A estas alturas, Starwars se ha convertido en una especie de franquicia monstruo, debido a sus múltiples ventas en sus diferentes ramos y la popularidad que tienen tanto sus tramas como personajes. Inclusive, mi esposa que no es nada fan de la serie, sabe quien es Han Solo, Chewbacca, Luke Skywalker o Darth Vader. Lo que ha hecho George Lucas con su franquicia, fue incorporarla al canon cultural que muchas personas, independientemente de sus edades, tienen hoy en sus vidas.
Sin embargo, hace 19 años, la serie estaba a un punto de pasar a mejor vida, ya que era considerada una franquicia antigua, perteneciente a tiempos mejores. Nuevamente Lucas se encargaría de revivirla cuando dio un comunicado diciendo que haría una nueva trilogía, que adaptaría el pasado de Anakin Skywalker antes de ser Darth Vader. Nuevamente Starwars volvería al imaginario colectivo y se convertiría en la franquicia que hoy en día es, al grado que Disney ha decidido explotar esta nueva gallina de los huevos de oro, sacando películas del universo en los siguientes 3 a 4 años de manera continua, así sacando un montón de mercadotecnia a sus espaldas.
Hoy ser fan de Starwars es motivo de orgullo y hasta de reconocimiento. Pero en aquellos años, en los finales de los noventas, era sinónimo de ser geek o un freak. Solo los intelectuales jugaban con sables de luz o se disfrazaban para ir a las convenciones como un stormtrooper o un cazarrecompensas. Nuevamente George Lucas en su momento tuvo que ver con eso, al ampliar dicho universo a otras ramas y que para malas y buenas, tuvo una gran aceptación. Uno de estos rubros, fue el terreno del manga, el cual curiosamente, también estaba a punto de lanzarse a un alcance mundial.
Datos técnicos: Como parte de una agresiva campaña, Lucasfilm decidió expandir el pulso de Starwars a cuanto producto tuviese a la mano. Desde productos multimedia hasta la literatura y los cómics, todo esto entre el año de 1997 y 1999. Los viejos cómics de la Marvel fueron reeditados por Dark Horse y muchas tramas como novelas fueron creadas, como Sombras del Imperio, el cual se consideraría un apendice de la trama original, pero que sería tan aceptada y aclamada por los fans, que se convirtió en una novela, un cómic y un videojuego.
Mientras los fans esperaban la llegada de la nueva trilogía, el universo SW se fue expandiendo a todos lados. El manga, como ya se comentó, también se vio beneficiado y Lucasfilm permitió la adaptación en este formato de las tres películas principales del canon. Tres artistas o mangakas fueron los elegidos, siendo el primero Hisao Tamaki, que en cuatro tomos (los cuales fueron publicados por Tokyopop en 1998) se encargo de "Una Nueva Esperanza", Toshiki Kudo de "El Imperio Contraataca" y Shin-Ichi Hiromoto de "El Regreso del Jedi", teniendo el mismo número de volúmenes para desarrollar dichas adaptaciones.
El impacto que tuvo dicha adaptación fue bastante bueno, al grado que la publicación gano un premio Eisner por mejor material extranjero en el rubro del cómic en aquel año. Debido a esto, la editorial Planeta, la cual es dueña de los derechos de Starwars en ese nivel en España, decidió traducir dicha obra y publicarla en aquel país, teniendo el mismo número de tomos por película. El manga se publicó entre finales de 1998 y mediados de 1999, siendo un objeto de colección así de culto entre los fans actuales del universo.
Un detalle de la publicación en español, fue que se decidió invertir el orden de lectura. Siendo mangas, se lee de derecha a izquierda, pero como aquel rubro no se seguía bien en Occidente por aquellos años, los editores españoles decidieron cambiarlo, lo cual suscitaba alteraciones importantes, al menos a nivel visual, de como se tomaban las armas y también de la toma en que se enfocaba la acción o el diálogo.
Otra rareza de la edición española es que las portadas fueron cambiadas totalmente. En lugar de mantener las japonesas/americanas, sacaron litografías de las películas y las pusieron enfrente. Esto saca bastante de onda, ya que uno piensa que son libros-libros, cuando es todo lo contrario (mi esposa se llevo dicha sorpresa, ya que cuando quiso leerlos, creyó que eran cómics americanos).
Una curiosidad más, es que algunos tomos tienen extras y son más que nada, comentarios editoriales, donde se comenta sobre el origen del manga y sus adaptaciones, sobre el universo de Starwars y claro, de la entonces inminente llegada del Episodio I. Algunos son muy ilustrativos y son una fuerte referencia a como se veía el mundo en aquellos años.
Posteriormente, un año y medio después, el famoso Kia Asamiya haría la adaptación del Episodio I en dos volúmenes (A diferencia de los otros tres autores, Asamiya era una figura renombrada en aquellos años en Japón). Lamentablemente, las malas críticas al filme, parece que provocaron una reorganización de la franquicia en muchos rubros y el mismo Lucas detuvo tanto novelizaciones como adaptaciones de más (lo que provoco que la castellinización de las novelas oficiales ya no se hiciesen como había sido con el Episodio I), privando a muchos fans de lengua no inglesa, el disfrutar del universo Starwars. Esto también afecto las adaptaciones del Episodio II y III, por lo cual se quedaron sin el fabuloso formato manga.
Comentario personal: Es curiosa la historia de como esta obra llego a mis manos. Sí, físicamente la tengo allí bien guardada en mi estantería, pese a que ya tiene algunos daños, causados tanto por el tiempo como cierto incidente que comentare más adelante.
Haciendo constancia a lo comentado en muchas entradas, mi vida siempre ha tenido etapas de muy buena salud (en término generales), como de vacas flacas (que la mayoría, han sido provocadas por las decisiones estúpidas de un servidor). 1998 lo consideraría un año bipolar, tal como el 2006 o el 2002, donde una parte casi viví en la gloria, mientras la otra caía en un infierno de manera literal.
Por suerte, 1999 vino a ser un año totalmente distinto, muy tranquilo, divertido y hasta gratificante.
En aquellos meses, previos y posteriores al Episodio I, estaba en mi mejor relación con mi familia, traía buenas calificaciones de la universidad y comenzaba a tener amigos muy importantes para un servidor (incluyendo a mi comadre). Pero sobre todo, algo que me ayudo a sentirme mejor conmigo mismo, fue el que comencé a escribir fanfics y eso me permitió globalizarme de alguna forma. Fue gracias a estas historias que conocí a mucha gente valiosa (algo que sigue hasta la fecha) pero también a personas que me hicieron sufrir de un modo u otro.
Por suerte, ocurría más lo primero y un par de personas maravillosas fueron las hermanas Checa. Conocidas en el fandom castellano como escritoras de fanfics, especialmente de Sailor Moon o Saint Seiya, tenían un modo único de relatar dichas historias, alejándose de la grandilocuencia de los autores gringos o de las "comidas para pollos" que entonces eramos los escritores latinoamericanos. Sin embargo, tuve suerte de que leyeran alguna de mis historias y así fue como nos hicimos amigos, en especial de Barbara Checa, ya que Nemain entonces estaba por entrar en una etapa de la vida que absorbía mucho y que hace a muchos escritores dejar el negocio: la terminación de la universidad.
En cambio, Barbara apenas entraba y eso permitió darle unos años más. Curiosamente, las dos eran fans de Starwars de las buenas y los temas para charlar por los correos electrónicos eran interminables. Allí fue cuando las chicas me comentaron de los mangas de Starwars. No sé como notaron mi interés, que sin más, se ofrecieron a comprármelos y enviármelos por paquetería. Lógico, no me lo creí, ya que pensaba que enviar un paquete por correo era carísimo, así tomarse las molestias por un sujeto que vivía al otro lado del mundo, me parecía totalmente extraño.
Sin embargo, en las vacaciones de semana santa del año 2000, un anuncio llegó a la casa donde entonces residía. Un paquete había llegado a la oficina de correos, pero como era de España, tenía que ir a verificarlo para recogerlo. Aun recuerdo que ese día estaba con una fiebre del demonio, pero aun así, tomé un taxi y me fui derechito a la oficina (ya que se encontraba muy lejos de donde vivía, al menos para ir a pie y en el estado físico que me encontraba) por él. Medio muriéndome, llegue a la casa con dicho paquete, el cual no solo contenía los mangas de Starwars, sino inclusive las famosas "fotocopias", que las chicas me habían hecho el favor de enviarme, que tenían trazos de mangas conocidos en España: City Hunter y Marmalade Boy. De esto último ya comentare en otra entrada.
Antes que nada, debo decir que la adaptación tiene dos puntos a discutir: historia y arte. En el primer rubro, el manga sigue casi al pie del dedillo lo ocurrido en las películas. Sin embargo, quien más incorpora elementos novedosos, es Tamaki-sensei, quien se encarga de agregar escenas o momentos que no se ven en la película original, pero que en su momento fueron filmadas por Lucas, pero desechadas en el último momento. Una de estas, es cuando Luke observa la batalla entre la Lanzadera rebelde donde va Leia y el Destructor Imperial, mientras otro es cuando Biggs y Luke tienen una discusión sobre el futuro de ambos y su entrada a la Academia Imperial. Aparte, también incorpora escenas que en ese momento, Lucas había modificado en la trilogía original, como la aparición de Jabba en el hangar de Mos Eisley donde esta el Halcón Milenario.
Este punto hizo que me encantase el manga, ya que aparte de estos agregados, el ritmo de las viñetas es bastante bueno, contando en pocas imágenes, escenas que tenían su duración en la película. Aparte, la división de la historia en los cuatro tomos se hace bastante bien, dejando con un pequeño desenlace que sirve perfecto de enganche para el siguiente tomo. Curiosamente, esta edición se ve un poco más mejorada en el "Imperio Contraataca" y en el "Regreso del Jedi", donde aunque no se agregan nuevas cosas, la historia se cuenta de manera genial y con el mismo ritmo, pese a las variaciones de arte entre los tres autores.
Y es que el punto a criticar, tanto positiva como negativamente es el dibujo. Tamaki-sensei tiene un estilo de dibujo sumamente manga, siendo del típico shonen. Sin embargo, las variaciones que se permite con los diseños de los personajes es bastante patente. Por ejemplo, los personajes se ven más pequeños en edad, casí como si fuesen adolescentes, lo cual se nota sobre todo en Han Solo, que inclusive un agregado de un tomo se critica este punto. El otro, son las variaciones en los diseños, donde la que mejor sale librada es Leia. El autor mantiene su peinado de pan de rosca, pero le agrega unas caídas en el pelo en la parte posterior, lo cual le da un aire mucho más moderno y hasta atractivo al personaje. Los diseños de las naves y demás escenarios son excelentes, llegando a dibujar paisajes emblemáticos de manera cuasi parecida al filme (en especial cuando Luke ve hacia los soles gemelos o cuando llega a su casa luego de ser destruida por los soldados imperiales). Curiosamente, pese al diseño muy juvenil, el dibujo de Vader es soberbio y realmente se le ve imponente por momentos.
Kudo-sensei tiene un dibujo diametralmente opuesto al anterior. Mientras Tamaki se enfocaba en el diseño de personajes y su dinamismo, el dibujante del Imperio Contraataca, se va sobre dibujar a los personajes de manera mucho más adulta, cuasi teniendo un toque shoujo, en especial con Leia, que nuevamente es las más favorecida del dibujo, haciéndola no solo atractiva, sino teniendo un aire de dulzura y energía por momentos. Sin embargo, Han se ve mucho más adulto y la figura de Darth Vader es aun más imponente, donde los trazos no son tan detallistas (llegando a tener más sombras y retazos), pero eso le da un aire mucho más oscuro y maduro a estos tomos. Personalmente, no me gustaba al principio este arte, pero luego le fui agarrando bastante gusto. Curiosamente, los fondos de escenarios son muy escasos, aunque compensados por las viñetas y unos personajes dibujados de manera formidable.
Con quien sí me voy a desquitar es con Hiromoto-sensei. Su arte es sencillamente malo, nada de mi gusto. Su tipo de dibujo esta más enfocado en cierta tendencia que tuvieron algunos dibujantes npones a principios de los noventas, que trataron de alejarse de los grandes ojos y de los trazos preciosistas, por un dibujo mucho más rudo, agresivo y hasta sucio por momentos. He escuchado que algunos les gusta, pero sinceramente, jamás ha sido de mi agrado y este manga me costo muchísimo leerlo, ya que los diálogos de repente no existen y son dibujo tras dibujo, que de repente se salta de sus proporciones, llegando ser más caricaturesco que manga. Curiosamente, quien mejor sale librado del diseño es Han Solo, que se le dibuja como un auténtico truhán y su sonrisa con dientes afilados, sí me sacaba más de una carcajada. Extrañamente, el diseño de las naves es formidable y es de lo mejor de las tres adaptaciones, viéndose en especial con la batalla de Endor, donde Hiromoto-sensei realmente se regodea con las acciones.
En conclusión, "Star Wars manga", es una excelente adaptación de la trilogía original al dibujo nipón. La historia está bien plasmada y es una manera fácil como dinámica de contar la historia de Luke Skywalker y compañía en solo doce tomos. El problema es la variación del arte entre los tres autores y que en algunos sí les puede pesar (como un servidor), así que la edición española tiene los cuadros invertidos, lo cual también sería un tanto frustrante sí estas acostumbrado a leer a la manera japonesa. Fuera de ello, es sumamente recomendable.
En lo particular, sigue siendo uno de mis grandes tesoros. Lamentablemente, en su momento estuve a punto de perderlos, cuando una ex-casera dejo mis cosas fuera de mi habitación en una ocasión y estuvo lloviendo. Cuando rescate lo que pude, dos tomos sí llegaron a mojarse. Por suerte, el papel es bastante resistente y se secaron sin que hubiera desgarramientos, aunque sí quedaron un tanto arrugados.
Por cierto, no hable de la adaptación manga de Episodio I, porque sencillamente no tengo el formato físico del manga y en segundo, porque no quise. Aunque la he leído, parece que Kia Asamiya no pudo adaptar totalmente el espíritu de la película y el manga se lee medio aburrido, aun pese a tener un arte muy bueno (la que resalta, para variar, es Amidala). También aquí se notan ciertas deficiencias en la historia, ya que las viñetas están muy cargadas de diálogos y se hacen pesadas por momentos.
Lamentablemente, este manga no se puede conseguir en México y tampoco en España. Aunque se pueden ver algunos tomos sueltos en librerías selectas de la madre patria, Planeta no ha vuelto a reeditar dichos tomos y hoy en día, se consideran joyas de auténtica colección (y que por suerte, están en mis manitas, jojo).
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Saludos a mi propia Amidala :3, así a quienes gustan de Starwars.
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