Rurouni Kenshin: un manga iconico de los viejos tiempos

Rurouni Kenshin o Samurai X es una de mis franquicias de todos los tiempos. Tecnicamente, estaría en mi "Top Five", ya que los subproductos de este personaje son de un altísimo nivel. Pasando por el anime, que es estupendo, así las OVAS, la peli live-action, finalmente tenemos el producto original, el manga, que gracias a un golpe afortunado de VID, fue traído integramente a nuestro país a mediados de la década pasada.

Originalmente iba a echarme el tipico chorote de como fue que inicio mi gusto por Samurai X, pero es un contexto que pienso usar cuando de la reseña de la peli live-action (que espero ya terminar de ver estos días). Así que solo me enfocare en la parte cuando conocí el manga y cuando el anime en TV estaba en sus últimos días.





Rurōni Kenshin (るろうに剣心 -明治剣客浪漫譚- Rurōni Kenshin Meiji Kenkaku Romantan?), conocida en España como Rurouni Kenshin, El Guerrero Samurái y en América Latina como Samurái X, es un manga escrito e ilustrado por Nobuhiro Watsuki y cuya adaptación al anime fue dirigida por Kazuhiro Furuhashi. Ambientado en los primeros años de la era Meiji del Imperio de Japón, afectando también al argumento acontecimientos sucedidos en el tiempo Bakumatsu de la Dinastía Tokugawa.

Kenshin Himura es el personaje principal que da nombre a la serie. Está basado en el personaje histórico de Kawakami Gensai y en otros personajes históricos como el rōnin Musashi Miyamoto.

El manga fue publicado en la revista semanal Shōnen Jump de la editoria Shueisha entre el #19 de 1994 y el #43 de 1999, y consta de 28 volúmenes en tankōbon, mientras que más tarde la editorial relanzó el manga en formato kanzenban con 22 volúmenes.


 ¿Que estaba haciendo yo en el 2004? Bueno, mi vida estaba ya dando un giro de 180 grados, ya que luego de 3 años de palurdo desempeño en la facultad, comence a escalar calificaciones, lo cual me comenzo a encaminar a la tarea de terminar la carrera, en especial a finales del 2003, cuando pude sacudirme cierta malaya emocional, aunque no lo suficiente, para crearme una bonita conciencia de culpa que estuvo dominandome por unos años más.

Por aquel entonces, el manga de Love Hina estaba ya teniendo su fin y editorial Vid amenazaba con sacar más mangas, en especial el ansiado Rurouni Kenshin, que había tenido un éxito sin precedentes en Japón. Sin embargo, a diferencia de la obra de Ken Akamatsu, Vid comenzaba a inclinarse a los formato tipo tankobou, por lo cual el precio se disparaba de los modicos 22 pesos, a casi 45 morlacos. Toda una fortuna para un estudiante medio muerto de hambre.

Pero cuando el primer tomo salio en diciembre del 2003 en México, había ahorrado lo suficiente para ver a una ex-novia, por lo cual me quedo un excedente que utilice para comprarlo. Y fue suficiente para engancharme y aun muriendome de hambre, no dejaba de comprar el tomo que salía, de manera religiosa.

Ya para cuando estaba en el servicio social, gracias al exiguo sueldo de pasante, al menos me podía comprar los mangas sin problemas, finalizando su edición para finales del 2006.

El impacto de Kenshin en mi vida ya se había mostrado con el anime, pero el manga vino a asentarlo de manera profunda. Durante dos años, disfrute una historia, que no solo asento mi gusto por Japón, sino también por el shonen (luego de ver tantas historias shoujo, al fin). ¿Pero de que rayos trata este manga?

Kenshin Himura encarna a un "ronin", un vagabundo que estuvo a "pata" por todo Japón en un periodo de 10 años, tratando de expiar sus pecados, cometidos durante las guerras Boshin, que fueron parte del escenario militar de la Restauración Meiji. Finalmente, luego de un altercado, llega al viejo Tokio (Edo), donde conoce a una enérgica maestra de kendo llamada Kaoru Kamiya. Luego de limpiar el honor del dojo, Kenshin decide quedarse y comenzar su última travesía antes de conseguir la paz que tanto había buscado.

De antemano, Nobuhiro Watsuki se vale de la historia japonesa de manera exacta para hacer cuadrar su periodo histórico. Este autor, ex-estudiante de Kendo y discipulo del gran Takeshi Obata, comenzo a hacer sus pininos al sacar un "one-shot", que trataba de un guerrero de la época Sengoku llamado Hiko Seijuro. Fue tal el éxito que cosecho con esta historia, que la Shonen Jump le permitió publicar un serial, basandose en tal one-shot.

Pero Watsuki, según sus anotaciones en el manga, quiso darle un aire distinto al serial. Primeramente, le quito ese aire todo "macho" al personaje principal y lo convirtió en una especie de niña. Esto para darle la capacidad de camuflagearse con su ambiente y también para darle un handicap al chara.
Sin embargo, cuando el editor vio el diseño final, Kenshin parecía demasiado niña, así que Watsuki decidió agregarse su característica cicatriz en forma de "X".

El manga fue un éxito de ventas a mediados de los noventas a tal grado que produjo el anime que todos conocemos. Pero aquí es donde vemos ciertas diferencias con el manga, ya que se adapto de manera integra los primeros 18 tomos. Sin embargo, el anime siguió un rumbo distinto luego de la saga de Shishio, enfocandose en 3 sagas (la saga cristiana, la saga del Bakumatsu, la saga de los caballeros teutones), que en su conjunto fueron inferior en calidad y temática a la parte cumbre del manga: el arco de Enishi.

Antes de continuar, lo que sigue es algo de spoilers, así que estan advertidos.
¿Quien fregados es Enishi? Es el hermano de Tomoe, la "ex" esposa de Kenshin durante las guerras Boshin y que fue muerta por el mismo Kenshin, cuando este peleaba con unos asesinos enviados por el Bakufu. Enishi vió este evento y fue tal su trauma, que sus cabellos se tornaron blancos, así su mente se desquisio, al grado de volverse un asesino, jurando vengar a su hermana. Durante este periodo, recluta asesinos que fueron derrotados por Kenshin y los envia uno por uno para romperlo en dos. En el climax de la batalla, Enishi supuestamente asesina a Kaoru, haciendo que Himura se hunda en una depresión terrible. Mientras sucede esto, el resto del equipo va recolectando datos para encontrar la guarida de Enishi, donde Kaoru se encuentra viva. Kenshin se sobrepone a su depre y va con todo el grupo a enfrentar a Enishi en singular combate.

Para cuando termine de leer esta parte, no pude menos que emocionarme. Este arco era con mucho, uno de los mejores del manga, un poco más elevado que el de Shishio. Una mala suerte que no fuese animado, pero segun en palabras del propio Watsuki, se tuvo que hacer ya que el anime estaba alcanzando al manga y querían hacer un poco de cancha. Lamentablemente, el anime fue perdiendo popularidad, así que fue cancelado, dejando solamente al manga.

¿Que es lo bueno de esta historia? Para empezar, el momento histórico. Watsuki encaja muchos eventos de Kenshin durante la restauración  Meiji de manera magistral, inclusive la justificación de porque no es mencionada la batalla con Shishio es bastante increíble. Aparte, rescata personajes históricos y los utiliza a su propia manera, como el carismático Hajime Saito, ex-capitan del Shinsengumi, una fuerza especial del Bakufu (Armada del Shogun) que patrullaba Kioto en aquellos años.

Luego, el diseño de los personajes esta bastante bien logrado. Le da una característica, no solo física o de pelea, sino también sus personalidades, que pese a ir madurando con el tiempo (en especial Kaoru), no pierden su esencia. El que más termina destacando al final, es el mismo Yahiko, que empieza como un chiquillo insoportable, pero luego uno le va tomando cariño, para convertirse en el sucesor de Kenshin. Igual fue tal el gusto que el autor le agarro a Yahiko que el manga termina de manera oficial con una mini-historia de él, ya cuando tiene 15 años.
Sin embargo, destaca también la inspiración que tomo el autor en cada uno, tomandolo en especial de los comics americanos, aunque de plano, algunos diseños eran sumamente descarados, al grado que los mismos lectores regañaban a Watsuki por sus "plagios" de diseño (falta ver los villanos del arco de Enishi, algunos de plano, son el mismo de donde los tomo).

Por otra parte, al ser un manga de batallas, es lógico estas esten recortadas y el anime llegue a suplir esto. Pero Watsuki las diseña de tal manera que te metes dentro del mismo combate y sientes que allí esta todo, sin necesidad de agregar algo más. El combate de Kenshin contra Shishio, cuando usa el Amakakeru Ryuno Hirameki, es único.

Por cierto, con esto de las técnicas, el talento del autor para improvisar estilos de combate con espadas es tan genial, que realmente terminas por creer que tales tecnicas existieron. Falta ver el arte de espadas de Aoishi o el mismo Hiten Mitsurugi Ryuu, que es el arte que utiliza Kenshin. A tal grado fue su impacto, que salieron varias páginas hace años, donde describían paso por paso, la ejecución de muchas técnicas de Himura.

Tal vez el punto más flaco del manga, es la retrospectiva que hace Watsuki durante la saga de Enishi, cuando nos va contando el origen del personaje principal. Me pareció buen detalle de mostrar a un Kenshin jovial, muy serio, alejado del chara cómico que es en la actualidad. Sin embargo, lo de Tomoe, no termina por cuadrar con la posterior evolución del mismo. Claro, uno piensa que un pequeño empujón emocional puede hacer cambiar a una persona, pero la muerte generalmente genera más enojo o tristeza que alegría, así que Kenshin, por más que halla estado caminando por Japón por 10 años, dudo que su carácter pueda cambiar tanto, más porque luego de este arco, volvemos a ver el carácter taciturno y serio del mismo, como si nunca lo hubiese olvidado. No significa que este mal hecho, pero lo siento muy forzado y aparte, le quita el carisma al protagonista, que es quien realmente carga con el manga a cuestas, pese a tener tanto secundario carismático (aunque el mini-arc de Sanosuke con su familia, es estupendo).

También el personaje de Enishi fue un poco gris, pero supongo que a Watsuki se le paso la mano cuando diseño a Shishio, ya que el carisma que poseía era avasallador. El mismo confiesa que Shishio era su personaje favorito, pero siento que se le paso la mano y por eso Enishi se ve un poco parco comparado con él.

Pero fuera de esto, este manga es el perfecto ejemplo de una historia shonen, que tiene buenas batallas, buenos personajes y buenas historias. Es un clásico y una lectura obligada para todo fan del anime-manga. Vemos como el dibujo de Watsuki igual va evolucionando hasta su estilo actual, aunque a título personal, me gusta más como dibujaba cuando el manga iba por la mitad, donde me parece mejor su exponente. Para el final, ya tomo un aire más cuadrado, que no termina por llegarme (en especial el diseño del pelo de Kenshin, lo cual ya luego se refleja en los OVAS, el manga de Restauración y los OVAS de la saga de Kioto).

Ah, por cierto, con motivo de los 15 años de la salida del anime, Watsuki dejo parada su obra actual (Frankeistein), y volvió a dibujar Samurai X, creando un manga donde resume el arco de los primeros tomos en uno solo y modificando substancialmente algunos detalles (la peli live-action es casi una calca de esto), llamado "Restoration". Me gusta el arte que usa (y le agrega una bufanda a Kenshin), pero aun asi, prefiero el original.

Como dato final, el manga contiene más escenas explicitas de sangre, violencia, gore y algo de picarismo sexual. Nada fuera de lo normal xD.

Lo mejor: la historia
Lo original: los personajes
Lo malo: el desbalance entre algunos "arcos" argumentales.

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Saludos a mi Kaoru :3, así a quienes gustan del buen manga.