miércoles, 16 de abril de 2014

Un poco de Michael Crichton: Devorador de cadáveres y Rescate en el tiempo



Hablar de Michael Crichton hace unos años era motivo de culto, para un servidor. Por suerte, uno va envejeciendo y con ello, se gana algo de critica más estructurada y no solo el simple hecho de decir “no me gusta”, sin más que nada.
Y aunque a la fecha, muchas de las obras del susodicho, tanto a nivel literario como a nivel fílmico las sigo considerando genialidades, también no he podido dejar de ver los errores y horrores que caracterizaron a tal carismático, pero a la vez extraño personaje.
El motivo de esta entrada, es hablar de dos obras que leí “recientemente” del autor. Una que se ubicaría en sus etapas iniciales y que me gusto bastante y otra, que lamentablemente arrastra las tendencias que lo marcaron luego del éxito que tuvo con Parque Jurásico.
Pero para ampliar el contexto de “Porque ya no me gusta tanto como antes”, es necesario hacer un poco de historia y crítica al respecto, antes de hablar de dos libros que si los pongo de primeras, vendrían de dos autores totalmente distintos.

La vida de Crichton es a la par interesante, tanto como una de sus novelas. De gran altura y con un CI que superaba a la media, el susodicho paso sin problemas sus años de primaria e instituto con buenas calificaciones. Sin embargo, para cuando entro al “College”, aun no estaba decidido que estudiar, por lo cual se metió a antropología, donde el desgraciado logro un summa cum laude, que sería un grado de alto nivel al momento de graduarse. Luego de esto, parece que le pico la mosca de la medicina y el mencionado se metió a medicina…donde solo estuvo un año y luego se dedico a viajar por toda Europa. Estuvo enseñando aquí y allá, hasta que finalmente se regreso a EUA, donde volvió a la facultad de medicina.

Obviamente, ya sin el apoyo de sus padres, Crichton tuvo que financiarse la costosa carrera de medicina en Harvard, donde se dedico a escribir para tal fin. Aunque ya había hecho pininos a los 14 años, escribiendo para una revista, aquí Crichton le metió velocidad al asunto y luego de unas cuantas obras mediocres, saco su éxito, La amenaza de Andromeda, que luego se adapto a película en 1971. Justamente el año de la publicación, 1969, también fue el de la graduación de Crichton, que posteriormente haría un posgrado en el afamado Instituto Salk. Sin embargo, los ojos del mencionado ya estarían enfocados en la escritura.

Como ven, cuando leí esta biografía, me sirvió de inspiración para comenzar a escribir cuando igual estaba en la preparatoria y luego en la facultad. Lamentablemente, no poseo ni el 10% del talento de Crichton, si no, ya estaría publicado en algún sitio. No obstante, fue su ejemplo lo que me ayudo a hacerme un lector, no solo de sus obras, sino también a hacerme un mejor crítico y de allí nos agarramos para hablar de sus dos siguientes obras.

 -Devoradores de Cadáveres.

Devoradores de Cadáveres (1976) (título original: Eaters of the Dead), es una novela del autor estadounidense Michael Crichton, la cual nace como un ejercicio fantástico donde el escritor plantea un posible origen real del mito de Beowulf, relatado en el poema de la tradición británica que lleva el mismo nombre. Para simular este presunto origen histórico de los sucesos relatados en el poema, Crichton atribuye la obra a un personaje histórico, el cronista árabe Ibn Fadlan, quien protagoniza el relato y la vez cumple el rol de narrador de sus sucesos. En esta obra también se especula sobre la supervivencia del Hombre de Neanderthal (homo neanderthalensis) y su convivencia con el humano moderno hasta periodos históricos recientes.



Vi “13 guererros” ya hace unos cuantos años, seh esa peli donde sale Antonio Banderas, haciéndose pasar por un musulmán en tierra nórdicas. Curiosamente, fue saliendo de una guardia y por ello, no le preste mucha atención, ya que estaba tirado en la cama, muerto de cansancio y solo enfocándome en algunas escenas que me llamaban la atención. Aunque me gusto, tuvieron que pasar un par de años, hasta que pude verla más tranquilamente y no pude dejar de sorprenderme: que un árabe se metiera en una expedición vikinga, era una idea bastante original. Lastimosamente, las aventuras posteriores, luego de los momentos cómicos y de acción, fueron yendo a la baja y dieron una peli un tanto inconsistente. Aun así, el argumento y la idea eran estupendos. No tarde en enterarme que el genial Crichton había escrito el libro el cual había inspirado tal película, que aun hoy en día, si veo en la TV, dejo todo de lado para disfrutarla una vez más.
Posteriormente estuve buscando el libro en edición castellana. Lamentablemente, al haber sido editado en 1979, el encontrar al menos en México, un tomo era casi imposible, por lo cual tuve que recurrir al mentado PDF y así ponerme unos cuantos minutos al día a leer tal obra.

De antemano, comparada con otras obras, esta se nota de una época mucho más primigenia de la trayectoria de Crichton. Mientras en sus libros más actuales abundan los diálogos y las referencias tecnológicas, acá la cosa navega en una bandera histórica, que trata de ser lo más apegada aun canon. Para empezar, Ibn Fadlan, un personaje histórico real, conocido por sus aventuras con los vikingos del volga (que supuestamente dieron origen al futuro zarato de Moscú, hoy Rusia), fue tomado por Crichton para protagonizar una aventura con los tintes que se le conocen: el pobre hombre, luego de ser cachado seduciendo a la mujer del califa, es enviado en una misión diplomática con alto riesgo a negociar con los vikingos. Allí conoce a un grupo de ellos, que sin querer, lo llevan a una misión para localizar a una extraña tribu que va asolando a varios pueblos nórdicos y que tienen la fama de devorar sus cadáveres. Nos enteramos posteriormente que esta tribu, son un grupo de Neandertales, que han sobrevivido al tiempo y son el último vestigio de los primos hermanos del homo sapiens actual.

Nuevamente, la idea original es buenísima. Sin embargo, tal como en la película, la cosa no jala bien al principio ni al final. Crichton empieza con una descripción del propio Ibn Fadlan demasiado espesa y con una narrativa poco convincente. Técnicamente, pese a estar comentado los amores con la mujer del califa, es tan soso y tan denso que estaba bostezando a la tercera página. Y es que aquí se nota una debilidad del autor que es la poca descripción o narrativa que suele hacer de sus textos. Todo se centra en la acción y los diálogos, donde sus personajes describen su pensar, el hacer o el entorno de las cosas. Pero cuando solo tienes un personaje y un solo lugar, es cuando la cosa se pone muy evidente. Y es algo que con el paso de los años, Crichton nunca pudo pulir. Para prueba, si uno lee “Acoso sexual”, donde la trama se posiciona en solo dos personajes, la cosa se cae ya pedazos.

Por suerte, Crichton abandona rápidamente esta posición y ya cuando nuestro estimado Fadlan abandona el califato y se encuentra a los vikingos, por un río de Bulgaria, la cosa cambia y de manera espectacular. Introduce personajes carismáticos (un sello del autor) y unos diálogos que pasan de la monotonía a algo interactivo y es que Fadlan comienza a comparar las diferentes culturas, la cual él profesa y la cual los vikingos tienen. Claro, si uno no gusta mucho de la antropología o historia, sonara pesado, pero a mi en lo particular me gusto y aquí se denota porque el autor saco tal nota en el college, haciendo unas descripciones minuciosas, pero amenas de ambas culturas.
Y ya para cuando llegamos a la tribu que esta siendo asolada por los devoradores de cadáveres, la cosa esta en su plenitud. Particularmente me la pase como enano leyendo esta parte.

Sin embargo, el último tercio, la batalla final y lo que sucede con todos como epílogo, me pareció rápido, poco creíble y aparte un poco tedioso. La amistad que Fadlan forja con uno de los protagonistas termina por decantarse de un lado y nuevamente volvemos a una narrativa muy densa y con demasiados diálogos innecesarios. Ya casi estaba rogando para que se acabara el libro, aun cuando faltaban 5 páginas y es que no decían nada, con eso lo digo todo.

Ahora, si lo comparamos con la película, debo decir que el personaje de Fadlan pierde mucho. No solo por el carisma de Antonio Banderas, sino por como el director del filme lo retrata: alguien culto, que va aprendiendo el idioma vikingo en la marcha y que aparte aprende a pelear. Aca Fadlan de plano es un ratón de biblioteca, pero hasta allí. Es penoso verlo combatir y aparte todo se lo tienen que traducir. Es obvio porque se tomaron las licencias, para darle más acelere y carisma al protagonista, pero si ves la película, el libro si te decepciona en algunas partes.

En resumidas cuentas, esta novela me gusto y bastante. Se notan ciertas fallas en las que el autor recae constantemente, no solo en el aspecto histórico, sino también en su propia formación. Aun así, Devoradores de cadáveres es un libro ameno, que se pasa volando (poco menos de 200 páginas) y que vale la pena, ya que también sirve de contraparte a una etapa posterior que tuvo Crichton y que lamentablemente, si le pego en buena y mala manera.



-Rescate en el Tiempo (Timeline)

Enmarcada dentro del género conocido como tecno-thriller, creado por el propio autor, desarrolla una historia de ficción basada más o menos libremente en hechos científicos reales o futuribles. Fue llevada al cine por Richard Donner en el año 2003 bajo el título Timeline.

En este caso, habla de una forma de viajar en el tiempo desplazándose por el "multiverso". Este concepto, desarrollado en el marco de la física cuántica, postula que nuestro universo no es único, si no que coexisten copias del mismo en todos los momentos y todos los estados posibles, cada uno de ellos aislado como una burbuja. Este concepto también es conocido como "espuma cuántica". Así, en la novela, un complejo sistema es capaz de copiar a una persona, desmaterializarla en nuestra realidad, y materializarla otra vez en un universo distinto. En el caso de la novela, varios personajes (tanto arqueólogos como empleados de una empresa desarrolladora de la tecnología) son de esta forma transportados a la Francia del año 1357, en la que viven trepidantes aventuras intentando regresar al presente.



Fue gracias a mi comadre, que de repente me regalo varios libros que tenía en su amplia biblioteca, que cuando le eche el ojo a este libraco. Ya antes había visto en librerías de segunda mano “Rescate en el tiempo, Timeline”, que en su momento fue un éxito de ventas para el rey del tecno-suspenso.
Así que cuando Timeline apareció en la lista de “se los pueden llevar”, que no perdí tiempo y lo aparte, dejándolo para cuando acabara otra novela que tenía pendiente. Por suerte, pude aprovecharme de las largas estancias en el metro y leerlo cada vez que podía…aunque no con los mismos resultados que esperaba.

Parque Jurásico se considera el mejor éxito de Crichton, pero también fue la obra que lo marco de tal manera, que sus posteriores obras, siempre han resultado ser una copia débil, al menos argumentalmente, de la antes mencionada.

Y es que pese al intento de autoconvencerme de que “Timeline”, es un buen libro, se queda mocho por muchos lados, aun pese a ser una idea, en cierta forma, revolucionaria.
Un consorcio descubre el viaje en el tiempo, pero solo para poder lucrar con él. En uno de estos desplazamientos, un importante científico se queda atrapado y tiene que pedir ayuda. Un grupo de apoyo va en su rescate, pero comienzan a encontrarse las típicas dificultades para rescatarlo y así volver sanos y salvos a su mundo.
Suena novedoso, pero cuando tratas de aplicar la fórmula “Parque Jurásico”, la cosa se truena y de manera bonita.

En su momento, comenté la genialidad de este libro/película, Parque Jurásico y como llego a ser potente porque era una idea con una estructura y desarrollo bastante originales. Pero si tratas de repetir la fórmula, ya no tiene el mismo impacto y se va perdiendo conforme pasa el tiempo. Para prueba hay que leer o verse la secuela de la misma “El Mundo Perdido”, que nada tiene que hacer contra su predecesora y que resulto muy inferior. Curiosamente, cuando Joe Johnston trato de retomar el concepto con una tercera película, me termino gustando más, porque él no quiso darle un giro distinto con el mismo esqueleto, hizo exactamente lo mismo que la primera y ya, sin mayores preámbulos.

Y es que paso exactamente lo mismo con Timeline: una empresa corporativa sin escrúpulos, un dueño medio zafado, un grupo de protagonistas que afrontan el peligro y las movidas de la ley de Murphy, un montón de artilugios que suenan a pretexto para que se echen a perder a la mínima expresión y de repente, ir luchando contra el tiempo, porque sino, vas  a terminar muerto como si estuvieses en un juego de Mario Bros.

Le hubiera perdonado eso a Crichton si hubiera hecho un Parque Jurásico medieval, pero nooo, los personajes son muy lineales, muy cuadrados, muy prototipos. La trama no tiene velocidad, todo esta lleno de acción, pero solo para rellenar las cosas. Ni siquiera la incorporación de un “traidor” en el grupo llega a ser creíble, sino recursos que utilizo el autor para justificar una batalla en pleno Medioevo y para remates, saltándose algunos preámbulos y situaciones que no valen la pena.

En fin, que a diferencia de la anterior, aquí el autor me pego una buena decepción. Si generalmente tardo una hora en echarme 40 a 50 páginas de corrido, acá pase al menos 3 días en leerme la misma cantidad y es que los diálogos eran demasiado simplistas (“Profesor, tenemos que salir, hemos venido por usted”, “Sí, pero antes debemos ver que dicen estos nobles”, “Ah bueno, vamos para alla”. Argh) lo cual le resta interés al por mayor y para colmo, adosado con un montón de descripciones sumamente fastidiosas y que denotan más el gusto de Crichton por los castillos de aquel entonces que por darle un poco más profundidad o de contexto a la trama. Léase, paja y más paja.

Y es que el final tampoco es emocionante, es predecible y puedo decir sin tapujos, sin riesgo de arruinar tramas, porque NO HAY TRAMA, que cuando un personaje se va a quedar en el pasado, se ve venir desde la primera hoja donde aparece, lo cual es aun más lastimoso. Tal vez el concepto del viaje en el tiempo sea bastante revolucionario y se apegue a lo más actual, pero todo lo que lo rodeo, fue demasiado soso. Para colmo, muchas tramas que se quedaron abiertas, el autor no las cerro totalmente o lo hizo parcialmente.

En fin, Timeline me resulto un libro un tanto mediocre, inferior a lo que su autor había hecho antes y con tantas reminiscencias a Parque Jurásico, que me resulto desalentador. No puedo negar que un autor logre un gran éxito y quiera repetir la fórmula. Yo pase lo mismo cuando hice un fic con cierta estructura y trate de repetirlo, pero no con los mismos resultados. Solo lo haces porque piensas que has agarrado el dedillo y crees que podrás seguir convenciendo con ese mismo pulso. Lamentablemente no siempre es así, más cuando ese pulso no es original y aparte no es tan fuerte.


En sí, es recomendable, pero solo para los fans del autor. Fuera de ello, resultara una novela buena, pero muy a secas y por momentos, con poco impacto.

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Aun no puedo ser tan crítico con Crichton, ya que me faltaría leer otra novela del periodo del Devorador de Cadáveres como “Congo” o una posterior a Timeline, como “Next” o “Estado de Miedo”, pero al menos, puedo decir que los años pasan y algunas cosas ya no son tan dulces como antes. Lamentablemente, le tenía que tocar el turno al buen Crichton. 

Saludos a mi princesa ^^, asi a Sam que me facilito uno de los libros, como quienes más gustan de este tipo de literatura.
 

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