En 1993, el reportero Fernando Schwartz con el cronista Orlando Duarte publicaron un libro que fue muy publicitado en aquellos tiempos: México, Todas las Copas del Mundo (Editado por McGraw Hill). Este hubiese pasado de desapercibido pero luego de la "locura" del Mundial realizado en Estados Unidos 1994, mi hermano y yo nos hicimos hinchas del fútbol de tiempo completo (aunado también al furor de los Supercampeones). En una de esas, mi padre logró obtener un crédito para comprar libros por 100 nuevos pesos y así mi hermano pudo conseguir el mencionado libro de Schwartz que estaba en rebaja en la librería Cervantes (la rival de la "Canasta", ya mencionada en otro post).
Así que al fútbol no entre por los partidos, sino por los libros y debo decir que las experiencias relatadas en él me hizo bastante pambolero. Aprendí datos de Pelé, Maradona, Zico, etc. etc. y de las estadísticas que rodeaba al deporte más bello. Allí vi que el fútbol era como la vida misma y que tenía cosas malas pero también buenas. Irónicamente, una serie de fútbol japonés, Goal FH (Goleadores, como fue conocida por su doblaje), me lo reforzó cuando en sus primeros capítulos hablaron de la Tragedia de Doha, donde Japón fue empatado de último momento y perdió su chance de ir al Mundial.
Con motivo de las eliminatorias que ahora están por todo el mundo, fue como decidí hacer esta entrada, hablando sobre siete momentos enormes, felices pero igualmente tristes que hubo en el fútbol, no solo actual, sino desde su misma creación, esto en un partido de fútbol.
-El Maracanazo (Brasil vs. Uruguay, final de la Copa del Mundo 1950).
Hace un poco más de un año, falleció Edgardo Ghiggia, el último superviviente de la generación uruguaya que venció a Brasil en su propio estadio y en su propio Mundial hace 76 años. Aunque muchos quieren decir que el Mineraizo (del cual hablaremos más adelante) fue espectacular y triste, lo fue más este evento. Brasil se estaba convirtiendo en una potencia futbolística para principios de los años cincuenta y su influencia en la FIFA estaba creciendo, al grado que se le ofreció la organización del Mundial de 1950 y que marcaba el reinicio de la justa luego de la Segunda Guerra Mundial. Brasil las tenía todas consigo. No solo los equipos europeos estaban debilitados por la guerra, sino que el fútbol brasileiro ya estaba haciendo escuela y claro, eran locales. Inclusive fue construido el Maracana, el estadio más grande del mundo, con capacidad para 200,000 personas. Nadie dudaba que la Copa sería del equipo verdeamarela.
La ronda final lo confirmaba. Cuatro equipos accedieron a ella y Brasil paso como primer lugar con dos victorias. El último partido era con Uruguay y aunque no fuese una final, se veía así, ya que bastaba un empate de los locales para alzarse con el trofeo. Y esto pareció cumplirse cuando iniciando el segundo tiempo, Friaca adelanto a los suyos. El estadio y el pueblo brasileño bailaba samba, ya que se necesitaba una remontada para perder el título. Desgraciadamente eso ocurrió y al minuto 67, Schiaffino metió el del empate. El festejo se paro y la gente tenía miedo, ya que Uruguay se iba con todo al frente. Precisamente, Ghiggia metería el gol de la victoria 12 minutos después con un disparo cruzado. Brasil trato de reaccionar, pero se vieron rebasados y ya no pudieron hacer nada. Mientras el capitán Ghiggia levantaba el trofeo, la gente lloraba, inclusive hubo suicidios. Aunque la tragedia no puede olvidarse, se dice que Pelé, de 11 años, vio llorar a su padre y por ello le prometió ganar la Copa para él. Cosa que se cumpliría 8 años después.
-El Milagro de Berna (Alemania vs. Hungría, Copa del Mundo 1954).
Los magníficos Magliares, la selección húngara, era el equipo sensación de principios de los años cincuenta. Con unos jugadores talentosos y un sistema de juego novedoso, habían arrollado a sus rivales sin temple o misericordia. Una de sus víctimas más famosas fue Inglaterra, que perdió 6 a 3. Por tal motivo, Hungría llego como favorita a disputar la Copa del Mundo realizada en Suiza, más cuando despacho a sus rivales de la fase de grupos de forma fácil (incluida a la selección alemana, que regresaba a disputar una Copa del Mundo) y más las eliminatorias donde venció a los otros dos rivales de consideración, Brasil y Uruguay. Así accedieron a la final donde se volverían a ver a las caras con Alemania, que había tenido un trayecto un tanto más sencillo.
La final, realizada en Berna, parecía otro triunfo fácil, cuando en menos de 10 minutos, los húngaros se fueron arriba 2 a 0. Sin embargo, los teutones comenzarían a crear su propia fama de imbatibles y en otros 10 minutos supieron responder los ataques con un espeluznante 2 a 2. El partido se torno en un ida y vuelta, pero Helmut Rahn, a 6 minutos del final, metió el 3 a 2 que dio la voltereta. Hungría, agotada y lastimada por los anteriores encuentros, ya no pudo remontar. Alemania se coronaba por primera vez como campeona del mundo y su fama iría creciendo. Esta victoria les permitió volver a un plano internacional y darle un empuje a su maltrecha economía como reputación.
No obstante, hoy en día, los rumores de un supuesto dopaje a los jugadores alemanes sigue estando en boca de todos, aunque esto nunca pudo ser probado. Lamentablemente, Hungría ya no volvería a ser el mismo de antes, porque dos años después, el equipo sería disuelto debido a la invasión de URSS a su nación y con la diaspora que hicieron sus jugadores más emblemáticos.
-El partido del Siglo (Alemania vs. Italia, Mundial México 1970).
El Mundial de México 70 fue de los últimos que ofreció un fútbol espectácular y lleno de ofensividad. A partir del siguiente, los sistemas defensivos y tácticos comenzarían a dominar el panorama y las goleadas quedarían ya como algo anecdótico. En una de las semifinales, llegaron los equipos de Italia y Alemania. Este último venía con una generación espectacular, comandada por el gran Franz Beckenbauer y su goleador estrella, Gerd Muller. En el otro, aunque Italia no tenía un equipo tan poderoso, destacaba Boninsegna, Riva y Mazzola. Sería el último gran equipo ofensivo azurri antes de que entraran al estilo del Catennaccio.
Pese a los pronósticos, Italia comenzó ganando 1 a 0 con gol de Boninsegna y parecía que así acabaría el partido, pero Schnellinger anoto el empate en el minuto 90. Ambos equipos estaban muy golpeados, en especial Beckenbauer que salió un momento del campo con el brazo dislocado. Sin embargo, sin opciones de cambio, el Kaiser salió con el brazo entablillado, haciéndose icónica dicha imagen. Los tiempos extras se convirtieron en una auténtica locura. Alemania, con el impulso del empate, anoto el segundo por medio de Gerd Muller. Italia no se amedrento y en 10 minutos anotaron Burgnich y Riva. Sin embargo, el incombustible Muller volvió a las andadas y decretó el 3 a 3. Tuvo que venir Rivera, un minuto después, para lograr el 4 a 3. El partido fue considerado una proeza en el ataque donde ambos equipos se lanzaban al frente sin importarles que, emocionando a los fanáticos al tope. Finalmente, Italia acabaría ganando pero la victoria sería pírrica, ya que los jugadores llegarían extenuados contra Brasil que a la postre se convertiría en tricampeón.
-Roger Milla (Colombia vs. Camerún, Italia 1990).
Roger Miller o conocido como Milla, ha sido uno de los jugadores más emblemáticos de la Copa del Mundo. Aunque no gano ninguna copa con los Leones indomables, fue el primero que abrió las puertas para el fútbol en el continente negro y la selección de Camerún se volvió uno de los rivales más potentes y que dio paso a otras naciones como Nigeria o Egipto al panorama internacional. Milla pudo ser aun más grande y era un delantero letal, pero la mala experiencia en el Mundial de 1982, donde al menos le fueron anulados dos goles, margino al país por 8 años de las justas hasta que volvió en Italia 90 pero con 38 años, llegando a jugar solo parte del segundo tiempo. No obstante, Milla mostraría su talento en esos pocos minutos y de que forma.
Para la fase de grupos, Milla entro en el partido contra Rumania que estaba a ceros y metió dos goles en los últimos minutos que le permitió vencer a los balcánicos que eran comandados por el gran Georg Hagi. Esto le permitió clasificar como primera de grupo y enfrentar en los octavos de final a Colombia que también traía una generación genial, comandada por el Pibe Valderrama. Sin embargo, Higuita, el portero sudamericano venía envalentonado y luego de recibir un gol, trato de sumarse al ataque, lo cual aprovecho Milla para volver a vacunarlo. Aunque Redín anotó el descuento, ya no fue suficiente y el legendario Roger llegaría a unos cuartos de final por primera vez. Sin embargo, ya no lograrían superar el escollo inglés y quedarían eliminados nuevamente en tiempos extras.
-La Agonía de Doha (Japón vs. Irak, eliminatorias para Mundial 1994).
Uno de los momentos más agónicos y trágicos en la historia del fútbol japonés. Ampliamente recordado en animes y mangas por su contexto histórico. Aquí de plano me voy a explayar, así que ustedes perdonen.
La primera vez que supe del incidente de Doha fue por un periódico. A finales de 1993, mientras acompañaba a mi madre al mercado, me quede en el coche y para no aburrirme comencé a leer un diario que mi padre había dejado allí. Llegué a la sección de deportes y allí hablaban sobre las eliminatorias que habían concluido en Asia, donde hablaban de la dolorosa eliminación de Japón ante Irak. Como no entendía porque un "empate" había provocado eso (aun no sabía sobre diferencia de goles), me quede bastante confundido. Fue tres años después cuando se volvió a tocar dicho evento en el prologo de "Goleadores" donde vemos a Ikaro, Rei y demás personajes viendo el partido con una mezcla de alegría y luego de tristeza. Un año después, Captain Tsubasa J rememoraría dicho evento con una repetición de dicho partido, pero esta vez con Oliver Atton (Tsubasa Ozora) metiendo el gol del gane y la clasificación al mundial de Francia 1998.
Japón había tenido un ascenso espectacular a principios de los noventas, al grado de fundar su propia liga (la J-League) y por primera vez, estaba cerca de estar en un Mundial, con una generación de primera encabezada por Kazuyoshi Miura y el goleador Masashi Nakayama como el creador nacionalizado brasileño, Ruy Ramos. Esto se remarco con la victoria que lograron los japoneses en su penúltimo juego ante Corea del Sur. Inclusive con un empate (mientras Arabia Saudita o Corea del Sur no goleasen en sus partidos) les valía a los nipones a calificar. El partido se realizo en Doha, Qatar (territorio neutral, esto debido a la guerra de Irak años antes) y empezó bien para Japón, con gol de Miura. Sin embargo, Radhi empató al 54. Nakayama logró el 2 a 1 y olía a festín, aunque con reservas. Los partidos de Corea y Arabia Saudita habían terminado y ambos con sus victorias y goleadas solo daban chance para la victoria. Un empate, por diferencia de goles, haría que Corea del Sur accediese al Mundial.
Aquí comenzó la tragedia. Japón perdió el esférico en los últimos minutos y permitió que Qatar tuviese un tiro de esquina. Salman remató en el área y metió el empate ante el desconcierto y tragedia de los japoneses. Pese al dolor, esto serviría de acicate a los japoneses y con el grito "Recuerden Doha", se levantarían 4 años después, cuando en una eliminatoria igualmente cardíaca, Japón vencería a Irán y clasificaría por primera vez a una Copa del Mundo.
-México vs. Canadá (Eliminatorias Mundial 1994).
Otro momento donde me voy a explayar de lo lindo. Aunque los últimos dos ciclos mundialistas han resultado cardíacos (incluyendo una enorme ayuda de EUA), estos han estado llenos de bastante sinsabores. En cambio, el ciclo eliminatorio de 1993 igualmente fue tenso pero tuvo un final feliz, esto debido a la forma en que jugaba dicha selección mexicana y como fue sorteando todo pese a tenerlo en contra de una forma honrosa y hasta caballerosa.
César Luis Menotti dejo la selección mexicana calificada para la última ronda eliminatoria que era un cuadrangular (donde estaba Canadá, Honduras y el Salvador). Solo había un cupo y entonces fue llamado Miguel Mejía Barón para tomar las riendas del equipo. Las cosas comenzaron mal, ya que se perdió en San Salvador 2 a 1. Sin embargo, México a base de un juego preciosista y contundente, hilvano varias victorias aplastantes en casa, venciendo a sus rivales. El penúltimo juego en Tegucigalpa, donde los catrachos y mexicanos se dieron con todo, se logro una victoria de 4 a 1. Esto parecía ser el clavo en el ataúd, pero Canadá no había bajado los brazos y estaba un punto atrás de México. Por lo cual, todo se definiría en Toronto.
México venía envalentonado, pero Canadá no bajo los brazos e inclusive se adelantaron al minuto 17 con gol de Bunbury. Sin embargo, Hugo Sánchez empataría el marcador al minuto 36. El segundo tiempo se vivió de manera tensa y terrible, pero en un contragolpe, Hugo Sánchez cedió ante el lastimado "Abuelo" Cruz que metió el gol de la victoria. México calificaba a la Copa del Mundo y regresaba luego de un Mundial de ausencia luego del asunto de los Cachirules. Debo decir que ese día, México celebro por todo lo alto un pase y se hizo famoso el grito de "¡Nos vamos al Mundial!".
-Mineirazo (Brasil vs. Alemania, Copa del Mundo 2014).
La más reciente "tragedia" que se vivió y que aun se recuerda es la mítica goleada que recibió el equipo brasileño en su segunda copa del Mundo, esto en el 2014. Luego de un evento que fue organizado cuasi con las patas, Brasil trato de llevar una Copa Mundial como pudo, aunque el equipo que convocó Scolari no le respondió como es debido, teniendo que depender de Neymar en todo momento. Esto se notó especialmente luego de la lesión que tuvo el jugador en el partido contra Colombia y también de la ausencia de Thiago Silva en la defensa por acumulación de tarjetas. En cambio, Alemania había tenido un camino más difícil, venciendo a Francia en cuartos de final.
Se confiaba en que Brasil podría hacer algo y que Alemania terminaría sucumbiendo, pero no fue así. Aunque en los primeros minutos, el "pressing" brasileño logro frenar a los alemanes, estos comenzaron a sacudirse la presión y comenzaron a tomar el balón. Finalmente, en un tiro de esquina, Thomas Muller anotó el primero. Esto generó desconcentración en la zaga carioca que al minuto 23 permitió a Miroslav Klose anotar el segundo gol. Luego, se vino la desgracia. en menos de 10 minutos, Brasil recibió tres goles más cortesía de Kross y Khedira. La afición en el Mineirao no lo podía creer, las lágrimas corrían a raudales por algunos aficionados mientras se iban al medio tiempo. Scolari, estupefacto, trato de modificar las cosas pero los hombres que entraron no pudieron hacer nada. El recién ingresado Schurrle hizo de las suyas metiendo un par de dianas y Oscar, de manera honrosa, logró meter el único gol brasileño al minuto 90. La tragedia apenas comenzaba, ya que el Mundial se fue por la borda en el caso de los brasileños y más con la verdeamarela, que inclusive volvió a hacer el ridículo ante Holanda, perdiendo 3 a 0. En cambio, Alemania llegaría envalada a la final donde se enfrentaría a una tenaz Argentina que igual terminarían venciendo para ganar su cuarta Copa del Mundo.
Debo decir a título personal, que dicho evento no lo viví de manera directa ya que estaba trabajando con mi esposa, pero en los momentos que podía desocuparme, encendía la radio del celular y solo escuchaba a los narradores comentar la tragedia que se estaba viviendo. Aunque había comentado que el fútbol defensivo había llegado para quedarse décadas antes, esta goleada vino a mostrar que a veces importa más el poderío ofensivo y que es lo único que vale la pena si quieres ganar algo.
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Saludos a la dueña de mis mensualidades ^^, así a quienes gustan del fútbol.
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