Gracias a mi carrera he podido darme cuenta de como mi propio pensamiento evoluciono con el paso de los años. Uno cuando es un "lego" en estos asuntos, siente que estos procesos fueron más por obra de magia o por influencia del medio externo.
Uno de estos fenómenos, fue mi forma de ver el concepto del bien y el mal. Ahora que hago retrospectiva, me doy cuenta de que las cosas que he vivido, coincidieron de manera increíble con los cambios dados en la perspectiva del pensamiento...o tal vez, yo mismo busque esas cosas, sin darme cuenta.
Como sea, ¿Por que hablar de esto con respecto a una reseña sobre "The Dark Knight Returns"? Bueno, porque es como comparar la maduración que sufrió el mundo de los cómics. Es cierto que existió una edad de Oro y una edad de Plata, pero a simple vista, estos fueron cambios más de superficie. El verdadero cambio llego en la época de los ochentas, más específicamente, a finales de la misma, con varios cómics que provocaron tal revolución. Entre ellos, esta "La broma asesina", "Watchmen", "Batman: Año uno". Y por supuesto, el cómic que vamos a analizar a continuación: El regreso del Señor de la Noche.
Batman: The Dark Knight Returns es una miniserie de historietas estadounidense de cuatro números de Batman, publicada entre febrero y junio de 1986 por DC Comics. Fue escrita e ilustrada por Frank Miller, entintada por Klaus Janson y coloreada por Lynn Varley. La historieta es considerada la más importante de Batman publicada en los últimos años.1 La trama, que transcurre durante una ucrónica década de 1980, narra la vuelta de un Batman quincuagenario a la actividad "para una última limpieza de su amada ciudad de Gotham, convirtiéndose definitivamente en leyenda".
La obra encumbró a Miller como estrella del cómic en los Estados Unidos y supuso una revolución en el subgénero de los superhéroes junto con Watchmen, de Alan Moore, convirtiéndose en símbolo de una era de superhéroes más violentos y moralmente complejos.
Sonará extraño, pero la primera referencia a esta obra, fue mediante los Tiny Toons.
En un episodio, donde se parodiaba a Batman, Plucky inicia sus andanzas como el hombre murcielágo probando distintos trajes. El primero es el de la enorme capa, que era de los años cincuentas. El segundo, es una obvia referencia al Batman sesentero, el "Batipanzón", mientras el tercero aparece Plucky saltando de un edificio, mientras los relámpagos estan de fondo. Claro, cuando va a probar el traje contra un punk, este solamente saca una aguja y pincha el mentado traje. Ya hasta el cuarto, cuando Plucky tiene el traje definitivo, con reminiscencias al Batman de la TV noventero (por algo, el guionista de este capítulo es Paul Dini, que luego sería uno de las mentes maestras de la serie animada noventera del hombre murcielágo).
Fue esa imagen de Batman, cayendo entre los relámpagos, lo que más me impresiono de ese episodio y fue precisamente el emblema de la novela de Frank Miller, un guionista y dibujante que había debutado en la editorial Marvel, realizando trabajos cortos, hasta que le encargaron ya casi cancelada Daredevil. Sin embargo, Miller, con su talento, logro revitalizar al personaje y a la saga, al grado que Daredevil paso a ser un personaje bastante carismático (lastimosamente, la peli de Affleck volvió a ponerlo en un canón ridículo en los últimos años).
Como sea, esto le valio para que fuese fichado por DC para realizar lo que se considera su obra cumbre. Cuenta Miller que al momento de realizar este cómic, él tenía 30 años y que los canones manejaban a un Bruce Wayne/Batman en sus 29 años. Miller se sintió algo incomodo al hacer un personaje más joven que él, lo cual motivo a envejecerlo y ponerlo en sus cincuenta y tantos, algo totalmente inconcedible para aquellos tiempos, donde los héroes de cómics, siempre parecían tener la misma edad. También lo doto de una personalidad parecida a la de Harry el Sucio, lo cual se ve reflejado en ciertas expresiones del chara o en su forma de resolver las cosas, casi al margen de la ley.
Ya con esto y la influencia de aquellos años ochenta, donde los gobiernos de extrema derecha parecían surgir nuevamente (que también llego a influir en las obras de Alan Moore, V de Vendetta y Watchmen), Miller se unió a una crítica feroz de este tipo de "dictaduras", y lo plasmo de manera importante en su obra.
¿Pero que era de Batman aquel entonces? ¿Como es que The Dark Knight Returns ayudo a afinar a un personaje que hoy en día, sigue siendo sinónimo de un -vigilante-?
Batman había tenido buenas y malas épocas. El personaje que había creado Bob Kane había sido una mezcla de detective y de un vengador bastante práctico, que adquirio cierto auge en los años cincuenta. Sin embargo, cuando la serie camp sesentera llego, todo mundo supo de este singular personaje, pero también frego la imagen de Batman de manera horrorosa, al verlo como un payaso. Ya con la llegada de Dennis O´Neil a los controles, el personaje trato de dejar esa imagen poco a poco, hasta que finalmente llegaron dos puñetazos de Miller: la mencionada Dark Knight Returns y Batman año Uno.
De allí, la cosa tomo otros derroteros y el Batman que actualmente vemos y disfrutamos, ha vuelto a recuperar esa mística de los primeros años, pero con un sentido mucho más actual.
Miller dividio este trabajo en cuatro "arcos" que aunque tienen cierta interconexión, estan claramente separados uno del otro.
En el primer arco, Bruce Wayne se ha retirado de la lucha contra el crimen por 10 años. Una proporción de esto, ha sido el cansancio emocional y físico, en especial el causado por la muerte del primer Robin, Jason Todd. Aparte, mediante el dinero de las empresas Wayne, ha pagado las cirugías que requería su viejo ex-amigo y enemigo, Harvey Dent, Dos Caras, para que vuelva a tener una vida tranquila.
Sin embargo, Bruce no deja de ver las noticias y nota como el crimen ha aumentado y nadie puede pararlo. Es finalmente cuando se da cuenta que su destino es ser Batman nuevamente, por lo cual, a sus 55 años, se vuelve a colocar la capucha.
Rapidamente el crimen disminuye, pero entonces se ven cierta suerte de atentados contra la ciudad, donde Batman trata de descubrir al culpable. Desgraciadamente, ve que es Harvey Dent, que ha "tapizado" su cara recien operada, y que sigue siendo el mismo villano de siempre. Batman, dolido emocionalmente, decide capturarlo nuevamente.
En el segundo arco, Batman sigue su combate contra el crimen, pero se topa con una suerte de pandilla, los Mutantes, que ha tomado el control de la ciudad. Su líder le da una tremenda paliza a Batman en el primer enfrentamiento. Sin embargo, cuando esta a punto de morir, es rescatada por Carrie, una chica que desde el primer arco, ha estado siguiendo la trayectoria de Batman a tal grado, que se hace su traje de Robin y lo anda siguiendo. Ante las quejas de Alfred, Batman recluta a Carrie como su nuevo compañero.
Mientras, el líder se ha despachado al pobre alcalde de la ciudad, por lo cual obliga a Batman a un nuevo enfrentamiento, donde el nuevo Batmobile hace su aparición. Finalmente, Batman derrota al líder en un terreno más propicio, lo cual origina una crisis en el seno de los Mutantes. Unos se vuelven subordinados del hombre murciélago, otros siguen siendo villanos.
En el tercer arco, la cosa se ha puesto color de hormiga. El Guason, que se encontraba en Arkham, en un estado de autismo total (a raíz del retiro de Batman), comienza a despertar y convence a su psiquiatra, un idiota que igual esta en contra de Batman, de que esta totalmente rehabilitado. Para demostrar su "sanidad", es invitado a un talk-show, donde gracias al gas de la raíz, mata a todos los presentes, para luego tomar unas cuantas armas e irse por media ciudad cargandose gente. Llegan a un parque de diversiones y mientras Carrie neutraliza la bomba que puso uno de los secuaces del Guasón en la Montaña Rusa, Batman sigue al Guasón al tunel del amor, donde tienen un último enfrentamiento, y que el rey payaso obliga a Batman a romperle el cuello al grado de dejarlo paralizado. El villano se rompe el cuello con sus últimas fuerzas, destruyendo la poca cordura que queda del hombre murciélago.
Para el cuarto y último arco, Carrie logra rescatar a Batman, cuando la policía ya estaba encima de él (Batman había perdido su apoyo, luego de que Gordon es retirado de su cargo por asesinar a un mutante). La nueva comisionada, tiene la orden de apresar a Batman como sea. Sin embargo, la URSS ha lanzado un ataque contra los EUA. Superman (que no es llamado así en el cómic, sino Clark por Batman o "Boy", por el presidente de entonces, Ronald Reagan) sale al quite y derrota a las fuerzas soviéticas, no sin antes recibir un poderoso ataque nuclear, que lo deja semicalcinado.
Entre tanto, la explosión ha provocado un pulso electromagnético, lo cual paraliza los sistemas electrónicos del país y provocando un caos distópico. Batman, al ver tal situación, se sube a un caballo y arengando a sus "mutantes", comienza a pacificar a Gótica a base de ley marcial.
Reagan, furioso, decide mandar a Superman a detener a Batman como sea. Este se había recuperado del ataque nuclear, luego de recibir energía del sol, lo cual permite regenerarlo totalmente.
Mientras, Batman se va preparando para el encuentro, reclutando a un mutilado Oliver Queen y preparando una armadura que pueda lidear con el Hombre de Acero.
El enfrentamiento se da de manera apoteósica, donde Superman se va debilitando conforme Batman lo enfrenta con su armamento, y así una pistola sónica. El último recurso es la fecha disparada por Queen, que tiene kriptonita, lo cual deja en mal estado a Clark, dandole ventaja a Batman para derrotarlo. Sin embargo, muere en sus brazos, debido a un infarto.
El final nos muestra el funeral de Bruce Wayne (ya todo mundo sabe que él era Batman) y como Alfred ha fallecido, la mansión y los activos de las empresas se han desvanecido, mientras Selina Kyle le reclama agriamente a Clark la muerte de Bruce. Cuando Clark, todo compungindo va retirandose, escucha un latido de corazón y luego como se ha quedado una persona de negro, bastante misteriosa (obviamente es Carrie). Clark solo le guiña el ojo y se retira alegremente del lugar.
La última escena, se nos ve a Batman, como el nuevo líder de los mutantes, dispuesto a implantar la ley del vigilante en todo su esplendor.
El primer aspecto de este Batman, que rompió con todos los paradigmas de aquella época, fue la complejidad del mismo.
Antes, los superhéroes tenían cierto parametro muy concreto: eran buenos o malos. No había términos medios. Aunque Marvel con X-Men había roto algunos puntos, como el ambiente tan ambiguo en que se desenvolvían (el racismo), seguía habíendo buenos y malos. El Batman de Miller se considera el primer "antihéroe" o vigilante moderno, donde los actos son cuestionados y no tanto el fin. Los héroes son retratados como gente con problemas, defectos y situaciones emocionales fuera de lo común. No son boyscouts como Superman, sino Batman queda entredicho como un pobre "zafado", que ha decidido volver a las calles debido a que extraña eso, no porque quiera implantar tanto el bien, sino porque extraña tener la capa encima (prueba de esto, es el dialogo que se avienta con Alfred antes de calzarse el traje nuevamente). Para colmo, sus métodos son más agresivos, más duros y aparte tramposos. Se ve la evolución, pasando de ser un combatiente honorable, a alguien más sutil y tramposo (como el encuentro con el líder los Mutantes, en su segundo round).
Lo peor del caso, es que este Batman es genial. La escena del caballo, donde arenga a todos los mutantes a seguirlo, es estupenda. Ese aire "Harry Callahan", lo vuelve magistral, soberbio y nos muestra la verdadera personalidad que tiene. Simpatizamos con él en todo momento y aunque sabemos que sus métodos son torcidos, el fin es lo que termina contando.
Aquí, con esta obra, Miller rompió ese paradigma que tanto se temía en las editoriales: nadie quería mostrar la verdadera realidad, la complejidad de un adulto y de crecer. Se creía que mientras los cómics defendieran esa inocencia, esa bipolaridad, la cosa seguiría gustando. Pero TDK Returns mostro que la complejidad puede ser bien recibida e inclusive vista como algo superior. Era el tiempo para que el mercado del cómic madurara y dejara esa niñez.
Este es el punto más fuerte de toda la obra, pero también se va derramando sobre otros aspectos.
Aunque el arte de Miller es realmente malo, ese estilo embarrado hace que nos remonte a una obra mucho más adulta, compleja. No vamos a ver a los personajes bien estilizados, delineados y bonitos, sino es como si un narrador viviera esa época y tuviera un ángulo torcido de la misma. Ni se diga la forma de ir plasmando cada elemento del Hombre Murciélago de una manera particular pero muy fuerte.
El primer arco nos hace referencia a que hay cierto determinismo en las cosas. Dent se creía que se había vuelto malo por la deformidad, pero se ve que en el fondo siempre fue alguien torcido. El accidente solo fue ese pequeño empujón que mostro su verdadera cara.
En el segundo, vemos la inteligencia de Batman que había ido bajando en los cómics de los años sesenta. Aquí se vuelve a ver como un estratega, que puede luchar contra otro enemigo, aun estando en inferioridad física o emocional.
En el tercero, se muestra la psicología y la dualidad de Batman con su mayor némesis: El Guasón. Aquí vemos ya la primera faceta psicótica del villano, ya que antes se había visto como un payaso más bufonesco. Aca el Guasón ya es retratado como un sujeto que es la otra cara de Batman y que mientras este exista, él seguira con vida. Aparte, va cuestionando sus ideales y su forma de ser continuamente, hasta el grado de romperlo (aunque él resulte roto luego). En el fondo, ambos son la misma cosa, pero con diferente cara y propósito.
Finalmente, el último arco, es el que me parece el mejor de todos. Miller ve a Batman como un extremo, mientras ubica a Superman al otro lado, como un superhéroe clásico, pero al servicio "servil" (valgame la redundancia) del estado, con ese aire fascista, donde el Hombre de Acero es más una herramienta que una persona. Esto choca de manera inevitable con la individualidad de Batman, lo cual Miller resuelve de manera estupenda. Es una forma en que el autor "parodea" todo el pasado y se da cuenta de que la visión pasada, es una forma de pensar antigua, que necesita evolucionar.
Si vemos aquellos tiempos, no evitamos compararla con la Watchmen de Alan Moore. Ambos critican la bipolaridad infantil de los héroes, ambos critican el fascismo de estado, ambos se decantan por la complejidad de las emociones y de la trama, dandole un aire adulto a una serie de viñetas de superhéroes.
Sin embargo, a la par son distintas. El Batman de Miller podría ser más suave y no es tan complejo como el Watchmen de Moore, pero se destaca por mostrarnos un cómic de acción, de aventuras, pero mucho más maduro y con un aire serio que a la vez es divertido. Aparte, Miller critica de manera contundente otros marcos de aquellos tiempos, como los medios informativos, la "antipsiquiatria" (reflejada en el torpe psiquiatra Wolper, que cree que los locos pueden ser curados con poquita bondad, bah!) y la guerra Fría (de repente me parecio ver reminiscencias de Robocop).
Sin embargo, pese a la genialidad de The Dark Knight Returns, tiene ciertos defectos. Aparte del arte de Miller, es ciertas subtramas que no terminan de encajar, aparte de que la velocidad o ritmo de lectura es medio lento. Tienes que estar cuidadosamente leyendo las viñetas para no perderte detalles. Es obvio que los fans del cómic esto les gustara, pero hay otros que les fastidia de sobremanera. Por otro lado, la obra no es tan atemporal, como podría ser Watchmen o la Broma Asesina. Aca, Miller se sujeta de parámetros muy bien establecidos, como el mismo Reagan, que aunque no se menciona, hoy en día no tendrían tanto lugar. Ciertamente, ha envejecido y se nota. Sin embargo, si se hacen referencias a la actualidad, sabemos que hay gobiernos de esta clase (aunque eso sí, los medios de comunicación continuan donde estan).
También, ciertos personajes se ven medio desaprovechados, como la misma Carrie o inclusive la aparición de Harvey Dent, que pese a ser el villano nominal del primer arco, hubiera sido interesante ser explorado de otra manera, tal como hizo Nolan en la pelicula de TDK.
En fin, disfrute mucho leyendo esta obra. Ya fue hace dos años, cuando comenzo a profilerar el cómic en la red, pero hace poco tuve que volver a leerla y debo decir que es bastante dura, bastante fuerte, pero te deja un fuerte impacto que es díficil de olvidar. Aparte ví algunas escenas de las dos adaptaciones tipo caricatura, que tuvo la obra, pero esas las comentare en otra entrada.
Este cómic no solo es recomendable, es una lectura obligada para todo fan, sea del anime, manga o del cómic americano. Es una referencia absoluta y aparte, insisto, marco una etapa donde se acababa el aspecto infantil e iniciaba algo más máduro. Lastimosamente, aun a nivel creativo, seguimos en la adolescencia. Falta otra obra de este estilo, que mande al cómic a una nueva etapa de creatividad o madurez.
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Saludos a la dueña de mis quincenas :3, así a Sam, que me ha estado insistiendo que lea xD, como quienes gustan de los cómics.
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