"Ore Monogatari" vino a ser un fenómeno importante en el 2015. Considerado como un shoujo revolucionario en su concepto, trataba las aventuras de Takeo Gouda, un sujeto de aspecto feo y rudo pero con un corazón enorme, en compañía de su novia, Rinko Yamato y su mejor amigo, Sunakawa. Debido al tipo de protagonista y la historia que se desarrolla posteriormente, se rompieron muchos paradigmas que dejaron encantados a los fans de una manera u otra. Por supuesto, un servidor también fue parte de eso, al grado que mi esposa y mi comadre también se vieron enganchadas con la franquicia.
Es obvio que tras el éxito, se tratase de explotar de muchas maneras, como la aparición de una serie de anime y por supuesto, una película Live Action. Esta fue estrenada en Octubre del pasado y tuvo cierta aceptación entre el público. Finalmente, el Blu-ray fue liberado en la primavera de este año y allí me tienen en mayo tratando de buscar el torrent para descargarla. Así que luego de un par de intentos, logré sacar una versión de alta calidad, que curiosamente logramos disfrutar en conjunto mi comadre, mi esposa y un servidor hace ya un par de meses.
Así que mientras las dos damas hablaban en voz alta sobre el filme y soltaban opiniones bastante acertadas, trate de disfrutar el filme, aunque de repente me vi un tanto forzado a ello. Es cuando caí en cuenta, que pese a su calidad y fidelidad, los productores terminaron por orientarse hacia lo que más temía y era "generalizar" demasiado un producto que en su originalidad, se había vuelto un gancho genial para las viejas y nuevas generaciones. Vamos a ver a continuación porque...
Argumento: Takeo Gouda tiene 16 años. Acaba de entrar a la preparatoria y es carismático así popular con sus compañeros. Sin embargo, las chicas lo rechazan por su aspecto y en favor de su mejor amigo, Makoto Sunakawa, que igual las termina mandando a volar por cuidar de su amigo. Ambos van hacia la escuela un día cuando se encuentran a un tipo acosando a un linda chica, la cual termina salvando Takeo. En agradecimiento, Rinko Yamato les termina invitando unos dulces caseros, mientras su mirada se fija en la presencia de Takeo.
Comentario: De antemano lo digo. Los Live Action casi no me gustan. En realidad en su momento llegué a detestarlos y bastante. La razón es que en la época en que me adentré en el anime, por allá a finales de la década pasada, también hubo un "boom" en series live action asiáticas, en especial coreanas y japonesas. Así que era normal pasar por los estanquillos piratas y encontrar no solo tu serie de anime favorita en esas míticas bolsitas de plástico con una cartulina mal impresa, sino también hallar live action en el mismo formato. Esto traía a "hordas" de chicas adolescentes que no paraban de gritar al ver al galán de moda en la portada.
Por supuesto, para mis nervios esto era demasiado, ya que no me dejaban disfrutar de mi búsqueda en paz. Al grado que un día fui víctima de los codazos de un par de chiquelas que estaban encima de un cajón buscando el dorama de Hana Yori Dango. Para colmo, estas mismas "fans" declaraban en blogs de aquellos años que dichas producciones eran lo mejor de lo mejor, omitiendo de manera grosera que la idea original provenía de mangas o animes de los años noventas o más atrás.
Claro, trate de no ser prejuicioso y me chute varios doramas, pero mi opinión se mantuvo casi intacta. Las adaptaciones estaban del nabo, hechas al vapor y con una visualización muy "key" de los personajes, en especial los hombres. Para rematar, las chicas no eran de mi gusto y tenían demasiadas estereotipias que me ponían en el hígado. Por ese instante, los Live Action murieron para mí (salvo con la honrosa excepción de las películas de Detective Conan, que me parecían bastante divertidas y muy bien adaptadas).
Fue hasta la salida de las tres películas de Rurouni Kenshin cuando volví a recobrar un poco del gusto por este tipo de producciones. Aparte de que se nota que el guionista y director de estos filmes se tomaron en serio el producto original y crearon una buena adaptación. No perfecta, pero sí lo suficientemente buena para mantenerse por sí sola y sin depender del producto original. Por ello, cuando se anunció la salida de Ore Monogatari, no me mostré tan reticente al verla, ya que al menos, el tráiler se veía fabuloso en muchos sentidos.
Como dije en la introducción, este live action no es perfecto. Es más, por momentos se aleja del espíritu de la obra original, inclinándose más hacia una especie de historia de drama y dejando de lado el humor así la frescura del producto original. Sin embargo, se defiende bastante bien y es por lo siguiente.
Para empezar, como es obvio para una película de casi dos horas, esta solo adapta un tramo del manga y en este caso, es casi el primer tomo del manga (los primeros 2 a 3 episodios del anime), donde conocemos a Takeo y a Sunakawa, así como termina salvando el primer a Yamato y como se va gestando el romance entre ella y nuestro protagonista, teniendo un final feliz. Salvo con algunas licencias, la trama esta bien contada y tiene un ritmo que no la hace nada aburrida. No obstante, su mayor defecto es la falta de comedia y de momentos chuscos, los cuales son contados en la película pero que cuando se hacen, realmente despiertan la carcajada (como el beso con el plástico). Siento que el director o guionista no quisieron abusar del chiste fácil, ya que querían hacer algo más serio y los entiendo. Muchos productos que caen demasiado en esa comedia, tienden a fregar el producto original y quedar muy sobreactuados (como el caso del live action de Ouran High Host Club, que tiene sus buenos momentos, pero a veces sí me choca tanta pantomima).
Sin embargo, un poco más de humor no le hubiera quedado mal, ya que la historia de repente tiene mucha seriedad y la personalidad carismática de Takeo se ve reducida en muchos instantes. Claro, Yamato y Sunakawa en este caso, no se ven afectados, aunque se nota su dependencia al protagonista, ya que también les llega a faltar brillo por momentos.
Pese a esto, la adaptación y los personajes están bastante bien y llega a rozar en lo genial. Se mantiene ese punto de que Gouda es un chico feo que de repente una chica guapetona lo voltea a ver, pero debido a sus prejuicios, le da alas a Suna para que este con ella. Solo con varias peripecias, se da cuenta de que son el uno para el otro, lo cual da un final feliz muy normalito pero alegre. Esto se cuenta bien y tenemos el clásico de la Bella y la Bestia que teníamos en el manga o anime. Por supuesto, ayuda que la caracterización haya estado a la altura.
Ryohei Suzuki es el mejor ejemplo de esto, ya que el actor subió hasta 20 kilogramos de puro músculo para poder interpretar a Takeo. Mei Nagano hace una convincente Yamato, ya que pese a alejarse de un prototipo de dulzura extrema, le da ese aire bastante "cute" a su personaje. Kentaro Sakaguchi hizo de Makoto Sunakawa, que en un momento me pareció feo (digo, para interpretar a todo un adonis, según el manga), pero cuando mi esposa y mi comadre dijeron que les parecía bonito, supongo que se logró el objetivo con el personaje de Suna. De allí nos vamos a los padres de Takeo que llegan a ser tal como el manga, así algunas locaciones que me recuerdan a las del manga.
Algo que igual me pareció estupendo fue la adaptación de ciertos momentos del manga, como cuando Takeo se lanza a salvar al niño que se esta ahogando o cuando sostiene una viga para dejar pasar a los demás. Sin caer en el abuso del CGI o que suene extremo, se ve bastante bien y dejando ese toque de realismo al filme. Ver estas obvias similitudes me hacía sacar una que otra sonrisa mientras veía el filme.
Lamentablemente, la película no alcanza una gran categoría, debido a que trataron de aterrizarla a un modo más generalista. Como ya dije, el chiste de la historia era mostrar a un "ogro" saliendo con una auténtica princesa. Acá se logra en parte, pero lo mejor era la dosis de buen humor y de ligereza del manga. En cambio, por momentos este filme es algo pesado por la carga dramática y se enfoca más en el trauma que tienen Yamato y Takeo sobre sí mismos, llegando a un buen momento de reflexión, en especial cuando Takeo se entera de que es del gusto de Yamato. Fue tierno, pero demasiado sobrado para el espíritu original de la serie.
Esto inclusive fue replicado por mi esposa, que se decepciono un poco del Live Action, ya que igual esperaba que se enfocara en la relación de noviazgo y no tanto en el primer arco argumental, que aunque interesante, es la típica historia shoujo de siempre. Lo que le ha dado popularidad es ver como la pareja protagonista se da de topes con muchas cosas y sale avante pese a prejuicios o comentarios, con la participación indirecta o directa de Sunakawa.
En conclusión, "Ore Monogatari" es un buen Live Action. Tiene sus momentos y la historia esta bien contada, así con un realismo bastante patente. Por sí sola se defiende, pero comparándola con el producto original, sí tiene varios fallos. No obstante, es disfrutable y debo decir que la producción hace un buen trabajo con la misma. Recomendable para verse con la novia o inclusive con los amigos.
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Saludos a mi propia Yamato y a mi comadre (¡Suna!), como quienes gustan de esta genial historia.
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