Leer es un pasatiempo que tengo, por así decirlo, de tiempo reciente. Mi familia en sus inicios jamás fue del gusto por la lectura, así que las pocas librerías que teníamos en casa, siempre eran del trabajo de mi padre y alguno que otro libro por allí anexado. Si acaso teníamos algo más, era como esas colecciones de libros para niños, donde el texto era superado ampliamente por los dibujos y gráficas. Por lo tanto, coleccionar y leer libros como si fuesen chocolates, jamás fue tradición en mi casa.
Hubiese terminado como un sujeto con odio o un respeto indiferente a los libros, sino hubiese sido por la Televisión. Sí, es curioso como un aparato que según embrutece a las generaciones, haya marcado mi paradigma para comenzar a leer. La razón es que soy bastante curioso y no me puedo estar quieto (aunque claro, con la edad ha ido bajando eso). Esto se termino conjuntando con la emisión de una serie de animación europea, cortesía de la productora BRB internacional, llamada "La vuelta al mundo de Willy Fog". Técnicamente, una adaptación japo-europea del clásico de Julio Verne, "La vuelta al mundo en 80 días".
Dicha serie fue emitida por el Canal 5 a principios de 1990 y la disfrute intensamente. El ver a un gentleman léon antropomorfo recorrer el mundo entero en compañía de su criado por una apuesta, me parecía un argumento de fábula y muy original. Lamentablemente, no sé que paso en su momento, pero el último episodio jamás fue emitido, así que nunca supe lo que realmente paso con los personajes en su momento. Con una sensación de vacío y de horror, espere una segunda repetición de la serie para ver sí la daban completa, pero jamás se dio, ya que la quitaron apenas iba a la mitad. Decidido a saber que pasaba, fue cuando me puse a buscar la obra original en la librería del pueblito donde vivía y oh sorpresa, allí estaba el susodicho. Pero no solo, sino en compañía de otro que también llegaría ser un gusto tremendo leerlo en su momento y del cual hablaremos a continuación: "Las tribulaciones de un chino en China".
Autor: Jules Verne (Julio para los compas latinoaméricanos) nació en Francia en 1828. Desde joven, su padre le instauro el deber de ser abogado, pero el jovenazo no quiso hacer caso y se embarco en un crucero para vivir por el mundo. Claro, su padre se enteró y trajo al inocente Julio a punta de pellizcos. Sin embargo, el muchacho no dejo de escribir y ya en la universidad, combinaba esta pasión con el estudio de las leyes. Finalmente se recibe de abogado, pero rechaza la profesión, lo cual provoca una pelea con su padre, para lo cual lo deshereda. Verne tuvo que chambear como escritor y casi muerto de hambre, es cuando comienza a destacar un poco como escritor de teatro. Sin embargo, la influencia de Dumas padre e hijo, haría que se afincará más a la aventura. Para 1859, trata de publicar "Paris en el siglo XX", pero el pesimismo (¿o realismo?) haría que fuese rechazada. Con un tono más bonacho escribiría "5 semanas en globo" que sería un éxito inmediato y le seguirían un montón de libros y folletínes, todos enfocados en la aventura, la ciencia ficción y los viajes a países o lugares exóticos o lejanos.
Sin embargo, a nivel personal Verne seguía viéndosela duro: su matrimonio no jaló y su único hijo lo rechazaba, al grado de ser internado en un manicomio. Inclusive hasta un sobrino le disparo en una ocasión dejándolo cojo. Esto terminaría por cobrarle factura y sus últimas obras serían bastante oscuras y grises por momentos, falleciendo finalmente en 1905.
Antecedentes de la obra: Las tribulaciones... pertenece a esa parte literaria de Verne conocida como "madura", cuando ya se había afianzado como escritor de aventura y ciencia ficción. Siendo publicada en el verano de 1879, finalmente fue recopilada con otros libros, en especial con la "Vuelta al mundo en 80 días", por ciertos parecidos tanto argumentales como de personajes. Inclusive, cierta edición mexicana que comentare a continuación, tiene ese peculiar detalle.
Argumento: Kin-Fo es un heredero chino adinerado que vive la existencia lo más displicente posible. Como todo se le ha dado, no sabe valorar en correcta medida lo que tiene, por lo cual, las enseñanzas de Wang, su mentor y amigo de su fallecido padre, no le entran en la cabeza. Una repentina noticia de sus arcas en San Francisco le hacen ver que está quebrado. Debido a tal deshonra y para cobrar un seguro de vida que beneficiaría a su prometida y a Wang, le propone a este que lo mate en un plazo de algunas escenas. Pasa el tiempo y esta situación hace que Kin-Fo se emocione y vea con interés como será muerto. Sin embargo, recibe una noticia de su banco y resulta que todo esta bien, lo cual desata el horror en nuestro protagonista. Este, en compañía de su criado Sun, decide ir por toda China a buscar a Wang y detenerle en su intento de matarla, acompañado aparte por dos empleados de la Aseguradora, que deben protegerlo a toda costa. Esto provocará un cambio de perspectiva de nuestro protagonista mientras lucha por su vida.
Comentario: El libro es bastante sencillo de leer. Sí algo hay que reconocer a Julio Verne era tener una narrativa bastante agil y comprensiva, inclusive mucho más que sus maestros que lo inspiraron, como los Dumas. Esto significa que uno puede chutarse cualquier libro del autor en cuestión de tiempo. Otra cosa a favor, es que el libro forma parte de la etapa madura de Verne y por ello, el manejo de esto con una cantidad de datos tanto históricos como geográficos esta en su mayor apogeo. Simplemente sí comparamos este con "Miguel Strogonoff", que forma parte de los inicios del autor, se ve una diferencia en cuanto a no solo la forma, sino también la calidad, ya que también el desarrollo de los personajes es mucho más trabajado.
La obra se puede dividir en tres partes diferenciadas pero con distintas longitudes y tratos. La primera puede ser un poco tosca y hasta aburrida. Técnicamente cuando trate de leer por primera vez este libro, me detuve varias veces, ya que Verne hacía una descripción de las guerras chinas que asolaron el país en el siglo XIX. Claro, ahora con mayor madurez, es una descripción bastante simple y hasta instructiva. La razón es que de allí el autor se agarra para dar contexto al carácter de Wang, el maestro y filósofo de Kin-Fo y porque se vuelve tan obstinado cuando este último le pide matarlo.
La segunda es cuando el protagonista cae en desgracia y ve como su viejo amigo y maestro puede cargárselo en cualquier momento. Diría que es aburrida, pero la personalidad con la cual está dotado el susodicho es horrenda y lo vemos como un niño fresa y/o popis que lo tiene todo. Por ello, cuando inicia la última pero mejor parte, es cuando Kin-Fo tiene que ir por Wang y por ello recorre toda China, sufriendo peripecias que le harán valorar lo que tiene y hasta su propia vida. Esta es la mejor parte y la que disfrute más leyendo, ya que aparte de combinar patoaventuras también Verne describe costumbres y ciudades de la vieja China de forma creíble y divertida.
Tal vez el problema más agudo del libro, aparte de su duración, es la simpleza de sus personajes en algunas acciones y claro, el tono de ciencia ficción que tiene el libro. Por ejemplo, el conseguir víveres o comida para los protagonistas en su viaje se vuelve algo sorprendente, ya que tienen una especie de lonja que carga Sun y que parece tenerlo todo. Aparte de improvisar una hornilla de gas a base de agua, casi digno de este siglo (y que vimos de manera indirecta en "the Martian"). Por supuesto, cuando lo leí en su momento me pareció harto sorprendente, pero ya nuevamente sí esta bastante jalado de los pelos. Aunque menores, el autor incurre en estos detalles y en lugar de explicarnos fervientemente de que van las cosas, solo utiliza la trama como excusa para echarnos un buen choro.
Vivencia personal: "Las Tribulaciones de un chino en China" me tarde casí 3 años en leerla. Así de sencillo. Como dije previamente, logré conseguir el libro de "La Vuelta al mundo en 80 días", pero como era de editorial Porrua, esta decidió compactar esta obra con el mencionado para formar uno más grueso. Por ello, cuando termine el libro (un poco descilucionado, ya que esperaba otra cosa de Phileas Fogg y compañía), me quise chutar el que seguía, pero como dije, el primer tramo me pareció tan soporífero en su momento que lo deje por la paz.
Sin embargo, andaba un día tan aburrido, que me senté a leerlo y luego de superar la parte del pasado de Wang, la cosa va subiendo poco a poco y alcance tintes geniales en el último tercio, cuando Kin-Fo siente la mano vengadora de su maestro más cerca que nunca. Aunque claro, uno ya huele que será un fina feliz, eso no quita que Verne maneje muy bien los personajes y las aventuras, haciendo la trama bastante ágil y simpática. Cuando lo termine, quede muy satisfecho, pero también me recrimine mis faltas de ganas para continuar con el libro, así dándole un nuevo valor al mismo.
En conclusión, "Las Tribulaciones de un chino en China" es un libro corto, pero muy ameno de Julio Verne. Aunque algunas cosas podrían resultar apresuradas o inexactas, el autor hace un buen esbozo del país del siglo XIX. Por suerte, con ciertos prejuicios muy propios de los europeos, pero sin caer en un tono xenofóbico, lo cual le da un plus harto interesante. De lectura ágil y entretenida, es una buena opción para leer en corto por un par de días al menos. Bastante recomendable y que nada tiene que pedir a otras obras del autor.
Claro, se puede conseguir en cualquier editorial hoy en día, pero la recomendable para un servidor es la de Porrua, con la ventaja de que también incluye la Vuelta al Mundo en 80 días.
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Saludos a mi princesa :3, así a quienes gustan de este tipo de libros.
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