Las generaciones de veinteañeros para adelante (en las cuales me incluyo) tuvieron una serie de traumas desde muy pequeños.
El concepto de muerte se adquiere a partir de los 10 años. Sin embargo, un servidor, como la mayoría de mi edad, un poco más, un poco menos, supieron que era esto desde más pequeños.
La razón: el ver cierto tipo de caricaturas que manejaban conceptos demasiado adultos, demasiado maduros para una edad en que no estabamos listos.
Eso indicaría porque actualmente el mundo esta medio fregado, pero no vamos a filosofar al respecto.
El mercado de la televisión se adueño del país a finales de los años setenta. La radio ya pasaba a segundo término. El teatro ya no era tan importante e inclusive el cine sufría una pequeña recaída, cuando muchas productoras tronaron o de plano se reestructuraron en emporios comerciales.
La televisión era la nueva "onda" de aquella decada que ya terminaba y que luego se reafirmaría en los años ochentas y noventa.
Por tal motivo, la competitividad para mostrar un programa novedoso, era pan de cada día.
Televisa entonces dominaba el mercado, mostrando programas cómicos como la carabina de Ambrosio, Sube Pelayo sube o los Polivoces.
Su entonces competidora, televisora del centro o del gobierno, posteriormente Imevisión, posteriormente Tv Azteca, no tenía tantos recursos para ponersele al brinco a Televisa.
Así que opto por crear programas de corte mexicano, como los cuentos de Cachirulo y claro, traer algo llamado "anime" o caricaturas japonesas.
Una de esas primeras, fue Candy Candy, que se convirtió en el boom de la época.
Más que las telenovelas de Televisa, las mujeres de aquella época se traumaban con las peripecias de una chica rubia de chongos y su eterno amor, sea para un rubio como Anthony o un buscabullas como Terry.
De allí se desato una ola de animes de este corte, que manejaban conceptos como el amor, la traición, la muerte y otras cosas que un chamaco de entre 7 a 15 años no sabía.
Televisa termino contratando con Remi y de allí Imevisión con la Ranita Demetian, lo cual conllevo a que los niños de aquellas épocas nos quedaramos traumados o llorando por lo que veíamos.
En el caso de un servidor, el trauma llego más con Remi, que como dije, fue el contrataque maestro de Televisa.
Por eso, en esta entrada, me dedicare a 5 animes, que fueron el origen de mis traumas en la infancia. Claro, hay muchos más, pero al menos los considero lo más fuertes a mi parecer.
-Remi
Remi, el niño de nadie (家なき子 Ie naki ko?), o simplemente conocido como Remi, fue una serie de anime hecha por Tokyo Movie Shinsha (actualmente TMS Entertainment Limited) en 1977. Está basada en la novela Sin familia (Sans Famille en su título original y conocida en inglés como Nobody's boy) del escritor francés Hector Malot y tuvo 51 episodios de 30 minutos de duración cada uno.
Mis primeros recuerdos de este anime no son nada agradables. Lo primero que recuerdo, es la muerte de Corazón de Miel, el mono que acompañaba a Remi y al Sr. Vitalis, durante una representación. Luego la muerte de Cerdino y Dulce, a manos de los lobos para luego ver fallecer al gran Señor Vitalis por el frío, tratando de proteger a Remi.
Entonces, un enano de 7 a 8 años, me parecía traumante estas situaciones. Creía que la muerte era una especie de paseo y que uno volvía, tal como leía en los cómics de la época o en las caricaturas que veía en la TV, donde nadie moría.
Aca no pasaba eso. El señor Vitalis había muerto y ya no regresaría. No recuerdo si le pregunte a mis padres porque pasaba eso, pero si las lágrimas que soltaba al final de cada episodio y como al día siguiente, el corazón se me estrujaba con lo que pasaría.
Claro, allí ya veía mi carácter masoquista, ya que otro se hubiera retirado de ver este tipo de cosas. Sin embargo, pese a todo, la historia de Remi era bastante buena y te enganchaba el personaje principal. Ahora en mis años maduros, lo veo bastante soso, pero cuando eras niño, lógico te identificabas con Remi, que era medio lloron, medio tonto y medio inocente.
Por suerte, el anime tenía un final feliz, pero a medias. Aunque Remi encuentra a su familia, que aparte es rica, decide irse nuevamente a viajar por el mundo para ir madurando. Claro, me parecería horrendo tal tipo de decisión, pero ahora no deja de parecerse algo loable y bastante valeroso.
Aunque la animación de Remi ha envejecido, no así ha pasado con sus conceptos, su historia, sus personajes, pero sobre todo, con su música, que aunque ya viejita, aun me sigue tocando hoy en día.
"Tun Tun caminar, Tun, Tun, a correr, Tun, Tun, caminar, juntos por el camino..."
-Candy Candy
La serie animada, en clave de melodrama, cuenta la historia de Candy,
quien es abandonada de bebé en la nieve con una muñeca que tiene el
nombre de Candy, de ahí el nombre Candy White. La misma noche,
encuentran a otro bebé Annie. Ambas crecen cerca del lago Michigan, en un hogar para niños huérfanos dirigido por la señorita Pony y la hermana María. Es 1898, en el manga
es el 7 de mayo en la primavera boreal pero en el anime se convierte en
una noche de invierno, cuando nevaba. Candy crece y sobrepasa los
problemas gracias a su carisma y gran corazón.
Como es lógico, no ví Candy Candy hasta sus repeticiones que hizo Tv Azteca a mediados de los noventas. La serie ya se había repetido un par de veces anteriormente, una a finales de los años setentas y otra a mediados de los ochentas, creando una horda de fanáticas que adoraban la serie.
Cuando me entro mi "modo romántico", me decidí a ver la serie y resulto ser buena, pese al manejo tan grosero del azúcar y de los dialogos tan fastidiosos. Lo resaltable, no era el personaje de Candy, sino el tipo de situaciones que ella iba enfrentando, desde su vida en el Hogar de Pony, su adoptación por parte de los Ardley, su paso por el internado, luego sus estudios como enfermera, a la vez que va conociendo personajes y manteniendo lazos de amistad con los que ha conocido previamente.
Fue ese estilo de "aventuras", como en Remi, lo que me hizo engancharme con la serie y contrario a la mayoría de sus fans, no me pareció decepcionante el final de la misma. Candy se le retrata como una luchadora y ese es su mayor carisma. Haberla emparentado con otra persona, como en este caso era Terry, le hubiera quitado su motivación (bueno, los italianos opinan distinto a mí jeje).
Como sea, Candy se convirtió en un ícono, no solo en Latinoamérica, sino en Europa, y que hizo posible, junto a otras series, la llegada del anime a México.
Como dato curioso, esta serie sirvió como nexo para avanzar la relación entre mi esposa y un servidor (fiel fan de Terry xD).
-Las Aventuras de Gamba
Gamba es un ratón de campo que por busqueda de aventuras, llega a la ciudad acompañado de su amigo Bobo, que resulta ser un puerto pesquero de Japón. Allí, en sus primeras andanzas, conoce a varios ratones de ciudad con los cuales pelea por su autonomía. Sin embargo, durante el trance, conocen a Chuta, un ratón que vive en una isla, que busca ayuda, ya que su poblado esta siendo asolado por una terrible comadreja. Gamba, junto con otros compañeros, deciden unirse, subirse al Sailor Mouse para ir a la isla y derrotar a la comadreja "maldita".
Cuando mis padres instalaron el cable por alla de principios de los noventas, la compañía de cable tenía un canal emitido especialmente por ellos, llamado TVC. Hoy en día, TVC es un canal que transmite películas, pero en su tiempo, era uno de los canales más inovadores de la parrilla de programación.
Como era canal de cable, tenía "nexos" con las dos televisoras de entonces, Azteca y Televisa, por lo cual, accedía a todo tipo de programación que las televisoras habían dejado atrás.
Allí me toco ver series y caricaturas de manera reciclada o inclusive, que no se veían en TV abierta, porque eran demasiado "fuertes".
Un ejemplo de ello, fue esta serie, Las aventuras de Gamba.
Ya Tv Azteca había emitido la serie, cuando era Imevisión, pero lo hacía en horarios de muerte: 6 de la mañana de los fines de semana.
Así que allí me tenían viendola, como podía, aunque a veces terminaba noqueado por el sueño o de plano no podía despertarme para verla, lo cual implico que no pudiera seguirle el hilo entonces.
Fue hasta que TVC se dio el lujo de repetirla, pero en un horario casí estelar: a las cuatro de la tarde.
El problema es que la emitía toda revuelta, lo cual hacía que de repente saltaras de un arco a otro, sin saber que había pasado. Lo peor, es que la serie como era bastante violenta y alguno que otro personaje principal moría, luego te enterabas que ya no estaba y para luego verlo al siguiente episodio, un fastidio.
Como sea, Gamba termino por borrar la poca inocencia que ya tenía con la muerte y la violencia. La serie, aunque con un diseño bastante infantil, en realidad rayaba en lo adulto a lo grande. Los ratones, en la lucha contra la comadreja, se veían en todo tipo de situaciones. Desde el tipico chara que se sacrificaba por los demás, pero viendo la escena del sacrificio de lo más crudo, hasta como algunos ratones para salvar el pellejo, llegaban a vender a algunos compañeros a la comadreja.
Aun con ello, los personajes eran interesantes, la historia bastante buena y eso la hacía aun más realista e impactante. Tan buena era, que se perdonaba el asqueroso doblaje de Los Ángeles, que entonces aun manejaba mucho el "vosotros". Lamentablemente, hoy pocos la recuerdan y de manera escueta.
-Perrine.
Han pasado tan solo unos cinco días desde que el padre de la pequeña Perrine murió en una aldea de Bosnia dejando solas a su mujer e hija. Antes de morir, él le había pedido a su mujer que llevase a su hija donde su abuelo en Maraucourt, en la lejana Francia. Con la ayuda de un viejo carromato, su burro Parikal (Pelicare en Latinoamérica) y acompañadas por su fiel perro Barón, las dos parten, emprendiendo un largo y duro camino. Como no poseen mucho dinero, la madre de Perrine toma el oficio de su marido, el de fotógrafo ambulante y gana para los interminables gastos del viaje tomando fotografías en diferentes ciudades a través de Europa. Desde la muerte de su marido, la salud de la madre de Perrine no es muy buena, y a medida de que pasa el tiempo su condición empeora. Por el otro lado, ambas hacen buenos amigos durante el trayecto conociendo a todo tipo de gente, en especial, el pequeño Marcel. Marcel es hijo de artistas de circo y así también un gran acróbata, él pronto se encariña con Perrine, su madre, Barón y también Palikar. La salud de la señora empeora mucho y una vez en París se ve incapaz de continuar. Las viajantes consiguen alojamiento en una pequeña posada dirigida por el avaro Simón y allí la madre pasa muchos días en cama. Ella sabe ahora que le queda poco tiempo de vida y decide confesarle a Perrine algunas cosas que había callado. Resulta que el abuelo de Perrine se había opuesto al matrimonio de su hijo con una extranjera y desde entonces no se habían vuelto a dirigir la palabra. Perrine no será recibida con los brazos abiertos en la casa de su abuelo y tendrá que ganarse su cariño gracias a su bondad y buenos consejos de su madre. Después de esta confesión, la señora muere tranquilamente y en unos días es enterrada en los alrededores. Perrine se queda sola con Barón tras haber tenido que vender a su fiel burro y emprende su viaje de nuevo hasta Maraucourt, donde espera que una persona que ni la conoce le permita quedarse en su casa.
Perrine es tal vez de las series que menos recuerdo, pero que también me dejo un bueeen trauma. A diferencia de los anteriores animes, esta de plano no tuvo un final satisfactorio. Aunque en Remi o Gamba veías como los charas se mataban literalmente, luego la trama parecía depararles algo mejor y compensarles su sufrimiento.
Aca no, Perrine sufría y a la buena. Era una chica dulce, bondadosa, pero que aparte de conocer gente de lo peor, tenía una suerte de la patada. Era frustrante ver como el episodio parecía encaminarse a algo bueno, pero terminaba por poner en peor situación a la chica.
Luego de los años, me enteré que la serie formaba parte de ese arco de Meisaku de la Nippon Animation, una suerte de "anime" de tipo teatral, enfocado para chamacos de edades muy tempranas (series como Peter Pan o Mujercitas hicieron su debut en este espacio). Con razón tanto suicidio en Japón, porque los niños japos los trauman desde pequeños, en especial con las obras de Hector Malot (si damas y caballeros, el autor de Remi, aquí vuelve a hacer de las suyas, sacando historias de lo más traumantes).
Por suerte, el final de Perrine parece que es bueno y aunque no parece compensar lo sucedido con la chica, al menos algo es algo. No me pregunten como acaba, porque de plano, la serie me traumo a tales niveles, que no termine de verla, pese a emitirse de manera completa por Televisa en sus buenos tiempos.
-Las aventuras de Gigi
Gigi es una princesa de doce años que vive en el reino de Finalinarsa (フェナリナーサFenarināsa?),
la tierra de los sueños y la fantasia que está a punto de desaparecer
porque los habitantes del planeta Tierra ya dejaron de soñar y de tener
esperanza. Entonces, el rey y la reina de Finalinarsa enviá a su hija a
la Tierra para ayudarles a recuperar sus sueños. Para salvar a
Finalinarsa, Gigi debe viajar a la Tierra y ayudar a los humanos para
que la corona de Finalinarsa tenga doce joyas. Cada vez que tiene éxito
en traer felicidad a la persona afectada la corona brilla, al brillar la
corona cuatro veces una nueva joya es añadida a ella y una vez que
aparezcan las 12 joyas, Finalinarsa volverá a la superficie de la
Tierra.
Al llegar a la Tierra, Gigi usa su magia para hacerles creer a una
pareja de veterinarios sin hijos que ella es su hija. Para cumplir con
su misión, Gigi posee un pendiente mágico en forma de bastón que la
convierte en una joven de dieciocho años experta en diversas habilidades
adaptadas a la situación. Gigi se desplaza hacia distintos lugares con
un vehículo mágico llamado Giromóvil. Además, Gigi es acompañada por tres mascotas que pueden hablar: Boker el perro; Coco el mono y Yinyin una coqueta ave.
Así, Gigi por lo general conoce a alguien en problemas y gracias a sus poderes se convierte en adulta ayudándole a resolverlos.
Chillidos, lágrimas, Sollozos. Maldito final de Gigi, como me ocasionó traumas en su momento.
Pero bueno, vamos al principio: Gigi fue un anime que se emitió por Canal 5, primero entre semana, en el horario estelar de las 5 de la tarde, por alla de finales de los ochentas y que tuvo un éxito rotundo.
El concepto era novedoso: una princesa tipo magical girl, decide venir a la Tierra para salvar a su mundo. Para ello, le lava el cerebro a sus padres terrestres, haciendose pasar por su hija y aparte teniendo un remolque mágico, que entonces me parecía cool, seguido de sus fieles mascotas que para colmo, hablaban.
No niego que Gigi fue de las primeras series de anime que me hizo que me interesara en las chicas. Para prueba de ello, falta ver como Gigi se transformaba en mujer. Claro, la escena no era tan explicita como en Sailor Moon, pero si te cambiaba la perspectiva jeje.
El anime era divertido, ya que Gigi tenía que ayudar a la gente a recuperar sus sueños y esperanzas, lo cual le daba más fuerza al reino, y no solo a base de magia, sino de buen corazón y de acciones de lo más alocadas.
Claro, hace unos meses, ví algunos episodios de la serie y ví que no ha envejecido con gracia, ya que hay tramas demasiado infantiles y dialogos muy rebuscados, pero aun manteniendo un cierto nivel.
El maldito problema, que me ha impedido seguir adelante con la serie, es el final, donde Gigi muere atropellada, y ni siquiera salvando al niño, sino de una manera circunstancial.
Es cierto que luego renace como una bebe humana y que inclusive hay una segunda temporada, que se emitió de manera corta en México (y con doblaje horrendo por cierto), pero ese trauma nadie me lo quita. Gigi, la original, era carismática por sí misma y aunque si genero mucho rating este evento, de plano hizo que una serie que me gustaba tanto como Gigi, ahora la recuerde más por esto que por otra cosa. En fin.
-----------------------
Luego de recordar los traumas, saludos a mi esposa :3, así a quienes vivieron de este tipo de anime.
La mayoría de las series de Tokyo Movie Shinsha fue así. Como siempre al final del capítulo aparece la palabra japonesa つづく(tsuzuku) o sea, continuará. Típico que se vea esta frase en la esquina derecha abajo de la pantalla.
ResponderBorrar