Pero la vida (o el Todopoderoso), se ensaña que no sea así y que tenga un poco más de confianza en mí mismo y en lo que sigue. De allí que me siga dando mamporrazos emocionales y mentales a cada rato. Como sea, en restrospectiva veo que hubo algo diferente ese fin de año y fue leer un libro que ya tenía en la mira desde hace bastante tiempo: Rebelión en la Granja.
Como toda familia mexicana, las comilonas de fin de año son de ley y por supuesto, estuve en una. Curiosamente, uno de los familiares de mi esposa trajo varios libros al cantón (cosa extraña, pensé que solo lo hacía yo) y al ver uno de ellos, me lo apropie en cierta manera, para chutarmelo durante casi toda la cena de Año Nuevo.
Seh, cosa más extraña, mientras los demás platican y brindan por el nuevo Año, un servidor estaba en un sillón leyendo con rapidez dicha novela, que en su versión de Editorial Porrua, no tenía más de 90 páginas. Así como dicen, me lo chute de una sentada y debo decir que es apasionante, más cuando sabes en que contexto el escritor lo hizo. Y es por tal motivo, de que esta, entrada, aparte de hablar de Animal Farm, también daremos una vuelta por la vida del escritor inglés George Orwell.
Rebelión en la granja (en inglés, Animal Farm) es una novela satírica del británico George Orwell. Publicada en 1945, la obra es una fábula mordaz sobre cómo el régimen soviético de Iósif Stalin corrompe el socialismo.
¿Por qué demonios tenemos que saber de Orwell para leer adecuadamente este libro? Razón muy sencilla y es que este escritor estuvo dando tumbos, entre diferentes ideologías y aunque muy famoso en nuestros tiempos, en su momento murió enfermo de tuberculosis y siempre criticado por el régimen estalinista.
Eric Arthur Blair nació en la India Británica, en 1903, justo en Motihari, una de las tantas provincias cercanas a Birmaria. Justamente, su madre era de ascendencia birmana, mientras su padre era administrador del ministerio del opio en la India. En otras palabras: era un traficante legal de drogas.
Sin embargo, el chibi Eric no volvió a ver a su padre, ya que un par de años después, su madre y sus hermanos se trasladaron a Inglaterra, donde debido a su talento escolar, pronto fue recomendado en las mejores escuelas de la región. Pero el joven Erick no se sentía contento y desde entonces se veía un tanto "contreras", ya que tendía a tener un pensamiento más independiente. Por suerte, sus calificaciones le hicieron merecedor de varias becas y su familia no tuvo que costear tanto su educación. Al menos esto le alcanzo para estudiar en el famoso colegio Eton, donde refiere unas épocas felices.
Sin posibilidades para seguir en la universidad, por su alto costo, Eric se enrola en el Ejército Imperial, justamente destacado en Birmania. La experiencia del colonialismo le sienta fatal al pobre y en los siguientes años, luego de abandonar el cuerpo, no dejará de relatar la opresión que los británicos hacían sentir hacia los pueblos autóctonos. Luego de estar chambeando de aquí y allá en Inglaterra, se lanza con su tía a Francia, donde planea volverse escritor. Por supuesto, su estilo no pega y hasta termina lavando vajillas en un hotel de París. Entre el estrés, la falta de billete y comida, Eric se rebela como un hombre enfermizo, así que para principios de 1930, vuelve a Inglaterra, a casa de sus padres.
Sigue queriendo ser escritor, pero mientras tiene que trabajar a chambas intermedias, como profesor en una escuela. Justo para 1933, adopta el seudónimo de George Orwell, que lo acompañara por toda la vida. La razón de dicho sobrenombre, fue que no quería mancillar el honor de sus padres (sus novelas, publicadas por estos años, eran críticas duras hacia la sociedad) y también como muestra de representación de su cariño por Inglaterra.
Como es lógico, Orwell siguió viviendo de trabajos como profesor, escribiendo aquí y allá, así publicando sus novelas, con escaso éxito. Por suerte, para no fastidiarse, en el pueblo donde vivía, era una importante comunidad de escritores jóvenes y pronto se impregno del ambiente cultural, lo cual afino más su estilo.
Un compadre editor anima a Orwell a escribir sobre las clases obreras inglesas y luego de hacer un gran ensayo de campo, escribe El camino a Wigan Pier, que tiene un moderado éxito y pronto le granjeo a Orwell, una fama de izquierdista. Sin embargo, el hombre nunca perteneció a ningún partido de dicha afiliación.
En 1936, la Guerra Civil Española hace que se aliste a las fuerzas repúblicanas para combatir a los fascistas de Franco. Sin embargo, su idealismo un tanto desproporcionado, hace que tome por el bando más castigado de la República (el POUM). Por supuesto, no voy a echarme un "choro" sobre las extrañas circunstancias de la República Española y como este mismo lado estaba dividido en un montón de feudos que peleaban entre sí y contra Franco. El chiste es que Orwell conoce el peor lado del comunismo (encarnado en el estalinismo) y luego de casi morir por un tiro en el cuello en Huesca en 1937 (y trás haber combatido en varios frentes como miliciano), decide salir corriendo de España, en parte gracias a una tuberculosis que desarrollo durante la guerra.
Ya en el periodo de la Segunda Guerra Mundial, vuelve con su esposa (su primera, la cual contrajo nupcias unos años antes y habían adoptado un chamaco) y gracias a sus contactos, trabaja como periodista y corresponsal de la BBC. Ganaba una buena lana, pero viendo que era objeto de propaganda, decidió dimitir y escribir en un diario de tendencias más izquierdas, The Tribune. Fue durante este periodo, que incubo la idea y luego escribio "Rebelión en la Granja".
Para 1945, Orwell era vigilado por la Foreign Office por su tendencia procomunista (aunque luego se ha visto que él era una especie de espía). En ese año fallece su primera esposa y su producción literaria va aumentando. Sin embargo, para 1949, su estado de salud se agrava (el año en que publica 1984), debido a la tuberculosis y finalmente fallece en enero de 1950 (no sin antes casarse, por segunda vez, un año antes).
Viendo esto, podemos darnos una idea de la forma de ser y los ideales que ostentaba dicho escritor: siendo más un socialista democrático, un crítico feroz del fascismo y del comunismo, los cuales creía el extremo malo de todo. Por supuesto, todo lo que vivió, le hizo ver que un sistema sociopolítico no puede ser perfecto y que lo hace caer son las ambiciones de las personas que lo forman
Y justo esto irá plasmando en "Animal Farm".
Por cierto, ¿De qué va esto?
En la ficción de la novela un grupo de animales de una granja expulsa a los humanos tiranos y crea un sistema de gobierno propio que acaba convirtiéndose en otra tiranía brutal.
Sep, reseña corta pero muy explícita. Para empezar, el libro es una especie de fábula, donde los hombres y animales hablan, se comunican y tienen sus ideales. Por supuesto, Orwell refleja una peculiaridad del ser humano de acuerdo al tipo de animal, lo cual hace tan divertida, pero a la vez grotesca esta novela.
Estamos en una granja administrada por un hombre que ha tenido esclavizados a los animales. Estos, luego de expulsar al tiránico Mr. Jones, comienzan a administrar el lugar y lo hacen a tal nivel que resulta ser la más competitiva de todas, no solo externa, sino internamente. Todo porque han seguido los consejos y reglas del "Cerdo Mayor", que era el animal más listo de la Granja, pero que ha fallecido un poco antes de la revolución. Los animales comienzan a seguir dicho listado de manera casi religiosa...
- Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo.
- Todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es amigo.
- Ningún animal usará ropa.
- Ningún animal dormirá en una cama
- Ningún animal beberá alcohol.
- Ningún animal matará a otro animal.
- Todos los animales son iguales.
Finalmente, dicho lugar vuelve a ser casi igual que antes, cuando estaba el Señor Jones, al grado que se ve a los cerdos caminar en dos patas y vestirse como humanos. Al grado que solo queda un enunciado de los 7 originales: Todos los animales son iguales, pero algunos lo son más que otros.
Como se ve, el libro es una crítica abierta al proceso que vivió Rusia, desde la revolución de 1917 hasta la época en que Orwell vivía, donde Stalin era el regidor de la Unión Soviética. El escritor, de manera estupenda, hace que cada animal que hable o interaccione con los otros, sea una representación de la sociedad rusa de aquellos tiempos. Por ejemplo, el señor Jones es el símbolo del zarismo. Los cerdos son los bolcheviques y los caballos la poderosa pero obediente clase obrera. Inclusive sale un cuervo, que es un obvio signo de la manipuladora Iglesia Ortodoxa de aquellos años.
Cuando estaba leyendo el libro, como ya comenté, no paraba de sacar una sonrisa complice o de sentirme acongojado. El autor relata de manera fidedigna, no solo el cambio que tuvo Rusia en aquellos años, sino que critica de manera satírica ese proceso y como se fue yendo al demonio, en el momento que Stalin entró al poder. Por supuesto, el hombre de Hierro en su momento prohibió la publicación de este libro en Rusia, ya que aparte defendía un hombre que lamentablemente, en 1940, fue asesinado en México: León Trotsky.
Por supuesto, la novela no es tan sencilla y Orwell va haciendo que cada animal (o elemento) vaya encajando y como este, de manera directa o indirecta, va provocando el cambio sútil en la Granja. Por ejemplo, los caballos inician laborando al doble y por eso, reciben el doble de comida. Pero conforme pasa el tiempo, su trabajo se va multiplicando y sus prestaciones se van al demonio, al grado que el más representativo de todos, Boxer, muere y todo bajo una sombra de duda, no para la clase intelectual (representada por el burro Benjamín) y un engaño para el resto de los animales (como las ovejas y las aves). Por cierto, el detalle de incluir a las clases nobles zaristas (la yegua Mollie) fue una puntada formidable, ya que al principio quieren adaptarse al cambio, pero están tan acostumbradas a su vida perezosa, que dejan la granja y se van a otro lado a hacer exactamente lo mismo.
Otro punto importante de este libro es que el autor no tiene necesidad de meter ni un solo comentario moralino o crítico de su cosecha. Solo se centra en los hechos y como estos le van dando la razón conforme vamos leyendo. Y es tal vez el efecto que toda fábula logra en una persona: darnos una lección, de manera figurada o metafórica, sin necesidad de incurrir en el horrendo sermón. A diferencia de 1984, esta novela logra ser un tanto más impactante, pese a solo tratar de manera muy ligera el nacimiento de la URSS. Pero como ya he comentado hasta el hartazgo, la forma de hacerlo, no solo es original, sino brutal y muy simple. Por algo, George Orwell es considerado uno de los grandes referentes de la novela inglesa en los últimos años.
En conclusión "Rebelión en la Granja" es un libro que todo lector, aun siendo novato, debe leerse. Es ameno, divertido, pero sobre todo muy desolador. Sí, rara combinación, pero Orwell te hace desfilar por ese tipo de emociones y es que no se contiene en críticar la condición humana, sea política, religiosa o social.
Por cierto, conseguirlo está bastante fácil. Editorial Tomo como la "Sepan cuantos..." de Editorial Porrua lo tienen editado a un precio bastante accesible (un poco más de 6 dolares) y aparte incluye 1984, así que es toda una ganga.
----------------------------------------------------------------
Saludos a mi esposa, que me aguanto con ese libro en fin de año jeje, así a quienes gustan de este tipo de libros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario