lunes, 29 de octubre de 2012

Batalla de Moscú: el primer tope para Hitler

¿Por que hacer tres partes de la Operación Barbarroja?

 La respuesta es que este enfrentamiento fue un preambulo de lo que sería el liderazgo de Hitler y Stalin en un futuro.

 Hitler había iniciado de manera triunfal las hostilidades. La Wehrmacht, bajo su liderato, se había convertido en el mejor ejército del mundo en cuestión de dos años, poniendo de pie a cualquier nación que se le había enfrentado. Fue tal su impacto, que inclusive puso al Ejército Rojo contra la pared hasta el otoño de 1941.

 En cambio, Stalin, había desperdiciado en los primeros meses de la guerra, al menos a 2 millones de soldados y el doble de civiles, en una serie de maniobras infructuosas y de pobre capacidad militar. El dictador soviético estaba pagando el precio de sus purgas de la decada pasada, donde miles de oficiales bien entrenados como el mariscal Tujachevski, habían muerto por el simple indicio de ser contrarios a la ideología stalinista.

 Sin embargo, la batalla a los pies de la capital moscovita, vino a darle un giro de tuercas que nadie en ese momento, hubiera podido predecir.


La Batalla de Moscú (ruso: Битва под Москвой, tr: Bitva pod Moskvoy; en alemán: Schlacht um Moskau) es el nombre dado por los historiadores soviéticos a dos periodos de lucha estratégicamente significativos en un corredor de 600 km del frente oriental durante la Segunda Guerra Mundial. Estos episodios tuvieron lugar entre octubre de 1941 y enero de 1942. El esfuerzo defensivo soviético había frustrado la estrategia de Hitler de tomar la ciudad de Moscú, capital de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y su ciudad más grande, y que era considerada el primer objetivo militar y político de la fuerzas del eje para la invasión de la Unión Soviética.

La estrategia ofensiva alemana denominada Operación Tifón tenía como estrategia la puesta en práctica de dos ejército en un movimiento de pinza. Un ejército, formado por los 3º y 4º ejércitos Panzer atacaría al norte de Moscú contra el frente de Kalinin, cortando simultáneamente la vía Moscú - Leningrado. El otro ejército se dirigiría al sur del óblast de Moscú hacia el frente occidental soviético, al sur de Tula con el 2º ejército Panzer, mientras que el 4º ejército avanzaba directamente hacia Moscú desde el oeste. Una operación adicional con el nombre en clave Operación Wotan se había incluido en la fase final de la ofensiva alemana.

Inicialmente, las fuerzas soviéticas realizaron una estrategia defensiva del óblast de Moscú mediante la construcción de tres cinturones de defensa, desplegando reservas recién reclutadas y también trayendo tropas de Siberia y del distrito militar del lejano oriente. Subsecuentemente, a medida que lograban detener la ofensiva alemana, comenzaron a ejecutarse contraofensivas estratégicas soviéticas y operaciones ofensivas de menor escala para forzar a los ejércitos germanos a posicionarse en los alrededores de las ciudades de Oryol, Vyazma y Vítebsk, estando cerca de rodear tres ejércitos alemanes en el proceso.



Ya se había hablado de la toma de Smolensk, que era la ciudad que "flanqueaba" la entrada a Moscú. Hoy en día, la ruta que siguen los coches, camiones o trenes, es precisamente por esta carretera, que inclusive Napoleón siguió para llegar a la otrora capital de los zares.

Pese a la Rasputiza, la famosa lluvia previo al invierno, que convertía los caminos en estanques de lodos y a los intentos de Zhukov de frenar a los ejércitos alemanes, estos consiguieron con la captura de Smolensk, también cercar a 600,000 soldados rusos.


 Aun con esta dolorosa derrota, la Wehrmacht se había vuelto lenta y esto le dio oportunidad a Zhukov para llamar reservas desde el Lejano Oriente, luego de saltar las paranoias de Stalin, que temía un ataque sorpresa por parte de los japoneses. Sin embargo, gracias a los espías soviéticos en Tokio, se había desmentido esta noticia. En realidad los japs atacarían a otro "coloso", pero eso ya forma parte de otra historia.

 Hitler consulto con von Brauchitsch, jefe de las operaciones que estaba en Berlín, así como con el general Von Bock, líder del grupo de ejércitos Centro, sobre que medidas tomar. Pese a la disminución de la movilidad, el ataque preferido era el movimiento de pinzas, que tanto le había dado resultado a los alemanes. Nuevamente, el "rápido" Heinz (Guderian) sería el encargado de tomar Tula y luego rodear con sus tropas, a la capital moscovita.
 Por otra parte, ya Moscú se había fortalecido a nivel defensivo. Había creado al menos 3 anillos concentricos, que estaban, no solo llenos de barricadas y diques antitanques, sino también con puestos de ametralladoras y de soldados para entrar en relevo cuando uno de los anillos cayera. Para evitar que los soldados se fatigaran en estas labores, la mayor parte de la población civil de Moscú fue llamada para realizar estos preparativos, lo cual amalgamo más la unión entre el pueblo y el ejército.
 Aparte, las autoridades de la ciudad comenzaron a evacuar a la mayor parte de la población no apta para el combate, así como miles de fabricas hacia el Este. De una población de 4 millones y medio, la ciudad se despoblo a solo dos millones. Sin embargo, estas maniobras provocaron el pánico entre la gente, ya que se creía que Moscú estaba por caer o ser dada en sacrificio a los alemanes.
 El anuncio de Stalin de que se iba a quedar en la capital, pese a que la momia de Lenin había sido evacuada, estabilizo la situación y afianzo la confianza de la población en su líder.


 Para rematar esto, Stalin le pidio a sus generales que quería organizar el desfile de la Revolución como si nada. Sus allegados, desde Rokossovsky hasta Zhukov se opusieron a esto, ya que un ataque a medio desfile, podría ser perjudicial y contraproducente. Sin embargo, se impuso el criterio de Stalin y finalmente, 20 batallones que fueron juntados con rapidez, desfilaron por la plaza Roja, bajo una extensa cobertura aérea, ante la algarabía de la gente y tan pronto terminaron, se fueron directamente al frente.

La batalla por Moscú comenzo oficialmente el 17 de noviembre. Guderian, con su marca característica, tomo Tula luego de duros combates, inclusive tomo como cuartel general, la "dacha" de Tolsoi, afueras de la capital.
Posteriormente, cayeron varios poblados que circunvecindaban Moscú, pero el general "Barro" había dado paso al General "Invierno", que ya había derrotado a las "Águilas Reales" de Napoleón.
 Aunque al principio, el invierno fue bien recibido por los alemanes, ya que los caminos se habían endurecido nuevamente, rapidamente las temperaturas bajo cero, no solo dañaron a los propios soldados, sino también el equipo, en especial las armas, que se congelaban o se trababan en los peores momentos, así también utensilios como la comida, se volvían de piedra literalmente. Hitler jamás había tomado en cuenta que sus tropas pelearían en pleno invierno ruso, por lo cual la intendencia tardo en traer uniformes adecuados.


 Por otra parte, las tropas que había solicitado Zhukov del Lejano Oriente, eran divisiones siberianas, consideradas no solo de élite, sino también bien aclimatadas al combate en terrenos congelados. 20 de estas, al menos fueron puestas como último refuerzo en los linderos de Moscú y rapidamente demostraron su valía, frenando en varias ocasiones a Guderian y sus experimentadas divisiones panzer.

 Aun pese a esto, Guderian logro llegar al río Klin, a solo 120 kms de Moscú. Inclusive, avanzadas de sus divisiones llegaron a divisar las cupulas de las iglesias de Moscú, pero los duros contrataques de las divisiones siberianas y de voluntarios moscovitas, volvieron a frenar a Guderian de manera brutal, inclusive hacerlo retroceder por momentos. Aquí destaco los sacrificios de los rusos, llevados al extremis y de una manera héroica, destacando el general Iván Panfilov, que llegaría a ser subalterno de Rokossovsky y que en una ofensiva casí suicida, murió por efecto de pedazos de una metralla.

 Esto provoco la ira de Hitler, ya que Guderian había pedido refuerzos de manera desesperada y aunque se los habían cumplido. Von Kluge y Von Bock habían abogado por un retroceso organizado para mantener la línea y formar cuarteles de invierno.
 El berrinche de Hitler le costo la salud a su jefe de operaciones, von Brauchitsch, que había pensado como sus subalternos en el frente y también se había decantado por un descanso. Después de esto, Hitler opto por dirigir al Ejército a su propia manera.


Entre tanto, Zhukov había visto un resquicio: gracias a los efectos del general Invierno y a la dureza de los combates, se había visto una vulnerabilidad en la Werhmacht. Aprovecho este momento para lanzar a la preciosa reserva siberiana, que en cuestión de dos semanas, hicieron retroceder a las tropas alemanas, entre 100 a 250 kms, recuperando las ciudades de Tula y Kalinin.

 Fue cuando los generales alemanes abogaron por una retirada ordenada, pero Hitler temiendo repetir los pasos de Napoleón, se aferro a que la Werhmacht siguiera peleando sin retroceder. Aun hoy en día esta decisión es motivo de controversia. No se sabe si Hitler realmente veía que los rusos iban a agotarse por el esfuerzo (ya que ellos también sufrieron por los efectos del duro Invierno, que había sido el peor en 50 años) o era pura obstinación.
 Esto provoco a la larga, que los alemanes pudieran reorganizarse de mejor manera y finalmente estabilizar el frente en abril de 1942.

 Lamentablemente, Stalin, viendo esta victoria, trato de ampliar la ofensiva, lo cual volvió a provocarle errores muy costosos, tanto a nivel vidas como armamento.
 Pero eso, es otra historia.

 La batalla de Moscú, lejos de ser como Stalingrado o Kursk, fue la primera derrota que los soviéticos le impusieron a los alemanes. Al fin, la Werhmacht había encontrado un oponente digno, y no tanto por sus cualidades tácticas, sino por la cantidad de elementos que podía poner la URSS a su disposición.
 Hitler creía que la URSS era como un edificio viejo, que a la primera patada, se caería en pedazos. Sin embargo, no conto con el espíritu de lucha del pueblo ruso ni su impresionante cantidad de divisiones que podía poner a su disposición, que termino desmoralizando al soldado alemán promedio.

"Es increíble, terminamos con una división, pero cuando al día siguiente, otra ya esta en su lugar. ¿Es que nunca se acaban?"

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Saludos a mi princesa ^^, así a quienes gustan de la Segunda Guerra Mundial.

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