¿Por qué recordar glorias pasadas?
Desde que estoy casado, mi furor por los deportes ha disminuído y me he hecho de una actitud más crítica al respecto. No en vano, cuando me pongo a gritar frente a la televisión y la dueña de mis quincenas me mira como si me hubiera vuelto loco, le quita a uno algo de empuje.
Sin embargo, aun con esto, no deje de disfrutar la última victoria que tuvo México y de importancia, que fue el Mundial sub-17 que se realizó en nuestro país el año pasado.
Ciertamente México gano los Panamericanos la medalla de oro, ciertamente se gano el pase a las Confederaciones, ciertamente se gano el torneo de Toulon, pero solo la actuación que se le acerca a este mundial, fue el tercer lugar que logro la selección Sub-20 en Colombia y antes de eso, el anterior campeonato mundial sub-17 conseguido por Gio, Vela y compañia en Perú en el 2005.
Y toda esta historia, comenzo con un gol en contra de los mexicanos en el partido inaugural, a principios de enero del año pasado.
La Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2011 (FIFA U-17 World Cup México 2011, en inglés) fue la XIV edición de la Copa Mundial de Fútbol Sub-17 y tuvo como sede a México. En el certamen participaron jugadores de la categoría Sub-17.
El torneo estuvo compuesto por dos fases: la primera se conformó de 6 grupos de 4 equipos cada uno, avanzando a la siguiente ronda los dos mejores de cada grupo y los cuatro mejores terceros lugares. Los 16 equipos clasificados conformaron los octavos de final en los que el número de equipos se redujo a 8 para cuartos de final, a 4 para semifinales y por último a 2 para la final en el Estadio Azteca de la Ciudad de México.
Como hechos destacados estuvieron las primeras participaciones a nivel internacional de la selección de Ruanda y el debut de Panamá, Dinamarca y Uzbekistán en la competición, además de la ausencia de los 4 primeros lugares del torneo anterior (Suiza, Nigeria, España y Colombia) quienes fueron eliminados en las clasificatorias.
Me toco el primer partido mientras iba camino a visitar a mi familia política. Como iba en el bus, mientras mi esposa dormía, hice una rabieta, cuando Corea del Norte asesto el primer trancazo.
A diferencia de la "talentosa" selección del 2005, esta se consideraba inferior en muchos sentidos, ya que no se contaba con una figura de alcance como Gio o Vela, aparte de que el "potro" Gutiérrez, era un debutante como técnico de selecciones y su trabajo no había sido tan enfático como el de Jesús Ramírez.
Por un momento, mis peores temores se iban a hace realidad, ya que se jugaba en suelo patrio y ya se iba perdiendo.
Pero Fierro enderezo el camino casí a terminar el primer tiempo y luego de un autogol coreano en el segundo tiempo con un tercer gol del que sería el jugador del momento, Casillas, lograrían enderezar la nave.
Luego de esta victoria, se vinieron dos buenas victorias, pero bastante sufridas ante Congo y Holanda, en especial esta última, donde México llego a estar en ventaja de dos goles para luego ser empatado, pero meter un tercero salvador que le daría los tres puntos a México y un invicto en la fase de grupos.
La defensa se veía medio enclenque, pero la delantera había mostrado ya buena polvora, a cargo de Fierro, Espiricueta y el talentoso Casillas, que con sus recorridos en la lateral, metía pánico en las defensas contrarias.
El primer escollo de México fue la selección de Panamá, que aunque se veía como un oponente a modo, un primer gol tempranero hizo ilusionar a todos y la reafirmación de un segundo, llevo a la selección a cuartos de final, contra un rival que era mucho más díficil: Francia.
El anterior partido lo pude ver con mi esposa, pero el segundo estaba en clases y fue cardíaco, ya que mientras la doctora nos explicaba de terapia cognitiva conductual, mi esposa me enviaba mensajes con lo que sucedía al partido. Casí sali corriendo de clases para ir a una tiendita cercana, donde se veía el final del partido. Me enteré que México había ganado 2 a 1, en un partido bastante épico, ya que aunque los nacionales se habían adelantado, Francia había empatado casí a casí, México había descontado al inicio del segundo tiempo y había luchado como fiera por mantener la ventaja.
Lo que nadie creía, se había hecho realidad. México, con un equipo no tan poderoso, había logrado acceder con más garras que talento a las semifinales.
Sin embargo, el rival estaba cantado y era casí invencible: Alemania.
7 de julio. Día de guardia y para colmo, con clases en la tarde. Me fui del hospital eufórico, porque México había marcado gol casí iniciando, pero poco después, Alemania habia empatado. El primer tiempo fue 1 a 1.
Sin embargo, cuando llegue a donde eran las clases, me entere con desilución que Alemania había anotado, producto de un error defensivo.
Esto sepulto mis esperanzas por un buen rato, así que me puse a errar alrededor, tratando de evitar ver más la televisión. Solo escuchaba gritos ahogados y frustración cuando pasaba alrededor de una tienda o negocio.
Finalmente, fastidiado, me metí a un cyber y comence a tratar de distraerme en algo. Pero cuando iba a entrar, escuche al dueño gritar "gol". México había anotado y se empataba el encuentro.
Allí seguí en el cyber, más leyendo wikipedia o simplemente ansioso, cuando iba a salirme para ir a clases, se escucha un "gooool" que resono por todo alrededor. México había anotado casí al terminar el partido y había pasado milagrosamente a la final.
Ya luego me entere, que realmente había sido heroico el partido. México había empatado de gol olímpico, pero Gómez se había abierto la cabeza en la acción. Había regresado, todo vendado, al partido y justo al minuto 90, había anotado de una chilena, lesionado y todo. Como fue dicho después: un partido digno de los Supercampeones.
Aunque uno podría decir que la emoción se acabo con este partido, en realidad quedaba la gran final, en el Estadio Azteca.
Nuevamente, visitando a mi familia política, aquel 10 de julio, venía de regreso con mi esposa en el bus, platicando y viendo la pelicula, cuando de repente, el conductor paro el sonido de la película y puso el sonido de la radio a todo volumen, mientras se gritaba "goooool".
Me puse a brincar en el asiento, mientras mi esposa solo entornaba los ojos, para luego darme palmaditas. Casí el camino de ida a la casa, lo hice con los nervios hechos trizas.
Pero al llegar, prendí la tele y ví como Casillas se escapaba y metía el segundo, que catapultaba a México al campeonato.
Esto entre las celebraciones de los jugadores, entre los gritos de furia del Potro, que parecían sepultar todas las malas críticas.
Ese día, México volvió a ser campeon mundial sub-17. Se erguía como bicampeon y el país volvía a saborear algo de felicidad luego de un tiempo tan amargo, marcado por la violencia.
Y de esto, ha pasado un año. Lamentablemente, como se ve en el futbol mexicano, muchos talentos de esta selección, aun no despuntan y otros ni siquieran han debutado en primera división.
Sin embargo, el recuerdo de aquellas victorias aun permanece fresco. Bueno, al menos en un servidor.
Saludos a mi princesa :3, que me aguanto durante todo ese mes, gritando y echando porras, así a quienes gustan del buen futbol.
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