sábado, 28 de mayo de 2016

Pawn Sacrifice: una buena reseña de Fischer y el Match del Siglo

Hace unos cuantos meses, luego de una visita de mi comadre con su padre, de repente no sé porque, comencé a hablar de ajedrez con él y entonces me hizo la recomendación de ver una película que había estrenado Tobey Maguire de manera reciente, llamada "Pawn Sacrifice" y que trataba sobre la vida del gran maestro de ajedrez norteamericano, Bobby Fischer. Por supuesto, tenía ciertos comentarios del mencionado y del match del siglo que protagonizo contra Boris Spasky en 1972. Así que no tarde en ir a la PC a descargarla, ya que la opción de verla en México se veía bastante lejana en ese momento.

La película ya la tenía en mis manos en febrero de este año y curiosamente, la distribuidora del filme en México dio la sorpresa de su estreno en marzo, donde tuvo una exhibición limitada. Por supuesto, pensé en ir a verla, pero los compromisos laborales de mi esposa y un servidor estuvieron tan pesados en aquellas semanas, que finalmente no pude verla. Creí que tardaría aun más en disfrutarla, más porque este mes llegue a tener hasta 10 episodios de anime en fila para ver. Sin embargo, no sé como me puse al corriente y finalmente, me enfoque en ver el filme, en al menos dos tiempos diferentes. Y debo decir que valió la pena y por mucho. Hubiese terminado antes, pero la película me tenía tan intrigado y me hacía sentir tan ignorante, que cada diez minutos paraba la escena para ponerme a leer al respecto. Finalmente, creo que tengo el contexto suficiente para dar una entrada decente sobre esta película, que de antemano digo, es una de mis favoritas del año y que recomiendo ampliamente.

Vamos a ver porque...


Antecedente histórico: es importante esta parte, ya que podemos darnos una idea de la figura de Bobby Fischer y que tan apegado esta este filme a lo que sucedió, no solo en su vida previa al "Match del Siglo", sino lo que sucedió posteriormente.

Antes de Fischer, el mundo del ajedrez estaba enteramente dominado por la escuela soviética. Con la subvención estatal, los maestros rusos no solo estaban bien entrenados, sino inclusive cooperaban entre ellos para dominar los primeros lugares. Contra lo que se esperaba, Estados Unidos nunca (y sigue sin serlo) una gran potencia en este rubro. Aun hoy en día, el maestro Nakamura, pese a ser norteamericano, es mitad japonés por su padre. Por ello, la aparición de Robert James Fischer en la escena, significo toda una novedad, desde las épocas de Paul Morphy.

Bobby nació en Chicago en 1943, hijo de una enfermera y políglota y probablemente de un portentoso matemático de origen alemán (aunque la madre, Regina Wender, termino dándole el hijo a su posterior marido). El matrimonio Fischer no funciono y la madre junto con la hermana del chamaco, se terminaron mudando a Nueva York cuando él tenía dos años. Las continuas reuniones que su madre tenía con los intelectuales de la época hicieron que Bobby fuese un niño un tanto descuidado. El único apoyo provenía de su hermana mayor, que termino haciéndole un regalo al chamaco a los 6 años, que consistía en una caja de juegos. Allí encontró un tablero de ajedrez y unas instrucciones, con los cuales aprendió a jugar por sí solo.

Pronto, el niño se había obsesionado tanto con el juego, que su madre lo llevó con un psiquiatra, pero su interés no aminoró ni un ápice. Finalmente, lo llevo a una escuela de ajedrez, donde el gran maestro Carmine Nigro comenzó a instruirlo en el juego, sorprendido con el talento del muchacho. Sin embargo, Fischer no destaco en al ajedrez infantil como muchos grandes maestros, hasta que cumplió los 12 años. A partir de entonces, comenzó a arrasar en las competencias, al grado que se convirtió en Gran Maestro a los 16 años, implantando un record para la época. A la par, esto provoco una división con su familia: su madre se mudo a California, dejandole su departamento en Brooklyn y Fischer abandono definitivamente la escuela.

A la par, Fischer comenzó a ser entrenado por John Collins, renombrado maestro de Ajedrez. Junto con William Lombardy, ex-sacerdote católico, pronto se convirtió también en una especie de hermano mayor y mentor, que le ayudaron a Fischer a sacar su talento, al grado que derrotó al gran maestro Donald Byrne en 1956.

Durante los siguientes 10 años, Fischer estaría en diferentes torneos, llegando a ser un jugador renombrado y temido, no solo por su juego que consistía en una mezcla de ataque y rápidez, sino también por sus continuos berrinches y exigencias. Pese a su gran inteligencia (supuestamente tenía un CI de 187), pronto comenzó a tener problemas mentales de importancia: se hizo paranoico y decía que lo espiaban, en especial los comunistas. Esto se vio aumentado cuando comenzó a enfrentar a los maestros rusos, denunciando de frente su comunidad que impedía un acceso directo al primer puesto. Aunque la Federación de Ajedrez negó esto, no tardaron en modificar las rondas, de tal manera que hubiese eliminatorias directas, en lugar de puntuar las partidas.

Pese a esto, Fischer estuvo ausente un par de años, aunque esto no pareció afectarle. En poco tiempo derrotó a los maestros Tal, Petrosián y Smyslov, en especial a Petrosián, que recientemente había sido desbancado de su posición como el máximo campeón por un aspirante más joven y talentoso: Boris Spasky. Este último era considerado una leyenda viva, ya que aparte de haber sido un niño prodigio, sabía adecuarse a cada rival que enfrentaba, llegando a vencerlos en su propio juego. Spasky inclusive derrotó en una ocasión a Fischer en 1962 en un torneo eliminatorio. Sin embargo, las modificaciones de la Federación le llevarían a una nueva revancha en 1972, cuando luego de vencer a Petrosián en el Torneo de los Candidatos, pudo acceder a enfrentarse a Spasky.

El Torneo que se realizo en julio de 1972 pronto acaparo la atención mundial. La Guerra Fría estaba en su máximo esplendor y EUA venía de ser pateado en el trasero por varias intervenciones militares fallidas, como la guerra de Corea y Vietnam. Pese al parón de los misiles en Cuba, la presencia soviética era muy potente. Por ello, el evento estuvo lleno de una implicación política y patriota en grado excesivo por ambos lados. Fischer hizo aun más llamativa y complicada su participación, ya que su primer viaje se pospuso por una paranoia que tuvo al llegar al aeropuerto. Luego, durante la competición altero en varias ocasiones sus peticiones, llegando a desquiciar a los organizadores. Esto podría ser signo de su temprana locura, pero igual reflejaba el pensamiento de muchos maestros de ajedrez y su enorme ego ante tales situaciones (solo hay que ver lo que hizo Kasparov en su momento).

Finalmente, el Torneo comenzó y en la primera partida, Fischer cometió un enorme error que le permitió a Spasky ganar la partida. Para la segunda, el competidor norteamericano no se presento por problemas personales y parecía que el ruso iba a ganar el campeonato. Sin embargo, en las siguientes partidas, Fischer arrolló a su rival, demostrando signos de autentica genialidad, llegando a variar su patrón de defensa y ataque, lo cual desconcentró totalmente a Spasky, que se había atenido a visualizar la versión clásica de Fischer. Finalmente, el resultado quedo 12 1/2 a 8 1/2, favor del norteamericano. 

Lamentablemente, Bobby se perdería de la escena luego de este triunfo. Alegando criterios irreconciliables con la Federación, trato de manipular su próxima disputa del título, que en este caso era contra el juvenil Anatoli Kárpov, el cual se volvería el más dominador de la escena mundial por los siguientes 15 años. Entre tanto, Fischer rechazo patrocinios y juegos, dándosele por perdido. Inclusive, en 1980 fue atrapado por la policía, por vagabundeo. 

Reapareció en 1992, cuando aceptó un patrocinio de un serbio rico que pretendió recrear el Match del Siglo en Yugoslavia. Debido a las tensiones militares y políticas, EUA amenazó a Fischer de no participar, pero este los desoyó y ambos se enfrentaron nuevamente. Spasky volvió a perder, aunque el encuentro no tuvo ni la chispa ni genialidad del primero. EUA lanzó una orden de arrestro contra Fischer, el cual se dedico a viajar por medio mundo para evitar ser atrapado, hasta que a principios de la década pasada, las autoridades niponas lo agarraron con un pasaporte ya caduco. Estuvo 8 meses en prisión, hasta que Islandia le ofreció nacionalidad debido a la fama que le dio por su campeonato. Pese a la amenaza americana, Fischer fue a dicho país y vivió allí sus últimos días, falleciendo en el 2008, rodeado apenas de unos cuantos conocidos y amigos. 

Ahora sí, vamos a analizar la película en sí.

Argumento: Bobby es un chico neoyorkino que vive a solas con su madre. Las continuas pláticas secretas de esta hacen que el niño se refugie en una caja de juegos que le ha dado su hermana mayor. Luego de ver como se juega el ajedrez, comienza a apasionarse por el mismo, a tal grado que su madre lo lleva con un maestro de ajedrez para que le gane y le quite sus deseos de seguir jugando. Sin embargo, dicho sujeto, Carmine Nigro, ve un alto potencial en Fischer. Años después, vemos a Bobby ya convertido en un joven y talentoso maestro, el cual sueña con ser el campeón mundial, aunque primero tiene que vencer al actual campeón Boris Spasky, esto a la par que tiene que lidiar con sus demonios internos que vienen desde su infancia. 

Comentario personal: la película técnicamente es un biopic, es decir, un filme biográfico que relata hechos y situaciones que vivió una figura histórica real. Generalmente el problema que tengo con estas películas es el grado de fidelidad que guarda con la vida real, el cual en algunos filmes esta muy disminuido, esto debido al impacto dramático que se busca crear en algunas escenas. El ejemplo de un biopic demasiado alterado y que pese a que me gusto, luego me dio casi un "yeye", es el del Código Enigma, donde los guionistas se tomaron demasiadas licencias con respecto al personaje original (el profesor Turing) para crear una historia más lacrimógena y que fuese del gusto del público. Personalmente esto me pareció muy forzado y hubo escenas que lejos de comprimir la historia, buscaban soltar la lagrimita fácil. Esto tiene el problema de que siempre "friega" al personaje original y le da un matiz que no tiene. 

Lamentablemente, "Pawn Sacrifice" no puede verse librada de dicha crítica, ya que leyendo la biografía original de Fischer, su figura real resulta menos exagerada e histriónica que la interpretada por Tobey Maguire. Para colmo, hace a lado a un personaje muy importante como Collins, que realmente se revela como el maestro de Fischer, el cual en las aras de ponerlo como un genio incomprendido y emocional, sacrifican mucha de su historia original, la cual a mi parecer, también tenía su propio punch. Aparte, tampoco es que los personajes que quedan, como Lombardy o Marshall, lleguen a ser demasiado aprovechados. Cierto que la película va en torno a Fischer, pero que los secundarios lleguen a palidecer tanto, llega a restarle algo de simpatía al ambiente. Esto también le toca a Liev Schreiber, el cual interpreta a Boris Spasky, que se ve como un rival en las sombras bastante ecuánime y tranquilo. Tal vez su mejor momento es cuando se enfurece ante las displicencias de Fischer y acepta batirse con él en la sala de ping-pong, siendo un momento muy corto. 

¿Por qué hablar de esto cuando había recomendado desde un principio la película? Es que es tal vez el único "pero" que puede haber, ya que el resto del filme es una maravilla en ritmo, narrativa y hasta la interpretación de Maguire es bastante buena. Generalmente mucho del problema del biopic es que necesitas equilibrar la infancia del personaje con su vida actual y sí no lo haces bien, puedes hacer la película muy larga por momentos. Aunque la película le dedica 10 minutos al Fischer niño, el director como el guión hacen una estupenda narrativa del mismo, comprimiendo muchos detalles en unas cuantas frases y escenarios, sin insultar la inteligencia del espectador. Por ejemplo, la escena donde Bobby ve sombras caminar por el resquicio de la puerta se va repitiendo continuamente en la película, dándonos a entender la paranoia creciente del personaje, más que enumerarlo en frases o explicaciones.


Este tipo de detalles se van repitiendo en la película, lo cual la hace bastante enriquecedora y sobre todo, muy dinámica a nivel narrativo, aparte de que dan chance a desarrollar a Fischer desde sus 18 años hasta la conquista del título mundial, no solo en sus hábitos como jugador, sino también en su forma de pensar y claro, en la parte emocional inestable que ya estaba en ciernes. Esto también me agrado mucho como lo trataron, ya que en ocasiones los biopics se van a ensalzar la locura del personaje, pero acá no tocan tanto el tema y solo dan pequeños remalazos de eso, como en los comentarios de Fischer y claro, en su actitud. Claro, algunos les podrá parecer demasiado, pero en mi particular lo trataron muy bien, aparte de que mantenían la funcionalidad de Fischer en ese momento, en especial con el ajedrez. 

Aquí debo hacer un breve paréntesis y aunque muchos criticaron o vieron mal a Fischer por sus comentarios xenofóbicos y antisemitas, también hay que ver que la paranoia que presentaba ya era muy avanzada y que inclusive podía caer en ciertos rubros de la esquizofrenia. Por supuesto, debido al CI avanzado del personaje, esta no lo alcanzo totalmente y pudo mantener un nivel de vida aceptable (pese al vagabundeo y luego su aspecto desaliñado) casi hasta el final. Es la ventaja de la inteligencia, que permite sobrellevar este tipo de problemas, aunque lógico, dando la misma guerra en como se ve la película (en especial con lo del alimento y los micrófonos escondidos).

Otro punto bastante bueno fue el rubro del ajedrez. El tocar un tema específico puede generar angustia o problemas en la audiencia que no sabe nada de dicha disciplina. Sin embargo, acá si se ve el tema, pero no se profundiza demasiado, llegando a ser entendible en muchas ocasiones. Precisamente, la figura de Marshall se convierte en nuestros propios oídos y ojos, ya que muchas veces en un partido pregunta que esta pasando y Lombardi se encarga de traducir lo que sucede, generando una mayor expectación. Aquí hago referencia a series de anime como Hikaru no Go o Chihayafuru, donde igualmente tenemos deportes poco conocidos, pero que personalmente me producían mucha emoción verlos. Aunque el filme no tiene esos detalles, crea una atmósfera bastante potente y que te hace brincar, pese a que conoces el resultado. 

Esto en parte se logra a la actuación de los involucrados, pero aunque muchos alabaron la de Tobey Maguire, debo decir que Schreiber hace una soberbia interpretación de Spasky y da un adecuado contrapunto al frenesí que encarna Fischer. Esto hacía muy llevable algunos momentos, sin caer tampoco en una confrontación muy clásica y hasta ñoña. 

En conclusión, "Pawn Sacrifice" es un estupendo relato sobre la vida de Bobby Fischer. Salvo por algunas licencias dramáticas, es un buen biopic y comenta de manera muy atinada lo sucedido con el Match del siglo de 1972. No solo por la música de aquellos años, que llega a retratar momentos importantes, sino también por la caracterización de los setentas, la película tiene unas cuotas muy altas de drama, inclusive de comedia involuntaria y claro, sin dejar de lado al deporte ciencia: el ajedrez. Pese al histrionismo del protagonista, el ajedrez sigue siendo el punto importante del filme y con frases así comentarios, los mismos personajes lo van remarcando a cada momento.

El Match del Siglo.

¿Recomendable? Absolutamente. Es una de las mejores películas que he podido disfrutar de este año (aunque irónicamente, fue filmada hace tres y apenas exhibida de manera limitada en EUA el año pasado). Espero pronto salga la versión en formato casero, porque esta sí la pienso comprar. 

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Saludos a la dueña de mis quincenas ^^, así a quienes gustan de este tipo de películas.

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