Aunque
digo que soy un fanático acérrimo del Bombardero Azul (Megaman), en realidad si
soy sincero, he jugado muy pocos juegos de él, incluyendo la saga clásica, la X
(que abarco el playstation), así la Zero como otras. Técnicamente, me quedo en
las primeras sagas, primero por flojera y segundo por falta de un aparato
adecuado para jugarlos.
Pero
si hubo un juego donde no me enfrasque demasiado, tal vez por su dificultad,
fue Megaman IV. Seh, aquel que introducía un nuevo poder al protagonista y que
tenía un villano totalmente diferente al Dr. Willy. En retrospectiva, no es que
el cartucho fuese extremadamente difícil (el Megaman V superó esa expectativa),
sino en aquellos tiempos, mi ansiedad por terminar juegos estaba al límite y no
supe aprovechar las grandes mejorías que presentaba (aunque igual, en el
siguiente, las cosas tendrían otro nivel).
Por
lo tanto, la siguiente entrada, va dedicada a uno de esos cartuchos
emblemáticos de la NES y que a muchos fans les fascino (aunque no me podría
incluir tanto con ellos): Megaman IV.
Mega
Man 4 (ロックマン 4 新たなる野望!! Rokkuman Fō
Arata Naru Yabō!!?, Rockman 4: ¡¡Una nueva ambición!!) Es un videojuego de
plataformas desarrollado por Capcom. Es la cuarta parte de la serie Mega Man y
continuación de Mega Man 3 aparecido en 1991. El juego se vendió en formato
cartucho de 60 pines para Famicom y 72 para NES. Años más tarde, aparecería una
versión para PlayStation sólo en Japón parte de la colección Rockman Complete
Works y más tarde, otra versión con extras para PlayStation 2, Nintendo
GameCube, y Xbox en 2004 parte del Mega Man Anniversary Collection.
Megaman
IV salió un año después de su antecesor, en diciembre de 1991 y en Occidente,
como en Europa, tuvo salida en 1992. Keiji Inafune, el creador original de la
saga, vuelve a estar en los controles e implemento un par de cosas con respecto
a los tres anteriores. Aunque en su momento, este juego gozo de gran
popularidad y fue aclamado por los fans, se ha ido quedando rezagado en el
tiempo, al grado que pese a incorporar un elemento que se ha mantenido en
toooodas las sagas siguientes, no fue suficiente para mostrarlo como un juego
trascendental.
A
diferencia de los juegos anteriores, Inafune comentó que casi no tuvo problemas
durante el desarrollo del mismo. Aparte, no solo se encargo de hacer el diseño
de los personajes y de los escenarios, sino también de dirigir la dirección de
la realización del juego. También se encargo de realizar los diseños para el
Dr. Cossack y su hija Kalinka. Casi el equipo de las anteriores sagas estuvo en
la realización del mismo.
Para
los Robots Maestros, nuevamente se realizo un concurso en Japón, donde
cualquiera podría enviar un dibujo sobre un robot maestro y si era del gusto de
los programadores, sería incluido en el videojuego, de manera íntegra. Al
final, 8 fueron los ganadores (obvio) y como premio, recibieron gratis, un
cartucho “dorado”, que hoy en día, es un objeto de colección entre los fans.
Para
la Consumer Electronic Show de mediados del 91, se mostro un “beta” del juego,
donde como es lógico, todo estaba a medias, con solo 4 escenarios y con algunas
cosas que se agregaron posteriormente u otras que se quitaron en la versión
final.
Curiosamente,
en su momento, Capcom pensó en lanzar este juego a la SNES, que ya estaba
teniendo una espiral ascendente, pero termino por decantarse por el viejo NES y
continuar al menos dos videojuegos más antes de retirarse de la legendaria
consola de 8 bits.
¿Y
cuál es el argumento de este juego?
Ha
pasado un año desde que Megaman (Rockman para los cuates), logro derrotar a
Gamma, el robot maestro de Willy. Este igual parece que murió en batalla porque
no ha dado señales de vida y todo transcurre en paz. Sin embargo, un día, el
Dr. Cossack envía una carta vía visual, donde no solo reta al Dr. Light, sino
también proclama que será el nuevo doctor malo malo maloso de la saga y que 8
robots suyos, se han soltado por el mundo, para hacer de las suyas. Ante tal
eventualidad y sin conocer el potencial de este nuevo enemigo, Light decide
modificar el arma de plasma de su creación, haciendo que cada vez que cargue su
cañón por algunos segundos, sea capaz de disparar una ráfaga de energía mucho
más potente: el Mega Buster, a la par de crear un robot de apoyo, llamado
Eddie, que sea capaz de apoyar a Mega en su lucha.
Los
8 robots maestros a vencer son: Brightman, Pharaohman, Drillman, Ringman,
Toadman, Dustman, Diveman y Skullman. Como siempre, los jefes pueden ser
eliminados por el arma adquirida con otro robot maestro y que se verá su
efectividad, no solo por la cantidad de energía que baje, sino por la reacción
que tiene el robot maestro al recibir dicho impacto.
Aparte,
nuestro protagonista contará con la ayuda de su fiel perro Rush (el cual
conserva el modo volador, de salto y de submarino), el mencionado Eddie (el
cual te verá a medio escenario, proporcionándote un ítem, que sería desde
cápsula de energía hasta una vida extra) y de un inesperado apoyo de su
“hermano”, Proto Man.
Por
cierto, también le agregaron dos dispositivos nuevos a Rock, uno el cual le
permite flotar por un cierto tiempo en un balón y el otro que es una especie de
gancho para subir a lugares más altos (y con el chistoso frame de cómo nuestro
protagonista sube la cabeza al hacer
esto).
El
juego mantiene la misma “línea” de sus predecesores, tanto en jugabilidad,
diseño, gráficas y tipo de enemigos que tienes enfrente. Léase, es pan con lo
mismo, pero con algunos agregados novedosos, como el dichoso Mega Buster. Sin
embargo, a opinión personal, este nuevo poder me pareció un tanto inútil y
aparte de que el juego forzaba mucho su uso, con enemigos que requerías matar
de este tipo, o a base de disparos sencillos, pero que te llevaba una eternidad
dispararle (ejemplo: las máscaras voladoras del escenario de Skull Man).
Aparte, veía que el Mega Buster se veía vistoso, pero tenía poco impacto y
apenas representaban dos o tres veces un ataque normal. Por suerte, para
Megaman V, el ataque si sería muy efectivo, aparte de tener un rediseño
espectacular.
Aunque
suelo dejar mis opiniones para el final, acá tengo que mezclarlas para dar
énfasis a ciertas cosas. Por ejemplo, los diseños de los escenarios alcanzaron
un preciosismo y originalidad increíbles en algunos stages, pero en otros, eran
demasiado aburridos o repetitivos (nuevamente, el escenario de Skull Man me
pareció aborrecible). Aparte, la música que adornaba cada escenario no era tan
impactante como los anteriores (como prueba, los remix de este juego, se afocan
a unos cuantos temas, mientras en los otros juegos, puedes tener remix del
remix de diferentes partes). Curiosamente, las mejores músicas se apreciaban en
los castillos finales, tanto de Cossack como de Willy (sí, el viejito barbón
estaba detrás de todo esto. Resulta que había secuestrado a la hija de Cossack,
Kalinka, y cuando estas por derrotar al doctor, la chica aparece en compañía de
Proto Man, la cual la había rescatado, informando que el mero malo no era su
jefe, sino Willy). Como dato curioso a la música, fue la primera vez que se
cambiaron las músicas para los jefes finales, por lo cual puedes apreciar mejor
el trabajo de los de Alpha Lyra, el grupo musical de Capcom.
Pero
a la par de esto, debo hacer notar que el juego, con este escenario extra, se
volvía bastante largo. Curiosamente, los escenarios del castillo de Willy eran
más sencillos que los de Cossack, pero precisamente, si llevabas un rato
jugando, ya comenzabas a querer lanzar el control a un lado y hacer otra cosa.
Tal vez por eso jamás logré terminar el juego como Dios manda.
Como
dato extra, este videojuego tiene una intro bastante novedosa, donde nos hace
una especie de reseña de cómo es que Rock se convirtió en Megaman. Aquí resalta
que nos pusieron su pelo de color azul, cuando en los créditos, tiene el pelo
negro (cosa que no se decidieron los programadores hasta muy tarde, en cuanto
al look definitivo que tendría el protagonista).
Para
variar, el diseño de arte de la imagen y caja del cartucho tuvo variaciones, en
Japón, América y Europa. Mientras en el continente seguimos con ese arte medio
horroroso, con la cara de Megaman como si fuese un androide con un gesto burlón,
en Japón continuo con el tipo anime muy característico. Curiosamente, en Europa
siempre emulaban a la japonesa, pero en este caso, hicieron una fusión extraña
entre el arte americano y el japonés, donde en lugar de tener ese monillo
horrendo, ponen al Megaman original.
A
título personal, casi he dicho lo básico sobre el juego: es entretenido,
divertido, tiene una buena dificultad, pero la falta de alguna música
característica y algunos escenarios monótonos, hicieron que viera al Megaman IV
como un proyecto un tanto olvidable. Amén de que el abuso del Mega Buster
(obligado por el juego), lo hacía fastidioso por momentos.
Es
curiosa la forma en que llegue a tocarlo por primera vez. Como he comentado, mi
hermano era un gran fan de los videojuegos cuando éramos pequeños y aunque a mí
también me fascinaban, era él quien tenía la iniciativa al jugarlos o
adquirirlos, sea por renta o compra.
Este
juego lo tengo presente en la cabeza, debido a que mi hermano lo alquiló en los
primeros meses que estaba en secundaria. El cambio de grado me significaba
mucho estrés y cansancio por aquel entonces, por lo cual llegaba muerto a la
casa, solo a comer y dormir. En una de esas, me toco ver a mi hermano jugando,
mientras yo estaba tirado en la cama, a media coagulación. Fue hasta una
segunda vez que mi bro alquiló el juego que pude ahora si jugarlo en forma.
Como
dije, en su momento me gusto, pero el fastidio del Mega Buster es cuento de
nunca acabar.
En
conclusión, Megaman IV es un buen juego de la saga clásica. Sin embargo, pese a
la novedad de un nuevo enemigo y un nuevo poder, no consiguió hacerse un
lugarcito en mi corazón como sus antecesores o inclusive el Megaman V. Sin
embargo, no deja de ser un juego con un buen reto que te hará pasar un rato
bastante entretenido.
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Saludos a mi princesa :3, así a quienes gustan del Bombardero Azul.
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