donde Braddock siempre era visto como la presa fácil.
Finalmente, por casualidad, le toca enfrentar al gran campeón de los pesos
pesados, el imbatible Max Baer. Sin embargo, las lesiones comienzan a pasarle
factura y su esposa (RenéeZellweger), comienza a presionarlo para que dejé el
boxeo por el bien de su familia.
Historia: En su momento
que vi la película, me encanto, me fascino y estaba emocionado hasta la médula.
Pero cuando la revisite por una segunda y hasta tercera ocasión, comencé a
verle fallos argumentales “grossos”. No es que el ritmo este mal, mucho menos
los personajes desaprovechados. Sin embargo, uno de los guionistas,
AkivaGoldsman, siempre ha sido el prietito en el arroz en muchas películas que
he visto. El susodicho tiende a utilizar muchos recursos narrativos harto
conocidos y para colmo, sumamente clichés. Entre ellos, recrearnos un malvado
sin misericordia, poner a un héroe excesivamente trágico, el sidekick o secuaz
carismático. Y todo eso lo vemos en la película. Lo que salva la tragedia es
que Ron Howard es un gran director y luego tenía un montón de actores que le
ayudaron, para que la película no cayera en un cliché enorme o en una trama
barata que busca que nos identifiques de manera fácil con una historia que si
tiene tintes de heroísmo pero muy sobrios. Léase, es la típica película que
busca narrar el ascenso de un fracasado hasta la cima. Hay maneras de hacerlo,
pero Goldsman optó por lo clásico y por eso la película no tiene tanto impacto
si la vuelves a ver una vez más. Digo, es divertida, dramática, emocionante,
pero no destaca por ningún lado, ya que muchas de sus tramas o escenas, las hemos
visto en otras películas. Goldsman destaca por darle coherencia y ritmo, pero
no se aventura a nada nuevo. Tal vez su error más garrafal (o igual fue idea de
Howard), es plasmar a Baer, el rival de la película como un villano de primera,
machista y vividor, cuando en realidad, Baer es uno de los campeones más
recordados, tanto por su pegada como por su caballerosidad. Nuevamente se apeló
al hilo trágico para darle empuje a la película, lo cual indica pocas ideas por
parte del guionista. Como sea, las escenas de drama están bien actuadas, hay
buenos momentos y la acción está bien contada. No es Rocky, pero igualmente te
emociona. Destaco en particular las escenas cuando Braddock está buscando
empleo. Algunos momentos te llegan y de manera fuerte. Sin embargo, aunque hay
dramatismo, los momentos que le dedicaron al amigo de Braddock, algunos
estuvieron excelentes y otros de más. Cierto que se buscaba una comparación
entre dos hombres que vivieron diferente la Gran Depresión, pero la subtrama no
estuvo bien trabajada y por momentos se vio muy forzada.
Actuaciones: uno de los
puntos más fuertes de la película y por lo cual hubo tantas nominaciones y
premios a la misma. Aunque Crowe lo hace bien, su papel es muy prototípico, por
lo cual, no le da chance de destacar. Igual para RenéeZelwegger, que no pasa de
ser la esposa atribulada que a la par impulsa la carrera de Braddock, pero a la
par quiere que la deje. El momento excelente llega con Paul Giamatti. Su papel
es formidable, no porque sea un dechado de actuación, sino porque está bien
escrito y viene a ser ese secundario que hace que los demás se luzcan.
Personalmente, siempre me ha gustado este actor, pero ahora Giamatti da una
gran actuación y no dejaba de reírme o de emocionarme con algunos de sus comentarios,
en especial cuando animaba o “instruía” a Braddock de como vencer a sus
rivales.
Aspecto técnico: la
película es una fiel recreación de los años treinta en Nueva York, pasando por
el mencionado Madison Square Garden, hasta por las barracas donde vivía la
gente que lo había perdido por esos años de desempleo. En especial la casa de
Braddock tiene ese aspecto lúgubre e impactante. Algo que me gustó, fue el
nivel de la fotografía, no solo por los acercamientos y la toma, sino por el
filtro de luz que utilizó Salvatore Totino para ilustrarnos la película.
Realmente me sentía en el Nueva York de aquellos años. Por cierto, también me
gusto la coreografía de las peleas, que supieron darle esa emoción necesaria.
Música: Thomas Newman
estuvo a cargo de la misma y aunque no hay algún tema que destaque, la banda
sonora estuvo bastante correcta y no resulto chocante ni fuera de lugar. Sin
embargo, tampoco fue que destaque de alguna manera.
Doblaje: hmmm,
curiosamente otro de los aspectos que más criticó de la película, debido a que
tuvo algunos picos de excelencia y otras simas muy pronunciadas. José Luis
Orozco le toco doblar a Crowe y aunque no es su actor habitual, por su tono de
voz, supo dar ese tono raspado que tiene el actor. Rene García se llevó las palmas,
ya que le ha tocado doblar a Giamattien otras ocasiones y en esta lo hizo
excelso, dotando al personaje de ese histrionismo o esa falsa calma que llega a
tener. El problemón vino con Jessica Ortiz, que la sentí sumamente sobreactuada
con Zelwegger. Cierto que en otros papeles su forma de interpretar pega
excelente, pero ahora le falto contenerse y por ello, de repente su voz suena
un tanto falsa. Sin embargo, lo considero un doblaje bueno en general.
Curiosidades: Braddock fue
campeón al derrotar a Baer. Sin embargo, no pudo refrendar su título, ante el
naciente y poderoso boxeador de los pesos pesados, Joe Louis, que logró vencerlo aun
cuando cayó en el primer round de la primera defensa por el título. Sin
embargo, Braddock, previendo esto, logró ajustar sus ganancias, de tal manera
que si perdía, ganaría un montón de billete. Braddock peleó un par de veces
más, pero finalmente se retiró del boxeo unos años antes de la Segunda Guerra
Mundial, en la cual se alistó como soldado y llego a alcanzar el grado de teniente.
Braddock viviría feliz el resto de sus días, ya como dueño de una compañía de
carga y descarga. El título de “CinderellaMan”, le fue puesto por los
reporteros de deportes cuando logró alcanzar la pelea contra Max Baer. Por
cierto, de este último, como ya se comentó, era un caballero dentro y fuera del
ring. Inclusive, luego de su pelea, visitó a Braddock en su camerino para ver
cómo estaba. Su hijo, en años recientes, tuvo que sacar un libro que relataba
las proezas de su padre, ya que la película dejo una mala imagen sobre él.
A título personal: como ya
comenté previamente, no pude verla como Dios manda en su momento. Hace un mes,
tuve una de mis características crisis y necesitaba algo que me animara. Por lo
tanto, me estuve viendo que ver o bajar y me topé con esta película. Aproveche
un día que me toco arreglar la casa y la puse. No avance mucho, ya que estaba
con escoba en mano, viendo la película a cada momento. Te llama la atención y
aparte apela a ese lado de superación que a mí me fascina. Pero como ya dije,
la volví a ver posteriormente y ya no me pego tanto, salvo algunas escenas
puntuales. Es amena, tiene ritmo y te entretiene, pero sigue siendo una
película normalita, que destaca por sus actuaciones y el pulso que mantiene el
director en ella.
En conclusión,
“CinderellaMan”, es una buena película: divertida, entretenida, con buen ritmo
y buenas actuaciones. Por momentos es muy cliché o apela a momentos cursís, por
lo cual puede resultar un poco tediosa para un espectador más avezado. Pero
para un servidor, que le gustan este tipo de cosas, me encanto. Bastante
recomendable.
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Saludos a mi esposa ^^, así a quienes gustan de este tipo de películas.
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