jueves, 28 de mayo de 2015

FIFAgate: una opinión personal al respecto

Ayer en la mañaña, aun con lagañas en los ojos, me dispuse a abrir el explorador de Internet que tengo en el trabajo, para checar las noticias y chismes. Esto lo hago luego de ver un rato los expedientes de la gente que me toca atender, al tanto que sacaba un pedazo de pan de la alforja que mi esposa siempre me da para desayunar.

Debo decir que casi escupo el pan cuando vi la noticia que ha sido la sensación en las últimas horas: la policia gringa y suiza, habían capturado en una redada, a varios dirigentes de alto brillo de la FIFA, a solo 48 horas de que iniciase el Congreso que iba a decidir la reelección de Joseph Blatter. Y aunque los arrestados trataron de salir con mantas encima de la cabeza, rapidamente salieron los nombres de los implicados. Y no solo eso, si no el "topo" que los vendió literalmente a la justicia.

La sorpresa era enorme. Un servidor, como tantos fans acérrimos del futbol, sabíamos de este gran secreto a voces.  También se contaba que un día sucedería algo así, pero no creí que fuese a ser tan pronto y en este momento. Y aunque mi esposa piensa que es una exageración (y con justa razón), hay que ver porque este FIFAfate, ha tomado tanta relevancia y se destapa como uno de los escándalos más fuertes de este año.


Catorce personas, entre ellas nueve asociado con el órgano rector del fútbol mundial, la FIFA, fueron acusados en mayo de 2015 en conexión con una investigación de la Oficina Federal estadounidense de Investigaciones (FBI) en fraude, crimen organizado y lavado de dinero que ha durado varios años. Siete funcionarios de la FIFA fueron arrestados en el Hotel Baur au Lac en Zurich, Suiza, el 27 de mayo; se estaban preparando para asistir a la 65ª Congreso de la FIFA, la cual está programada para incluir la elección del Presidente de la FIFA1 , entre dos candidatos, el actual presidente Josep Blatter y el aspirante Príncipe Ali bin Hussein.2 Se espera que sea extraditado a los Estados Unidos bajo sospecha de recibir 150 millones de dólares en sobornos.


Antes de todo, hay que dar un contexto de la situación de la FIFA y como llegamos a este punto.

Para los legos, la Federacion Internacional de Futbol Asociación, es el organismo rector y autónomo del deporte más bello del mundo: el futbol, el soccer, tanto a nivel nacional como internacional. Fundado en 1904 por iniciativa de varios países europeos, al principio su presencia era meramente sómera, al grado que estuvo a punto de extinguirse, gracias a la Primera Guerra Mundial.

Pero para los Juegos de Amsterdam de 1924, Jules Rimet, el nuevo presidente de la FIFA, decidió darle un empujón extra al futbol, haciendo que apareciesen los mejores cuadros en la competencia olímpica. Entonces Uruguay fue campeona y posteriormente también en 1928. Con esto, el futbol ganó trascendencia y eso le permitió a Rimet organizar el primer torneo avalado por la FIFA: La Copa del Mundo. Por supuesto, el torneo estuvo a punto de naufragar, no solo por la poca participación europea (la competición era en Uruguay) y por la forma en que la FIFA convocó a las selecciones participantes. Sin embargo, cuando la Garra Charrua levantó el trofeo, ante una nación entera y con miles de fans, tanto suyos como argentinos, el Mundial se reveló como un éxito.

Cuando todo era más bonito y parejo.

La Copa del Mundo continuó su andanza, salvo por la interrupción de la Segunda Guerra Mundial y finalmente, llegamos al Mundial de México 1970, donde Brasil conquistó su tercera copa del mundo y por consecuencia, se adueño del trofeo Jules Rimet (fallecido unos cuantos años antes y debido a su labor, así se llamo la estatuilla posteriormente).

Debido al crecimiento futbolístico que había tenido Brasil, es obvio que el líder de la CBF (Confederación Brasileña de Fuchobol), el dinámico Joao Havelange, fuese elegido como presidente de la FIFA en 1974. Muchos consideraron a Havelange hasta épocas recientes, como el segundo fundador de la FIFA, ya que no solo se encargo de expander aun más el futbol por todo el mundo, creando torneos de diferentes categorías, tanto juveniles como femeniles, sino también en que el soccer se convirtiera en una razón de vida para muchos de los presentes. Por ello, se le vió con tristeza, cuando el brasileño dejo el puesto en 1998, siendo sucedido por el secretario de la FIFA: Joseph Blatter.

Sin embargo, no se puede negar que el costo de esta expansión, fue muy alta y desgraciadamente, no fue tomada en cuenta hasta fechas actuales: cierto que Havelange hizo el futbol algo universal, pero a costa de meterle dinero y sacar inversiones de ello. Antes, la FIFA mantenía su economía en base a lo que cobraba en los torneos avalados (como la Copa del Mundo) en cuestión de entradas. Sin embargo, Havelange, viendo el potencial de la radio y televisión, comenzó a vender los derechos de transmisión a las televisoras, así las marcas y logotipos registrados, para que los vendedores pudieran ponerlas en cualquier cosa: desde sandalias hasta camisetas de dicho equipo.

La FIFA se convirtió en un negocio de renta, compra y venta. Paso a ser administrador de un enorme caudal, basado en cuestiones meramente económicas. Por ejemplo, los organizadores de los Mundiales en los últimos 30 años, no han sido naciones con potencia futbolistica (con contadas excepciones), sino lugares donde la FIFA podía ordeñar más dinero a los espectadores: los derechos de transmisión, la compra de artículos, de camisetas, la adquisición de boletos desde mucho antes, en especial por vía Internet, etc. etc. Por ello, países como EUA, Japón, Corea, Sudafrica, etc. pudieron albergar un Mundial.

Como ejemplo, vemos lo sucedido con el Mundial de 1986, que iba a ser en Colombia. Debido a cuestiones de logística y otras, Colombia ya no pudo aceptar. Sin embargo, el problema, a grandes voces, es que el país no podía asegurar que la taquilla, así ingresos fuesen tan buenos y por consiguiente, la FIFA se quedase con su mochada de lana. Por ello, México entro al quite y pudo organizar un segundo mundial, bastante éxitoso, tanto futbolística como económicamente.

Y aunque el tema de los derechos televisivos es nuevo, en realidad tiene ya raíces tan viejas como la anterior referencia. México fue de los primeros perjudicados, con el asunto de los Cachirules. Es un asunto común ver que las transmisiones de futbol en nuestro país generan una buena lana y que Televisa con la entonces Imevisión (hoy Tv Azteca) siempre se disputaron dichos derechos y que los torneos, sea inclusive juveniles, son una fuente de ingreso. Meter una selección competitiva no es el punto, sino que esta logre llegar al torneo final donde los locos espectadores disfrutemos del partido, pagando una millonada.

Léase, con Havelange, el futbol paso de ser algo pasional, algo de ciertas gentes, a ser universal, pero también un negocio muy rentable. Demasiado para algunos. De allí que para cuando Joseph Blatter ascendió a ser presidente, muchas televisoras y marcas comerciales querían comprar los derechos de la FIFA a como diese lugar. Por algo, el Mundial de Francia 98 o el Japón/Corea 2002, las pancartas con anuncios comerciales estaban por doquier, al grado que más de un loco dijo que las camisetas de equipos nacionales ya tuviesen publicidad (casi como en nuestro querido futbol mexicano).

Como se ve, en un momento hubo un montón de marcas que quisieron entrarle al negocio del futbol. El problema es que tienes un limitado número de espacios. ¿Cuál marca elegir? Lógico, la que te de más dinero o tenga tus productos en lo más alto. Por supuesto, eso si fuese legal. ¿Y qué tal si otra marca no puede darte un estándar alto y mejor te pasa una lana por debajo para que seas el elegido?
Desgraciadamente esta tendencia comenzó a hacer, no recientemente, sino desde principios de los años noventas.

El detalle es que este tipo de tranzas, que se conocen en el argot como lavado de dinero, sobornos y cohehecho, se hicieron una práctica común en la FIFA. Y parece que Joseph Blatter, el mandamas en los últimos casi 20 años, ha estado metido hasta en las narices en esto o mínimo, lo ha perdido de manera impune. Tal vez suene exagerado, pero desde que este hombre tomo los mandos de la FIFA, por ejemplo, se acabaron los Mundiales en TV abierta. Ahora solo cadenas televisivas privadas tienen derecho a ellos. También se aumentaron el número de equipos participantes, en pro de una falsa universidalidad, que más que dar futbol, da más fans de naciones con poca potencia futbolistica, pero alto poder adquisitivo. Para rematar, ahora cada Mundial o torneo de la FIFA es bastante rentable a manera económica. De allí que varios países quieran organizar alguno de estos eventos.

Por supuesto, el hambre de dinero no tiene límites y la cosa se tenía que tronar en algún modo. Lamentablemente, esto llegó con los Mundiales de 2018 y 2022.

El Topo.

La selección de la sede mundialista ocurría cada 4 años, con 7 de anticipación. Es decir, se venía el dichoso congreso en el 2003, por ejemplo y allí fue cuando se decidió el Mundial de Sudafrica. Luego, en el 2007 se volvió a votar y se dió por elegida a Brasil. Al principio, era por países con alta cultura futbolística y luego por quienes pugnaran por un evento con buenos estadios, seguridad y sobre todo, que fuese rentable económicamente. Para 1998, Blatter había propuesto la buena idea de que el Mundial tuviese una rotación intercontinental. Claro, tuvo detractores, pero inclusive un servidor lo vió como algo bueno, ya que los europeos no acapararían dicho evento. Por supuesto, hoy sabemos que esto solamente fue un pretexto para sacar dinero. Y se vino a confirmar en el 2010, cuando la FIFA decidió terminar con las rotaciones intercontinentales y anunciar dos sedes de manera continua: Rusia y Qatar.

Aunque la sede de Rusia fue cuestionada, la de Qatar fue de otro mundo. Un país con cero cultura futbolística, pequeño y para colmo, con un verano de 42 grados a la sombra, era para decir "oigan, aquí hay algo raro". Las críticas no tardaron en caer, pero la FIFA las acalló. Fue cuando los rumores de soborno empezaron a hacerse más fuertes.

Y todo comenzó con la aparición de Chuck Blazer en el horizonte. El antiguo jefe de la Concacaf fue acusado de recibir dinero por parte de ciertas empresas con nexos árabes, para que la confederación donde México esta incluida, votase a favor de la sede de Qatar. Obviamente Blazer nego las acusaciones, pero rapidamente fue separado de su cargo.

Pero ahora resulta que Blazer, si se llego a declarar culpable de los cargos ya mencionados y funcionó como un soplón, un "topo" que estuvo grabando conversaciones entre altos mandos de la FIFA (presidentes de confederaciones y de asociaciones de futbol, la mayoría latinas, para nuestra desgracia) de manera intencional y sin pedir permiso (obviamente), donde los dirigentes aceptan de primera mano que si aceptaron dinero, no solo por las cuestiones de las votaciones de las futuras sedes mundialista, sino en otros puntos, como el aceptar tratos con marcas deportivas de manera exclusiva y sin ver otras, etc. etc. y más etc.

Esto permitió al FBI y la fiscalía de EUA tomar riendas en el asunto (la razón es que muchas transacciones de este tipo fueron hechas en bancos de ese país, lo cual permite que la justicia gringa entre en acción) y aparecerse como un ángel vengador en el Congreso de la FIFA que se iba a realizar en Zurich estos días. Durante el trance, justo en el momento que varios de los siguientes sujetos iban a tomar las llaves de sus cuartos, los agentes federales, con ordenes de aprehensión, los agarraron y los entambaron, también con el apoyo de la policia suiza. He aquí a estos malhechores.


Los acusados, que van desde dirigentes de federaciones de futbol (como la de Costa Rica) hasta secretarios y administradores, son peces gordos dentro de la FIFA, con un poder bastante alto y que están acusados formalmente de haber recibido sobornos, lavado de dinero y otras actividades ilícitas, como haber vendido la candidatura de Rusia y Qatar. Claro, EUA pidió su extradicción 9 de los 14 detenidos se negaron en absoluto ir a gringolandia a juicio.

Se dice que la fiscalia estadounidense venía armando el caso desde hace tiempo, aunque los rumores comentan que esto se acelero, luego del despido que tuvo el ex-fiscal contra la corrupción que tuvo la FIFA hace unos años: Michael Garcia.

Sí. A raíz de las acusaciones de soborno, la misma FIFA contrato un fiscal que le ayudase a combatir el problema, primero redactando un informe de como estaban las cosas. Por supuesto, Garcia se encontró con una enorme porquería encima y quiso denunciarla. Aquí es donde el pobre hombre vió la oposición de dicho organismo y para colmo, del mismo presidente, Joseph Blatter, que dijo que eran puras tonterías. Garcia, por motivos desconocidos, decidió dimitir y decir que la cosa no tenía ni pies ni cabeza y que no quería comprometerse. Claro, esto en otro idioma, significa que trataron de sobornarlo o comprarlo, pero no acepto los billetes (bueno, quien sabe al final). Lo sorprendente es que la esposa de Garcia, trabaja en la fiscalia gringa. ¿Coincidencia? No lo creo.

Con este escándalo, las cosas están difíciles: las plazas de Rusia y Qatar se tambalean (aunque dudo que las muevan, ya los proyectos están avanzados), la FIFA ve manchada su imagen de manera importante y varias federaciones dentro de su mismo seno, como la UEFA, claman por el cuello de Blatter, que ha manifestado su intención de mantenerse en el puesto e inclusive, busca ser reelegido. Claro, lo mejor sería si el hombre renunciase, pero hacerlo, significaría aceptar que él también tenía las manos sucias y aparte, ¿Quién querría dejar un puesto que te garantiza una buena lana todos los días?


Por ahora, la votación se realizara mañana viernes 29 de mayo y veremos que sucede. Sin embargo, esta detención y lo que está saliendo al aire, apenas es una pequeña parte, ya que muchos vaticinan (y con razón) de que esto es la punta del Iceberg. A ver quien más sale embarrado (cofffemexfutcoff).

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Saludos a mi mujer ^^, así a Sam (que me ayudo sin querer a desarrollar la idea), como quienes gustan de este tipo de temas.

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