Si alguien hoy en día
menciona o escucha “Starship Troopers”, inmediatamente lo asociará con la
película que hizo el gran Paul Verhoeven en 1997. Pero muchos desconocerán que
este filme está basado en una exitosa novela de los años sesentas, escrita por
un grande de la ciencia ficción, el norteamericano Robert A. Heinlein.
Un servidor paso por lo
mismo hasta hace pocos años y es que cuando me toco ver la película en su
momento, pensé que era una genialidad. Aun hoy en día, pese a lo escueto del
guión, las actuaciones chatas o los efectos especiales ya un tanto desfasados,
me sigue encantando. No solo por las escenas de acción, sino por algunos
diálogos estupendos que se avientan los protagonistas, en especial cuando se
habla de la ciudadanía, el servicio militar y las razones por las cuales uno
pelea en una guerra.
Por ello, me costó
muchísimo adentrarme en el libro que inspiro dicha película. Ya había leído que
los dos productos tenían muy pocas cosas en común y que la obra escrita era
bastante más pesada, llena de descripciones y de referencias. Para colmo,
cuando traté de buscar el libro, al menos en el país, resulta que llevaba ya
años sin ser editado. La única forma era conseguirlo por libro electrónico o en
alguna librería de segunda mano.
Tuvo que venir el podcast
de la “Órbita de Endor” para que me animase a leerlo. El coronel Kurtz hizo una
gran monografía del libro, aunque nuevamente, echando la advertencia de que
este era muuuy diferente a la película, que era ciencia ficción pura y dura, y
que las escenas de acción eran contadísimas. Así que no tardé en descargármelo
en pdf y luego ir a alguna papelería a imprimirlo.
El detalle es que cuando
quise hacer esto último, vino la crisis y tuve que dejar este tipo de
“pasatiempos” para después. En alguna ocasión trate de leerlo en pdf directo a
la computadora, pero jamás he podido concentrarme demasiado cuando frente a la
misma. Tiendo a leer artículos, jugar con los emuladores, escribir un poco,
hacer las reseñas del blog, ver anime, etc. Etc. Léase, todo, menos a lo que
iba. Por suerte, hace unos pocos días, por unas cuestiones laborales, me quede
con una PC que no tenía internet y aparte con un montón de tiempo libre (de
manera relativa). Así que mientras estaba checando la USB o veía si dormitaba
un rato en la silla, me tope con el pdf y comencé a leerlo lentamente. Digo,
dedicarle una hora y luego echarme un “coyote”, como decía mi padre (ventajas
de mi carrera, que me enseño a dormir donde sea y como sea).
Cuál sería mi sorpresa al
ver que luego de 3 horas (con las habituales interrupciones), ya llevaba la
mitad del libro y estaba fascinado con el mismo. En dos días, luego de 6 horas,
logre chutármelo y me dejo con un muy buen sabor de boca. Por lo tanto, la
siguiente entrada, va dedicada a una de las novelas emblemas de la ciencia
ficción: Starship Troopers.
Antes de dar mi crítica a
la novela, vamos a dar una breve semblanza de su autor.
Robert Anson Heinlein
nació un 7 de julio de 1907. Siendo uno de los hijos de en medio de una familia
de 7 hermanos, aunque vivió sus primeros años en Butler, condado de Bates en
Missouri, su familia no tardo en mudarse a Kansas City donde curso los años de
escuela restantes. Desde pequeño demostró ser bastante listo, ya que a los 4
años aprendió a jugar ajedrez, gracias a su abuelo. A los 17 años, fue admitido
en la prestigiosa Academia Naval de Annapolis, donde se graduó como Ingeniero
mecánico. Hizo practicas en el primer portaaviones de la Marina gringa, el USS
Lexington y durante ese tiempo tuvo su primer matrimonio, el cual duró
solamente un año.
Lamentablemente, para
1934, fue licenciado de la Marina, debido a que no pudo pasar los tests médicos,
por una tuberculosis que padeció en aquellos tiempos. De esta fecha, a 1939,
viviendo con una exigua pensión del ejército y casado nuevamente, se dedico a
hacer un montón de cosas, incluyendo la carrera de escritor. Envió sus primeros
trabajos a una renombrada revista de ciencia ficción para 1939 y fue durante
estos dos años, que comenzó a ser reconocido en el campo. Sin embargo, a raíz
de la Segunda Guerra Mundial, decide entrar al servicio. Nuevamente es
rechazado por su condición y se vuelve ingeniero civil, pero sirviendo en una
fábrica que surtía de materiales al Ejército. Tan pronto acaba la guerra,
Heinlein vuelve a las andadas en la escritura, por lo cual, luego de varios
intentos, finalmente acaba escribiendo para el Saturday Evening Post, una
prestigiosa revista de aquellos años. El autor se enfrascó en una serie de
libros juveniles, pero la ruptura de su segundo matrimonio lo deprimió un tanto
(su entonces pareja era alcohólica), hasta que conoció a su tercera esposa, la
cual le duraría toda la vida y que aparte sería una gran colaboradora en sus
trabajos.
El hombre en sus
siguientes años, ganaría al menos 4 premios Hugo, tendría reconocimientos de
importancia y llegaría a ser el autor de ciencia ficción preferido entre los
gringos, superando inclusive a Asimov y C. Clarke. Entre sus otras obras más
exitosas, están “La Luna es una cruel amante”, “Forastero en Tierra extraña”,
“estrella doble” y por supuesto, “Starship Troopers”.
Lamentablemente, para los
años setenta, Heinlein acarraría problemas de salud importantes, inclusive una
peritonitis en 1972 que casi le costaría la vida. Aunque continuo escribiendo,
ya no sería el mismo de antes y finalmente, fallecería el 8 de mayo de 1988.
Sus cenizas, se esparcirían en el Océano Pacífico a bordo de un buque de la
armada.
Con este extracto, uno
puede darse una ligera idea de las intenciones con las cuales fue escrito
“Starship Troopers”. El susodicho sería publicado mediante entregas en The
Magazine of Fantasy & Science Fiction, entre octubre y diciembre de 1959.
Justo a finales de aquel año, se editaría en formato de libro. El libro fue
bien recibido por la crítica especializada, al grado que en 1960 gano el premio
Hugo. Sin embargo, muchos lectores comenzarían una serie de cuestionamientos y
críticas sumamente feroces hacia ciertos temas que trata el libro, al grado que
20 años después, el propio Heinlein diría que muchas cartas de sus lectores,
eran agrias replicas a Starship Troopers.
¿De qué va el libro? En un
futuro no tan lejano, la humanidad se ha constituido en una suerte de
Federación interplanetaria. Los gobiernos antiguos han sido abolidos y el
estado, de corte militar, es el rector de la vida diaria. El argumento se
enfoca en las aventuras de John Rico, un estudiante de preparatoria que decide
hacerse ciudadano, mediante el acceso a la academia militar. Debido a su
rendimiento, entra a la Infantería Móvil, donde a través de su entrenamiento,
comienza a cuestionar y analizar varios de las paradigmas que han formado a la
dichosa Federación: el sufragio, la valentía cívica, el castigo hacia los
criminales, así el mismo servicio militar. Todo esto adosado en medio de una
guerra que tiene la civilización humana contra un grupo de extraterrestres que
son llamados “Chinches”.
El argumento se puede
dividir en las siguientes subtramas: las dudas de Rico si entrar o no al
Ejército. Luego su estadía durante la Infantería Móvil. Su graduación y luego
lucha que tiene en el planeta Klendathu, su alistamiento en la nave Rodger
Young, luego su decisión de convertirse en oficial y finalmente su estadía
durante la escuela de oficiales, para ser asignado como teniente de la
Infantería Móvil en la dichosa Rodger Young.
Lo primero que tengo que
decir del libro, es la visión particular con la cual está impregnado y lo que
ha motivado hasta hoy en día, las críticas más vehementes contra el mismo.
Heinlein, a través de su protagonista, muestra sus ideas de cómo sería un mundo
utópico: con alto crecimiento y nula delincuencia. Para esto, el autor se vale
de varios cambios de paradigma que ocurrieron en un mundo cercano al nuestro y
donde el ser humano tuvo que afianzarse de varios valores que se podrían tachar
de ultraderechistas a fascistas: primero, el estado es lo más importante y para
accesar a él, debes convertirte en ciudadano. ¿Y cómo hacerlo? Mediante el
servicio militar. Aquí el autor critica la pobreza de las libertades civiles y
como la sociedad no militar ha llevado al fracaso que inclusive vemos
actualmente. Otro punto es que exalta el servicio militar sobre todas las
cosas, en base a que solamente el sudor y la sangre pueden hacer que uno valore
lo que tiene enfrente. En base a lo
anterior, también critica de manera vehemente la delincuencia en nuestros
tiempos y como esta ha ido progresando, en base a una visión laxa y hasta
patética de la educación, no solamente a los hijos, sino a los otros pares.
Aunque el libro me gustó y
mucho, no puedo negar estos 3 puntos de importancia. Sí, Heinlein hace una
exaltación enorme del militarismo, también es sumamente duro con la sicopatía y
como esta es originada por la sociedad, no tanto por una cuestión genética y
también que la ciudadanía es una obligación, más que un derecho. Siendo
objetivos, este tipo de visión la comparten muchos conservadores y gente de
ultraderecha, inclusive con cierta tendencia fascista. Sin embargo, no podemos
ser tan duros con el pobre autor. Él vivió en una época donde este tipo de
cuestiones no eran discutidas y al contrario, daban resultados. Aunque hoy en
día se aboga por una mayor libertad en todos sentidos, he visto con tristeza
que muchas de las teorías absolutistas del autor, serían el remedio de muchos
males. Mi profesión me ha permitido ver que el excesivo consentimiento a los
derechos, la permisividad y la falta de un trabajo digno, hace que la gente no
aprecie lo que tiene en sus manos. Se podría decir, que la situación que viví
estos días, es como si fuese el protagonista, dentro de la Academia Militar
(por lo cual me impacto de sobremanera) e inclusive el autor lo dice, mediante
el coronel Dubois: “si usted no ha luchado por ganar algo, no se sentirá a
gusto. En cambio, si pelea por ello, lo tendrá siempre presente”.
Y aquí es donde difiero
con la mayoría de los críticos “hippies” de este libro, que cuando ven un
estado autoritario, militarista y bastante duro, sacan las garras. Si se han
detenido a leer cuidadosamente, el autor explica el “por qué” de todo. Lo hace
con tal puntualidad, que a un servidor, estuvo a punto de convencerlo (aunque
no estoy de acuerdo con muchas ideas, en especial con la crítica que hace al
“valor” y no económico, sino la apreciación de las cosas. Ese valor es un
concepto bastante derechista y hace ver a las personas egoístas, aunque no voy
a negar que no está muy alejado de la realidad) de irse a la academia más
próxima y proclamar mil odas a mi unidad y al estado. Esto fue lo que me
encanto del libro, porque Heinlein es un autor de ciencia ficción dura. Sin
embargo, con sus comentarios y argumentos hace posible ese mundo de una manera
muy fidedigna. Si a eso agregamos una prosa ligera, basada más en los diálogos
que en unas contextualizaciones enormes y sosas, el libro realmente es
divertido y muy ameno.
Aparte, el autor sabe
alternar momentos de acción, con situaciones altamente militares, con otras que
nos dedica a explicar cómo se conformo el mundo donde vive Rico y compañía. El
protagonista tiene su carisma, pero lo sorprendente del mismo, es la evolución
que va experimentando. Pasa de ser un civil preparatoriano común y corriente,
que crítica y cuestiona severamente el mundo que le rodea, a ser un oficial de
la Infantería Móvil, bien adoctrinado, pero sobre todo, enamorado de su
trabajo. La transformación no es gratis, uno mismo la va experimentando con él.
Pasas de odiar el horrendo sistema militar a amarlo en cierto modo. Claro, a
otros más anarquistas no les pegara, pero en mi situación, demuestra, que pese
a que todo mundo me tacha de “contreras”, en el fondo adoro un tanto la disciplina
y el mando.
En conclusión, Starship
Troopers es un libro ameno, divertido en cierta manera, muy instructivo y que
sabe impregnarte de tal manera que terminas metido dentro de ese mundo, de una
manera u otra. Sin embargo, recomiendo que sea leído de manera abierta. Si vas
con la idea de contradecirlo o de sentirte ofendido por las cuestiones que
trata el autor, lógico, saldrás despotricando contra él. Pero si te detienes a
leerlo cuidadosamente, verás que muchas de las críticas del autor tienen su razón
de ser. Y es tal vez allí donde radica un tanto “lo pesado” del mismo. Hay que
saber algo de historia, así de política como de economía para entenderlo, así
comprenderlo, pero sin pasarte de tueste, porque inclusive Heinlein hace una
crítica severa a Marx, pero lo hace desde un punto de vista más civil y
campirano, cuando la teoría comunista del barbón (como le dice Heinlein en el
libro), es mucho más amplia y tiene connotaciones no solo de billete, sino
también políticas y de filosofía. En fin, tienes que tener cierto bagaje, ya
que sin este, la obra puede hacerte adorar lo que está allí o de plano sentirte
ofendido, en especial con otro “tópico” que trata y es la evolución. Heinlein
se apega estrictamente a esta y ve a los seres humanos en la cúspide de la
misma, llegando a relegar a otras especies (como las Chinches o los huesudos) a
papeles de risa. Razón tal vez por la cual también le llovieron muchas críticas
por racista o sexista (aunque ojo, las mujeres tienen un papel preponderante,
aunque de repente el autor se pase con sus comentarios de “si no has visto una
mujer pasar frente a ti y sentirte atraído, es que no eres humano”).
En definitiva, “Starship
Troopers”, es un libro altamente recomendable. Se lee fácil, por su narrativa,
aunque como dijo el coronel Kurtz, es necesario echarle un par de leídas a los
momentos donde los personajes se tornan filosóficos. La acción es poca,
comparada a la película, pero esta no importa cuando ves el entrenamiento de
Rico, así la transformación que va sufriendo para convertirse en un oficial de
primera línea. Aquí los personajes no son tan carismáticos, pero las
situaciones, así momentos que van pasando, el autor los hace brillar de manera
formidable.
Es un relato harto
interesante, harto emocionante, harto instructivo. Y debo decir, a mi opinión
personal, que es de lo mejor que he leído en los últimos meses.
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Saludos a mi mujer ^^, así a quienes gustan de este tipo de libros.
Termino de leer tus comentarios sobre el libro que tan gustosamente acabo de terminar de leer. Me pareció de lo más entretenido y fascinante. A pesar de esas críticas que se le hacían a Heinlein, yo venía persiguiendo las obras de los grandes escritores de C. Ficción y conseguí un ejemplar viejo del libro, y realmente considero que valió la pena. Siendo mujer y que se tratara sobre guerras y preparaciones militares fue de lo más dinámico y disfrutable. Ahora que estoy tomando vacaciones de A. Clarke, creo que voy a seguir con otro título de Heinlein, probablemente "Estrella Doble". Saludos.
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