La historia japonesa es rica, no solo en folclor, sino también en detalles históricos bien definidos, donde se pueden contar batallas, personajes y hechos bien conformados.
Claro, también a veces rodeados de mucha fantasía, pero que pueden ser facilmente delimitados y dar un contexto más concreto.
Si en la entrada anterior, se había hablado de la batalla de Sekigahara como un hecho decisivo en la unificación de Japón, otra batalla, en otras condiciones totalmente distintas, también ayudaron a la reunificación de un país, que desde sus inicios, había estado dividido, tanto a nivel político, como militar.
Antes del clan Tokugawa y su periodo Edo, habían existido clanes mucho más poderosos, que sembraron semillas para posteriores leyendas, y que inclusive su linaje era tan importante, que los mismos Tokugawa se jactaban de ser descendientes de uno de ellos: Los Minamoto.
Pero antes de que el famoso Clan Minamoto tomara el control de Japón por alrededor de 200 años, hubo un periodo de inestabilidad muy parecido al periodo de Sengoku, donde 3 clanes, los Fujiwara, los Taira y los mencionados Minamoto, se disputaban el control de Japón e inclusive, del mismo Emperador. Pero también la lucha entre los clanes mantenía un delicado equilibrio, que tuvo que ser roto a finales del siglo XII y finalmente, desemboco en la famosa batalla de Dan-no-ura.
La batalla de Dan-no-ura (壇の浦の戦い Dan-no-ura no tatakai?) fue una gran batalla naval de las Guerras Genpei, que ocurrió en Dan-no-ura, costa del estrecho de Kanmon en la parte sur y oeste de Honshū. En 25 de abril del 1185, la flota del clan Genji (clan Minamoto), dirigida por Minamoto no Yoshitsune, venció a la flota del clan Heike (Taira), en un enfrentamiento que duro medio día.
Hablar de la importancia de esta batalla, requiere nuevamente, un poco de contexto.
El Emperador, el llamado hijo de la diosa Sol, había gobernado con auténtico poder a los nipones desde los primeros siglos de la era cristiana. Sin embargo, como es típico, la larga estancia en el trono, en un país donde campesinos y soldados veían a su gobernante casí un dios, las rebeliones durante estas temporadas eran escasas y eso provoco que los emperadores previos a la era Heian, se volviesen perezosos y comenzaran a disfrutar de la vida palaciega.
Un clan, los Fujiwara, descendientes de un noble de segunda clase, comenzaron a infiltrarse en la corte del Emperador, tomando puestos claves, lo cual aseguro una posición de poder importante, al grado que alrededor del siglo VII, fueron nombrados como regentes, una suerte de primer ministro, que a la larga, se convirtieron en los verdaderos gobernantes del país, teniendo a la ciudad de Kioto como sede del gobierno ("La capital de 1,000 años").
Sin embargo, ya para finales del siglo X, otros clanes comenzaron a disputarse el control, entre ellos, los Taira y los Minamoto.
Estos últimos habían surgido de las "salvajes" llanuras de Kanto, considerada la parte barbara de Japón, mientras Kioto y sus alrededores, eran vistos como una zona de esplendor y cultura. Sin embargo, los Minamoto comenzaron como los Fujiwara, a infiltrarse en ciertas zonas del gobierno, llegando inclusive a superar la presencia del clan rival, los Taira.
La rebelión Hogen, fue lo que forzo el fin de los Fujiwara. La ambición entre los distintos miembros de este clan, los fue destruyendo. Justamente, durante esta rebelión, dos familias del mismo clan combatieron en bandos opuestos, por la posición de un Emperador que favorecía intereses distintos para cada grupo. Al terminar el conflicto, el clan Fujiwara fue tecnicamente aniquilado en el proceso, mientras los Minamoto y los Taira salieron fortalecidos.
Taira no Kiyomori, líder del clan Taira, comenzó a destacar como un personaje inteligente, astuto y practico. Como líder de la policía, comenzó a acosar a los Minamoto, acusandolos de diversos crimenes, que hoy podrían parecer rídiculos, pero para los japoneses, eran casí una anatema.
Esto forzo a una rebelión, donde las partes importantes del Clan Minamoto fueron arrancadas de raíz de la corte imperial, incluído a su líder, Yoshitomo, muerto junto con sus hijos mayores, en una emboscada al querer escapar de Kioto. Sus hijos menores, Yoshitsune y Yoritomo, por ser chiquibabys, fueron perdonados y exiliados a los viejos rincones del país, donde habían provenido los Minamoto. Todo esto, con el apoyo del emperador en retiro, Go-Shirakawa. Sin embargo, la decepción de este fue grande, ya que Kiyomori no lo reestableció en el poder, sino fue el clan Taira.
Kiyomori lentamente se hizo del poder, al grado que tuvo el título de Primer Ministro, mientras una de sus hijas le dio un nieto, fruto de una relación con un principe de la corte, el futuro emperador Antoku. Esto garantizaba la ascensión total de los Taira en el trono del Crisantemo.
Fue cuando Go-Shirakawa, por medio de su hijo Mochihiro, reclamo el trono de Japón a su nombre. Esto provoco un levantamiento de armas, que fue respondido por casi todo el clan Minamoto, en especial por su líder, Yoritomo, que había salido del exilio para vengar a su padre.
Esto provoco, las llamadas guerras Genpei, que se extendieron entre 1180 y 1185.
Como dato curioso, lo que inició como una rebelión para retomar el poder por parte de los "verdaderos" emperadores, termino quedando de lado, cuando Mochihiro fue muerto en las primeras escaramuzas de la guerra. Rapidamente, se volvió una guerra entre los Taira y los Minamoto por el control del país.
Al principio, las cosas fueron mejor para el clan Taira. Yorimasa, que había sido el líder de la rebelión, fue capturado junto con el emperador Mochihiro en el inicio de la guerra. Fue justamente el primero quien cometió el seppuku, que luego sería una marca de honor entre los samurais hasta nuestros tiempos.
Sin embargo, cuando el clan Taira estaba por darle en la torre a los Minamoto, Kiyomori fallece y esto debilita de manera considerable a los Taira. A la par, Yoshitsune, que había crecido casi como un salvaje, entra a la guerra, apoyando a su hermano Yoritomo, que había asumido el liderazgo de los Minamoto.
Curiosamente, la guerra pudo haber sido más corta, pero durante la misma, Yoshinaka, otro Minamoto, comenzó a disputar el liderazgo del clan a Yoritomo. Al principio, las cosas iban cordiales, pero la ambición de Yoshinaka siempre fue grande, más cuando este y las tropas de Yoritomo, habían comenzado a cercar a los Taira, al grado de que estos solo se encontraba seguros en la capital imperial.
Yoritomo encargo a su hermano Yoshitsune, la muerte de Yoshinaka, que lo correteo literalmente por medio Japón, hasta matarlo durante la batalla de Arawa.
Ya con el camino libre, Yoritomo la emprendió nuevamente contra los Taira, al grado de hacerlos correr de Kioto, hasta llegar a la isla de Yashima, donde se libro una batalla terrestre-naval, donde el resultado fue a favor de los Minamoto, ya que los Taira fueron expulsados literalmente del país, manteniendo su poderosa armada, donde embarcaron al Emperador Antoku, de unos cuantos años y a su familia, junto con los Tesoros Imperiales, para darle cierta legitimidad (el espejo, la joya y la espada. Curiosamente, usados por Naoko Takeuchi como los talismanes sagrados en Sailor Moon S).
Yoshitsune, ya era un general legendario entre sus tropas, ya que desde su aparición, había dado numerosas victorias al clan Minamoto. Aparte, tanto las leyendas de su vida anterior, como las de su lugarteniente, Saito Musashibo Benkei, le habían granjeado popularidad, al grado de despertar celos en su hermano Yorimoto.
No obstante, este le seguía encargando liquidar a los remanentes del clan Taira. Fue justamente, que Yoshitsune vio una oportunidad, empleando la propia armada Minamoto, para cazar a la armada Taira, que se había estacionado frente a la prefectura de Yamaguchi, en el extremo de la isla de Honshu, dando lugar a la mítica batalla naval de Dan-no-ura.
La batalla inicio de manera precaria para los Minamoto. Aunque Yoshitsune era un general legendario en tierra, en el océano se mostraba menos seguro y mostró las tácticas de un novato en la marina, formando toda la flota Minamoto en línea recta, creyendo que eso le daría mayor poder de penetración.
Mientras, los Taira formaron su flota en varias columnas, asegurando fuego en varias direcciones, y así evitar que el barco donde iba el Emperador, fuese descubierto.
Y precisamente, las primeras horas de batalla, donde hubo intercambio de flechas y espadazos, la marea favorecía a los Taira, que comenzaron a mermar la flota Minamoto.
Pero luego de un rato, la marea comenzó a cambiar y aparte hubo otro evento que favorecio a los Minamoto y fue que un general Taira, decidió traicionar a los suyos y decir donde iba el Emperador.
Yoshitsune había bombardeado las naves más estramboticas, creyendo correctamente que allí estaba Antoku y su familia. Sin embargo, los Taira habían puesto a su majestad en un barco más sencillo.
Ya que la barca había sido ubicada, los Minamoto lanzaron todo su ataque sobre el navío. Los Taira trataron de protegerlo, pero ya varias naves Minamoto estaban encima de él.
La abuela de Antoku, esposa del fallecido Kiyomori, tomo una decisión: agarro a Antoku, junto con todas las reliquias imperiales y se lanzo al mar, en un gesto suicida.
El resto de las naves Taira, al ver este suceso, también hicieron lo mismo, aventándose al mar o hundiendo sus naves. El resultado, fue una victoria total para el Clan Minamoto.
Los supervivientes fueron capturados y pasados a cuchillo, así aniquilando en su totalidad al clan Taira, dejando a Yorimoto, el hermano de Yoshitsune, como futuro shogun, cuando el emperador enclaustrado que los Minamoto habían apoyado, Go-Shirakawa, lo nombro en tal cargo, fundando el shogunato Kamakura, que gobernaría Japón por dos siglos, antes de ser destronados por los shogunes Ashikaga.
En cuanto a Yoshitsune, su recompensa por aniquilar a los Taira, fue demasiado ingrata, ya que murió perseguido por su hermano. Pero eso, es otra historia...
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Saludos a mi Hinata-sama xDDD, así a Sam, que me había pedido esta batalla, como quienes gustan de las batallas ancestrales.